MORENA ¿Seguirá la ruta del PRD?

POR RAMÓN ZURITA SAHAGÚN

Las coincidencias son muchas entre el PRD y MORENA, ya que ambos partidos nacieron bajo la figura de un caudillo que convocó a las masas para enlistarse en sus filas con la promesa de cambiar el estilo de hacer política y forjar un México mejor.

Al amparo de ese nombre y con las promesas de cambio, fueron formándose grupos al interior del partido, mismos que en el caso del PRD fueron en gran parte las razones de su debacle y que amenazan a MORENA por llevarlo por igual ruta.

Los pleitos intestinos de las diversas corrientes entro del PRD impidieron en diversas ocasiones que la dirigencia del partido surgiera sólida, unida y con posibilidades de concretar el organismo político que la sociedad deseaba.

Las asambleas, reuniones de consejo y elecciones terminaban casi siempre en total desorden, a veces en riñas, otras más en descalificaciones y hasta anulando las votaciones, después de acusaciones de irregularidades y hasta fraudes.

Con todo y ello, los perredistas lograron avanzar firmemente consiguiendo gobiernos estatales, alcaldías importantes y una nutrida presencia en ambas cámaras del Congreso de la Unión. Su pero resultaba ser el empoderamiento de sus “caudillos”, Cuauhtémoc Cárdenas con sus tres intentos por ser Presidentes de la República, recibiendo cada vez menor votación. Igual sucedió con Andrés Manuel López Obrador en dos ocasiones y se veía venir la tercera, aunque para ello optó por formar su propio partido.

Y es que en el PRD se habían entronizado desde una década antes la corriente de “Los Chuchos”, la que ante la fragmentación de los otros grupos se afianzó en el poder y no soltó la dirigencia nacional del partido.

Proseguían los conflictos internos y poco a poco la militancia se fue debilitando, ocasión propicia para que López Obrador anunciara su separación del PRD, formara otro partido y se llevara consigo un gran contingente de militantes hacia MORENA.

Se volvió selectivo en algunos aspectos, obstaculizando que esos personajes que mantenían el control del PRD y sus aliados no se colaran al nuevo partido, donde se erigió como el nuevo líder, similar a lo ocurrido con Cuauhtémoc Cárdenas.

A diferencia de Cuauhtémoc, AMLO consiguió en su tercer intento ganar y con mucha ventaja la Presidencia de la República, lo que motivó molestia entre los seguidores de Cárdenas y los perredistas que sufrieron la merma de sus militantes.

Y aunque MORENA se convirtió en el partido preponderante, sus dirigente no aprendieron la lección y hoy viven historias similares a las del PRD que pueden llevarlos al infortunio.

La lucha por alcanzar la dirigencia nacional del partido cayó en un limbo de encono, donde los aspirantes se dan con todo y muestras sus debilidades y ponen al partido en franca desventaja y en una especie de laxitud.

El gran reto para este partido se acerca ya, los comicios federales del 2021, donde la Cámara de Diputados y 14 gubernaturas estarán en juego y puede representar el némesis de MORENA.

Dentro de MORENA mantienen un exceso de confianza, ya que los demás partidos se encuentran totalmente desarticulados y no se advierten como un grave riesgo para ellos, pero, cuidado, todo puede cambiar en los meses que faltan para junio de 2021.

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