López OBRADOR elevó el USO de ENERGÍA FÓSIL; ecologistas advierten que el 6% de la ELECTRICIDAD es con CARBÓN

En México, las cifras oficiales muestran que la dependencia al carbón para generar electricidad está creciendo, pero eso está acompañado de que, en general, las fuentes fósiles como el diesel y el combustóleo han aumentado su importancia.

De acuerdo con El Universal, el gobierno federal está por iniciar los estudios para determinar en dónde hay más carbón para la generación eléctrica y otras actividades, así lo indican documentos consultados por ese periódico, en medio de críticas por la dependencia del país del gas natural de Estados Unidos, así como sobre la transición energética a fuentes renovables.

  • Esto además va a revertir la tendencia de menor uso de este mineral en la generación de energía que se ha alcanzado y aumentaría la participación de fuentes fósiles más contaminantes, mientras la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sigue comprando diesel y combustóleo a Petróleos Mexicanos (Pemex).
  • Cifras de la Secretaría de Energía (Sener) apuntan que en noviembre pasado solamente 3.3% de la energía eléctrica era generada a través de carbón.
  • Sin embargo, un documento de la Secretaría de Economía fechado en diciembre de 2023 señala que se busca que la CFE mantenga una proporción de 6% de la electricidad basada en carbón.

En ese texto argumenta que para generar electricidad en tres plantas de la CFE se requiere carbón y que, considerando los compromisos internacionales que México ha afirmado, aún se podrá generar esta energía con el material fósil, el que más contamina, por más tiempo.

“Derivado de la demanda nacional y de acuerdo con el Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional [Prodesen] de 2020, la generación de electricidad con base en el carbón se mantiene hasta 2035, por lo que es imperativo mantener la participación del carbón en una proporción de producción similar a la actual hasta el año 2035”, apunta el documento.

La Secretaría de Economía, a través del Servicio Geológico Mexicano, realizará un total de ocho estudios y entre estos destaca la investigación en materia de grafito y carbón, a escala regional y semidetalle, así como inventarios de minas activas para ambos minerales.

Además, se realizará un inventario de minas activas en la región carbonífera (Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas), donde históricamente se ha extraído este recurso para proveer tanto a la CFE como a las industrias siderúrgica y cementera.

  • La generación de energía eléctrica mediante el carbón ha demostrado un descenso desde 2017, cuando entonces representaba 14% del total. Carlos Flores, especialista del sector eléctrico, explicó que en 2022 la Sener reportó una generación de 14 mil 193 GWh, es decir, un incremento de 63% contra el año anterior, luego de que hasta en 2021 se había reducido a la mitad de lo que había dejado la anterior administración de Enrique Peña Nieto.
  • Para Flores, no hay argumento económico, técnico, ni mucho menos ambiental para justificar mayor generación con esa tecnología, considerando que es de tres a cuatro veces más costosa que una central de fuentes renovables.

“Eso sin incluir las externalidades, como emisión de gases de efecto invernadero y de agentes tóxicos que impactan nuestra salud”, agregó el experto.

En México, las cifras oficiales muestran que la dependencia al carbón para generar electricidad está creciendo, pero eso está acompañado de que, en general, las fuentes fósiles como el diesel y el combustóleo han aumentado su importancia.

En el caso del gas natural, contamina menos respecto a otras fuentes fósiles, pero la CFE depende de ese hidrocarburo en 70% para generar electricidad.

La situación de México en materia de uso de carbón para generar electricidad contrasta con la de otros países, entre ellos algunos altamente industrializados.

El informe de la Secretaría de Economía al que accedió esta casa editorial dice que, a escala internacional, China es el país dominante en cuanto al uso del carbón para generar electricidad, con más de mil carboeléctricas en su territorio y con planes de expandir esa capacidad.

En tanto, India cuenta con 281 carboeléctricas; Estados Unidos tiene 252; Japón cuenta con 87 y en Rusia se contabilizan 85.

México, reprobado en energías limpias y transición energética

México está reprobado en el uso de energías limpias y el fomento a la transición energética, incumpliendo sus compromisos internacionales para limitar el calentamiento global. De hecho, nuestro país va “en la dirección incorrecta” con respecto a la eliminación de los combustibles fósiles, de acuerdo con un análisis de la organización independiente Climate Action Tracker (CAT).

“Las políticas climáticas de México continúan retrocediendo a medida que se prioriza el uso de combustibles fósiles, y se desmantelan las políticas e instituciones relacionadas con el clima”, revela el diagnóstico del CAT, un colectivo científico dedicado a medir la acción climática de los gobiernos con base a los objetivos del Acuerdo de París para disminuir el calentamiento global.

De una lista de 15 naciones, más la Unión Europea en bloque, México ha ido empeorando en el cumplimiento de las metas y acciones climáticas, lo que nos ubica en el último lugar del índice, en tanto que en la calificación del CAT hemos pasado del estatus “Altamente insuficiente” a “Críticamente insuficiente”.

A continuación, se muestra el progreso por país en la disminución del uso del carbón y el gas fósil, y el aumento de las energías renovables, diagnóstico que ubica a México en el último lugar.

Como se puede observar, en lo que se refiere a reducir el uso del carbón y los gases fósiles, México va “en la dirección equivocada” (wrong direction), mientras que el incremento de las energías renovables estamos “atrasados” (lagging behind), reporta la organización.

  • Según este análisis, la eliminación gradual de la generación de energía a partir de carbón “sigue siendo un paso fundamental para limitar el calentamiento” global, pues la producción de electricidad utilizando este combustible fósil “es responsable de grandes niveles de contaminación del aire”.

Por ello se requieren intensificar las políticas que fomenten la transición energética del sector eléctrico, lo cual se realiza impulsando las energías renovables, en particular la eólica y la solar.

  • El reporte de Climate Action Tracker, denominado “Desconectando los Fósiles”, señala que nuestro país no tiene claro un plan para eliminar gradualmente la infraestructura que hoy utiliza combustibles fósiles para generar electricidad.
  • El diagnóstico añade que en la producción mexicana de energía eléctrica el gas fósil es la fuente dominante. Además, “México no tiene planes de eliminar gradualmente el gas fósil, ni comprometerse con un sector energético descarbonizado”.

No obstante lo anterior, lamenta el análisis, México “planea agregar 6 GW (Gigavatios) más de capacidad de gas fósil para el 2026, frente a los 45 GW actuales, y anticipa que la generación a partir de gas fósil continuará durante la década de 2030″.

Ante estos datos, se necesita reducir la generación eléctrica con gas fósil a más de la mitad para el año 2030, dice el estudio del CAT, con el fin de lograr su eliminación total a más tardar en el 2040, para cumplir con ello con el Acuerdo de París.

Es decir, la política pública en favor de las energías renovables debe buscar que al menos dos tercios de la electricidad se produzcan con este tipo de fuentes no contaminantes, enfatiza el CAT.

  • La evaluación hecha por la organización Climate Action Tracker está fundamentada en datos públicos emitidos por la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, destacándose el “Programa para el Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen)” 2022-2036, documento en el que se admitió que, para 2024, nuestro país no produciría el 35% de su electricidad a través de fuentes de energías limpias.
  • En junio de 2022, cuando se dio a conocer este programa elaborado por la Secretaría de Energía (Sener), se reconoció que el objetivo que preveía más electricidad de fuentes no contaminantes no se cumpliría, debido a que -al establecerse la meta- “no se evaluó la viabilidad técnica y económica que garantizara la Confiabilidad del SEN (Sistema Eléctrico Nacional)”.

Al respecto, en la evaluación del CAT se menciona que “en los últimos años, México ha dado marcha atrás en políticas que apoyaban e incentivaban el desarrollo de nueva capacidad de energía renovable por parte del sector privado y, en cambio, ha priorizado la modernización de las centrales hidroeléctricas nacionales existentes”, las cuales utilizan carbón para poder funcionar.

  • El Acuerdo de París, que fue ratificado por México en septiembre de 2016, es un instrumento internacional jurídicamente vinculante (obligatorio), con el que los países miembros se comprometen a trabajar para mantener la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados, con miras a lograr que esta no rebase los 1.5 grados.

Entre las acciones concretas que México se propuso al ratificar este pacto -hace siete años- se preveía alcanzar una tasa cero de deforestación; mejorar la capacidad adaptativa de los 160 municipios más vulnerables del país; proteger a la población de fenómenos hidrometeorológicos extremos; aumentar la resiliencia de la infraestructura estratégica del país y de los ecosistemas; así como desacoplar el crecimiento económico de la emisión de contaminantes de efecto invernadero.

El uso de energía fósil seguirá hasta 2060

Al menos durante los siguientes 30 años México seguirá utilizando combustibles fósiles en una proporción importante, lo cual, aunado a la demanda por relocalización de empresas, da sentido al planteamiento de construir una nueva refinería sin que se descuide la política de transición energética, consideran especialistas del sector.

“El petróleo seguirá desempeñando un papel importante en el sistema energético mundial durante los próximos 15 a 20 años”, de acuerdo con el informe BP Energy Outlook 2023, que publica de forma anual la petrolera británica.

  • En México, la Secretaría de Energía explicó a La Jornada que como parte de la transición energética “se contempla que hasta 2050 o 2060 dejemos de consumir combustibles fósiles, siempre y cuando también avance la innovación tecnológica en la generación limpia de electricidad y sobre todo el almacenamiento que se hace con minerales críticos que también requieren una explotación minera”.

La dependencia refirió  en ese entonces, que el país tiene un déficit de gasolinas; más de 50 millones de autos consumen combustible diariamente, lo que equivale a más de 1.2 millones de barriles de gasolinas. La mitad de esa demanda se cubre con importaciones, pero se busca restar esa dependencia de insumos extranjeros, y ser autosuficientes, con el aumento de producción del Sistema Nacional de Refinación, con Deer Park y con Dos Bocas (Olmeca).

“Continuará en aumento el consumo y es necesario satisfacer la demanda interna. Aunado a ello, de acuerdo con datos de la OPEP, antes de la pandemia se enfrentaba un déficit de 1.5 millones de barriles de gasolinas en todo el mundo; después de la pandemia este déficit aumentó a 2.5 millones (…)

La transformación no debe detenerse y si es necesario seguir construyendo nueva infraestructura para cuidar el balance de producción y consumo interno”, destacó la Sener, a consulta de La Jornada sobre la rentabilidad de una nueva refinería.

  • Arturo Carranza, especialista del sector energético, consideró útil discutir el planteamiento hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sobre la construcción de otra refinería en el país, porque implica “una preocupación de garantizar el acceso a la energía en México, en un contexto de llegada de inversiones de otras partes del mundo”.
  • Carranza consideró que, sumado al nearshoring, hay un proceso global de electrificación de todas las economías, lo cual incluye a México. “Por lo menos hasta 2050, vamos a seguir dependiendo en su mayoría en la matriz energética de combustibles fósiles”, acotó.

La discusión de una nueva refinería expuso Carranza, debe incluir el proceso de “transitar de manera gradual y progresiva hacia el uso de tecnologías limpias y renovables”. Señaló que hay varias opciones, como comprar otra refinería en Estados Unidos porque en ese país se producen combustibles más limpios, bajos en azufre; o la reconfiguración profunda de las seis plantas de Petróleos Mexicanos (Pemex), pues ahora sólo se hace una rehabilitación. No obstante, “todas las decisiones tienen que verse a partir de matices”, enfatizó. Carranza reconoció que uno de los beneficios de la refinería Olmeca ha sido incorporar al sureste mexicano al crecimiento económico nacional.

Sin embargo, el especialista insistió en que existen alternativas más viables dada la electrificación del parque vehicular. En días recientes, Bimbo, la mayor panificadora del mundo, anunció que al cierre de este año duplicará su flotilla eléctrica, para sumar 2 mil 508 vehículos de ese tipo en territorio mexicano.

Andrés Gutiérrez, ex presidente de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio, comentó a La Jornada que la industria eléctrica todavía no puede cubrir la demanda que requiere el 10 por ciento del parque vehicular, que es híbrido o eléctrico. La generación de electricidad no ha aumentado significativamente y la capacidad de transmisión lleva un rezago de 20 años, explicó.

  • Gutiérrez subrayó que desde el punto de vista de soberanía energética, una nueva refinería es factible porque si otro país no quiere vender gasolinas a México, lo puede hacer. Sin embargo, lo mejor es contar con una producción nacional, pero también con importaciones que pueden hacer empresas privadas, porque elaborar gasolinas no tiene un costo-beneficio favorable para el país.
  • Ramses Pech, experto en el sector energético, comentó que una nueva refinería no es necesaria, pues en 2035 comenzará a disminuir la demanda de combustibles en el país. Además, de acuerdo con estimaciones de las seis refinerías del SNR, se observa que la autosuficiencia de combustibles será una realidad en 2034.

“A partir de 2035 bajará la demanda del mercado mexicano y podría ser más rápido si las políticas actuales fueran actualizadas en el poder tener una transición rápida de carros de combustión a eléctricos. Pero esto no sucederá”, consideró. Son una serie de factores que Pech recuenta: si el poder adquisitivo de las personas no se incrementa, si la parte pública y privada no invierten en infraestructura para cargas de autos, si no mejora la confiabilidad del sector eléctrico, en su distribución… “complicado mutar”.

Piden dejar de usar combustibles fósiles

Para atender la crisis climática mundial es indispensable reducir sustancialmente e ir eliminando el uso de combustibles fósiles.

  • Tras concluir la Conferencia de la Partes Contra el Cambio Climático (COP28), si bien se reconoció que hay una emergencia climática, quedó expuesta la falta de capacidad de las naciones para crear un acuerdo mundial e ir eliminando el consumo de combustibles fósiles, señaló Adrián Fernández, director ejecutivo de Iniciativa Climática de México (ICM) en entrevista.

«El uso de combustibles fósiles para generar electricidad y para la transportación son la primera causa del calentamiento global, por lo que reconocer que debemos limitarlos y dejar de usarlos es un posicionamiento elemental de congruencia entre el decir y el hacer. La COP 28 evidenció que la acción climática y la política energética fósil no pueden coexistir», puntualizó.

  • Añadió que en muchas naciones se sigue viendo al gas natural como la apuesta «limpia» de transición energética, cuando no deja de ser un combustible fósil y son otras soluciones con renovables las que se deben aprovechar.
  • En mayo pasado, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) emitió un acuerdo en que se reconoció que parte de la generación con gas natural sería considerada como energía «limpia» y «libre» de combustibles fósiles.

«Hay que terminar con el intento de la CRE de querer cambiar la definición de energía limpia para que de manera grotesca, y como si fuera magia, se pueda considerar a la energía generada con los ciclos combinados de gas sea considerada como limpia», puntualizó.

Agregó que depende de cada país desarrollar acciones para reducir el consumo de combustibles fósiles, como establecen sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas.

  • Fernández recordó que México ha presentado sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs) y sus capacidades energéticas e incluso las ha ajustado para alinearse con lo establecido con el Acuerdo de París y su meta de 35 por ciento de energía limpia para 2024, pero las acciones contempladas y ejecutadas no están encaminadas para poder lograrlo.

Por ello es que desde la sociedad civil se han planteado acciones más agresivas alineadas con la transición energética y que deberían ser consideradas por el candidato que sea elegido como nuevo presidente del País./Agencias-PUNTOporPUNTO

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