México: SALARIO se ESTANCA de cara a la peor CUESTA de ENERO y los Altos Niveles de INFLACIÓN

Si bien el salario mínimo tuvo un incremento de 22 por ciento a partir de enero de este año, pasando de 141.70 a 182.87 pesos diarios, el beneficio es desigual para los trabajadores.

Los salarios en el sector formal se estancaron de cara a la peor cuesta de enero de los últimos 21 años. Los altos niveles de inflación tienen un impacto directo no únicamente en los precios de bienes y servicios, sino que, en términos generales, hacen que el dinero valga menos.

  • Si bien el salario mínimo tuvo un incremento de 22 por ciento a partir de enero de este año, pasando de 141.70 a 182.87 pesos diarios, el beneficio es desigual para los trabajadores. De acuerdo con un análisis de Franklin Templeton México, se estima que para 2022 este aumento en el salario mínimo impacte a 6 millones de trabajadores, es decir, cerca de una tercera parte de los empleados privados formales.
  • Detalla que el grueso de la población, incluyendo la clase media, no gozará de aumentos salariales similares, debido a que las revisiones de sueldos de los trabajadores formales privados tienen un fuerte desligue en relación con los incrementos de salarios mínimos.
  • El salario base de cotización promedio de los puestos de trabajo afiliados al IMSS alcanzó un monto de 439 pesos diarios en diciembre pasado, un mes antes de la cuesta de enero. Este sueldo representa un incremento nominal de 7.5 por ciento con relación al mismo mes de 2020. Sin embargo, en términos reales, es decir, sin incluir la inflación, el crecimiento fue de apenas 0.1 por ciento.

Se trata del menor aumento real para un mes de diciembre en los últimos cuatro años, desde 2017, cuando el salario promedio se redujo 1.2 por ciento al descontar el llamado impuesto de los pobres.

Lo anterior, de acuerdo con la firma, muestra que la perspectiva para la cuesta de enero de 2022 será muy desigual entre las personas con ingresos menos favorecidos y el resto de la población, que sufrirá la cuesta de enero con la peor inflación en 21 años.

La cuesta de enero de 2022 podría ser la peor en dos décadas

“La cuesta de enero de 2022 podría ser más larga y complicada de lo habitual. Se tiene la expectativa más alta de aumento en los precios de los últimos 21 años”, dice Román Moreno, economista y docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista con Serendipia. Para este mes, el incremento en los costos se visualiza principalmente en la comida, pero también en algunos insumos para generar alimentos y en los energéticos como la gasolina, el gas y la luz eléctrica debido a que gran parte de estos productos y servicios presentan precios estacionarios.

  • Este no es solo un fenómenos económico. La cuesta de enero afecta el día a día de las familias mexicanas. El esposo de María, por ejemplo, se quedó sin trabajo el año pasado. “Siempre hay imprevistos en la casa, pero los veníamos manejando bien. Quedarse sin empleo fue un tema que nos hizo ajustarnos a muchas cosas”, dice María en entrevista con Serendipia. Y agrega: “Pero hay gastos que no pueden ser postergados. La alimentación es algo que no podemos quitar de la lista. No puedes dejar de comprar leche, no puedes dejar de comprar verdura o fruta”.

“La cuesta de enero es el nombre coloquial con que se conoce al fenómeno económico que ocurre durante el primer mes de cada año en nuestro país”, dice Moreno. Desde una perspectiva económica y social, esta cuesta ocurre por el aumento en el precio de algunos bienes y servicios que afecta el ingreso de los hogares mexicanos e incide de manera importante en sus posibilidades de consumo.

En su dimensión individual, otro de los factores que influye durante la cuesta de enero es no saber administrar bien el dinero, de acuerdo con Sonia Sánchez-Escuer, especialista en finanzas personales. Por eso, al final de esta nota te compartimos algunos consejos de ambos expertos para enfrentar esta temporada de la mejor manera y cuidar tus finanzas.

“En diciembre, si nos llegan veinte pesos, nos gastamos veinticinco. No hay conciencia de que el dinero de diciembre no es igual al de los otros once meses del año. Debemos administrarlo y hacerlo rendir”, afirma Sonia en entrevista con Serendipia. “Vivimos en un eterno ciclo de “tengo y no tengo”. Creemos que vamos a curar nuestra escasez gastando, pero la escasez se cura administrando”.

  • En 2022, además de la cuesta de enero, México se enfrenta a la mayor inflación en 20 años. En diciembre de 2021 alcanzó el 7.36 por ciento, y especialistas estiman que este año también se ubique por encima de la meta de tres por ciento.
  • Es por eso que en este año podría vivirse la cuesta más prolongada con manifestaciones desde diciembre de 2021 hasta febrero de 2022, de acuerdo con Moreno. “Esto va a generar incertidumbre en el consumo básico, es decir, en el de la canasta básica. Sin pensar ya en el consumo complementario”, dice el economista.

Este es un panorama alarmante para la mayor parte de la población en el país. “No tenemos estrategia para enfrentar esta cuesta. Realmente vivimos, yo creo como la mayoría de los mexicanos, al día”, confiesa Georgina con preocupación: su esposo dejó de trabajar el año pasado para atender problemas de salud en la familia. “No ahorramos porque no podemos ahorrar. Teníamos el ahorro de una alcancía y fue lo único que pudimos hacer este año. Ni siquiera la llenamos”.

Durante la cuesta de enero, los productos van al alza. ¿Y los salarios?

En México, durante 2019, mil 570 pesos eran suficientes para comprar todos los productos que integran la canasta básica en México. En 2021, con el mismo monto sólo era posible adquirir el 86 por ciento de esos alimentos, porque el costo de la canasta básica llegó a mil 824 pesos. Es decir, su precio aumentó en 16 por ciento.

  • La canasta básica alimentaria es el conjunto de productos suficientes que permiten satisfacer las necesidades nutricionales básicas de una familia promedio en el país, de acuerdo con el gobierno de México. Hasta 2019 estaba integrada por 23 productos entre los que se consideraban al maíz, al frijol, al azúcar, a la leche en polvo y al arroz.

A partir de ese año, el gobierno federal agregó 17 productos para tener un total de 40, entre comestibles de primera necesidad y artículos de limpieza e higiene personal como papel higiénico y crema dental. La carne de res, el huevo fresco, el cacahuate, el pan dulce y los chícharos fueron algunos de esos agregados alimenticios que ahora la componen. Esta anexión de productos se debió principalmente a una iniciativa del gobierno federal que buscaba facilitar a la población más vulnerable del país el acceso a ciertos productos básicos.

  • El chile es el producto cuyo costo registró el mayor incremento de precio entre 2019 y 2021: 63.21 por ciento, de acuerdo con los datos publicados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Polìtica de Desarrollo Social (CONEVAL) basados en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) calculado y publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y analizados por Serendipia. Otros productos que también han reportado aumentos significativos en sus precios son la cebolla, el aceite vegetal, el jitomate y el arroz en grano, con un incremento del 49.6, 44.1, 43.2 y 27.3 por ciento respectivamente. En el otro extremo, el menor aumento registrado es de 5.8 por ciento para el kilo de naranja.

Como advierte Moreno, aunque los precios en los productos de la canasta básica ya habían comenzado a incrementar, fue en 2020 y 2021 que se registró un aumento mucho mayor. Incluso si se compara la variación en el costo de un alimento de primera necesidad durante un mismo mes es posible visualizar dicho incremento en los precios. Esta situación impacta negativamente en el bolsillo de los mexicanos y les impide enfrentar de una mejor manera fenómenos económicos como la cuesta de enero.

“Ahora que fue Navidad mi hija me pidió una ensalada Waldorf que lleva manzana verde. Pero, ¡no puede ser que cien pesos el kilo de manzana verde! ¡Cien pesos cuatro manzanas verdes!”, cuenta María. “Estamos volviendo a la tortilla con un chile verde, ya ni con frijoles. Un chile verde ahí restregado. Así, así estamos regresando”, dice refiriéndose a que ya no es posible comprar más productos de la canasta básica.

  • Román Moreno explica cómo ocurrió este incremento en los precios de productos de la canasta básica: “Si hacemos un seguimiento del indicador más importante para medir el fenómeno inflacionario, el Índice Nacional de Precios al Consumidor, nos daríamos cuenta que este incremento se ha advertido desde el año 2020. Esto tras el aumento a la inflación que viene arrastrándose en Estados Unidos, el principal socio comercial de nuestro país”, dice. “Evidentemente ha sido a partir de 2021 que ha superado el tiempo en el cual se esperaba que pudiera ser controlado y no ha quedado de otra más que difundirlo”.

Por ejemplo, el precio del chile: durante noviembre de 2015, el kilo estaba a 41.3 pesos, pero para noviembre de 2021 alcanzó los 70.1 pesos. La diferencia en el costo del kilo de chile entre noviembre de 2015 y noviembre de 2021 fue de 28.8 pesos, lo que representa un aumento de 69.7 por ciento. “Y es que así ha sido: silencioso, silencioso”, apuntó María al reflexionar sobre las dificultades económicas que ha enfrentado durante este año para cubrir los gastos de su hogar. “Es que ahora sí es una realidad: se nos han disparado los precios”.

  • Según Moreno, esto es consecuencia de una creciente desigualdad en la distribución de la riqueza. “Hay componentes que ya forman parte de la economía mundial. La pandemia sólo los vino a potenciar, a hacer más evidentes”, señala. “En mi opinión, el salario mínimo debería incrementar por encima de la canasta básica para que podamos hablar de un crecimiento real en cuanto al poder adquisitivo de la población”.
  • En México, esto no es así y el incremento en los precios de la canasta básica genera mayor incertidumbre al conjuntarse con el desempleo. Aunque en 2022 el salario mínimo fue incrementado en 22 por ciento, 14.8 por ciento de la población adulta en México perdió su trabajo, sin poder recuperarlo, entre julio de 2020 y julio de 2021, según los resultados de la Encuesta de Bienestar Autorreportado (ENBIARE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

“Mi esposo tiene altibajos de estado de ánimo. De repente está muy bien, de repente ya lo veo muy preocupado, de repente lo veo desesperado, de repente lo veo muy melancólico. Porque finalmente él está acostumbrado a trabajar”, afirma María.

En esta línea, según la ENBIARE más de la tercera parte de la población total encuestada reveló verse obligada a pedir prestado al menos una vez durante 2020 y 2021 para poder sufragar los gastos de su hogar, entre ellos los concernientes a la comida. “No podemos cancelar las tarjetas, sólo las dejamos ahí. Porque muchas veces las tarjetas son las que nos han ayudado, por ejemplo, en la compra de despensa”, agrega María.

Precio de la canasta básica se dispara 16.25% en diciembre

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) informó que el precio de la canasta básica en diciembre del 2021 se incrementó 16.25 por ciento, respecto al mismo mes del 2020; más del doble de la inflación registrada hasta noviembre pasado, que ascendió a 7.35 por ciento.

  • De acuerdo con el organismo, en diciembre del 2020, el costo de la canasta básica fue de mil 089.10 pesos, en junio del 2021 se incrementó a mil 126.22 pesos y para diciembre del recién concluido 2021 costaba mil 268.78 pesos.

A diciembre del 2021 los productos que más aumentaron su precio fueron bebidas refrescantes con 64.20 por ciento, botanas con 49.45 por ciento, cerveza con 39.52 por ciento, lácteos con 38.53 por ciento y dulcería con 37.12 por ciento.

Mientras que los que se dejaron de consumir fueron los embutidos con una baja de 47.17 por ciento, los cárnicos con 42.67 por ciento, comida enlatada con 27.62 por ciento, cigarros con 27.62 por ciento y legumbre con 20.38 por ciento.

En tanto que los productos más consumidos al último mes del año pasado fueron bebidas refrescantes con 70.07 por ciento, botanas con 58.08 por ciento, cerveza con 43.09 por ciento, huevo con 40.95 por ciento y dulcería con 40.05 por ciento.

  • El organismo advirtió que luego de la actualización del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), se espera una escalada de precios en frutas, legumbres, verduras, abarrotes, papel higiénico, artículos de higiene personal, limpieza, cárnicos, embutidos, entre otros.
  • Aseguró que la propagación de la variante Ómicron de Covid-19 debilita la actividad económica y fortalece la escalada inflacionaria en los precios de los alimentos de la canasta básica, “llevando a la inseguridad alimentaria a más de 30 millones de mexicanos y a que 2 de cada 10 mexicanos padezcan hambre”.
  • Recordó que entre los aumentos más sensibles se encuentra la cajetilla de cigarros pasó de 66 pesos, a 70 pesos; el pan dulce y los pastelillos se incrementaron entre 1 peso y 2 pesos; además del aumento a gasolinas y diésel de 7.37 por ciento, lo que “empuja” el alza de precios en decenas de productos.

“Este arranque del año 2022 vamos a vivir una cuesta de enero prolongada que se convertirá en una verdadera pendiente empinada para los consumidores mexicanos”, advirtió el presidente de Anpec, Cuauhtémoc Rivera.

Destacó que a pesar del incremento en el salario mínimo, aún es absurdo pare el pago de una canasta básica alimentaria completa; toda vez que ni juntando dos salarios es posible adquirirla.

A ello, se debe de sumar el pago de servicios como luz, agua, predial; así como transportes, colegiaturas, vestimenta y en el caso de los afortunados, gastos de recreación.

“¿Cómo le hacemos? Aquí, es el surrealismo en México. Nos la ingeniamos, Ya sea a través de fiado, de tandas, de emprendimiento local, complementando trabajo formal con el informal o haciéndole de todo. Seguimos estando de pie, con hambre, pero de pie”, aseguró el presidente de la Anpec.

Especialistas señalaron lo bueno y los riesgos del incremento al salario mínimo

El primer día del mes de diciembre, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) anunció un incremento del 22% al salario mínimo en todo el país para el 2022, lo que representa un aumento sustancial para las dos regiones de este rubro; sin embargo, junto con este beneficio, existen algunos riesgos que fueron señalados por una institución.

  • Mientras que en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) el salario mínimo diario (SMD) quedó en 260.34 pesos para el próximo año, en el resto del país quedó en 172.87 pesos, lo cual tendrá una mejora sustancial para 6.3 millones de trabajadores formales en sus ingresos reales.
  • De acuerdo con los registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), alrededor del 30% de sus derechohabientes perciben el salario mínimo y, en virtud de que éste no pierda capacidad adquisitiva, la Conasami propone un incremento anual para que puedan mantener su estilo de vida respecto a la inflación.

Sin embargo, en los últimos 40 años, la relación entre el incremento al SMD con el costo de los productos y servicios básicos se ha visto en detrimento de la economía de los trabajadores, por lo que durante la administración actual se ha promovido un sistema de crecimiento salarial mayor a la inflación.

Esto puede explicar que el incremento al salario sea del 22%, mientras que la inflación anualizada del 2021 sea menor al 8 por ciento. No obstante, el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (Imco) detectó posibles riesgos en un aumento tan drástico en relación a la inflación.

A través de un estudio realizado por el Centro de Investigación en Política Pública, el Imco asegura que “las preocupaciones usuales ante los incrementos del salario mínimo son el aumento en el desempleo y en el nivel de precios de la economía”.

Bajo esta óptica, la organización civil señaló tres partículas observables que pueden estar relacionadas con las políticas relacionadas al incremento del salario mínimo, las cuales podrían ser síntomas favorables para la economía de las y los mexicanos que trabajan de manera formal.

  1. El ingreso real de los trabajadores formales de menores ingresos ha mejorado en los últimos tres años; al cierre de octubre de 2021, el 10% de trabajadores con menores ingresos laborales que cotizan en el IMSS había recibido un incremento de 91.2% en la ZLFN y de 33.5% en el resto del país, según estimaciones publicadas por la Conasami.
  2. El desempleo no se ha incrementado significativamente como consecuencia del incremento del salario mínimo en la frontera norte, como lo evidencia un estudio realizado por especialistas del Banco de México.
  3. La inflación en la frontera norte habría tenido un incremento de 1.2% en 2019 por el incremento en el salario mínimo, aunque este efecto se diluyó, ya que el IVA se redujo a la mitad de forma simultánea, de acuerdo con otro estudio realizado por investigadores del banco central.

No obstante, el Imco contextualizó estos resultados con el periodo de reactivación económica post COVID-19 en el mundo, donde la inflación y la reinserción a actividades remuneradas debe de ser contemplada, pues en la Ciudad de México, Campeche, Guerrero, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa y Veracruz aún no recuperan su nivel de empleo formal previo a la pandemia.

Aunado a esto, de acuerdo con el Consejo de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la inflación durante el tercer trimestre de 2021 ha provocado un incremento en la pobreza laboral de casi un punto porcentual, es decir, alrededor de 1.2 millones de personas dejaron de percibir un ingreso suficiente para comprar la canasta alimentaria.

También estimaron que se debe de contemplar la volatilidad en los precios del gas licuado de petróleo (LP) y las distintas gasolinas, pues la alza de estos insumos impacta directamente en todos los productos de consumo básico en México.

Por lo que se debe de mantener en la óptica del gobierno la posibilidad de que exista un incremento en los productos de la canasta básica; no obstante, la asociación reconoció que este postulado sólo se plantea como una posibilidad que se podría manifestar en contraste con otros factores que podrían intervenir al iniciar el siguiente año.

Sin embargo, “el instituto reconoció que el salario mínimo es una política regulatoria que puede mejorar la eficiencia en el mercado de trabajo, además de que tradicionalmente es considerado como un asunto de justicia social”.

“Los efectos adversos han sido menores si se comparan con las mejoras en el nivel de vida de los trabajadores -aún más si se considera que el salario mínimo duró casi tres décadas con un poder adquisitivo estancado-”, escribió en su reporte sobre el incremento del 22% del salario mínimo en México./Agencias-PUNTOporPUNTO

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