El monstruo HUACHICOLERO se alimentó de la INACCIÓN

El robo de gasolinas en el país no es un fenómeno nuevo, tiene al menos tres sexenios

imagen: Internet

Administraciones federales y legislaturas pasadas tuvieron conocimiento de este delito al menos desde el sexenio de Vicente Fox, según el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero fue hasta que se promulgó la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, que este ilícito fue tipificado como tal, pues anteriormente era considerado como un simple hurto

En ese transcurso, esta actividad se la apropiaron organizaciones del crimen organizado que hoy tienen en jaque a diversas zonas del país, principalmente la zona del Bajío, en el Golfo y en el centro de México.

  • Además de que Petróleos Mexicanos ha registrado pérdidas históricas en los últimos años porque áreas como la de Exploración y Producción o la Refinación se encuentran en crisis, la empresa productiva del Estado ha tenido que lidiar con los quebrantos derivados del hurto de hidrocarburo también llamado “huachicoleo”.
  • De acuerdo con cifras de la petrolera, aún con el pago a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y a la Secretaría de Marina (Semar) para el patrullaje de ductos, este ilícito se siguió propagando y la recuperación de combustibles robados no fue la esperada durante los años en los que efectivos de estas dos dependencias buscaron contenerlo.
  • Según datos obtenidos por Reporte Indigo vía Ley de Transparencia, Pemex pagó a la Sedena 188 millones 891 mil pesos y a la Semar 95 millones 112 mil pesos para patrullar sus ductos con el fin de evitar el robo de combustible entre el 2012 y el 2016

No obstante, se observa que la contratación del Ejército y la Marina surtió efecto sólo unos años.

  • En el 2012 Pemex pagó 46 mil 330 pesos a la Sedena por labores de seguridad y hubo una recuperación de 4 millones 27 mil litros de hidrocarburos.
  • Para el 2013 la contratación de vigilancia se incrementó a 36.8 millones de pesos para el Ejército y la Marina y, en ese periodo, la petrolera tuvo una recuperación de 13 millones 445 mil litros de combustibles
  • En el 2014 el pago para que ambas dependencias patrullaran se elevó a 98.4 millones y fue el año en que mayor cantidad de combustible robado se aseguró, pues la recuperación fue de 25 millones 346 mil litros.
  • Sin embargo, aunque la cifra de pago para el 2015 llegó a los 100.8 millones de pesos a la Sedena y Semar por patrullaje, el resultado fue mínimo, ya que Pemex sólo vio de regreso 10 millones 429 mil litros de hidrocarburo hurtado.
  • Con esta disminución en recuperación para el 2016 Petróleos Mexicanos sólo contrató vigilancia por 47.9 millones de pesos y la recuperación fue de 5 millones 846 mil litros de combustibles.
  • En contraste con la variación en la recuperación del combustible, en los últimos años las pérdidas se han multiplicado. Entre el 2016 y el 2018 se tuvo registro de un quebranto por 147 mil millones de pesos. Superando año con año un nuevo récord.
  • En el 2016 Pemex enlistó un daño a sus finanzas de 30.8 mil millones de pesos por huachicoleo, para el 2017 la cifra escaló a 50.1 mil millones y el año pasado llegó a 66.3 mil millones de pesos
  • La renta de militares y marinos para vigilar ductos no fue la única medida por la que Pemex optó sin obtener resultados positivos.
  • Entre el 2013 y el 2015 la petrolera implementó el programa “Fortalecimiento de las Capacidades Operativas” para el que se utilizaron 2 mil 521 millones de pesos.
  • Tan sólo en el 2015 Pemex destinó 571 millones de pesos a la compra de equipo como aviones y vehículos de amplia capacidad para enfrentarse a la delincuencia organizada.
  • La problemática que significa en la actualidad el robo de combustibles tiene su origen en que el delito específico no fue considerado como tal hasta el 2016, cuando el Congreso de la Unión creó la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos.
  • Debido a que el delito de hurto de gasolinas no fue estipulado en la ley hasta hace apenas tres años, el exconsejero de Pemex, Fluvio Ruiz Alarcón, considera que a los sexenios pasados no se les puede atribuir la cuestión legal de no castigarlo, pero sí la falta de acciones para frenarlo.
  • “Lo que muestra esto son dos cuestiones: una legal que no es atribuible al gobierno de Peña Nieto pero sí a todos los anteriores porque nadie había subsanado el hecho de que el robo de combustible existía como delito, sino hasta el 2016 que se promulgó la ley que está vigente
  • “El segundo es un tema de falta de prioridad en el combate a este fenómeno y lo que eso repercutió ya que no era uno de los objetivos centrales contra la delincuencia organizada”, agrega Ruiz Alarcón. /REPORTE ÍNDIGO-PUNTOporPUNTO

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