Ágora

Con esta publicación inicia la vida de este espacio. Agradezco la confianza de la Dirección de Punto por Punto. El ágora en la Grecia antigua, era un espacio para la exposición, el diálogo y debate de la cosa pública, además de ser el lugar para el comercio, la cultura y el culto. Cuántos memorables pasajes se pueden enlistar de la vieja Atenas; recordemos aquel discurso de Sócrates en su defensa cuando acudió al juicio que lo llevaría a su sentencia de muerte; las cátedras de Platón en sus diálogos.

En nuestros días contamos con espacios que tienen el ágora como antecedente, entre ellos los parlamentos o cámaras de representantes, donde se debaten leyes, políticas públicas, planes, etcétera; éstos son una forma de representación indirecta donde se escucha, en teoría, la voz de los representados. Pero el avance de la tecnología nos brinda espacios virtuales para la exposición de ideas, el intercambio de conocimiento e información, en los que se puede actuar de manera directa.

El frenético progreso de Internet ha llevado a que más de cuatro billones de personas en el mundo utilicen este medio de comunicación; se calcula que para enero de este año había ya 3.48 mil millones de usuarios de redes sociales; Facebook encabeza las preferencia de estas plataformas, seguida de YouTube y en tercer lugar WhatsApp. Estas redes son escaparate del comercio, la cultura, política, el conocimiento y el culto, entre otros usos. Contamos ahora con medios suficientes para comunicarnos, mejorar nuestro entorno y calidad de vida así como para satisfacer una pluralidad de intereses.

Las sociedades contemporáneas requieren, por su tamaño, complejidad y pluralismo, de vías de comunicación alternas a las tradicionales para su desarrollo así como para preservar su patrimonio e integridad. La globalización se encuentra en una nueva etapa en la que los medios virtuales se anteponen a los presenciales. En los regímenes democráticos el intercambio de ideas, la libre expresión y el debate son indispensables para la consolidación de sociedades tolerantes e incluyentes. El alcance de las plataformas virtuales puede contribuir al intercambio de información que nos ayude a afrontar desafíos tales como el cambio climático, la migración, la desigualdad económica y epidemias.

Contar con espacios para la disertación y el debate es inherente a la condición humana, procuremos y propiciemos entonces las ágoras modernas con responsabilidad y ahínco; contamos ahora con herramientas tecnológicas que lo permiten; hay que dar el sentido que tenían los atenienses de la plaza pública a las redes sociales, en la búsqueda de mejores sociedades.

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