GUATEMALA teme que captura de Ovidio GUZMÁN provoque REACOMODO de Grupos Criminales

Ovidio, su hijo, fue capturado la madrugada del pasado 5 de enero en Culiacán, Sinaloa, y después trasladado a la misma prisión de alta seguridad. Ha evitado en dos ocasiones ser entregado a Estados Unidos, que lo reclama en extradición por delitos de conspiración para traficar droga, principalmente cocaína.

El gobierno de Guatemala teme que la captura de Ovidio Guzmán provoque un reacomodo de los grupos del crimen organizado en ese país ligados al Cártel de Sinaloa, por lo que reforzó la seguridad en la frontera con México al enviar a más de 300 elementos del Ejército para impedir cualquier incursión del narco que pueda desatar la violencia en esa nación centroamericana.

“Tememos que la captura de Ovidio Guzmán sea aprovechada por los grupos rivales al Cártel de Sinaloa para tratar de adueñarse de los terrenos y los mecanismos de tráfico de estupefacientes que este grupo lidera en Guatemala. Tememos también que otros líderes de esa organización criminal intenten refugiarse en nuestro país”, dijo el ministro de Gobernación de Guatemala, David Napoleón Barrientos.

  • Joaquín El Chapo Guzmán, padre de Ovidio y líder del Cártel de Sinaloa, fue detenido por primera vez en 1993 en Guatemala. El zar de la droga, como era conocido en ese entonces, habría participado en una balacera en Guadalajara, México, el 24 de mayo de ese año, en la que murió el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, y trató de buscar refugio en San Marcos, Guatemala, donde contaba con apoyo de “varios amigos” para pasar inadvertido. Al cruzar la frontera, agentes de la Guardia de Hacienda lo capturaron y entregaron a las autoridades mexicanas. El narcotraficante fue llevado a la cárcel de máxima seguridad del Altiplano, donde escapó por primera vez, en enero de 2001.

Ovidio, su hijo, fue capturado la madrugada del pasado 5 de enero en Culiacán, Sinaloa, y después trasladado a la misma prisión de alta seguridad. Ha evitado en dos ocasiones ser entregado a Estados Unidos, que lo reclama en extradición por delitos de conspiración para traficar droga, principalmente cocaína.

Mientras la justicia mexicana resuelve entregarlo o no a Estados Unidos, el gobierno de Alejandro Giammattei prefiere prevenir cualquier amenaza, por lo que también solicitó el apoyo de agencias internacionales, como Interpol, para evitar cualquier incursión de narcos mexicanos.

“Enviamos a 300 elementos del Ejército a la frontera, los cuales se suman a otros 500 que ya vigilaban la zona, por si pudiera haber algún traslado de estos grupos hacia el lado guatemalteco que pudieran desatar una guerra. Prevemos que la violencia aumente no sólo en México, sino también en Guatemala, porque los grupos que se dedican a esta actividad ilegal tienen contactos en ambos países, pero además sus líderes pueden buscar venir a Guatemala a refugiarse”, dijo el ministro.

  • Además, añadió, se instalaron puestos de control en Huehuetenango y San Marcos, fronterizos con México, donde se ha identificado que el Cártel de Sinaloa controla grandes extensiones de tierra para la siembra de marihuana y hoja de coca.

La presencia del Cártel de Sinaloa en Guatemala se remonta al siglo pasado. Luego de la expulsión, con ayuda directa de Estados Unidos, de Los Zetas, uno de los grupos del narcotráfico más sanguinarios de México. El Cártel que dirigió El Chapo controló prácticamente toda la parte norte del país centroamericano, en alianza con grupos del crimen organizado locales como Los Huistas.

  • De acuerdo con el periodista Raúl Barreno, experto en temas de seguridad y narcotráfico en Guatemala, la presencia de Los Guzmán en ese país se ha hecho evidente con la proliferación de narcolaboratorios ligados a Los Chapitos, liderados por Ovidio.
  • Lo que está pasando, explicó, es que en Guatemala están procesando la droga en laboratorios clandestinos, que antes no existían, para enviarla a México como precursor para la elaboración, principalmente, de metanfetamina.

“La información que nosotros tenemos es que las organizaciones mexicanas tienen contactos en Guatemala, pero tampoco creemos que hayan extendido su área de trabajo, lo que tenemos de información es que sí hay enlaces y contactos con grupos guatemaltecos que se dedican al narcotráfico”, afirmó sobre este punto el ministro Barrientos.

En entrevista con este diario, el periodista Barreno aseguró que Los Chapitos han extendido su mercado con la apropiación de grandes extensiones de tierra que usan para la siembra de mariguana y hoja de coca, que después procesan en laboratorios clandestinos. El año pasado, 15 laboratorios fueron destruidos a lo largo de la frontera con México, el triple de los detectados en 2021, de acuerdo con la Unidad Antinarcóticos de ese país.

“Siguen volando por cielos guatemaltecos, en especial en San Marcos, Retalhuleu, Suchitepéquez, Escuintla, Petén, Quiché y Alta Verapaz”, precisó.

  • El periodista de Prensa Libre, uno de los diarios más importantes de Guatemala, ha documentado intercepciones telefónicas de la Fiscalía de Delitos de Narcoactividad del Ministerio Público que confirman llamadas entre mexicanos y guatemaltecos vinculados con el Cártel de Sinaloa. El objetivo, planear la estrategia para llevar estupefacientes hacia México y Estados Unidos, como destino final.

Barreno destaca que Guatemala se ha convertido en una vía de paso de la droga que proviene de Sudamérica, a través de la ruta por el Atlántico, desde Honduras, pasando por el Pacífico, hasta llegar a México en dos vertientes: el sur y el occidente de Guatemala, donde el clima es propicio, además, para la siembra y cultivo de sustancias psicoactivas.

¿Quiénes son Los Chapitos?

«Los Chapitos» es una célula delictiva del cártel de Sinaloa, conformada por los hijos de Joaquín «El Chapo» Guzmán que ha ganado terreno en la Ciudad de México, zona que se disputa con otros grupos del narcotráfico. Ovidio Guzmán, «El Ratón» era el líder, pero tras su detención este jueves, es probable que alguno de sus hermanos siga con la estrategia de seguir creciendo en la capital del país.

«El Ratón» fue recapturado el jueves 5 de enero de 2023 en la sindicatura de Jesús María, en Sinaloa, tres años después del denominado «Culiacanazo» o «Jueves Negro», que ocurrió el 17 de octubre de 2019, cuando elementos del Ejército Mexicano lo detuvieron, pero tras una serie de bloqueos y una jornada violenta en la entidad, fue liberado.

  • El nombre de «Los Chapitos» se colocó bajo los reflectores tras la balacera ocurrida en la zona de San Miguel Topilejo, en Tlalpan, en julio del año pasado. En el operativo realizado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana se logró la captura de 14 narcos, la liberación de cuatro personas secuestradas y cuatro policías resultaron lesionados.
  • Fue entonces cuando se supo que los detenidos formaban parte de «Los Chapitos», la célula delictiva del cártel de Sinaloa comandada por Ovidio Guzmán, también conocido como «El Ratón». Asimismo, se supo que antes de los hechos de Topilejo, desde una casa planeaban comenzar su expansión en la Ciudad de México.

«Los Chapitos» están dirigidos por Ovidio Guzmán López, «El Ratón»; Iván Archivaldo Guzmán Salazar, «El Chapito»; Jesús Alfredo Guzmán Salazar, «Alfredillo» y Joaquín Guzmán López, «El Güero Moreno».

Tras la captura de Ovidio y su posible extradición a Estados Unidos, en donde tiene orden de aprehensión, es probable que Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Joaquín sean quienes sigan con las riendas del negocio.

Mara Salvatrucha y Barrio 18, generan temor en la frontera entre México y Guatemala

Con llamadas telefónicas amenazantes, minibuses quemados y al menos tres conductores asesinados a tiros, las pandillas callejeras más estrechamente asociadas con Centroamérica están imponiendo su marca de extorsión basada en el terror a los conductores de transporte público en el sur de México.

  • Los grupos del crimen organizado, incluidas las pandillas rivales Mara Salvatrucha y Barrio 18, han mantenido durante mucho tiempo una presencia a lo largo de la frontera entre México y Guatemala, pero las autoridades mexicanas dicen que su número ha aumentado en el último año a medida que El Salvador toma medidas enérgicas contra los pandilleros y sus empresas criminales.

Los conductores de las camionetas de pasajeros y taxis de los que dependen las personas para el transporte en Chiapas, en gran parte rural, dicen que viven temiendo por su sustento o sus vidas.

Han dado la voz de alarma, realizando paros temporales para llamar la atención de las autoridades. El dueño de una empresa de transporte en Tapachula ha comenzado a mudarse con guardaespaldas./Agencias-PUNTOporPUNTO

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