Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las vacunas contra 23 patógenos (queda excluida la gonorrea) podrían reducir el número de antibióticos necesarios en un 22% (esto es, en 2500 millones de dosis diarias definidas en todo el mundo cada año), lo que respaldaría los esfuerzos mundiales por luchar contra la resistencia a los antimicrobianos (RAM).
Aunque algunas de estas vacunas ya están disponibles pero infrautilizadas, sería necesario desarrollar otras y sacarlas al mercado lo antes posible.
- La RAM surge cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos dejan de responder a los antimicrobianos, lo que hace que las personas enfermen más e incrementa el riesgo de enfermedad, muerte y propagación de infecciones que son difíciles de tratar.
- La RAM se debe en gran medida al uso indebido y excesivo de antimicrobianos, aunque, paradójicamente, muchas personas en todo el mundo no tienen acceso a medicamentos antimicrobianos esenciales. Cada año, casi 5 millones de muertes están asociadas a la RAM en todo el mundo.
Las vacunas son una parte esencial de la respuesta para reducir la RAM, ya que previenen infecciones, reducen el uso excesivo de antimicrobianos y ralentizan la aparición y propagación de patógenos farmacorresistentes.
- El nuevo informe amplía un estudio de la OMS publicado en BMJ Global Health el año pasado. En él se estima que las vacunas que ya se utilizan contra la neumonía por neumococo, Haemophilus influenzae de tipo B (Hib, una bacteria causante de neumonía y meningitis) y la fiebre tifoidea podrían evitar hasta 106 000 de las muertes asociadas a la RAM al año.
- Cada año se podrían evitar otras 543 000 muertes asociadas a la RAM cuando se desarrollen y desplieguen en todo el mundo nuevas vacunas contra la tuberculosis y Klebsiella pneumoniae. Cabe señalar que actualmente se están realizando ensayos clínicos de nuevas vacunas contra la tuberculosis, mientras que una vacuna contra Klebsiella pneumoniae se encuentra en las primeras fases de desarrollo.
«La lucha contra la resistencia a los antimicrobianos comienza con la prevención de las infecciones, y las vacunas se encuentran entre las herramientas más poderosas para lograrlo,» ha dicho el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
«Es mejor prevenir que curar, y aumentar el acceso a las vacunas existentes y desarrollar otras nuevas para enfermedades críticas como la tuberculosis es fundamental para salvar vidas y cambiar el curso de la RAM.»
Las vacunas son esenciales para prevenir infecciones
Las personas vacunadas tienen menos infecciones y están protegidas contra posibles complicaciones de infecciones secundarias que pueden requerir medicamentos antimicrobianos o un ingreso hospitalario. En el informe se analizó el impacto de las vacunas ya autorizadas, así como de las vacunas en diversas etapas de desarrollo.
Cada año:
- Las vacunas contra Streptococcus pneumoniae podrían ahorrar 33 millones de dosis de antibióticos si se cumpliera la meta de la Agenda de Inmunización 2030 de vacunar al 90% de los niños del mundo, así como a los adultos mayores;
- Las vacunas contra la fiebre tifoidea podrían ahorrar 45 millones de dosis de antibióticos si se acelerara su introducción en los países con carga alta de esta enfermedad;
- Las vacunas contra el paludismo causado por Plasmodium falciparum podrían ahorrar hasta 25 millones de dosis de antibióticos, que a menudo se utilizan indebidamente para tratar el paludismo;
- Las vacunas contra la tuberculosis podrían tener el mayor impacto una vez que se desarrollen, ya que ahorrarían entre 1200 y 1900 millones de dosis de antibióticos, una parte significativa de los 11 300 millones de dosis que se utilizan anualmente contra las enfermedades cubiertas en este informe.
Las vacunas podrían reducir los costos económicos de la sanidad
- A nivel mundial, se calcula que los costos hospitalarios del tratamiento de patógenos resistentes evaluados en el informe ascienden a USD 730 000 millones cada año. Si se pudieran desplegar vacunas contra todos los patógenos evaluados, se podría ahorrar un tercio de los costos hospitalarios asociados a la RAM.
- Es preciso que en todos los sistemas de salud se adopte un enfoque integral y centrado en las personas para prevenir, diagnosticar y tratar las infecciones. Este enfoque tiene en cuenta que la vacunación es fundamental para prevenir la RAM y es especialmente eficaz cuando se combina con otras intervenciones.
Los líderes mundiales aprobaron una declaración política en la que se comprometían a alcanzar un conjunto claro de metas y acciones, entre ellas reducir en un 10% para 2030 los 4,95 millones de muertes humanas anuales que se calcula que están asociadas a la RAM bacteriana.
En la declaración se hace hincapié en aspectos clave, incluida la importancia del acceso a vacunas, medicamentos, tratamientos y pruebas diagnósticas, al tiempo que se piden incentivos y mecanismos de financiación para impulsar la investigación, la innovación y el desarrollo multisectoriales en materia de salud para hacer frente a la RAM.
El RAM es uno de los problemas mundiales más importantes de salud pública
La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es uno de los problemas mundiales más importantes de salud pública y distintas organizaciones sanitarias y gobiernos están cada vez más preocupados porque esta situación suma cada vez más muertes y costos médicos.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2019 se perdieron 5 millones de vidas en todo el mundo como resultado de la resistencia a los antimicrobianos. Y en una conferencia mundial esta semana que cubrió Infobae, expertos de la entidad sanitaria mundial explicaron cómo las vacunas existentes tienen la potencial para evitar muertes por RAM, y bajar los costos de tratamientos que al final no funcionan.
- Lo hicieron dando a conocer un informe publicado el jueves último en donde resaltan que las vacunas tienen el potencial para evitar aproximadamente 515.000 de estas muertes cada año reduciendo la incidencia de infecciones, la transmisión de patógenos, el uso de antibióticos y, posteriormente, la evolución de genes resistentes.
- “El papel de las vacunas en la reducción de la resistencia a los antimicrobianos ha sido poco reconocido, pero las vacunas tienen el poder entrenar al sistema inmunológico para que monte una defensa contra varios patógenos antes de que la infección comienza o se vuelve grave”, explicó a Infobae Yvan Hutin, director de vigilancia, protección y control de la División de Resistencia a los Antimicrobianos de la OMS.
“La mejor infección es la que no se produce. Cuando vacunamos a las personas, no desarrollan infecciones y no necesitan antibióticos”, sostuvo Hutin y agregó que las personas vacunadas tendrán menos infecciones y, por tanto, también estará protegido contra posibles complicaciones de infecciones secundarias que pueden desencadenar el uso de antimicrobianos o requerir ingreso hospitalario.
- El estudio presentado se centra en 24 patógenos y 44 vacunas (ya sea autorizadas por organismos reguladores agencias o en desarrollo clínico). Algunas de las vacunas que se destacan en el informe, como la vacuna antineumocócica conjugada, que protege contra las infecciones por Streptococcus pneumoniae, existen desde hace años, pero se utilizan poco. Otras, incluidas las vacunas candidatas contra la tuberculosis (TB), la Escherichia coli y la Klebsiella pneumoniae, todavía están en desarrollo clínico.
Combinando el conocimiento de expertos internacionales con datos y una metodología sólida, el informe pretende cuantificar el potencial de estas vacunas para reducir la resistencia a los antimicrobianos, sus efectos y su uso antibacteriano. Las vacunas contra 24 patógenos podrían reducir la cantidad de antibióticos necesarios en un 22% o 2500 millones de dosis diarias definidas a nivel mundial cada año, según estima la OMS, apoyando los esfuerzos mundiales para abordar la resistencia a los antimicrobianos (RAM).
Se estima que la RAM mata a más de un millón de personas cada año y está asociada con casi cinco millones de muertes anuales. Pero si estas vacunas se implementaran ampliamente y se incluyeran en las estrategias nacionales y mundiales de mitigación de la resistencia a los antimicrobianos, concluye el informe, podrían reducir drásticamente la incidencia de infecciones que impulsan el uso de antibióticos y crean una presión selectiva para las bacterias resistentes a los medicamentos.
- La RAM se produce cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos ya no responden a los medicamentos antimicrobianos, lo que enferma más a las personas y aumenta el riesgo de enfermedad, muerte y propagación de infecciones difíciles de tratar.
- La resistencia a los antimicrobianos se debe en gran medida al uso indebido y excesivo de los antimicrobianos; sin embargo, al mismo tiempo, muchas personas en todo el mundo no tienen acceso a los antimicrobianos esenciales.
El doctor Mateusz Hasso-Agopsowicz, autor principal del informe y funcionario técnico de la OMS, precisó que el objetivo del informe era cuantificar el impacto que podrían tener las vacunas en la resistencia a los antimicrobianos en función de tres criterios:
- La carga sanitaria relacionada con la resistencia a los antimicrobianos
- La carga económica (incluidos los costes hospitalarios y las pérdidas de productividad)
- El uso de antimicrobianos
Para ello, la OMS analizó datos y solicitó la opinión de expertos sobre 44 vacunas distintas dirigidas a 24 patógenos (19 bacterias, 4 virus y 1 parásito). Comenzaron analizando las vacunas que ya existían contra S. pneumoniae, Haemophilus influenzae tipo b (HIB) y Salmonella Typhi (fiebre tifoidea).
Si se distribuyeran más ampliamente, descubrieron que podrían evitar hasta 106.000 muertes relacionadas con la resistencia a los antimicrobianos, 9,1 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) y 861 millones y 5.900 millones de dólares en costos hospitalarios y de productividad, respectivamente, al tiempo que se reduciría el uso de antibióticos en 142 millones de dosis diarias definidas (DDD).
“Los países deben aumentar el uso de las vacunas existentes. Ya las tenemos en nuestros arsenales y debemos asegurarnos de utilizarlas adecuadamente, especialmente en países con baja cobertura de vacunación”, afirmó Hasso-Agopsowicz.
El estudio presentado por los expertos luego examinó el impacto potencial de las vacunas en las últimas etapas del desarrollo clínico, incluidas las vacunas candidatas para la tuberculosis, la E. coli patógena extraintestinal (ExPEC), la gonorrea y la Salmonella Paratyphi A.
El informe estima que si estas vacunas se aprobaran y se introdujeran rápidamente, podrían evitar hasta 135.000 muertes al año, junto con 5 millones de AVAD, $1.2 mil millones en costos hospitalarios y $2.2 mil millones en pérdidas de productividad.
México, de ejemplo en vacunación a escasez de vacunas
Recientemente Rosa María del Ángel Núñez, química farmacéutica, impartió la conferencia “Mitos y realidades sobre las vacunas”, como parte del ciclo El maravilloso mundo de los virus, coordinado por Susana López Charretón, miembro de El Colegio Nacional.
- Sostuvo que actualmente hay miles de casos confirmados de sarampión, distribuidos en 55 municipios de 17 estados del país, lo que se relaciona con la falta de vacunación.
- Uno de los mitos divulgados sobre las inoculaciones es que causan autismo, síndrome de muerte súbita y esclerosis múltiple, puntualizó.
“La viruela es una de las primeras enfermedades de las que tenemos información histórica y con mortalidad alta, también existen registros de los primeros intentos para controlarla. Por ejemplo, desde mil años antes de Cristo, la momia de Ramses V tenía cicatrices que pudieron ser provocadas por la viruela”, dijo López Charretón, miembro de El Colegio Nacional, en la conferencia “La vacunación es un acto de responsabilidad”.
- La coordinadora del ciclo El maravilloso mundo de los virus recordó que en el año 900 antes de nuestra era, en China, se tenía la costumbre de hacer una práctica que llamada variolación, que consistía en secar las pústulas de las personas enfermas con viruela, para transformarlas en polvo y después soplarlas en la nariz de otros.
- “Esa aspiración de polvo de costras de viruela funcionaba para estimular el sistema inmune de las personas y como vacuna. El problema era que no había control de calidad”. De acuerdo con la colegiada, en 1796, se desarrolló la primera vacuna y fueron las inoculaciones las que permitieron erradicar la viruela en 1980, según la OMS.
En palabras de la colegiada, existen tres tipos de vacunas:
Vacuna inactivada, en las que se utiliza la versión muerta del germen que causa una enfermedad. “Son virus purificados con agentes químicos, son virus que causan daño, pero se presentan ante el sistema inmune y lo alertan”;
Vacuna atenuación, en la que se seleccionan virus debilitados o que se pueden replicar muy poco, no causan enfermedad, pero sí despiertan al sistema inmune.
Y la vacuna de subunidades, como las vacunas de COVID-19, en las que se pueden preparar fragmentos con material genético informativo, RNA mensajeros, que entran a las células y dan lugar a que las células puedan producir una proteína del virus, son vacunas muy efectivas.
El RNA se introduce en las células de las personas después de la inyección, y esas poquitas células comienzan a producir la proteína viral que alerta al sistema inmune para prepararlo. Con relación a la inmunidad de grupo o de rebaño, la científica explicó que las vacunas no sólo funcionan a nivel individual.
Cuando un número crítico de personas está vacunado, la posibilidad de un brote epidémico es tan baja que aún personas no vacunadas están protegidas. Lo que es importante, porque hay muchos individuos en la población que no pueden ser vacunados.
- Detalló que, entre los mitos que existen sobre las vacunas, se encuentran, que las vacunas tienen elementos tóxicos como chips, mercurio, RNA y DNA que cambian material genético.
- “La OMS consideró, en el 2019, al movimiento antivacunas como una de las principales amenazas a la salud. Ahora vemos que hay un problema de resurgimiento de enfermedades como el sarampión”, concluyó López Charretón.
Al tomar la palabra, Rosa María del Ángel Núñez de Cáceres, investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, comentó que México fue ejemplo de vacunación durante muchos años, lo que se debía a que “el gobierno compraba una buena cantidad de vacunas, había un sistema estricto acompañado de una cartilla de vacunación que tenía que cumplirse con las distintas etapas y eran un requisito para inscribir a los niños a las escuelas, así contribuía el gobierno a la salud de la población”.
- Pero, “se hicieron menos estrictas las medidas, el gobierno ya no exige la cartilla de vacunación, tampoco compra, no hay vacunas y algunos padres no dejan que vacunen a sus hijos, entonces, los niveles de vacunación bajan y las enfermedades regresan.
- La vacunación es un acto de responsabilidad. Las vacunas son seguras y efectivas. Protegen a los individuos y la comunidad. Cumplir con el esquema es vital para la salud pública”.
- La experta en identificación y diseño de antivirales subrayó que “si los niños están sanos, la posibilidad de que crezcan sanos y felices es mucho más alta que cuando tenemos niños enfermos que pueden arrastrar con secuelas de la enfermedad”.
Recordó que uno de los mitos que se han divulgado es que las vacunas causan autismo, síndrome de muerte súbita y esclerosis múltiple, pero todo ello es mentira.
Otros de los mitos son que con higiene las vacunas no son necesarias; que cuando una enfermedad está eliminada ya no es necesario vacunarse; que, si ya los demás niños están vacunados, no es necesario que vacunar a los hijos propios.
También que la vacuna contra influenza causa gripe; que las vacunas no deben ser aplicadas a personas alérgicas; que con una dosis de una vacuna es suficiente y no son necesarios los refuerzos, pero todos estos argumentos son mentira.
Resistencia antimicrobiana requiere acciones inmediatas también en México
Cada día están apareciendo y propagándose mecanismos de resistencia que aumentan el riesgo para tratar las enfermedades infecciosas comunes tanto en animales como en humanos.
- Durante la inauguración de la jornada ‘Impacto de la resistencia a los antimicrobianos en la salud animal y estrategias de control en México’, Carlos Guillermo Gutiérrez Aguilar, director de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (Fmvz).
- Explicó que la resistencia antimicrobiana es un problema que requiere acciones inmediatas en México, como en otras partes del mundo, para evitar que bacterias y otros microorganismos desarrollen resistencia a medicamentos.
También destacó que es fundamental que la academia y el gobierno trabajen de manera conjunta para fomentar el uso más eficiente de los antibióticos en animales.
- Gutiérrez subrayó que la resistencia antimicrobiana es un problema que ha llevado a varios gobiernos alrededor del mundo a restringir el uso de antibióticos en la medicina veterinaria.
- El uso inadecuado de estos fármacos no solo afecta a la salud de los animales, sino que tiene implicaciones directas en la salud humana, “ya que las bacterias resistentes pueden transmitirse a través del consumo de productos de origen animal”, mencionó.
Por su parte, el profesor de la Fmvz, Itzcoatl Felipe Aquino Díaz, refirió un estudio publicado en la revista Nature, donde se menciona que, de mantenerse las tendencias actuales, el uso de antibióticos en la ganadería podría alcanzar las 143,481 toneladas para el año 2040, lo que representaría un aumento global del 30%.
Este incremento podría reducirse hasta en un 57%, “si se optimizan las prácticas de producción ganadera, mejorando la sanidad animal, la gestión y la eficiencia en la producción”.
Díaz Aquino puntualizó que no se trata de prohibir el uso de antibióticos, como ha ocurrido en algunos países europeos, sino de reducir la necesidad de emplearlos responsablemente. /PUNTOporPUNTO
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