GOBIERNO de AMLO menosprecia la Protección y Desarrollo del MEDIO AMBIENTE: Greenpeace

Los mayores problemas ambientales que enfrenta el país en este momento son los causados por la política energética implementada por el actual gobierno, así como sus magnas obras

Una de las principales causas por las que México no tiene buenos resultados en el cuidado del ecosistema es porque el medio ambiente no es considerado como eje transversal de las políticas públicas, dijo la directora de campañas en Greenpeace México, Aleira Lara Galicia.

Afirmó que desde el Plan Nacional de Desarrollo no se ve una transversalidad en las intervenciones del gobierno para propiciar desarrollo ni en las dedicadas a la protección del medio ambiente.

Explicó que el cuidado del medio ambiente y el combate al cambio climático deben ser parte de todas las políticas públicas de este gobierno, con mayor énfasis en los sectores energético, agroalimentario y de transporte, tres sectores considerados clave para la recuperación socioambiental y económica del país.

  • Lara Galicia recordó que México tiene compromisos en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero ante el Acuerdo de París, vía las aportaciones nacionalmente determinadas, que es importante cumplir.
  • Sin embargo, la apuesta de la actual administración ha sido a la producción de más combustibles fósiles, lo cual le impedirá al país cumplir esos acuerdos.

En su opinión, no existe una conciliación en las políticas implementadas del gobierno federal en materia de incremento de la capacidad del Sistema Nacional de Refinación de petróleo y la generación de energía eléctrica principalmente con combustibles fósiles, con la protección del medio ambiente.

“Tenemos que reducir el uso de combustibles fósiles para lograr mantener la temperatura por debajo del 1.5 grados (para fin de siglo).

De acuerdo con la activista, se requiere aumentar la aportación de renovables a la matriz energética, asegurando que la implementación de estos proyectos se dé con estricto respeto a los derechos humanos de las comunidades, así como detener el desarrollo de infraestructura basada en combustibles fósiles.

También es indispensable aumentar el presupuesto para adaptación y mitigación, para poder alcanzar las metas nacionales de transición energética y disminución de emisiones como lo demandan las leyes de cambio climático y de transición energética y las metas internacionales de las Contribuciones Determinadas a Nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) del acuerdo de París.

  • Aleira Lara Galicia consideró que en el sector agroalimentario se debe impulsar la transición hacia la producción agroecológica que garantice los derechos de campesinas y campesinos a un trabajo digno, a un medio ambiente sano, a la salud y a la libre determinación, y que asegure la soberanía alimentaria de las y los mexicanos a través de alimentos sanos, ecológicos y accesibles para toda la población.

Para ello, dijo, es necesario reorientar los recursos públicos hacia la apertura de mercados de alimentos agroecológicos de comercio justo impulsando cadenas cortas agroalimentarias libres de agrotóxicos, transgénicos y plásticos.

En el rubro del transporte, no puede existir una recuperación justa sin preservar el espacio vial para las modalidades de viaje más eficientes: caminar, el uso de la bicicleta y el transporte público eléctrico con medidas especiales, como carriles restringidos en las avenidas principales para que estas modalidades más eficientes muevan al máximo número de personas sin tráfico.

También es demanda de los ciudadanos fomentar la renovación del transporte público para adquirir autobuses eléctricos en las zonas metropolitanas e implementar redes de ciclovías en las ciudades del país a partir de infraestructura adecuada, en vías primarias y secundarias.

La política energética de AMLO ocasiona los mayores problemas ambientales

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha realizado un trabajo muy importante en materia de disminución de los impactos ambientales causados por el sector agropecuario y se espera que, al final de este año, entregue muy buenos resultados en regulación de la industria automotriz; sin embargo, su política energética ha ocasionado los mayores problemas relacionados con la protección del ecosistema, expuso Adrián Fernández Bremauntz.

El director ejecutivo de Iniciativa Climática de México (ICM), dijo que durante los 15 meses que Víctor Manuel Toledo Manzur estuvo al frente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), su prioridad fue propiciar una producción de alimentos más sustentable, lo cual se había descuidado durante muchos años.

Concretamente se opuso al uso de glifosato en la agricultura, por ser probable carcinógeno para el ser humano y a la producción de maíz transgénico.

  • Incluso, durante el encuentro con el presidente López Obrador en el que se dio el relevo en la titularidad de Semarnat y Bienestar, Toledo comentó que en los próximos días el presidente López Obrador publicará un decreto sobre la prohibición del maíz transgénico y el gradual de glifosato, al que deben seguir otros 80 plaguicidas más que son altamente peligrosos y que están prohibidos en otros países, lo cual marcará un parteaguas en México.

En entrevista, el especialista destacó que otro tema que el gobierno federal sí está atendiendo, y se espera que al final de 2020 se cosechen buenos resultados trascendentes, es en el sector automotriz.

Mencionó que es una tarea muy importante, porque durante muchos años el trabajo del gobierno en materia ambiental en ese sector había estado cooptado por los intereses de los empresarios del ramo, siendo que son los que deben estar regulados por la autoridad.

Concretamente comentó que se sabe que la Semarnat trabaja en la elaboración e implementación de las normas mexicanas NOM-042, para vehículos nuevos; la NOM-044, en materia de emisiones de vehículos a diésel y la NOM-163, sobre eficiencia vehicular.

  • Explicó que la NOM-042, relacionada con los niveles de emisiones de monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos de nitrógeno permisibles para vehículos nuevos, hasta hoy es una regulación desactualizada, la cual tiene como 15 años de retraso, respecto de lo que regula.

Hoy en día se venden autos nuevos en México que no cumplen con estándares internacionales y lo que se busca es remediar ese problema, indicó.

La expectativa, es que al final de este año se tenga una norma oficial mexicana en la materia decente.

  • En el caso de la NOM-044, en materia de emisiones de vehículos a diésel, es un ordenamiento que ya se publicó, pero lo que hace falta es que entre en vigencia y aplicación de manera rigurosa.
  • Con ello se obligará a que las empresas armadoras, tanto de vehículos de carga, como particulares a diésel, que ya den el salto a cumplir con una norma de emisiones más estricta. En este caso también hay un rezago de 15 años, opinó.

Con esa norma lo que se busca es que los camiones emitan mucho menos óxido de nitrógeno y partículas, el llamado carbón negro u hollín.

En el caso de la nueva NOM-163, explicó, se trata de una norma fundamental porque es la que regula la eficiencia vehicular o lo que, coloquialmente, se llama rendimiento de combustible.

Lo que se pretende es que en México tengamos en el mercado vehículos más eficientes, que den más kilómetros por litro y eso contribuya a que las emisiones de bióxido de carbono sean cada vez menores, siendo más rendidor el vehículo.

En ese sentido, Fernández Bremauntz indicó que uno de los retos que tiene la nueva secretaria de Medio Ambiente, María Luisa Albores, es asegurarse de sacar ese paquete de normas federales. “Cuando lo haga, la Semarnat probará que está actuando responsablemente”, subrayó.

Las asignaturas pendientes

Por otra parte, el reconocido especialista afirmó que los mayores problemas ambientales que enfrenta el país en este momento son los causados por la política energética implementada por el actual gobierno.

  • Las decisiones para generar electricidad y derivados del petróleo están llevando al barranco la política ambiental.

Desde su perspectiva la política energética del presidente López Obrador no tiene ninguna racionalidad económica, financiera y menos ambiental. “Está sostenida solamente por ideología”./Agencias-PUNTOporPUNTO

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