13.6 MILLONES de NIÑ@S padecen DESNUTRICIÓN AGUDA en el MUNDO; los casos se elevan por las GUERRAS

En la Franja de Gaza, alrededor de 135 mil niños menores de dos años viven bajo el riesgo de padecer desnutrición grave, en refugios improvisados y con agua insalubre

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El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alerta que 13.6 millones de niños menores de cinco años padecen desnutrición aguda grave o emaciación grave a escala mundial. Los casos se incrementan, afirma, en zonas de guerra y donde ya se sienten los efectos devastadores del cambio climático.

  • Un informe reciente destaca que una de cada cinco muertes de menores de cinco años ocurre por emaciación grave. Se trata de un mal prevenible, ocasionado por la falta de alimentos nutritivos y los reiterados ataques de enfermedades como la diarrea, el sarampión y el paludismo, que comprometen la inmunidad del niño.
  • Agrega que la desnutrición no sólo está en aumento en los países que se enfrentan a crisis humanitarias. Hay naciones en regiones relativamente estables que han sufrido un incremento de 40 por ciento o más de la emaciación infantil desde 2016.

Afirma que a pesar de la magnitud del problema, si se realizan inversiones relativamente módicas en el tratamiento de la emaciación grave sería posible lograr una reducción exponencial de las muertes infantiles.

Asegura que con sólo 300 millones de dólares de financiamiento adicional –0.1 por ciento del total de la ayuda internacional al desarrollo que se gasta en un año– sería posible llegar a todos los niños necesitados, pues en 2020, alrededor de 5 millones de infantes recibieron tratamiento con alimentos terapéuticos rentables y listos para usar, que resultaron eficaces pa-ra salvar vidas.

  • Lo anterior es urgente, pues un niño con desnutrición grave tiene hasta 11 veces más proba-bilidades que un niño sano de morir de enfermedades infantiles comunes como la neumonía, que es la principal causa de muerte por infección entre los menores de todo el mundo.
  • El organismo de Naciones Unidas destaca que si bien una cuarta parte de los infantes que padecen emaciación grave viven en contextos de emergencia, este padecimiento ataca sobre todo a los más pequeños de las zonas más desatendidas, tanto rurales co-mo urbanas.

Recordó que nueve de cada 10 de los niños que reciben tratamiento se encuentran en situaciones de emergencia, aunque tres cuartas partes de los niños que sufren emaciación grave viven en contextos considerados estables.

Las diferencias en la canalización de ayuda, explica Unicef, se debe a que los menores que se encuentran en situaciones de emer-gencia son los que corren un mayor peligro de muerte, especialmente los niños desplazados e indigentes que están más expuestos que otros a las enfermedades.

En Gaza, 135 mil niños viven bajo riesgo de desnutrición

En la Franja de Gaza, alrededor de 135 mil niños menores de dos años viven bajo el riesgo de padecer desnutrición grave, en refugios improvisados y con agua insalubre, advirtió el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).

  • De igual manera, agregó que, a partir del inicio del conflicto y en medio de cesáreas sin anestesia, sin suministros médicos, ni agua potable, cada diez minutos nace un niño bajo la condena de contraer desnutrición, hepatitis tipo A, enfermedades respiratorias u otras afecciones.

“Ser madre debería ser un momento de celebración. En Gaza, es traer un niño al infierno. La humanidad no puede permitir que esta versión retorcida de la normalidad persista por más tiempo. Las madres y los recién nacidos necesitan un alto al fuego humanitario”.

Igualmente, el Unicef señaló que los infantes, que llegan a sobrevivir a los bombardeos del ejército israelí, sufren múltiples batallas por mantenerse con vida. Ello, porque se enfrentan a problemas de desarrollo y distintas complicaciones en la salud. “Ver sufrir a los recién nacidos, mientras algunas madres mueren desangradas, debería quitarnos el sueño a todos”.

  • Por su parte, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se sumó a la denuncia de la situación inhumana que enfrentan los palestinos. Asimismo, alertó que un conjunto de enfermedades pueden proliferar debido a la falta de baños limpios e higiene en general.

Actualmente, las cifras de la OMS indican que la media de personas que comparten un baño en Gaza asciende a 500. Mientras que, si se trata de una ducha, el número llega hasta los 2 mil. “También se han multiplicado de manera alarmante las infecciones respiratorias y los casos de diarrea en los menores de cinco años”.

Desplazados, sin hogar y sin garantías de vida, los palestinos padecen de hospitales y médicos, como ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) detalló el caso del Complejo Médico Nasser, en Khan Younis, donde sólo quedan dos médicos en su sala de emergencias, siendo que, antes de la guerra desatada el 7 de octubre de 2023, eran 24 doctores los que atendían a los pacientes.

Menores mueren en Gaza

UNICEF denunció a inicios de marzo que al menos diez niños han muerto en los últimos días a causa de la deshidratación y la desnutrición en un hospital ubicado en el norte de la Franja de Gaza, donde casi el 16 % de los menores de dos años sufre desnutrición aguda.

«Las muertes infantiles que temíamos están aquí, ya que la desnutrición hace estragos en la Franja de Gaza», dijo la directora regional de UNICEF para Oriente Medio y el Norte de África, Adele Khodr, que indicó que los diez niños murieron en el hospital Kamal Adwan, en el norte del enclave palestino.

  • Asimismo, lamentó que «es probable que haya más niños luchando por su vida en alguno de los pocos hospitales que quedan en Gaza», mientras que otros tantos no pueden recibir ningún tipo de atención debido a la destrucción de la infraestructura sanitaria en la Franja.
  • Khodr indicó que estas muertes son «predecibles y totalmente evitables», al tiempo que recordó que la falta generalizada de alimentos nutritivos, agua potable y servicios médicos está afectando a niños y madres, dificultando su capacidad para amamantar a sus bebés, especialmente en el norte de la Franja de Gaza.

«La gente está hambrienta, agotada y traumatizada. Muchos se aferran a la vida», señaló la responsable, que indicó que incluso en la localidad de Rafah, en el extremo sur de la Franja y donde se agolpan unos 1,4 millones de desplazados, el 5 % de los niños menores de dos años están «gravemente desnutridos».

En este sentido, pidió que las agencias de ayuda humanitaria puedan acceder al enclave palestino a través de «múltiples puntos de entrada fiables», puesto que ahora varios países han recurrido a lanzar asistencia desde el aire debido a los obstáculos que pone Israel para el ingreso de ayuda por vía terrestre.

«Ahora, las muertes infantiles que temíamos ya están aquí y es probable que aumenten rápidamente a menos que termine la guerra y se resuelvan de inmediato los obstáculos a la ayuda humanitaria», sentenció Khodr.

Guerra en Sudán destruye a los niños

Amna Ishaq ya no puede alimentar a sus hijos «más de una vez por día, y a veces ni una», consecuencia de la devastadora guerra en Sudán que el 15 de abril cumple un año.

  • «Todos estamos enfermos junto a nuestros hijos. No tenemos nada que comer y el agua que conseguimos está contaminada», comentó Ishaq a AFP en un campamento para desplazados en la región occidental de Darfur, donde todavía se recuerda la hambruna provocada por un conflicto armado anterior que duró del 2003 hasta el 2020.

«Una generación entera podría ser destruida» por esta nueva guerra, advirtió la ONU.

Millones de niños desplazados pasan hambre o, amenazados de muerte, son forzados a combatir o a contraer matrimonio, advirtió la ONU.

  • Cuando estalló la guerra el 15 de abril de 2023 entre el ejército de Abdel Fattah al Burhan y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), diplomáticos y trabajadores humanitarios abandonaron el país y dejaron de atender a los más vulnerables.
  • Saqueos, combates, ataques aéreos y carreteras cortadas por facciones en pugna dejaron aisladas a todas las regiones de Sudán, un país en el noreste africano más extenso que Perú.

La ONU ha dicho que sólo ha podido acceder al 10% de los 48 millones de habitantes, con el país al borde de una hambruna.

En Otach, un campamento de desplazados instalado hace dos décadas en Darfur del Sur, donde Ishaq se refugió con su familia, ya no llegan raciones de papilla de maíz.

  • Unos «222.000 niños podrían morir de hambre en unas semanas o meses», y «más de 700.000 (morirán) este año», alertó la ONU.

Según Médicos Sin Fronteras (MSF), al menos un niño muere cada dos horas solo en el campo de desplazados de Zamzam, en Darfur del Norte.

Y en el campo de Kalma, en Darfur del Sur, el grupo humanitario Alight afirmó que «más de dos niños mueren cada 12 horas».

  • Niños vendidos: La publicación médica The Lancet informó de que el pequeño hospital pediátrico Al Buluk, en la capital Jartum, recibe «unos 25 niños por desnutrición severa cada semana, y dos o tres de ellos mueren».

En todo el país unos tres millones de niños sufren de desnutrición y 19 millones no van a la escuela, según la oenegé Save the Children, lo que pone en peligro el futuro de un país donde 42% de la población tiene menos de 14 años.

Desde antes de la guerra, casi la mitad de los niños sudaneses presentaban crecimiento reducido y 70% no podía leer o entender frases simples, según la organización.
Adam Regal, portavoz del grupo humanitario sudanés Coordinación General para Refugiados y Desplazados en Darfur, afirmó que ha visto morir a decenas de niños.

Culpó a «la terquedad» de los bandos en guerra, y aseguró a afp que «ya no llegan alimentos y ayuda humanitaria» por la falta de acceso.

Una fábrica de Jartum que produce suplementos alimentarios para niños fue destruida por bombardeos y fábricas de vacunas para recién nacidos han sido saqueadas.

Enfermedades como cólera, sarampión y malaria prevalecen en el este del país.

  • Ante los horrores de la guerra, organizaciones sudanesas advierten que cada vez más familias «venden» a algunos de sus hijos para poder alimentar a los otros.
  • Una entidad humanitaria local reportó que un hombre vendió a su hija de 15 años por unos sacos de granos en un mercado.

Según la ONU, niñas y mujeres jóvenes han sido víctimas de «secuestros, matrimonios forzados y violencia sexual ligados al conflicto en Darfur y el estado de Al Jazira», al sur de Jartum.

El conflicto armado en Haití agrava la crisis de desnutrición

La alarmante intensificación de la violencia armada en algunas zonas de Haití está aumentando el riesgo de que la crisis de desnutrición sea aún más grave en el país, según adviertió la UNICEF.

  • Los últimos resultados del análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC, por sus siglas en inglés) revelan un alarmante aumento del 19 por ciento en la cifra de niños y niñas que podrían sufrir desnutrición aguda grave en Haití este año. Además, según se desprende del último análisis de la IPC, 1,64 millones de personas se enfrentan a niveles de emergencia por inseguridad alimentaria aguda (Fase 4 de la IPC), lo que incrementa el riesgo de que los niños sufran emaciación y desnutrición, especialmente en ocho zonas del país.
  • El conflicto armado que está teniendo lugar en el departamento de Artibonite y el departamento Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, obstaculiza la distribución de ayuda y ha provocado el derrumbamiento de un sistema de atención de salud que ya era frágil, lo cual supone un peligro mortal para más de 125.000 niños y niñas en riesgo de sufrir desnutrición aguda grave.

“Las consecuencias del conflicto y la inestabilidad en Haití no se limitan a los riesgos asociados a la violencia: la situación está provocando también una crisis sanitaria y nutricional infantil que podría costarles la vida a muchísimos niños y niñas”, afirmó Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Miles de niños y niñas están en peligro extremo, mientras que los suministros que podrían salvarles la vida se encuentran preparados para ser distribuidos cuando cese la violencia y se reabran las carreteras y los hospitales. Esta crisis de desnutrición ha sido provocada enteramente por el ser humano. La población de Haití necesita que se restablezca la seguridad para poder acceder a los servicios de los que dependen y para que los trabajadores humanitarios puedan llegar a los niños y las familias que necesitan ayuda urgente”.

  • Desde enero, el precario nivel de seguridad de Haití ha seguido agravando la crisis humanitaria, socavando gravemente la capacidad de UNICEF para almacenar, distribuir y reabastecer los suministros de asistencia que se necesitan con tanta urgencia.

Uno de los 17 contenedores de UNICEF fue saqueado a principios de marzo en el puerto principal de Puerto Príncipe. El contenedor almacenaba artículos esenciales para la supervivencia de las madres, los recién nacidos y los niños y niñas, como resucitadores y otros materiales similares. Debido a la inseguridad actual, solo dos de cada cinco hospitales están operativos en el país, mientras que solo uno de cada cuatro establecimientos de salud está funcionando en el departamento de Artibonite, la mayor región productora de arroz del país.

Paralelamente, la inseguridad actual en Puerto Príncipe también ha imposibilitado casi por completo la distribución de suministros de salud y nutrición a los aproximadamente 58.000 niños y niñas que padecen emaciación grave en la zona metropolitana. La carretera de Martissant –el único corredor humanitario que va desde Puerto Príncipe hasta las regiones del sur– sigue bloqueada y, como consecuencia, la vida de unos 15.000 niños y niñas con desnutrición pende de un hilo.

  • Además, la inseguridad que asola gran parte de la capital de Haití está dificultando el transporte y reabastecimiento de los alimentos terapéuticos listos para el consumo que se administran a los niños y niñas con desnutrición aguda grave, lo cual podría interrumpir la cadena de suministro y tener serias consecuencias si no cambia la situación.

No obstante, y pese a la extrema volatilidad del entorno, UNICEF está ampliando los esfuerzos para proporcionar ayuda vital y proteger a las familias y a quienes están atrapados y no tienen acceso a los servicios básicos. Junto con el gobierno y sus aliados, UNICEF está ayudando a sostener los sistemas y servicios nacionales, regionales y –en las zonas más inseguras– vecinales que ofrecen protección a los niños y las familias.

Guerra en Ucrania elevó el hambre en África

La pobreza alimentaria se incrementó en África entre un 40 y un 60 % en 2022, lo que equivale a tres o cuatro millones más de personas afectadas por el hambre, principalmente a raíz de la guerra de Ucrania.

  • El incremento también se debe a una “situación estructural” relacionada con el sistema de cultivos y el mercado internacional de alimentos, según las conclusiones del “Informe África” de la fundación española Alternativas, presentado en 2023.

Vicente Palacio, director de Política Exterior de Alternativas, apuntó la necesidad de que Europa tenga un papel más importante en esta cuestión.

“No hay cifras fiables, pero hablamos de decenas de millones de personas afectadas por la situación de pobreza alimentaria, que ya no sólo impacta en países que tradicionalmente la sufren, como Eritrea o Etiopía, sino que se ha trasladado a lugares como Túnez, Egipto o incluso Marruecos”, detalló.

  • Según Palacio, esto también influye en mayores flujos migratorios “en un momento geopolítico de mucho cambio, que concierne a todos y en el que debe mantenerse un compromiso material, de inversión y de ayuda en la transición digital y verde de estos países”.
  • Defendió que la presidencia semestral española de la Unión Europea, que comienza este 1 de julio, debe servir para que España lidere un cambio importante en el pacto europeo de asilo y migraciones, no cerrado aún.

A su juicio, debe tener una “dimensión humana que no sólo se apoye en la externalización de las fronteras”, sino en ayudar a los países de origen.

  • La analista y presidenta del laboratorio de ideas Puerta de África, Viviane Ogou, señaló que el informe de Alternativas incide en que África está emergiendo en el tablero internacional y dejando de ser un instrumento de las potencias.
  • En su opinión, el continente africano empieza a utilizar las pugnas entre potencias y todas las herramientas a su alcance “para hacerse valer e implementar sus intereses”, lo que cambiará la manera de África de relacionarse en el mundo y con esas potencias.

“Nos encontramos una gran variedad de países que diversifican sus proveedores de servicios, tanto militares como empresariales, que antes se concentraban en la Unión Europea y Estados Unidos”, explicó.

Ahora “hay una gran apertura hacia Rusia, aunque no sólo, y también China u Oriente Medio”, comentó Ogou, que dio por acabada la época en la que los principales socios comerciales eran las antiguas metrópolis europeas de la época colonial.

“Vamos a ver procesos de transformación a diferentes velocidades según el país, la región y las dinámicas que se vayan dando”, concluyó Ogou./Agencias-PUNTOporPUNTO

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