CAMBIO CLIMÁTICO, la CUATROTÉ “no le interesa ni importa”; baja GASTO para Combatir sus Efectos

Frente al calentamiento global, que se acelera más de lo previsto, el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advierte que no existe más alternativa que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

Tabasco

Para este 2022, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador destinará menos recursos a los que se destinaron en 2021 para la mitigación y adaptación de los efectos del cambio climático, de acuerdo con lo propuesto en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2022.

  • Se prevé destinar 66,542 millones de pesos al Anexo 16 Recursos para la Mitigación y Adaptación al Cambio Climático, 8.7% menos a los 70,274 millones de pesos que se aprobaron para atender esta problemática en el país.

Estos recursos representan apenas 0.9% del gasto neto que se propone en el PPEF del 2022 por un total de 7.08 billones de pesos, y 1.2% del gasto programable que se prevé de 5.2 billones de pesos.

  • “El gobierno de México ha asumido su responsabilidad con la comunidad internacional en la resolución de los problemas que afectan al planeta, refrendando sus compromisos con los tratados y acuerdos internacionales de los que es miembro, principalmente con la firma del Acuerdo de París en el 2015”, señaló la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
  • De acuerdo con la dependencia, las acciones encaminadas a este tema tendrán un “carácter urgente” en el desarrollo de estrategias, programas y proyectos integrales en materia de hidrocarburos y energía eléctrica.

En septiembre de 2021 el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, refrendó el compromiso de México para abordar los temas del cambio climático durante el 76 periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“El reto está en identificar oportunamente las situaciones y los espacios en los cuales los efectos del cambio climático pueden tener efectos multiplicadores que afecten la paz y seguridad internacionales, y actuar a tiempo, tener una diplomacia preventiva de compromiso común”, declaró.

Poco presupuesto y dudas

Aunque el cambio climático es uno de los temas que, en los últimos años, ha tomado relevancia por sus devastadores impactos en la población y la naturaleza, analistas coincidieron en que, en México, el gasto que se destina al Anexo 16 es escaso para atender la problemática.

  • “Se está destinando muy poco recurso al cambio climático. Vemos poco dinero en energías renovables, vemos poco dinero para la inversión en la infraestructura hídrica, cuidar agua, etcétera. Los efectos del cambio climático son enormes, y también tenemos la contraparte, todo lo que estamos gastando en cuestiones que tienen que ver con hidrocarburos, por ejemplo, lo que pareciera que es una apuesta contraria al espíritu de lo que se tiene que combatir”, dijo Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Recordó que, además, el espacio fiscal en México es muy pequeño, por lo cual también es complicado incrementar considerablemente el presupuesto para mitigar y adaptarse al cambio climático.

Otro problema que se puede observar en estos recursos son los programas o políticas públicas en las que se gastan, indicó Luis Pérez Lezama, director de Investigación Económica de Saver ThinkLab.

Etiqueta a modo

“El gasto etiquetado en el Anexo 16 está tergiversado, inflado, no desviado, pero sí mañosamente acomodado, además de que muchas veces no mitigan ni adaptan. Es un gasto subetiquetado, es decir, llevan cierta etiqueta, pero en realidad no se usa para eso y es algo que ha sucedido desde otras administraciones”, señaló Pérez Lezama.

Por ejemplo, en el gasto que se observa en Educación Pública se destinan recursos a Programas de Becas Elisa Acuña, Universidades para el Bienestar, Servicios de Educación Superior y Posgrado, así como subsidios para organismos descentralizados estatales; sin embargo, no está claro de cuál es el impacto que esto tendría en la adaptación y mitigación al cambio climático.

Se va 72% a CFE

En el detalle del Anexo 16 se observa que 72% de los recursos que se proponen se destinarán a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En total, esta empresa del Estado tendría un presupuesto de 48,067 millones de pesos para la mitigación y adaptación al cambio climático.

  • “Para promover las medidas de ahorro y uso eficiente de la energía eléctrica, se difundirán entre 10,500 personas las medidas sobre el uso eficiente de la energía en el hogar, mediante brigadas y presentaciones del teatro robótico. De igual manera, a través de 300 eventos se promoverá el desarrollo de capital humano de la CFE en temas de ahorro y uso eficiente de la energía eléctrica y mediante proyectos de ahorro de energía en las instalaciones de la CFE, con lo cual se evitará emitir a la atmósfera 8,817 toneladas de CO2”, indicó Hacienda.

En el caso de las Provisiones Salariales y Económicas –donde se encuentran el Fonden y Fopreden– se propone destinar 9,262 millones de pesos, mientras que a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales se le propone un gasto de 6,566 millones.

Reprueba México en acciones contra cambio climático

Frente al calentamiento global, que se acelera más de lo previsto, el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advierte que no existe más alternativa que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

  • «A no ser que hagamos reducciones más drásticas en términos de reducción de gases de efecto invernadero, va a ser cada vez más difícil limitar el incremento de la temperatura más allá de 1.5 o 2 grados», refrenda Fernando Aragón Durand, autor principal en dos reportes comisionados por la ONU.
  • El investigador y consultor recuerda que cuando México signó el Acuerdo de París en 2015, dentro de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, se comprometió a reducir el 22 por ciento de sus emisiones para 2030.

«Eso es reducir un montón de toneladas de dióxido de carbono y de óxido nitroso, etcétera», ilustra.

Si ya entonces los especialistas cuestionaban si el País tenía la capacidad para asumir tales compromisos con fechas muy precisas, y posteriormente indicadores como Climate Action Track apuntaban a que sería muy difícil que lo lograra, la expectativa al día de hoy no es para nada optimista.

En especial por la conocida y criticada política de petrolización, uso de carbón y planes de refinación por los que ha apostado el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador desde el inicio de su gestión.

  • «Efectivamente, apostar a una política de desarrollo energético basada en combustibles fósiles es ir en sentido contrario de los compromisos. No se necesita saber ciencia de cohetes, es casi, casi de sentido común darnos cuenta de ello: a más quema de combustibles fósiles, más liberación de gases de efecto invernadero.
  • «Es ir en sentido contrario, en contra de todo lo que se ha comprometido México. Pero además estamos perdiendo tiempo, estamos destinando recursos mal; debemos de diversificar la matriz energética, apostar por energías limpias, renovables, que se esperaría que ese fuera el centro de la política energética en México», comenta Aragón Durand.
  • La bióloga Julia Carabias, quien señala que o el compromiso de reducir estas emisiones se toma con seriedad o no se cumplirán las metas proyectadas, recalca que no es que se deba cumplir ante alguien en particular, sino que es una cuestión de responsabilidad ética y por un medio ambiente sano, el cual es un derecho constitucional.

«Lo que no vale es que unos países digan ‘le entramos’, y otros países digan ‘nos seguimos con los (combustibles) fósiles’. ¿Por qué nosotros nos seguimos con los fósiles y otros sí hacen cambios?», reclama, poniendo como ejemplo esfuerzos importantes no sólo por parte de potencias como Estados Unidos y la Unión Europea, sino de Chile y otras regiones de Sudamérica.

«No puede ser que nosotros nos estemos escudando en que como tenemos hidrocarburos y queremos ser autosuficientes en gasolina, pues retrasamos nuestra aportación. Eso no es correcto», sostiene. «Siento que no estamos cumpliendo ni con las leyes mexicanas; existe la Ley General de Cambio Climático, que está diciendo claramente metas, y esas metas las vamos a violar».

  • En los artículos transitorios de esta ley se establece, por ejemplo, que el compromiso de México de reducir 22 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero y 51 por ciento de las de carbono negro para 2030 «implica alcanzar un máximo de las emisiones nacionales al año 2026; y desacoplar las emisiones de gases de efecto invernadero del crecimiento económico, la intensidad de emisiones por unidad de producto interno bruto se reducirá en alrededor de 40 por ciento entre 2013 y 2030».
  • Asimismo, que para 2020, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en coordinación con la Secretaría de Energía y la Comisión Reguladora de Energía, debían tener constituido un sistema de incentivos que promueva y permita hacer rentable la generación de electricidad a través de energías renovables, como la eólica, la solar y la minihidráulica por parte de la Comisión Federal de Electricidad.

«Y la Secretaría de Energía en coordinación con la Comisión Federal de Electricidad y la Comisión Reguladora de Energía promoverán que la generación eléctrica proveniente de fuentes de energía limpias alcance por lo menos 35 por ciento para el año 2024», se lee en el inciso d) del Artículo transitorio tercero.

Dicha legislación, expedida hacia el final de la Administración de Felipe Calderón, también plantea medidas importantes en la materia, como detener la deforestación, refiriendo un cese paulatino hasta llegar a deforestación cero para el 2030.

Pero esto será imposible de conseguir en los siguientes nueve años si no se asignan los recursos económicos suficientes, considera Carabias.

Aunado a esto, prosigue, uno de los programas esenciales era el del pago por servicios ambientales, donde se apoyaba económicamente a campesinos para el resguardo de sus bosques y selvas, pero se les ha dejado de otorgar el recurso.

  • «Van a tener que hacer una transformación de cambio de uso de suelo, deforestar, porque ese es su patrimonio, pero no lo pueden conservar si no se les está apoyando para conservarlo», lamenta.
  • A decir de la bióloga, si el Gobierno no está a la altura de la respuesta necesaria de esta emergencia climática -«yo no he escuchado al Presidente de la República hablar de la emergencia climática», expone-, entonces la sociedad y la ciencia lo tienen que estar, a pesar de los obstáculos por la falta de financiamiento y eliminación de instrumentos.

«Hay experiencias exitosas en comunidades indígenas y en diferentes regiones de México que están haciendo esfuerzos por cuidar sus suelos, sus bosques, ver el uso inteligente del agua, y también está esta movilización de jóvenes, de mujeres, que están empujando a consumir diferente, reducir consumos que realmente es desperdicio», celebra Ana Cecilia Conde./Agencias-PUNTOporPUNTO

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