Prácticamente la mitad o incluso algo más de la población en Chiapas, Guerrero y Oaxaca no tienen los servicios esenciales en sus viviendas –como agua entubada, drenaje, servicio sanitario y energía eléctrica–, lo que al menos triplica el rezago que hay en el resto del país, revela la más reciente Encuesta sobre Ingreso y Gasto de los Hogares (Enigh).
- Son 18.4 millones de personas en el país las que tuvieron en 2024 carencias por acceso a los servicios básicos en su vivienda, lo que equivale a 14.1 por ciento de la población en el país, muestran los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
- Aunque este número de personas con algún tipo de carencia en su vivienda se redujo en 5.9 millones respecto a 2018 y en 4.5 comparado con 2020, los estados del sur aún exhiben un importante rezago en el acceso a servicios.
- Chiapas es la entidad federativa con mayor porcentaje de población que habita viviendas con una o más carencias de servicios básicos, con 48.6 puntos, prácticamente la mitad; le siguen Guerrero y Oaxaca, con 47.4 y 46.7, respectivamente, muestra la Enigh 2024.
Este rezago en el acceso a agua entubada, drenaje, servicio sanitario y energía eléctrica se refleja también en la proporción de población en pobreza multidimensional.
- En 2024, dentro de las cinco entidades federativas con los porcentajes más altos de población en situación de pobreza multidimensional están estas tres entidades federativas. Chiapas, con 66 por ciento; Guerrero, con 58.1, y Oaxaca, con 51.6.
- Y así como se tienen los estados con el mayor rezago en el acceso a servicios básicos para una vivienda, en el opuesto se encuentra Nuevo León, donde sólo 1.9 por ciento de la población carece de agua entubada, drenaje, servicio sanitario o energía eléctrica.
Le siguen Coahuila, con 1.9 por ciento; Aguascalientes, con 2, y la Ciudad de México, con 2.4.
- A la vez, las cinco entidades con los porcentajes más bajos de pobreza multidimensional fueron Baja California, con 9.9 por ciento; Baja California Sur, con 10.2; Nuevo León, con 10.6; Coahuila, con 12.4, y Sonora, con 14.1.
El acceso a servicios básicos como el agua potable, la energía o una vivienda digna es esencial para una vida viable.
- Sin embargo, las desigualdades y otros desafíos globales dificultan la consecución de este acceso universal, algo que sigue siendo un reto en muchas partes del mundo, y en México no es la excepción.
A pesar de su importancia, el acceso a agua potable sigue siendo una barrera en muchas regiones, donde millones de personas no tienen instalaciones adecuadas para lavarse las manos con agua corriente.
- Otro de los servicios básicos que todavía genera desigualdad es el acceso a la energía. A pesar de que su expansión ha comenzado a acelerarse, aún existen entidades rezagadas en el acceso a servicios modernos de electricidad.
- Esto dificulta enormemente la capacidad de trabajar, climatizar las viviendas o impulsar sectores como el de la agricultura o las comunicaciones, por ejemplo.
- Las disparidades en el acceso a servicios básicos como el agua y la electricidad crean una brecha significativa en la calidad de vida, especialmente en regiones con alta desigualdad socioeconómica y urbanización no planificada.
Seis de cada 10 personas presentan, al menos una carencia social
- La pobreza multidimensional en México ha logrado reducirse en los últimos ocho años de manera importante. Pese a los avances, las carencias sociales —medidas a través del acceso efectivo a derechos básicos— siguen siendo uno de los principales retos para el desarrollo económico.
Al corte del 2024 se observó que 6 de cada 10 mexicanos (61.7%) presentan al menos una de las seis carencias sociales que se evalúan en la Medición de Pobreza Multidimensional, ahora realizada y difundida por el Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía).
- En términos absolutos esto implica que poco más de 80 millones de personas en México tienen dificultad para acceder efectivamente a uno o más derechos sociales. Entre estos derechos se contemplan la alimentación, la educación continua, la seguridad social, la vivienda decorosa, los servicios públicos o las instituciones de salud.
- “Una carencia social implica que las personas no tienen garantizados los mínimos sociales para acceder a un derecho garantizado por la Constitución”, destacó la Dra. Claudia Vanessa Maldonado Trujillo, la titular de la unidad especializada para la Medición de la Pobreza al interior del Inegi durante conferencia de prensa.
Agregó que, el acceso efectivo a los derechos sociales es uno de los dos umbrales fundamentales para la medición de la pobreza, aunado a los ingresos corrientes que reciben las personas.
Seguridad social, la carencia más presentada
La carencia social más común entre los mexicanos fue la del acceso a la seguridad social. Casi la mitad de la población no está afiliada instituciones de seguridad social como el IMSS o el ISSSTE.
- Gran parte de la persistencia en esta carencia se explica por los altos niveles de informalidad laboral. Esto vulnera de manera significativa no sólo el acceso a instituciones de salud públicas; también el acceso al ahorro para el retiro y el acceso al crédito para la vivienda.
- Pese a ser una de las carencias sociales más persistentes entre los mexicanos, lo que sí se ha logrado es reducirla de manera importante. Mientras este 2024 se registró que el 48.2% de la población presentaba esta carencia, hace ocho años (2016) la cifra era de 54.1 por ciento.
- La carencia por acceso a instituciones de salud se presenta como la segunda más presente en las familias mexicanas. El 34.2% de la población no se encuentra afiliada a ninguna institución de salud pública y tampoco cuenta con seguro de gastos médicos para atenderse en instituciones privadas.
A diferencia del resto de carencias sociales evaluadas, la del acceso a la salud es la única que ha crecido de manera desproporcionada en los últimos años. Entre el 2016 y el 2024 se ha duplicado la proporción de mexicanos sin acceso a clínicas, hospitales y unidades de especialidad.
El rezago educativo es la tercera carencia más común a nivel federal. El 18.6% de las personas la presentan; esto implica que no cuentan con el nivel de estudios correspondiente a su edad.
- La cuarta carencia social más persistente fue por acceso efectivo a una alimentación nutritiva y de calidad. En México todavía 1 de cada 10 (14.4%) personas no puede comer cumpliendo los estándares de nutrientes necesarios para la vida.
- Esta carencia es particularmente alta en niños, niñas y adolescentes; así como en comunidades con población indígena.
- Los servicios básicos dentro de la vivienda —como electricidad, gas o conectividad— tampoco son universales en el país. Al corte del 2024, se observó que el 14.1% de los mexicanos no cuentan con acceso efectivo a ellos.
Por su parte, la carencia por acceso a espacios dignos y calidad en la vivienda se presenta en 7% de las personas. Este indicador, junto con el acceso a seguridad social, son los que más han logrado reducirse en la última década.
Aunque las carencias sociales no son el único indicador de pobreza, potencian la vulnerabilidad en el desarrollo de las personas.
Advierte sobre retrocesos en seguridad social y salud
El sector patronal del país reconoció el dato de reducción de la pobreza en México, no obstante, lamentó que la población vulnerable enfrente carencias por seguridad social, salud y educación, que generan retrocesos en los derechos sociales.
- La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) advirtió que México enfrenta carencias como la seguridad social, que afecta al 48.2% de la población y ha crecido en entidades como San Luis Potosí, Colima, Guerrero y Puebla.
Mientras que el acceso a servicios de salud afecta al 34.2% de la población.
- “Aunque (el acceso a este servicio) bajó 4.9 puntos desde 2022, aumentó 18.6 puntos porcentuales con respecto a 2016, lo que equivale a cerca de 26 millones de personas más sin cobertura. El cambio del modelo de atención en salud para población sin seguridad social, ha sido el factor clave en este retroceso”, dijeron empresarios.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el rezago educativo ha crecido para niñas, niños y jóvenes en edad escolar; hay 1.5 millones más población entre 3 a 21 años que no asiste a la escuela y no cuenta con educación obligatoria.
- En México, la pobreza se ha reducido de forma significativa en los últimos años. Según el Inegi con datos al 2024, 38.5 millones de personas —el 29.5% de la población— viven en diferentes tipos de pobreza. Aunque sigue siendo alarmante, son 13.7 millones menos que en 2016.
“Aunque la pobreza disminuyó, la vulnerabilidad por carencias sociales creció. En 2024, 41.9 millones de personas —32.2% de la población— enfrentaron al menos una carencia. La más común es la falta de seguridad social (48.2%), seguida de acceso a servicios de salud (34.2%) y alimentación nutritiva y de calidad (14.4%)”, expuso el organismo privado.
- Por ello, la Coparmex que preside Juan José Sierra planteó que el próximo Presupuesto de Egresos se prioricen la educación y la salud. “Ambos son pilares fundamentales para asegurar movilidad social y bienestar.
- Debemos garantizar no solo el acceso, sino también la calidad de los servicios que reciben los hogares mexicanos, de manera que ningún ciudadano quede rezagado por falta de oportunidades en estas áreas esenciales”.
Refirió que tan sólo el gasto privado en salud creció 40% en 2024 con respecto al 2016, afectando más a los hogares de menores ingresos, lo que evidencia la urgencia de corregir el rumbo de las políticas gubernamentales.
- El sector patronal del país ha impulsado el aumento gradual y responsable del salario mínimo. En 2016, este apenas alcanzaba 73.04 pesos diarios y cubría solo el 74% de la línea de la pobreza individual.
Bajo este contexto, la Coparmex propuso la nueva cultura salarial con una primera meta: que ningún trabajador formal permaneciera en pobreza por su salario.
- Esta meta se alcanzó para la fijación de 2019, cuando la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), de forma tripartita, aprobó un incremento histórico de 16.21%, recordó.
Hay 2 millones más de mujeres pobres que hombres
Las brechas de género en la distribución de la riqueza se han ido cerrando en los años recientes, pero constituyen una de las problemáticas más persistentes en México todavía.
Al corte del 2024 se observó que hay más mujeres en algún grado de pobreza. De los 38.5 millones de mexicanos en situación de pobreza, 20.5 millones son mujeres, mientras que los 18 millones restantes son hombres, de acuerdo con las estimaciones del Inegi
- Pese a esta feminización de la pobreza, a nivel federal, destaca una importante reducción de estos niveles. Entre 2022 y 2024 el total de mujeres en pobreza pasó de 36.9 a 30.1% del total, lo que reflejó una baja de 6.8 puntos porcentuales.
- En términos absolutos, esto implicó que en estos dos años poco más de 4 millones de mujeres salieron de la pobreza. Esto refleja una mejora de sus ingresos respecto del costo de la vida, así como un mayor acceso a derechos sociales fundamentales.
Por otro lado, en la medición de carencias sociales se observó que 1 de cada 5 mujeres en México presenta tres carencias o más.
- La más común es la carencia por acceso a la seguridad social: 47.2% de las mujeres no cuenta con afiliación a una institución de este tipo. Mientras que la carencia por acceso a la salud y el rezago educativo se presentaron en el 32.9 y 18.5% de las mujeres.
Mujeres indígenas, las más vulnerables
Entre las mujeres, las que pertenecen a comunidades indígenas conforman el grupo con los mayores niveles de pobreza y presencia de carencias sociales. Aunque, como en la tendencia general, estos niveles se han reducido en los últimos años, las cifras todavía son alarmantes.
- En 2024 se registró que seis de cada 10 mujeres indígenas se encontraban en algún grado de pobreza.
- El 38.6% de las mujeres indígenas están en pobreza moderada, lo que implica que tienen dificultades para costear la canasta básica (alimentos, servicios y otros productos de primera necesidad).
- Otro 23.5% de ellas está en pobreza extrema, es decir, que no logran costear ni siquiera la alimentación.
Para las mujeres indígenas las cifras sobre carencias sociales son significativamente más altas que para las mujeres no indígenas.
El 76.7% de ellas no cuenta con acceso a seguridad social y el 47.4% no está afiliadas a ninguna institución de salud pública ni privada.
- Resalta particularmente que en mujeres indígenas la carencia por acceso a los servicios básicos (luz, agua, gas) en la vivienda es de 53.2%, este nivel es casi cuatro veces superior que la cifra general para mujeres.
Aunque las desigualdades de género impactan de manera generalizada, la población femenina no es un grupo homogéneo. Por ello es fundamental un enfoque interseccional que ponga atención y recursos en las necesidades particulares de las mujeres más vulnerables. /PUNTOporPUNTO
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