TEXTO ÍNTEGRO: MÉXICO castiga a las MADRES, con DESIGUALDAD LABORAL y una mayor POBREZA

En 2024, en México hubo casi 22 millones de mujeres fuera del sistema laboral, de las cuales hay más de 17.7 millones que no están disponibles para trabajar por estar dedicadas a las labores de cuidado dentro de su hogar, sin remuneración.

El hecho de ser madres se ha convertido en un obstáculo para el desarrollo profesional de millones de mujeres en todo el mundo. El castigo por maternidad se traduce en salarios 40 % menores y oportunidades limitadas de crecimiento profesional, resaltan especialistas de la UNAM.

  • La penalización vinculada con el hecho de ser madre ha crecido de manera sostenida durante la última década.

Ello, en especial para quienes tienen hijos pequeños, resaltan investigadores de la UNAM, del Observatorio de Investigación del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral (ICBI) de TEC Milenio y del Colegio de México.

Las madres sufren sesgos sociales

“Las madres, en especial con hijos pequeños, suelen enfrentar sesgos sociales, como el hecho de no ser consideradas para posiciones de liderazgo porque invertirán mayor tiempo en el cuidado de los hijos”.

  • Esto perpetua una brecha salarial y de empleo que afecta su bienestar integral y el de sus familias, subrayó el ICBI.
  • “El aumento de la penalización por maternidad en la última década representa un problema de bienestar que afecta la salud física y mental de las mujeres”.

La sobrecarga de responsabilidades, la inseguridad económica y la menor participación profesional generan un estrés continuo que impacta su calidad de vida, señalaron Alejandra Collado, del Centro de Investigaciones de Estudios de Género de la UNAM, y Rosalinda Ballesteros, directora del ICBI.

No hay empleo para mujeres con hijos

En 51 países analizados, la probabilidad de empleo para madres con hijos menores de seis años es menor que para mujeres sin hijos de esa edad.

  • Concretamente, el 45.8% de las madres jóvenes tienen empleo, en comparación con el 53.2% de las mujeres sin hijos pequeños.
  • Esta diferencia subraya una desventaja laboral asociada a la maternidad, una situación que ha empeorado en la última década, de acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), agregó.
  • Durante el primer año, tras el nacimiento del primer hijo, 24% de las mujeres abandona su empleo y 17% no regresa tras cinco años.

Según el estudio “How motherhood hurts careers”, de la ganadora del Nobel de Economía, Claudia Goldin, las madres de niños pequeños también encuentran obstáculos en su desarrollo profesional; sólo el 25.1% del personal directivo con hijos menores de seis años son mujeres, en comparación con el 74.9% de sus homólogos masculinos, según la OIT.

Discriminación, salarios bajos frente a los hombres y horarios interminables

Al cuarto trimestre de 2023, en México había 38.5 millones de mujeres de 15 años y más que eran madres, según las últimas cifras del Inegi.

  • Entre los obstáculos al convertirse en madres están la discriminación, salarios más bajos frente a hombres, falta de flexibilidad de horarios, la persistencia de estereotipos que asocian la maternidad con menor compromiso o productividad laboral.
  • Sufren de una sobrecarga de trabajo, presión social y culpa por no poder hacer todo “perfectamente”, aislamiento social, impacto en la salud mental, limitación de oportunidades laborales y pérdida de identidad profesional.

Con el nacimiento de un hijo, miles son obligadas a dejar el mercado laboral

“Pero incluso quienes regresan, lo hacen con un sueldo menor y enfrentan por años un freno en su crecimiento profesional, en sus aumentos salariales y en sus posibilidades de ascenso”.

  • El valor del trabajo y el amor maternal se ven reducidos mientras la “penalización por maternidad” siga siendo un lastre en el presente y el futuro de millones de mujeres.

Es imperativo que las empresas, los gobiernos y la sociedad en su conjunto implementen políticas y fomenten una cultura que valore y apoye integralmente a las madres trabajadoras, transformando la maternidad de una fuente de desventaja en un motor de progreso y bienestar, puntualizó Rosalinda Ballesteros.

Tener hijos representa una desventaja laboral grave

La maternidad en el mercado laboral de México se castiga con salarios menores en casi un 40%, de acuerdo con el estudio «El efecto de la maternidad en el empleo y los salarios en México», realizado por el Centro de Estudios Económicos del Colegio de México.

  • El ingreso de las jefas de hogar que eran madres, trabajadoras subordinadas y remuneradas, el 46.7% ganó hasta un salario mínimo y el 31.3% recibió más de un salario y hasta dos salarios mínimos.
  • Solo el 6.9% percibió más de dos y hasta tres salarios mínimos, y el 3.8%, más de tres, de acuerdo con información publicada por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
  • “Las madres, en especial con hijos pequeños, suelen enfrentar sesgos sociales, como el hecho de no ser consideradas para posiciones de liderazgo porque invertirán mayor tiempo en el cuidado de los hijos.
  • Esto perpetúa una brecha salarial y de empleo que afecta su bienestar integral y el de sus familias», detalló el Observatorio de Investigación del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral (ICBI).
  • Se estima que un 24% de las mujeres abandona su trabajo y el 17% no regresa tras cinco años, según el estudio «How motherhood hurts careers», de la ganadora del Nobel de Economía, Claudia Goldin.

«La participación de las mujeres en la población activa, más que la de los hombres, está muy influida por la presencia de niños pequeños», indica la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

  • Esto se refleja en la tasa de participación de mujeres con hijos pequeños que viven en pareja y en familia extensa, que es 12 y 14 puntos porcentuales inferior, respectivamente, a la de las que no tienen hijos pequeños. En contraste, los hombres con hijos experimentan menores cambios de 3% y 0.6%, respectivamente.
  • Sin embargo, a nivel global, por la necesidad económica, las madres solteras o autónomas tienen una presencia en el mercado laboral del 71%, tres puntos arriba de las mujeres sin hijos pequeños.
  • Además, en muchas ocasiones, las mujeres tienen obstáculos para llegar a altos mandos. Esto se incrementa en las mujeres con hijos menores de seis años, ya que el 25.1% del personal directivo con hijos menores de seis años son mujeres, en comparación con el 74.9% de sus homólogos masculinos, según la OIT.

Rosalinda Ballesteros, directora del ICBI, apuntó que los obstáculos que enfrentan las mujeres al convertirse en madres incluyen la discriminación, salarios más bajos frente a sus colegas hombres, falta de flexibilidad de horarios y la persistencia de estereotipos que asocian la maternidad con menor compromiso o productividad laboral.

  • Sin embargo, esto no es lo único en el escenario, porque «el desarrollo de la carrera entre hombres y mujeres, y con el nacimiento de un hijo, un porcentaje significativo de mujeres deja el mercado laboral.
  • Pero incluso quienes regresan, lo hacen con un sueldo menor y enfrentan por años un freno en su crecimiento profesional, en sus aumentos salariales y en sus posibilidades de ascenso», advirtió Ballesteros.

36 de cada 100 mujeres enfrenta algún grado de pobreza

En México las desigualdades de género en todos los aspectos de la vida pública y privada producen que las mujeres, en promedio, tengan ingresos significativamente más bajos que los hombres y un menor acceso a derechos sociales. Esto produce que persista una cifra alta de mujeres en algún grado de pobreza.

  • De acuerdo con cifras del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), al cierre del 2022, el 36% de las mujeres se encontraba en algún grado de pobreza.
  • De este total la mayor parte (29.8%) se concentra en el grado de pobreza moderada, que implica que las personas pueden costear los alimentos pero tienen complicaciones para costear la canasta básica ampliada.

Por su parte, el 7.2% restante está en pobreza extrema, lo que refleja que las mujeres tienen ingresos más bajos que el costo de la canasta alimentaria mínima.

Desigualdad económica de las mujeres

Sofía trabaja en una zapatería, en donde debe aguantar jornadas largas sin pagos por horas extra en las que lidia con un jefe mandón, y aunque no tiene contrato prefiere quedarse ahí que buscar un nuevo empleo, ya que necesita el dinero y es un lugar en el que le dan permisos cuando los requiere.

  • En México, 22 millones de mujeres se encuentran fuera del sistema laboral, y el 80 % de ellas está excluida por realizar labores domésticas y de cuidado, mientras que entre quienes cuentan con un empleo, 8 de cada 10 deben aceptar condiciones precarias y salarios de pobreza.
  • De acuerdo con Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, el caso de Sofía es el de 24.3 millones de mujeres que tienen un empleo con salario, no obstante, estos empleos son precarios al no contar alguna prestación establecida por la ley.
  • Entre ellas, el 80 % no gana lo suficiente ni para comprar dos canastas básicas, lo que limita sus posibilidades de una vida digna y las deja fuera de la justicia y la equidad laboral.

Además, casi 2 de cada 10 mujeres asalariadas trabajan jornadas excesivas de más de 48 horas, y cerca de la mitad (47 %) no cuenta con un contrato estable que les dé certeza laboral, tal como señala el reporte “La justicia económica pendiente“, elaborado por la asociación.

Mujeres, entre la informalidad laboral y empleos formales sin salario suficiente

Tras concluir sus estudios, Ana tuvo varias entrevistas de trabajo, hasta que fue aceptada como asistente en una empresa donde le comentaron que contaría con seguridad social, aunque con un salario bajo, el cual le prometieron que con el tiempo iba a aumentar, aunque después de casi cinco años eso no ha ocurrido.

Con este ingreso, Ana debe vivir al día: gana lo justo para pagar la renta y comer más o menos bien, pero no lo suficiente como para ahorrar o invertir en un hogar propio, y aunque ha pensado en cambiar de trabajo, sabe que en esa empresa ha ganado experiencia, por lo que ha decidido aguantar un poco, mientras encuentra una mejor opción.

  • El reporte de Acción Ciudadana Contra la Pobreza encontró que hay 10.8 millones de mujeres que, como Ana, se encuentran trabajando en un empleo formal, aunque 5.2 millones de ellas (58 %) carecen de un ingreso salarial digno.
  • De ellas, 37 % viven con salarios de pobreza y 21 % perciben salarios de supervivencia.
  • La asociación también señaló que las mujeres en trabajos formales afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ganan en promedio 2 mil 248 pesos menos que los hombres.

En el sector informal se identificaron a 13.4 millones de mujeres, es decir, el 55 % de las que se encuentran ocupadas, lo que significa que son más que aquellas que se encuentran en el mercado laboral formal.

Estos trabajos “pueden ser una fuente de ingresos para las mujeres, pero casi siempre son estigmatizados, perseguidos y, por supuesto, son también precarios”, subrayó el reporte. A esto se suma que en el 82 % de los casos en esta situación, las mujeres perciben salarios de pobreza y sin acceso a instituciones de salud por la falta de seguridad social.

El caso de las trabajadoras del hogar -que son 91 % mujeres- en el 97 % de los casos continúa siendo una labor informal, y 85 % perciben salarios de pobreza.

Ser indígena aumenta exclusión de las mujeres

En el documento también se incluyó el caso de Nayeli, una mujer indígena oaxaqueña que se dedica a vender tamales en la puerta de su casa, lo que no genera ingresos suficientes para pagar los estudios de sus hijos, pero en ningún lado le dan empleo por su bajo nivel educativo, ya que sólo terminó la primaria.

  • Aunque ha considerado la opción de limpiar casas, como hace su comadre, Nayeli sabe que la paga es poca, por lo que prefiere continuar con la venta de tamales mientras encuentra otra alternativa. Este caso retrata que el ser mujer e indígena es una de las principales razones de exclusión laboral, que afectó a 3.4 millones en 2022.
  • Según el reporte, para este año más del 80 % de las mujeres indígenas de 15 años o mayores tenían un nivel de escolaridad de secundaria o menos, lo que, aunado a las barreras estructurales y la discriminación que viven cotidianamente, afectan sus posibilidades de conseguir un trabajo digno.
  • Esto, a su vez, ocasiona que muchas de ellas se encuentren en situaciones de vulnerabilidad, ya que 7 de cada 10 mujeres indígenas se encuentra en pobreza multidimensional, que considera el ámbito de la educación, la salud, el trabajo, las condiciones de vivienda, así como las de la niñez y la juventud.

En materia de exclusión laboral, el análisis subrayó que las mujeres indígenas enfrentan condiciones de precariedad e informalidad, ya que el 82 % no está afiliada a alguna institución de salud.

Las limitaciones laborales de las mujeres por cuidados y maternidad

En 2024, en México hubo casi 22 millones de mujeres fuera del sistema laboral, de las cuales hay más de 17.7 millones que no están disponibles para trabajar por estar dedicadas a las labores de cuidado dentro de su hogar, sin remuneración.

Entre las mujeres jóvenes, 8 de cada 10 están excluidas de la escuela y el trabajo por realizar labores domésticas o de cuidado, como Susana, quien a los 16 años tuvo que abandonar su sueño de ser ingeniera para cuidar a su abuela, doña Carmen, quien enfermó gravemente y quedó postrada en cama.

  • De los 15.6 millones de jóvenes oportunidad -que están fuera de la escuela y el trabajo, o que cuentan con empleos precarios, o estudian y viven en situación de pobreza-, hay 8.2 millones de mujeres.
  • Para las mujeres con hijos, el panorama de desigualdad laboral aumenta, sobre todo cuando tienen más de uno. Del total de las mujeres que reportan no trabajar, el 40 % tenía más de tres hijos, 20 % tenía al menos 2, y el 12 % era madre de uno.

Esto se explica porque las labores de cuidado resultan incompatibles con un empleo, o las limitan a aceptar aquellos en los que perciben menos ingresos.

La urgencia de un Sistema Nacional de Cuidados

Ante estas condiciones de desigualdad, la asociación enfatizó que la creación de un sistema de cuidados en el país es una necesidad urgente para que se redistribuyan las responsabilidades que actualmente se sobrecargan en las mujeres.

Para ello, recomendó que se considere que este sistema reconozca el derecho al cuidado digno y el derecho al tiempo propio de las cuidadoras; infraestructura pública de servicios de cuidado suficientes, particularmente estancias infantiles y de atención a personas con discapacidad, personas mayores o enfermas; escuelas de tiempo completo; acceso universal y de calidad a estos servicios, así como un aumento de la remuneración y la inclusión de seguridad social para quienes se encargan de cuidar.

Asimismo, consideró necesario que haya un equilibrio en los permisos y licencias de maternidad y paternidad, junto con modelos alternativos de cuidado y subsidios públicos.

Otras recomendaciones son la eliminación de la discriminación por género en los procesos de contratación laboral; el fomento de la participación de las mujeres en otros sectores de la economía.

Incrementar los ingresos de las mujeres, y que las empresas asuman el compromiso voluntario de tomar medidas para que ninguna persona, especialmente las mujeres que laboren en ellas, ganen menos de un ingreso digno de 12 mil 500 pesos netos al mes.

Las madres mexicanas

Contexto: En el tercer trimestre de 2023, en el país residían 38.5 millones de mujeres de 15 años y más que eran madres, de acuerdo con información del Inegi. Esto significa que siete de cada diez mujeres eran madres y, de ellas, tres se declararon como jefas de hogar.

La participación de las madres mexicanas en el mercado laboral es del 46.1%, la cual se divide de la siguiente manera por grupos de edad:

  • De 40 a 49 años fue del 60%
  • El grupo de 30 a 39 años con 58.4%
  • De 50 a 59 años con 52.2%
  • El 20.8% de las madres de 60 años y más estaban ocupadas o buscaron trabajo.

Las madres ocupadas en el mercado laboral son 17 millones, de las cuales el 64.4% eran trabajadoras subordinadas y remuneradas, el 26.9% trabajaban por cuenta propia, el 5.3% no recibieron algún pago por su trabajo y el 3.5% eran empleadoras.

A las madres que declararon no haber trabajado se les preguntó si tenían la necesidad o el deseo de trabajar, de las cuales el 54.1% declaró que no estaba buscando trabajo porque no tenía quién cuidara a sus hijos pequeños, ancianos o enfermos. /PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro a Continuación:

https://frentealapobreza.mx/8m2025/

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