TEXTO ÍNTEGRO: El HAMBRE es utilizado como ARMAS en los CONFLICTOS; 21,000 personas MUEREN cada día por falta de ALIMENTOS

En 2024 la cifra de personas en situación “catastrófica” alcanzó un nuevo récord: dos millones de personas —especialmente en Gaza, Sudán y Sudán del Sur— viven bajo el peor de todas las niveles de seguridad alimentaria que mide la Clasificación Integrada de las Fases (CIF)

Entre 7.000 y 21.000 personas mueren cada día de hambre en países afectados por conflictos, según Food Wars, un informe publicado por Oxfam Intermón. La ONG ha analizado los datos de 54 países azotados por la guerra y ha descubierto que casi todas las personas que sufren hambre aguda están allí.

En todo el mundo, la cifra global de damnificados por este mal es de 281,6 millones de personas. A ese número hay que añadir el de los desplazamientos forzosos, que sufren 117 millones de personas, otro récord.

  • El informe argumenta que el hambre no se debe únicamente al conflicto, sino que los actores en guerra están empleando los alimentos como un arma de combate, atacando de manera intencionada las infraestructuras de suministro de alimentos, agua y energía, y obstruyendo la entrega de ayuda alimentaria.

«Las crisis alimentarias actuales son en gran medida provocadas», explica Emily Farr, responsable de Seguridad Alimentaria y Económica de Oxfam Intermón. «Cerca de 500.000 personas en Gaza y más de 750.000 en Sudán están muriendo de hambre debido a los efectos mortales de las guerras en los alimentos, que probablemente perdurarán a lo largo de generaciones».

  • Hay más muertes por hambre, en gran medida, porque hoy hay más guerras en el mundo. Ambos estragos caminan en paralelo. Y a menudo no es la pobreza la que engendra el conflicto sino todo lo contrario: las riquezas de los países afectados.

«No es casualidad que sean los países ricos en recursos naturales quienes a menudo sufran guerras, desplazamientos y niveles de hambre cuya combinación resulte letal», asegura Farr. «La explotación de estas materias primas suele generar más violencia, desigualdad, inestabilidad, y provocar nuevos conflictos», añade.

El análisis realizado por Oxfam ha podido constatar que la mayoría de los países estudiados (34 de 54) cuentan con abundantes recursos naturales y dependen considerablemente de la exportación de materias primas.

Por ejemplo, en Sudán, el oro y el ganado representan el 95% de los ingresos por exportaciones; en Sudán del Sur, los productos petrolíferos suponen el 87%; y en Burundi, casi el 70% proviene del café. Así y todo, en África, según otro informe elaborado por el Programa Mundial de Alimentos (PMA), una de cada cinco personas pasa hambre.

«Crímenes de hambre»

Dada la situación actual, se antoja poco realista que se pueda conseguir el «Objetivo hambre cero» marcado por la FAO para 2030. Oxfam Intermón subraya que los Estados y las instituciones globales, incluido el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, deben responsabilizar a quienes perpetran «crímenes de hambre», en consonancia con el derecho internacional.

Sin ir más lejos, el pasado verano un grupo de relatores de la ONU denunció «una campaña de hambre intencionada y selectiva» por parte de Israel en la Franja de Gaza. Según estos expertos, este tipo de hambre inducida es un método «de violencia genocida».

  • A este respecto, el PMA informaba la semana pasada de que «hay alrededor de 100.000 toneladas de alimentos distribuidas en diferentes corredores (Jordania, Ashdod, Egipto), suficientes para alimentar a más de un millón de personas durante cinco meses» en la Franja de Gaza.
  • «Pero el cierre de los puntos de cruce, los problemas de seguridad y las interrupciones de las rutas están limitando la entrega de ayuda». Los mismos problemas afectan a Sudán, donde según Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria, se ha declarado la primera hambruna mundial en siete años.

Para paliar los peores efectos de estas catástrofes es necesaria una respuesta humanitaria rápida, pero ésta no solucionará el problema de fondo, según Oxfam Intermón.

«Para romper el círculo vicioso de la inseguridad alimentaria y los conflictos –afirma Emily Farr–, los líderes mundiales deben abordar de frente las condiciones que los generan: el legado colonial, las injusticias, las violaciones de los derechos humanos, y las desigualdades, en lugar de ofrecer soluciones rápidas que solamente funcionan como parches».

El hambre rompe un nuevo récord por las guerras en Gaza y Sudán

Nunca el mundo había pasado tanta hambre. Por sexta vez consecutiva, el Informe mundial sobre las crisis alimentarias, cuya más reciente actualización ha sido publicada mayo pasado, certifica un recrudecimiento del panorama como consecuencia de los conflictos armados, el cambio climático y las crisis económica.

  • Elaborado por la Red Global contra las crisis alimentarias, integrada por socios como la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el informe alerta de que 295,3 millones de personas ―el equivalente al 86% de la población de EE UU― padecen inseguridad alimentaria aguda, que se produce cuando no hay suficiente disponibilidad y acceso a los alimentos.

Pero, además, en 2024 la cifra de personas en situación “catastrófica” alcanzó un nuevo récord: dos millones de personas —especialmente en Gaza, Sudán y Sudán del Sur— viven bajo el peor de todas las niveles de seguridad alimentaria que mide la Clasificación Integrada de las Fases (CIF), un “termómetro” internacional del acceso a alimentos.

Cuando se llega a ese punto, la población necesita ayuda urgente e inmediata. Rein Paulsen, director de Emergencias y Resiliencia de la FAO, teme por lo que venga para 2025. “Una de nuestras mayores preocupaciones es nuestra capacidad de responder con intervenciones futuras. Es probable que se produzca una disminución significativa ―de entre el 11% y el 45%― para intervenciones en seguridad alimentaria”, alerta Paulsen.

  • El informe de crisis alimentarias se publica desde 2016 y monitorea la situación en países con factores de riesgo. Los datos de este año apuntan a que 13,7 millones de personas más enfrentan altos niveles de inseguridad alimentaria, con respecto a las cifras de 2023. El incremento ―de un 5%― se debe, por una parte, a los cambios en cobertura geográfica de este informe, en el que se estudió la situación de 53 países. De los 34 países que tienen datos comparables con la situación en 2023, 19 registraron una situación peor, como fue el caso de Namibia, Chad, Zimbabue, Sudán y Palestina.
  • La principal causa de inseguridad alimentaria en 20 de los países y regiones analizadas ―como Haití, Líbano, Myanmar, Nigeria, Gaza y Sudán― fueron los conflictos y la violencia. En 18 países, fue el clima extremo. Y en otros 15 ―como Yemen, Afganistán, Siria y Sudán del Sur―, la situación económica.
  • 2024 fue crítico. En julio de ese año se confirmó por tercera vez en la historia que un país ―Sudán― pasaba hambre, una declaratoria que solo puede hacer el Comité de Revisión de la Hambruna de la CIF. También fue el año en que más población cayó en la peor fase de la CIF, que establece cinco niveles de inseguridad alimentaria: mínima, acentuada, crisis, emergencia y catástrofe.

El número de personas en fase V o catástrofe se duplicó con respecto a 2023 hasta llegar a casi dos millones. El 95% de esas personas están en la franja de Gaza y en Sudán. Esta falta extrema de alimentación también la padecen personas en Sudán del Sur, Haití y Malí.

El año pasado, además, el Comité de Revisión de la Hambruna proyectó que la confirmación de hambruna era inminente en Gaza, azotada por la invasión israelí desde octubre de 2023 y por un recrudecimiento de la violencia desde que se levantó el efímero alto al fuego en marzo pasado. Pero, los datos de junio de 2024, influenciados por el ingreso de mayores suministros y ayuda humanitaria en ese momento, no fueron suficientes para que el comité la decretara, explica el reporte de la FAO.

2025 tampoco trae buenas noticias

No obstante, el panorama en 2025 hace temer lo peor. El informe alerta de que el bloqueo que sufre la Franja desde el fin del alto al fuego agravará la situación: “Incluso en un escenario optimista de crecimiento de dos dígitos y ayuda exterior sustancial, se prevé que la recuperación de los medios de vida tardará décadas en volver a los niveles anteriores a octubre de 2023″.

El informe de la FAO también advierte de que la intensificación de conflictos armados y de la inseguridad en la República Democrática del Congo, Haití, Sudán y Sudán del Sur complicarán el acceso a alimentos. También se prevé que las crisis económicas resurjan como el principal causante de la inseguridad alimentaria aguda por la incertidumbre en la economía global.

“El alza de aranceles y un dólar estadounidense más débil podrían encarecer los alimentos a nivel global y afectar las cadenas de suministro, reduciendo el acceso a alimentos en países dependientes de importaciones”, alerta el documento. A su vez, el calentamiento global agravará las sequías en Etiopía, Kenia, Somalia, Afganistán y Pakistán y, en consecuencia, podría haber afectaciones a los cultivos.

Está claro que habrá menos financiación en 2025 que en 2024: exactamente lo contrario de lo que necesitamos con estas tendencias de inseguridad alimentaria aguda
Rein Paulsen, director de Emergencias y Resiliencia de la FAO

  • Para rematar, los recortes en ayuda humanitaria y en proyectos de cooperación, protagonizados por el inicio de la presidencia de Donald Trump también le pasarán factura a la seguridad alimentaria del Sur Global. Entre 2016 y 2024, la mitad de los fondos humanitarios para alimentación han venido de EE UU.
  • El informe alerta de que el recorte abrupto de fondos a principios de este año han llevado a cierres o interrupciones de operaciones humanitarias en países como Afganistán, la República Democrática del Congo, Etiopía, Haití, Sudán del Sur, Sudán y Yemen. “Es exactamente lo contrario a lo que necesitamos con estas tendencias de inseguridad alimentaria aguda”, lamenta el director de Emergencias de la FAO.

Uno de los desafíos de la financiación de ayuda humanitaria y para el desarrollo, explica Paulsen, es conseguir combinar distintos tipos de fondos para todo tipo de proyectos, no solo los de atención cuando la crisis alimentaria ya ha ocurrido.

  • “Por ejemplo”, cita el experto, “alrededor del 80% de las personas en situación de inseguridad alimentaria aguda viven en zonas rurales y, de alguna forma, están conectados a la agricultura para sobrevivir. Pero solo el 3% de la financiación global para intervenciones de seguridad alimentaria se destina a proyectos agrícolas de emergencia o a entrega de semillas y herramientas para el campo”.

Paulsen explica que potenciar proyectos agrícolas de emergencia es altamente rentable: son intervenciones cuatro veces más baratas y mucho más efectivas en resultados. Estrategias como esta han sido implementadas en Afganistán, por ejemplo, y lo han convertido en uno de los 15 países que ha presentado mejoras en sus índices de seguridad alimentaria con respecto a 2023.

Pero los recortes no solo afectarán a los proyectos en terreno, sino también a algunas tareas de evaluación y análisis como la recolección de datos de seguridad alimentaria y estatus nutricional.

“Tendremos que ser muy eficaces para obtener una ‘instantánea’ de la seguridad alimentaria con los recursos que dispongamos”, reconoce Paulsen. Salvo que cambien las tendencias del inicio de 2025, faltará dinero para aliviar el hambre y ojos para ver dónde hay un plato vacío.

Más de 37 millones de niños en crisis nutricional

Una de las novedades del Informe mundial sobre crisis alimentarias es que, por primera vez, identifica 26 territorios que sufren de crisis nutricionales, una situación en la que la falta de alimentos y otras carencias llevan a altos niveles de malnutrición aguda en niños menores de cinco años. Unicef, el socio encargado de investigar esta área, alerta de que 37,7 millones de niños tienen desnutrición aguda en el mundo y que los casos más graves están en Malí, Palestina, Sudán, Yemen, entre otros países.

  • El problema, resalta el informe, es que en 2024 factores como el conflicto armado, el desplazamiento forzado y los desastres afectaron la llegada de ayudas para atender las crisis nutricionales y, además, fueron caldo de cultivo para nuevos factores de riesgo. Las inundaciones, por citar un ejemplo, agravaron la crisis sanitaria en campamentos de refugiados en Sudán, Sudán del Sur y Chad, donde, incluso, hubo brotes de cólera.

Tampoco hubo suficiente dinero para la financiación humanitaria. En 2024, solo se cubrió el 51% de las necesidades en nutrición.

Más de medio millón en Gaza están atrapadas en una situación de hambruna

Según la principal autoridad mundial sobre crisis alimentarias, ahora hay hambruna en la ciudad de Gaza.

  • La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés) publicó el viernes un análisis en el que advierte que más de medio millón de personas en Gaza están atrapadas en una situación de hambruna, sufriendo hambre extrema y muertes evitables.
  • Es la primera vez que el IPC confirma una hambruna en Medio Oriente, donde Israel libra una guerra brutal contra Hamas desde el ataque del grupo terrorista el 7 de octubre de 2023.
  • La población de Gaza depende casi por completo de la ayuda externa para sobrevivir, ya que la ofensiva militar israelí ha destruido gran parte de la capacidad de producir alimentos dentro del territorio.

“Me asombra que en 2025 nos enfrentemos a la hambruna en el planeta”, dijo el Dr. Mark Manary, de la Universidad de Washington en St. Louis, experto en desnutrición infantil. “Debe ser una llamada de atención”.

Manary señaló que, si se distribuyera alimento a gran escala, la región podría recuperarse de la hambruna en dos o tres meses.

A continuación, se explica qué significa una hambruna y cómo determina el mundo cuándo existe.

¿Qué es la hambruna?

“La hambruna, en términos sencillos, es no tener suficiente para comer”, explicó Manary.

  • El IPC, principal autoridad internacional en crisis alimentarias, considera que una zona está en hambruna cuando se cumplen tres condiciones: el 20% de los hogares carece de alimentos de forma extrema, es decir, están prácticamente muriendo de hambre; al menos el 30% de los niños sufre desnutrición aguda o emaciación —peso demasiado bajo para su estatura—; y dos adultos o cuatro niños por cada 10.000 habitantes mueren a diario por hambre o complicaciones relacionadas.

La hambruna puede presentarse en focos —a veces muy pequeños—, por lo que su clasificación oficial exige cautela.

El año pasado, expertos confirmaron que partes de Darfur del Norte, en Sudán, atravesaban una hambruna. Somalia, en 2011, y Sudán del Sur, en 2017, también enfrentaron crisis similares que afectaron a decenas de miles de personas.

¿Quién declara una hambruna?

La respuesta corta es que no existe una regla fija.

  • Aunque el IPC se presenta como el “mecanismo principal” utilizado por la comunidad internacional para analizar datos y determinar si una hambruna está ocurriendo o es inminente, por lo general no emite la declaración por sí mismo.
  • Con frecuencia, son funcionarios de la ONU o gobiernos quienes hacen el anuncio formal, basándose en el análisis del IPC.
  • En Gaza, la Organización Mundial de la Salud advirtió que la desnutrición infantil “se está acelerando a un ritmo catastrófico”: solo en julio se registraron más de 12.000 niños con desnutrición aguda, la cifra mensual más alta jamás documentada.

¿Qué les sucede a las personas que padecen una hambruna?

Cuando no hay suficiente alimento, explicó Manary, el cuerpo comienza consumiendo sus reservas.

  • “Tenemos aproximadamente tres días de carbohidratos almacenados… y, a veces, incluso meses de grasa en reserva”, dijo. “Esos recursos se agotan. Y el cuerpo, que necesita seguir funcionando, empieza a descomponer partes menos esenciales. Por eso vemos que las personas se vuelven extremadamente delgadas”.

En cierto modo, agregó, los músculos de la gente son consumidos por su propio organismo para mantenerse con vida.

“El cuerpo empieza a devorarse a sí mismo para intentar sobrevivir”, afirmó.

Eventualmente, advirtió, ese proceso colapsa y un factor de estrés, como una infección, puede resultar fatal.

¿Cómo se recuperan las personas que pasan hambre?

Según Manary, cuando comienzan a recibir alimento, el riesgo de morir disminuye notablemente en apenas una semana, aunque la recuperación completa puede tardar un par de meses.

  • Cuando se declara una hambruna, los gobiernos y la comunidad internacional de ayuda, incluida la ONU, pueden movilizar fondos y asistencia para alimentar a la población de manera masiva.

Dado que esta hambruna tiene causas humanas, “puede detenerse y revertirse”, señala el informe del IPC. “El tiempo de debates y dudas ha pasado: la inanición está presente y se está extendiendo rápidamente”.

«Desde la Segunda Guerra Mundial no ha habido ningún caso de hambruna tan minuciosamente diseñada y controlada como la de Gaza»

Al menos 154 personas han muerto de hambre hasta el momento en Gaza, incluyendo 89 niños, según las autoridades sanitarias del territorio.

  • Más de 100 agencias de ayuda advirtieron la semana pasada que la hambruna masiva se está extendiendo en el territorio. Y el Programa Mundial de Alimentos de la ONU alertó que uno de cada tres habitantes de Gaza no come durante varios días.
  • El domingo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, negó que hubiera hambruna en Gaza y reiteró sus acusaciones de que Hamás roba gran parte de la ayuda. Pero ante la creciente presión internacional, el gobierno israelí anunció medidas para el ingreso de lo que Netanyahu describió como una ayuda «mínima».

El anuncio incluye lanzamiento de ayuda desde el aire y corredores humanitarios, aunque Tom Fletcher, jefe de ayuda humanitaria de la ONU, describió las medidas como «una gota en el océano» ante la magnitud y la urgencia de la crisis en Gaza.

Días atrás miles de personas salieron a las calles de Tel Aviv para protestar contra lo que está ocurriendo en la Franja.

  • Naciones Unidas informó la semana pasada que más de 1.000 personas murieron en ataques israelíes desde fines de mayo cuando buscaban ayuda alimentaria en puestos de la controvertida Fundación Humanitaria de Gaza (GHF por sus siglas en inglés), la entidad privada establecida con respaldo de Israel y EE.UU. para reemplazar a la red de distribución de la ONU.
  • Israel lanzó una campaña militar en Gaza en respuesta al ataque transfronterizo de Hamás del 7 de octubre de 2023 que mató unas 1.200 personas y en el que otras 251 fueron tomadas como rehenes, según autoridades israelíes.

Desde entonces, los ataques israelíes mataron a más de 60.000 personas, incluyendo más de 17.000 niños, e hirieron a más de 145.000, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.

Alertan sobre riesgo de hambruna en 17 zonas de Sudán 

Entre las zonas más críticas se encuentran la sitiada ciudad de El Fasher, la capital de Darfur del Norte y último bastión del Ejército, así como otras partes de Darfur, las montañas Nuba, Jartum y Jazira.

  • El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, informó que el Programa Mundial de Alimentos está exigiendo un acceso humanitario “urgente” a El Fasher, donde cientos de miles de civiles permanecen atrapados. Un comunicado reciente de la Unión Europea (UE) corroboró que todas las rutas comerciales y líneas de suministro de esta ciudad, sitiada por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), han sido cortadas, impidiendo que las organizaciones humanitarias entreguen asistencia vital por más de un año.

La grave escasez de alimentos provocó una hambruna confirmada en los campos de desplazados internos, que ya se extendió y se espera que se agrave aún más. Este sombrío panorama se ve empeorado por un brote de cólera que, según la directora de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Sudán, Tuna Turkmen, se vio acelerado por las fuertes lluvias recientes que han contaminado las fuentes de agua.

El conflicto en Sudán, que comenzó a mediados de abril de 2023, enfrenta al jefe del Ejército, Abdel Fatah al-Burhan, contra el líder de las RSF, Mohamed Hamdan Daglo. Este conflicto destruyó los medios de subsistencia de la población, sumiendo al país en una espiral de muerte y hambre. La clasificación de la ONU subraya la urgencia de una respuesta internacional coordinada para evitar una catástrofe humanitaria de proporciones inmensas./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro a continuación:

https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/10546/621657/4/bp-food-wars-241016-en.pdf

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario