¿Controlado?… Repunta el ROBO de COMBUSTIBLES en PEMEX: 192.5 MLLNS de LITROS, de Enero a Agosto

La estrategia contra el hurto de gasolina de Pemex desencadenó al inicio del sexenio una crisis de suministro de gasolina y uno de los peores accidentes del sexenio: la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, en enero de 2019.

Los datos se han antepuesto de nueva cuenta al discurso oficial. Mientras desde la tribuna de Palacio Nacional, el presidente asegura de manera casi cotidiana que el robo de combustible ha disminuido en los últimos años, los datos de la estatal Pemex muestran una realidad distinta: el combate al huachicol –como se le conoce coloquialmente a la actividad– surtió efectos durante los primeros momentos de la administración obradorista, pero ha resurgido en los últimos años y con efectos aún mayores.

La petrolera estatal reconoce en su último estado financiero enviado a la Comisión de Bolsa y Valores​​ de Estados Unidos –donde da cuenta de sus resultados de 2022– que los esfuerzos que ha tomado en conjunto con el gobierno “no han producido una mejora sostenida”. La compañía suele dar cuenta sobre el robo de combustible en cada uno de sus reportes enviados al organismo estadounidense. Pero es la primera vez que agrega esa oración a su explicación sobre el tema.

  • Todas las cifras de la petrolera hablan de un repunte en el robo de combustible desde sus instalaciones, principalmente desde los ductos donde transporta las gasolinas. El indicador principal que da cuenta del aumento es el número de tomas clandestinas encontradas: en 2022 encontró 13,946, el número más alto desde 2018, cuando esta cifra llegó a su pico más alto con casi 15,000 tomas.

Los números de Pemex dan cuenta que durante los primeros años de la administración del presidente López Obrador la cantidad de tomas clandestinas disminuyó, pero nunca a niveles para asegurar que el problema estaba casi extinto, como se aseguró desde el discurso político: el nivel más bajo durante el sexenio se registró en 2020, con 11,037 tomas clandestinas. Esto, en parte, debido a que la demanda de gasolina disminuyó por la baja movilidad generada por la pandemia de coronavirus y los bajos precios que le quitaron el atractivo a la actividad.

  • El combate al huachicol. A un mes de su entrada formal a Palacio Nacional, el presidente López Obrador comenzó una cruzada contra el robo de combustible que durante el sexenio pasado se convirtió de a poco en un problema de gran costo a las finanzas de la estatal Pemex y a la seguridad pública. En 2012, las tomas clandestinas contabilizadas eran apenas 1,744. El último dato anual –de 2022– daría como resultado un aumento de casi ocho veces en este número.

La estrategia contra el hurto de gasolina de Pemex desencadenó al inicio del sexenio una crisis de suministro de gasolina y uno de los peores accidentes del sexenio: la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, en enero de 2019.

  • Además, el robo de combustible ha creado un boquete en las finanzas de la estatal y un aumento en su costo de operación porque la compañía contabiliza estas pérdidas en este rubro. «El robo y comercio ilegal de combustibles reduce nuestros ingresos por la cantidad que se habría generado de la venta de los productos robados y reduce nuestros ingresos netos porque el costo de producción del producto robado está incluido en nuestro costo de ventas», dice la estatal en el documento.
  • En cantidad de hidrocarburos, las pérdidas durante el año pasado ascendieron a 12,600 barriles de gasolinas al día, un aumento de 250% respecto a un año antes. Pemex no da explicaciones sobre cuáles fueron los factores que ocasionaron el aumento en el robo de combustible. Pero fuentes al interior de la estatal aseguran que esta subida se ha dado como parte de la recuperación en el mercado de los combustibles, tras la baja registrada en la pandemia, y el aumento en el precio de los combustibles.

En 2019, cuando comenzó la cruzada en contra del robo de combustible, la cantidad de barriles disminuyó de manera importante desde el récord de 20,700 barriles por día de 2018 a 6,400 barriles diarios, pero esta tendencia no fue sostenible en el tiempo.

  • Las pérdidas financieras también han ascendido de manera significativa. El año pasado Pemex perdió 19,891 millones de pesos derivado de la extracción ilegal de combustibles que la compañía comercializa. La cifra está lejos de los 39,388 millones de pesos que se registraron en el último año del expresidente priista. Pero sí resulta en una cifra récord para la administración obradorista, que hasta el 2021 había mantenido las pérdidas por debajo de los 7,000 millones de pesos.

Pérdidas millonarias

  • Pemex presenta una variable distinta en sus informes trimestrales a la Bolsa Mexicana de Valores, que agrupa como ingresos no capturados por el robo de combustible. En esta variable, la estatal dice que durante este año ha dejado de percibir 10,500 millones de pesos por el robo de combustible. De seguir la tendencia ya marcada en los registros de los primeros seis meses, la estatal podría anotar un récord de pérdidas financieras en el sexenio.

‘Rasuran’ robo de huachicol

Sólo la cuarta parte del combustible ordeñado en ductos de Pemex en 2022 fue registrado en estadísticas oficiales. El Informe, elaborado por Pemex para el Gabinete de Seguridad, indicó que el año pasado se registró la desviación de un promedio de 6 mil 100 barriles diarios de la red de ductos de la empresa.

  • Pero en realidad el desvío promedio fue de ¡24 mil 500 barriles diarios!, según consta en las memorias de cálculo y en los reportes que genera el Sistema de Transferencia de Custodia (SITRAC), junto con Pemex Logística y Pemex Transformación Industrial, sobre los productos enviados y recibidos y sobre el huachicol.
  • Según ese reporte de SITRAC, al que REFORMA tuvo acceso, en todo 2022 se desviaron unos 8.3 millones barriles de hidrocarburos, mientras que Pemex sólo reportó al Gabinete un faltante de 2.2 millones de barriles, es decir, rasuró a las cifras oficiales el 74 por ciento de lo robado.

«De los despachos sólo se hace cargo la gente de Pemex, las gerencias de Transporte y la de Terminales de Almacenamiento y Reparto, ellos controlan esas bitácoras. Si ellos no nos reportan desviaciones estamos amarrados de manos, pues ya no estamos hablando del huachicoleo tradicional sino técnico», advirtió un mando militar que participa en el combate al robo de hidrocarburos en Hidalgo.

El SITRAC es un sistema de consulta de Pemex para contabilizar las desviaciones, alterno al SCADA (Sistema de Control y Adquisición de Datos, por sus siglas en inglés) y al PTC (Portal de Tomas Clandestinas).

Ese sistema genera estadísticas del transporte por ducto y sirve de insumo para el cierre mensual de tomas clandestinas entre Pemex Logística y Seguridad Física.

  • Por ejemplo, el 20 de febrero de 2022, Pemex informó que el ducto Tuxpan-Tula inició operaciones a las 15:40 horas y empacó 8 mil 379 barriles, pero suspendió a las 23:30 por VCO (Variación en Condiciones Operativas), lo que derivó en una diferencia en el envío-recibo de -255 barriles por hora «con tendencia a no recuperar», según el registro.
  • Antes, el 20 de enero de ese año, la empresa informó que el ducto Tuxpan-Azcapotzalco inició operaciones a las 5:33 horas y empacó 13 mil 289 barriles, pero a las 16:22 horas suspendió el envío por una toma clandestina no hermética (con fuga) en el kilómetro 241+991.

En 2021 la rasurada de estadísticas no fue tan pronunciada como en 2022.

  • Ese año, el SITRAC reportó la desviación de 7 mil 500 barriles diarios, mientras que la información proporcionada al Gabinete de Seguridad fue de 5 mil 500 barriles diarios.
  • No obstante, en 2020 el SITRAC también exhibió que Pemex sólo reportó la mitad del volumen de hidrocarburos ordeñado en sus ductos.
  • Mientras Pemex registró 5 mil 200 barriles diarios de pérdida, el SITRAC contabilizó 9 mil 600 barriles diarios.

Hidalgo, el gran bastión

La concentración en Hidalgo de la infraestructura de la delincuencia organizada para sustraer y comercializar ilegalmente los hidrocarburos de Petróleos Mexicanos (Pemex), se corrobora al observar que también fue en ese estado donde estas autoridades detectaron la mayor cantidad de predios destinados a esas actividades ilícitas, señala Tercer Informe Anual de la “Estrategia Nacional de Seguridad Pública”.

  • “Se identificaron 159 predios donde se llevaban a cabo delitos relacionados con el mercado ilícito de hidrocarburos. Los inmuebles fueron asegurados: Hidalgo (52), Estado de México (24), Guanajuato (12), Puebla (12), Coahuila (10), Chihuahua (8), Nuevo León (6), Veracruz (6), Durango (5), Sonora (5), Sinaloa (4), Baja California (3), Tabasco (3), Jalisco (2), Querétaro (2), Tamaulipas (2), Ciudad de México (1), Colima (1) y Oaxaca (1)”.

No solo eso, también fue en Hidalgo, durante la gestión de Omar Fayad Meneses, donde fue asegurada por las autoridades federales la mayor cantidad de vehículos que eran utilizados para estas acciones delictivas; cientos de unidades que evidencian los amplios recursos logísticos que tiene en sus manos la delincuencia organizada de Hidalgo enfocada en el robo de hidrocarburos.

  • En Hidalgo la cantidad de vehículos asegurados vinculados con las actividades del huachicol ascendió a 380; el segundo sitio nacional fue para el Estado de México, con 183; el tercero, para Puebla, con 119; el cuarto, para Nuevo León, con 78; y el quinto, para Veracruz, con 69. En todo el país, sin embargo, fueron mil 188 los vehículos asegurados por esta causa.
  • Durante el año 2021, cuando Hidalgo continuaba siendo gobernado por el exmandatario, Fayad Meneses, ese estado presentó la mayor cantidad de tomas clandestinas a nivel nacional, con 4 mil 489, según se reporta en el Tercer Informe Anual de la “Estrategia Nacional de Seguridad Pública”.
  • La incidencia con que se presentó en Hidalgo el robo de hidrocarburos superó en más del doble la que registró Puebla, que fue el segundo lugar nacional en tomas clandestinas pero con mil 849; el tercer lugar nacional fue para el Estado de México, con mil 732; el cuarto, para Guanajuato, con 505; y el quinto escaño, para Michoacán, con 303 tomas clandestinas.

Las autoridades han recurrido inclusive al concreto para intentar frenar este robo sistemático. “Referente a la protección de ductos se aplicó concreto hidráulico especial reforzado denominado encofrado; al 28 de febrero de 2022 se han cubierto 100 kilómetros”, señala la estrategia

  • ‘Sofisticación’ del delito. Durante el 2021, último año completo de la administración del priista Omar Fayad Meneses, más del 40 por ciento de las tomas clandestinas detectadas en el país fueron encontradas en Hidalgo, convirtiéndose en la entidad capital del huachicol.

Juan Manuel Aguilar Antonio, especialista en seguridad nacional e investigador del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE), comenta que conforme han pasado los años, las cadenas de valor del robo de hidrocarburos se han vuelto más complejas y se han arraigado más en la sociedad, fenómenos que explicarían la situación de Hidalgo.

“Salta a la vista que ya lo puedan hacer bajo el territorio, es decir, ya están construyendo infraestructura de túneles. También tienes hoteles, almacenes que sirven de resguardo para las pipas. A veces sus redes son sumamente complejas porque hay evidencia de que los ‘huachicoleros’ han llegado a mandar combustible a medio oriente./Agencias-PUNTOporPUNTO

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