Durante décadas, las predicciones sobre el daño económico del cambio climático se centraron en estimaciones conservadoras. Sin embargo, un nuevo estudio rompe ese consenso: si la temperatura global aumenta 4 °C hacia finales de siglo, el Producto Interno Bruto (PIB) global podría reducirse hasta un 40 %.
La cifra, publicada en Environmental Research Letters y analizada por IOP Science, cuadruplica los cálculos anteriores y plantea un escenario de pérdidas económicas catastróficas a nivel planetario.
- La investigación advierte que incluso si se logra limitar el calentamiento a 2 °C —como establece el Acuerdo de París— el daño sería notablemente mayor a lo previsto. El PIB per cápita global caería un 16 %, frente al 1,4 % estimado en modelos previos.
- Según los investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), estos resultados se explican porque los análisis anteriores ignoraban el efecto acumulado del cambio climático sobre un sistema económico global profundamente interconectado.
- De acuerdo con el estudio, las proyecciones tradicionales subestiman los riesgos económicos del cambio climático debido a limitaciones metodológicas en los modelos de evaluación integrados (IAMs, por sus siglas en inglés).
Estos modelos, que han sido utilizados durante años para guiar políticas climáticas y económicas, tienden a centrarse exclusivamente en los efectos locales del clima sobre las economías nacionales, ignorando las interconexiones globales.
- Según informó IOP Science, esta omisión podría estar ocultando el verdadero alcance de los daños económicos, ya que las economías están profundamente interrelacionadas a través del comercio, las cadenas de suministro y los mercados financieros.
- Timothy Neal, economista de la UNSW y autor principal del estudio, explicó a National Geographic que “no se trata solo de redistribuir pérdidas y ganancias entre países; estamos hablando de una pérdida neta global que debilita todo el sistema económico”.
La principal innovación del estudio liderado por la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) fue incorporar el impacto del clima global en modelos económicos que antes solo evaluaban efectos locales. Para ello, los investigadores adaptaron tres modelos ampliamente utilizados: Burke15, Kotz24 y DICE 2023. Al introducir variables climáticas a escala mundial, los daños económicos proyectados aumentaron de forma significativa.
- Modelo Burke15: originalmente proyectaba una caída del 28 % del PIB global ante un aumento de 4 °C. Con el clima global incorporado, esa pérdida sube al 86 %.
- Modelo Kotz24: la estimación pasa del 11 % al 40 % bajo las mismas condiciones.
- Modelo DICE 2023: al recalibrar la función de daño incluyendo el clima global, el calentamiento “aceptable” se reduce de 2,7 °C a 1,7 °C.
- Además, el precio óptimo del carbono debería incrementarse significativamente después de 2030, para alinearse con las metas del IPCC.
Este enfoque demuestra que el cambio climático genera disrupciones económicas en cadena, con eventos extremos que afectan simultáneamente a múltiples regiones. Los autores sostienen que no basta con reducir emisiones: es urgente actualizar los instrumentos analíticos para reflejar mejor un riesgo climático global.
El estudio advierte que los efectos económicos del cambio climático no serán uniformes. Según IOP Science, las regiones más expuestas al impacto no serán necesariamente las más pobres, sino aquellas que dependen fuertemente del comercio global y están ubicadas en latitudes medias del hemisferio norte.
- Entre los países más vulnerables destacan Estados Unidos, China, India y gran parte de Europa, debido a su alta exposición a eventos extremos y su interconexión en las cadenas de suministro internacionales.
- Por otro lado, regiones como Groenlandia y partes de Rusia podrían experimentar beneficios económicos limitados por el aumento de temperaturas, como mayor disponibilidad de tierras cultivables o rutas de navegación árticas.
- Sin embargo, los investigadores aclaran que ningún país estará completamente a salvo. Incluso las economías más ricas enfrentarán desafíos como pérdida de productividad laboral, aumento en costos de adaptación e inestabilidad financiera.
El informe también destaca que el análisis global aún puede perfeccionarse con datos más desagregados, para evaluar cómo factores estructurales —como la dependencia del comercio o la capacidad de adaptación— influyen en la vulnerabilidad de cada país.
- Los resultados del estudio tienen implicaciones directas sobre el diseño de políticas climáticas. Al incorporar el clima global en el modelo DICE 2023, los investigadores concluyen que la meta actual de limitar el calentamiento a 2 °C no es suficiente.
El nuevo umbral óptimo debería situarse en 1,7 °C, lo que implica que las estrategias de mitigación vigentes son insuficientes para evitar una crisis económica de gran escala.
- Uno de los cambios más urgentes es la revalorización del precio del carbono. El estudio señala que el costo social del carbono debería aumentar significativamente después de 2030, para reflejar el verdadero daño económico proyectado.
Esta medida se alinea con las recomendaciones más recientes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
- Además, el informe llama a la comunidad científica y económica a abandonar modelos obsoletos.
- “Debemos actualizar nuestras herramientas analíticas para entender mejor un mundo más caliente y más interconectado”, afirmó Andy Pitman, coautor del estudio, en declaraciones a National Geographic.
- “No se trata solo de redistribuir pérdidas y ganancias entre países; estamos hablando de una pérdida neta global que debilita todo el sistema económico”, afirmó Pitman.
Una de las principales conclusiones del estudio es que el cambio climático no puede entenderse únicamente como una suma de crisis locales. Las interconexiones económicas globales —a través del comercio, las finanzas y las cadenas de suministro— amplifican los efectos de los eventos climáticos extremos y convierten impactos regionales en amenazas sistémicas.
- Sequías prolongadas, incendios forestales o tormentas tropicales pueden desencadenar disrupciones en múltiples sectores y países simultáneamente, afectando la producción, los precios y la estabilidad financiera global.
- Según explicó el autor principal, Timothy Neal, al medio National Geographic, en un mundo más cálido “estas disrupciones podrían amplificarse, afectando tanto a países vulnerables como a economías desarrolladas”.
Lo que parecía una amenaza gradual y manejable se perfila, con nuevos datos, como un desafío sistémico para la economía global. Las pérdidas proyectadas de hasta un 40 % del PIB global para 2100 —y hasta un 86 % en ciertos modelos— exigen repensar con urgencia las políticas actuales de mitigación.
El clima extremo costó 2 bdd a la economía mundial en la última década
La Cámara de Comercio Internacional (CCI) ha revelado un nuevo informe que pone de manifiesto el devastador impacto económico del cambio climático en la última década, cifrando las pérdidas en 2 billones de dólares.
- El análisis, realizado por la consultora Oxera, destaca que los fenómenos meteorológicos extremos, desde huracanes hasta incendios forestales, han afectado a 1.600 millones de personas entre 2014 y 2023, lo que representa una amenaza creciente para la estabilidad económica global.
- El informe de la CCI, con sede en París, arroja cifras preocupantes: solo en los últimos dos años, los daños económicos mundiales han alcanzado los 451.000 millones de dólares, un 19% más que en los ocho años anteriores.
Este incremento en los costos es especialmente grave para las economías en desarrollo, donde el impacto de estos fenómenos extremos suele superar incluso el Producto Interno Bruto (PIB) anual de algunas naciones.
- Robert Catherall, Codirector de Evaluación de Impacto y Políticas Públicas en Oxera, expresó que «las pérdidas económicas relacionadas con el clima no solo transforman las economías, sino que también profundizan las desigualdades y ejercen presión sobre los recursos públicos y privados en todo el mundo».
El informe se ha publicado en un momento clave, justo al inicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) en Bakú, con el objetivo de urgir a los gobiernos a tomar medidas más decisivas contra el cambio climático.
- John Denton, secretario general de la CCI, subrayó la importancia de esta COP29, descartando que sea una «COP de transición». «Necesitamos resultados tangibles que aceleren la acción climática en proporción a los riesgos económicos inmediatos», afirmó.
Denton destacó la necesidad de un paquete de financiamiento que permita a los países en desarrollo avanzar hacia un modelo de desarrollo bajo en carbono y resistente al clima. Añadió que la inversión en medidas climáticas no debe percibirse como un acto de generosidad, sino como una inversión crucial en una economía global más sólida y resiliente.
«Desde una perspectiva empresarial, no se puede exagerar la urgencia de una acción coordinada para reducir las emisiones y fortalecer la resiliencia ante los cambios climáticos», concluyó Denton, enfatizando que el momento de actuar es ahora.
Este informe de la CCI se suma al creciente llamado global para implementar políticas efectivas que mitiguen los efectos del cambio climático y protejan a las economías y poblaciones vulnerables en todo el mundo.
La sequía, el calor extremo y las inundaciones afectan precios de alimentos
El cambio climático es un fenómeno cuyas consecuencias están empezando a reflejarse en la economía global, particularmente en el sector de la agricultura y la disponibilidad de alimentos, explicó Natalia Lever, directora de The Climate Reality Project América Latina.
- En entrevista subrayó que las sequías, las olas de calor y las inundaciones son solo algunos de los factores que han afectado en la disponibilidad de alimentos, pero también en las cadenas de suministro, lo que termina por reflejarse en el precio de los mismos.
- “Tan solo en México este año, en algunas regiones han aumentado los precios hasta un 200%, tanto en vegetales, frutas, café, cacao. Cuando hay problemas de incendios se incrementa hasta 400% como el caso de Rusia”, sostuvo.
De hecho, alertó, que las migraciones masivas están siendo motivadas por la falta de alimentos en algunos países, como ha sido el caso de Centroamérica.
Por lo que enfatizó que el cambio climático no solo es un problema ambiental, sino también un problema económico y social.
- El sector agrícola y forestal, que representa aproximadamente el 30% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, es uno de los principales responsables del calentamiento global, destacó la especialista.
- Refirió que el 70% de la tierra agrícola mundial se destina a la producción ganadera, por lo que si se logran implementar mejores sistemas para alimentar a los rumiantes y se adoptan técnicas agrícolas más eficientes, como el riego por goteo.
Además, al evitar la deforestación para expandir cultivos y promover sistemas agroforestales, se podrá contribuir a mitigar los efectos del cambio climático.
“Se requieren hasta 18 mil litros de agua para producir un solo kilo de carne”, dijo la experta. «En regiones como el norte de México, donde las sequías son cada vez más intensas, este consumo desmesurado de agua por parte de industrias productoras de carne, refrescos o cerveza está acelerando la desertificación”, agregó.
En el caso de México, Natalia Lever recordó que en el 2023 se perdió hasta el 30% del área sembrada de café, dañando más de 690 mil hectáreas de cereza. La situación también afecta a la pesca, dijo, con reducciones en la captura debido a las alteraciones de los ecosistemas marinos y fluviales.
En la agricultura, la dependencia de las lluvias naturales es una de las principales vulnerabilidades. En México, casi el 80% de la agricultura depende directamente de las lluvias, lo que hace que la producción sea susceptible a los cambios climáticos. /PUNTOporPUNTO
Documento Íntegro a Continuación:
https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/adbd58/pdf