1° de diciembre Día Mundial de la LUCHA contra el SIDA; en México se estima vivan 360 MIL ENFERMOS

Aunque se han registrado logros importantes en la lucha contra el VIH-sida, la pandemia continúa sin estar bajo control en México, pues miles de personas siguen contagiándose cada año, muchas de las cuales no están conscientes de ello, y no todas tienen acceso a los medicamentos antirretrovirales que necesitan.

(Photo by China Photos/Getty Images)

De acuerdo con información del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida (Censida), se estima alrededor de 360 mil personas viven con la enfermedad en México, esto conlleva a tener retos significativos en su vida, y es que durante la pandemia de Covid-19 las pruebas de detección se han reducido desde 2019 y 2021 hasta una tercera parte, claro que esto ha generado un conflicto social y de salud.

El 1° de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, por eso mismo, se difundieron los datos que indican que a nivel mundial solo durante el 2019 se realizaron casi tres millones de exámenes y dos millones 100 mil en 2021.

  • De acuerdo con especialistas en el tema, hasta el segundo trimestre del 2022 se realizaron alrededor de un millón 192 mil exámenes, y se estima que al finalizar el año cerrarían con dos millones.

Respecto de la positividad al virus, estadísticas de Censida refieren que con base en las pruebas que se realizan en los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) y los Servicios de Atención Integral Hospitalaria (SAIH), el mayor aumento de casos positivos se registró entre los hombres trabajadores sexuales, con más del doble (de 4.3 a 8.9%) y en las mujeres trabajadoras sexuales pasó de 0.5 a 1.3 por ciento. El reporte de Censida incluye el rubro de “otras unidades médicas”, donde los tamizajes positivos subieron en los hombres de 1.2 en 2019 a 4.2 por ciento en 2021.

En cuanto a la cantidad de nuevos casos de la infección por año, profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizaron el cálculo con el método modos de transmisión (MOT), uno de los dos propuestos por Onusida. En un artículo de próxima publicación, plantean que para estimar la incidencia (nuevas infecciones), ese modelo es mejor respecto del Spectrum (Utilizado por el Censida), que ha mostrado algunas limitaciones en países con epidemias concentradas como la de México.

Detectar a las personas portadoras, el nuevo reto

Para alcanzar el objetivo de frenar la epidemia, México tendría que aumentar la detección de personas portadoras del VIH, como primer paso indispensable, refirió Magis.

  • Un pendiente más es la transmisión de la infección de madre a hijo durante el embarazo (perinatal), la cual no debería existir porque están disponibles los medicamentos que la evitan. Pero en 2019 fueron 78 y 60 en 2021. Entre las causas está la falta de detección. Censida dijo que 60 por ciento de las embarazadas en control prenatal se realizaron la prueba en el primer semestre de 2022.

Pese a avances, persisten contagios de VIH-Sida en México

Aunque se han registrado logros importantes en la lucha contra el VIH-sida, la pandemia continúa sin estar bajo control en México, pues miles de personas siguen contagiándose cada año, muchas de las cuales no están conscientes de ello, y no todas tienen acceso a los medicamentos antirretrovirales que necesitan.

Así lo afirmaron activistas, investigadores y funcionarios especializados en el tema, quienes destacaron la importancia de la educación sexual y las campañas de detección del virus para frenar la expansión de la enfermedad y garantizar mejores condiciones de vida a quienes la padecen.

Al participar en la ceremonia donde se iluminaron de rojo diversos edificios emblemáticos de Ciudad Universitaria, con motivo del Día Mundial de la Respuesta al VIH, Rodrigo Moheno, presidente de la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología, hizo un recuento de la incidencia de este padecimiento en la actualidad y llamó a “romper las fronteras de la discriminación y el estigma”.

  • De acuerdo con el Reporte Nacional de VIH-sida, recordó el experto, se estima que hay unas 360 mil personas que viven con el virus en México, de las cuales 74 mil son mujeres. Asimismo, indicó que tan sólo en el último año ha habido 18 mil 550 nuevas infecciones y se registró el “alarmante” número de 4 mil 600 muertes en ese mismo periodo.

Por otro lado, Moheno señaló que de las 360 mil personas seropositivas en el país, 220 mil ya reciben el tratamiento médico que necesitan, 67 por ciento están diagnosticadas y 61 por ciento tienen acceso a antirretrovirales, pero sólo el 54 por ciento se encuentra en supresión viral, es decir, que sus niveles de VIH son tan bajos que se vuelven indetectables.

Por su parte, Oliva López Arellano, titular de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, resaltó el papel de las organizaciones civiles en la lucha por la concientización sobre el VIH-sida y el acceso igualitario y sin discriminación a los antirretrovirales.

En ese marco, destacó que entre enero y octubre de este año, en la capital del país se han realizado más de 41 mil pruebas de detección, con lo que se ha aminorado la reducción que hubo en esta materia en 2020 y 2021, y que representa un récord histórico en ese ámbito.

  • Del mencionado número, 3 mil 555 personas resultaron positivas (8 por ciento); más de mil fueron referidas a instituciones de seguridad social; 2 mil 400 iniciaron tratamiento en la Clínica Especializada Condesa y 21 mil comenzaron ya a recibir antirretrovirales de manera gratuita.
  • Con respecto al panorama mundial de la enfermedad, Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación en Salud de la UNAM, destacó que a finales de 2021 se registraron 38.4 millones de personas contagiadas, para un total de 85 millones desde el surgimiento de la pandemia y 40 millones de fallecimientos.

Tras mencionar que actualmente ocurre una infección cada dos minutos en el mundo y 4 mil diarias, el especialista alertó que los avances científicos y médicos contra el VIH-sida “se ven oscurecidos” por la falta de programas de prevención, con énfasis en la importancia de la educación sexual.

De su lado, el activista Alain Pinzón, director general de la organización civil VIHve Libre; deploró que muchos funcionarios sólo atiendan el tema en estas fechas, al tiempo que la homofobia, transfobia y misoginia “se han metido como humedad en los consultorios e impregna al personal médico”.

Tras destacar que México “sigue dormido en su respuesta ante el VIH”, a pesar de la existencia antirretrovirales suficientes y de calidad, Pinzón recalcó: “merecemos servicios de salud dignos, merecemos ser amados y tener trabajos donde no pidan pruebas de VIH. Sus esfuerzos (institucionales) no han pasado de largo, pero no son suficientes. Las personas que vivimos con VIH merecemos más y lo queremos ya”.

Cómo afecta el SIDA el sistema inmunológico

El VIH, que continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, ha cobrado 40.1 millones de vidas.

No hay cura para la infección por el VIH. La infección por el VIH se ha convertido en un problema de salud crónico tratable que permite a las personas que viven con el virus llevar una vida larga y saludable.

El Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y debilita las defensas contra muchas infecciones y determinados tipos de cáncer que las personas con un sistema inmunitario más fuerte pueden combatir más fácilmente.

A medida que el virus destruye las células inmunitarias e impide el normal funcionamiento de la inmunidad, la persona infectada va cayendo gradualmente en una situación de inmunodeficiencia. La función inmunitaria se suele medir mediante el recuento de linfocitos CD4.

La fase más avanzada de la infección por el VIH es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) que, en ausencia de tratamiento y en función de la persona, puede tardar muchos años en manifestarse. Las personas con sida pueden contraer ciertos tipos de cáncer e infecciones o presentar otras manifestaciones clínicas crónicas de gravedad.

Signos y síntomas

Los síntomas de la infección por el VIH difieren según la etapa de que se trate. Aunque el máximo de infectividad se tiende a alcanzar en los primeros meses, muchos infectados ignoran que son portadores hasta fases más avanzadas. A veces, en las primeras semanas posteriores al contagio, la persona no manifiesta ningún síntoma, mientras que en otras ocasiones presenta un cuadro pseudogripal con fiebre, cefalea, erupciones o dolor de garganta.

A medida que la infección debilita el sistema inmunitario, la persona puede presentar otros signos y síntomas, como adenopatías, pérdida de peso, fiebre, diarrea y tos. Si no se trata la infección, pueden aparecer enfermedades graves como la tuberculosis, la meningitis criptocócica, infecciones bacterianas graves o cánceres como los linfomas o el sarcoma de Kaposi.

El VIH se contagia a través del intercambio de líquidos corporales de la persona infectada, como la sangre, la leche materna, el semen o las secreciones vaginales, y también se puede transmitir de la madre al hijo durante el embarazo y el parto. No es posible infectarse mediante los contactos ordinarios cotidianos como los besos, los abrazos y los apretones de manos o por el hecho de compartir objetos personales, agua o alimentos.

Es importante tener en cuenta que las personas con VIH que están en tratamiento antirretrovírico (TAR) y han suprimido la carga vírica no transmiten el virus a sus parejas sexuales. El acceso temprano al TAR y el apoyo para continuar el tratamiento son, por tanto, cruciales no solo para mejorar la salud de las personas con el VIH, sino para prevenir la transmisión del virus.

Factores de riesgo que aumentan el riesgo de contraer el VIH

  • Tener relaciones sexuales anales o vaginales sin preservativo
  • Padecer otra infección de transmisión sexual (ITS) como la sífilis, el herpes, la clamidiasis, la gonorrea o las vaginitis bacterianas
  • Hacer un consumo nocivo de bebidas alcohólicas o drogas durante las relaciones sexuales
  • Compartir agujas, jeringuillas, soluciones de droga u otro material infectivo contaminado para consumir drogas inyectables
  • Recibir inyecciones, transfusiones sanguíneas o trasplantes de tejidos sin garantías de seguridad o ser objeto de procedimientos quirúrgicos que entrañen cortes o perforaciones con instrumental no esterilizado
  • Pincharse accidentalmente con una aguja, lesión que puede afectar sobre todo al personal de salud./Agencias-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario