ALERTA, Ecocidio: INVASIÓN de EMBARCACIONES extranjeras en Zonas MARINAS mexicanas

Otra de las situaciones que pone en riesgo a las especies en las áreas marinas protegidas del país es la invasión de embarcaciones extranjeras para presuntamente realizar actividades pesqueras.

La invasión de embarcaciones extranjeras en zonas marinas mexicanas es un problema que cada vez se agrava más. Organizaciones ambientalistas han registrado la llegada de este tipo de unidades y alertado sobre los daños al medio ambiente, sin que hasta el momento haya acciones contundentes.

Uno de los casos más recientes es lo que sucede en la Bahía de La Paz, en Baja California Sur. Ahí, desde febrero pasado, al menos seis megacruceros de las empresas Holland America y Princess se asentaron pese a que desde el 29 de noviembre de 2018 fue declarada como Área de Refugio para el tiburón ballena, el pez más grande del mundo, con una longitud promedio de 12 metros.

  • El acuerdo, publicado en el Diario Oficial de la Federación, señala que esta especie está incluida en el Apéndice II de la Lista de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre; en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y en la categoría de amenazada en la Norma Oficial Mexicana NOM059-SEMARNAT-2010.
  • Organizaciones como el Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (CERCA) han denunciado que hay evidencias de que a partir de la llegada de esos grandes buques se ha incrementado la concentración de sustancias contaminantes en la bahía; lo preocupante es que se puede manifestar en problemas respiratorios.

“Vemos que los contaminantes que ya nos preocupaban como el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre por las emisiones de la termoeléctrica y de las centrales de generación, se incrementan por la presencia de estas embarcaciones”, dice Jacqueline Valenzuela, directora de operaciones del Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (CERCA).

La especialista advierte que otro problema es que estos buques están muy cerca del malecón.

“Ni siquiera están en aguas abiertas fuera de la bahía, ahí pudiesen tener un menor impacto, realmente están muy cerca del centro de población, algo que no ocurre en todas las partes del mundo”.

La directora también menciona que el conflicto no es que los megacruceros lleguen, sino sus estancias que superan los 60 días de manera continua en una bahía, ya que eso sí genera un impacto.

“La parte más importante es que deberíamos avanzar de manera consciente en sistemas de monitoreo constante para mantener la salud de nuestra bahía”, señala.

PIDEN QUE SE VAYAN MEGACRUCEROS DE ÁREAS MARINAS MEXICANAS

Habitantes de La Paz se han unido para retirar los megacruceros que ya llevan meses en la bahía.

  • “Todos estos contaminantes ponen en riesgo el ecosistema y la limpieza de la bahía de La Paz afectando potencialmente a su fauna marina, por ejemplo, la colonia de delfines y los tiburones ballena que habitan en esa zona”, se lee en una petición de change.org que ya cuenta con más de 65 mil firmas.

Alejandro Olivera, representante en México para el Centro de la Diversidad Biológica, también señala que hay muchas incógnitas sobre el manejo de las aguas residuales y los desechos que se generan, así como de cuánto tiempo más van a permanecer ahí estas embarcaciones.

Con los cruceros estacionados ahí se han detectado manchas de aceite y de combustible a su alrededor, obviamente están prendidos y están operando porque no tienen pasajeros, pero sí tienen tripulación, además, al momento de llegar, de atracar o de zarpar se atraviesan con el tránsito de muchas especies marinas.- Alejandro Olivera, Representante en México para el Centro de la Diversidad Biológica

  • Sin embargo, el Gobierno estatal ha minimizado las quejas y denuncias del impacto al medio ambiente que provocan estos megacruceros. Incluso, desde el 16 de junio de 2020, a través de la Administración Portuaria Integral de Baja California Sur, se dio a conocer la Convocatoria Pública APIBC S/02/20 para concesionar por 25 años y dar la posibilidad de una prórroga por 20 años más a la construcción, equipamiento y operación de una instalación para cruceros turísticos en la bahía.

De acuerdo con medios locales, se podrán recibir hasta 150 de estos navíos en lugar de los 20 que llegan cada año.

Jacqueline Valenzuela, directora de CERCA, dice que se enteraron de este proyecto a partir de la llegada de los megacruceros.

“A la población ya le parece algo ofensivo porque no tenemos sistemas de monitoreo que garanticen que se va a respetar el equilibrio de nuestra bahía.

“Tampoco se cuenta con estudios actualizados de la capacidad de carga de la bahía, entonces sí hay una molestia actualmente, también ya apareció la primera acción legal de una ciudadana que ya impuso un recurso de amparo. La molestia de la población es cada vez más acentuada.

AMENAZA DE EMBARCACIONES EXTRANJERAS

Otra de las situaciones que pone en riesgo a las especies en las áreas marinas protegidas del país es la invasión de embarcaciones extranjeras para presuntamente realizar actividades pesqueras.

  • El estudio “El impacto de la flota extranjera pesquera en áreas marinas de México”, publicado el año pasado por la organización Oceana, detectó al menos a 43 embarcaciones con banderas de otros países que ingresaron de enero de 2015 a octubre 2020 a estas zonas para realizar, aparentemente, estas actividades.

La investigación señala que los barcos que entraron para realizar una posible actividad de pesca tienen banderas de Bélgica, Canadá, China, Taiwán, Estados Unidos, Venezuela y de las Islas Vírgenes Británicas. De acuerdo con el documento, esto sucedió en 17 áreas marinas protegidas de las 37 que existen en el país, lo que representa al 46 por ciento del total.

PESCA ILEGAL Y TURISMO EXCESIVO

La expedición conocida como Proyecto Alacranes regresó a tierra después de dos meses de recabar pruebas respecto a la salud de la vida marina en el Parque Nacional Arrecife Alacranes y en el arrecife Bajos del Norte. Si bien estos arrecifes se encuentran lejos de la zona costera —se localizan 250 kilómetros mar adentro de las costas de Yucatán—, especialistas en hábitats marinos detectaron la presencia significativa de pesca ilegal en la zona.

  • El Parque Nacional Arrecife Alacranes fue declarado Área Natural Protegida el 6 de junio de 1994. Se encuentra frente al municipio de Progreso, en la Península de Yucatán y el Caribe Mexicano. Por su ubicación en los litorales cuenta con la estructura coralina más grande del Golfo de México, por lo que tiene gran importancia en la biodiversidad marina.

Hoy día carece “de una normativa que obligue a la coordinación entre las autoridades encargadas de proteger este patrimonio natural”, según reporta en un comunicado la organización internacional Oceana, la cual comanda el Proyecto Alacranes que detectó 68 embarcaciones realizando posibles actividades pesqueras en la zona núcleo de esta Área Natural Protegida (ANP), donde ningún tipo de pesca está permitida.

De acuerdo con la organización, entre 2012 y 2019 estas embarcaciones registraron 857 posibles actividades de pesca en zonas prohibidas. El 39 por ciento de ellas, es decir, 23 de las 68 embarcaciones, regresaron a puerto y reportaron la pesca de producto, situación que confirma que realizaron estas actividades en zonas no permitidas. El Parque Nacional Arrecife Alacranes cuenta con el Plan de Manejo Pesquero, del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), según se detalla en el Diario Oficial de la Federación.

  • En el documento señalan cuatro puntos importantes a considerar en el diagnóstico hecho a esta ANP: por un lado, es necesario elaborar un padrón de los pescadores que hacen uso de los recursos dentro del ANP y, por otro, que los métodos y artes de pesca utilizados son inadecuados, de acuerdo con el aprovechamiento sustentable de los recursos y su hábitat.

Además, hay irregularidad en el cumplimiento de la normatividad, tanto por parte del sector pesquero como de la misma autoridad, debido a falta de claridad de competencias en materia pesquera y ambiental. Por último, en materia pesquera y acuícola, las metas y acciones que son descritas en el plan de manejo no han sido llevadas a cabo.

  • La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define que la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR), es un término que abarca gran variedad de actividades pesqueras y que ocurre tanto en altamar como en zonas bajo jurisdicción nacional que puede llegar a alterar las etapas de captura y utilización del recurso marino. Por ejemplo, la pesca ilegal se realiza por buques nacionales o extranjeros en aguas bajo la jurisdicción de un Estado sin el permiso de este o contraviniendo su legislación.

La pesca no declarada ocurre cuando esta actividad es declarada de modo inexacto a la autoridad nacional competente, en contravención con la legislación nacional. Mientras tanto, la pesca no reglamentada se realiza en la zona de aplicación de una organización regional de ordenación pesquera competente por buques sin nacionalidad, o que enarbolan el pabellón de un Estado que no es parte de esa organización.

Miguel Rivas, director de Campaña de Hábitat de Oceana, define la pesca ilegal como una actividad que se realiza en lugares donde no está permitida, ya sea porque no está autorizada la embarcación o simplemente no está consentida la pesca, como tal, a la extracción de un ser vivo.

Ya sea una especie que pueda estar en veda o en peligro de extinción. “Todo eso cabe dentro de la categoría de pesca ilegal y es un problema porque termina impactando a las poblaciones, afectando económicamente la venta de un producto que para los pescadores que son legales podría tener un impacto”, señala Miguel Rivas en entrevista con Newsweek México.

CÓMO AFECTA LA PESCA ILEGAL

En México, la pesca ilegal o irregular se define como la actividad que se realiza al incumplir un mandato, ley o norma establecidos dentro del territorio mexicano según señala la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables (LGPAS), publicada en el Diario Oficial de la Federación el 24 de julio de 2007. En ella se establecen las bases de pesca en Áreas Marinas Protegidas. La LGPAS pide formular y ejercer la política local de inspección y vigilancia pesquera y acuícola.

  • Además, demanda participar de conformidad con los acuerdos y convenios que se celebren con la Federación en las acciones de prevención y combate a la pesca ilegal, así como en la formulación y evaluación del Programa Integral de Inspección y Vigilancia para el Combate a la Pesca Ilegal.
  • Otro de los documentos que hace mención de la definición de la pesca ilegal en México es el Reglamento de la Ley de Pesca del 29 de septiembre de 1999, cuya última reforma se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 28 de enero de 2004. En ambos documentos legislativos se detalla la conservación, preservación, explotación y manejo de toda la flora y fauna acuática.

En este sentido, son las Normas Oficiales Mexicanas Pesqueras y Acuícolas (NOM) las que, de acuerdo con la FAO, brindan medidas y estándares específicos requeridos por ley con el fin de facilitar la implementación de la Ley de Pesca, detallando los requisitos para la realización de las actividades y el desarrollo de las pesquerías y la acuicultura. Para la expedición del Proyecto Alacranes en esta segunda fase de exploración, científicos y especialistas en hábitats marinos detectaron pesca ilegal en el Parque Nacional Arrecife Alacranes en sus 2 grandes núcleos de protección: las zonas norte y sur.

De acuerdo con Rivas, fue en la zona norte de esta AMP donde encontraron mayor actividad de pesca ilegal. Para llegar a este resultado utilizaron datos públicos del gobierno como el Sistema de Monitoreo Satelital de Embarcaciones Pesqueras de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, así como la plataforma de monitoreo satelital de embarcaciones pesqueras Global Fishing Watch. Si bien en un Área Marina Protegida la pesca no está permitida, dentro del monitoreo que Oceana realizó también se detectaron datos de algunas embarcaciones que sí tienen permiso para pescar dentro del perímetro de la zona núcleo.

“Eso es otra cosa que no puede suceder. No puede suceder que una persona tenga permisos para pescar dentro de la zona núcleo porque lo que se pretende con el Área Natural Protegida es proteger y resguardar un ecosistema”, señala Miguel Rivas.

Rivas también explica que los pescadores pueden pescar alrededor de un AMP y en la zona de amortiguamiento con los permisos correspondientes. Sin embargo, para proteger el ecosistema lo importante es que no haya embarcaciones pescando en la zona núcleo porque es el capital que alimenta al océano con estas especies para que se pueda seguir pescando, es decir, asegurar el recurso alimentario de las comunidades pesqueras.

TURISMO EN EXCESO

En el Parque Nacional Arrecife Alacranes la flora y fauna que se encuentra en este sitio cuenta con alguna categoría de protección como sucede con las tortugas carey, laúd, caguama y cabezona, ubicadas en sus dos zonas núcleo —norte y sur—, destinadas exclusivamente para su conservación. Respecto a la pesca, más de 4,000 familias de cinco comunidades pesqueras viven del aprovechamiento de especies como la langosta espinosa, peces loro, pargos y meros.

  • En cuanto al turismo, Oceana detectó que hay un exceso de turistas, más allá de lo que indica la capacidad de carga del lugar, es decir, desde 2015 la actividad turística se incrementó, siendo 2018 el año donde se registraron 6,737 turistas, “cantidad que sobrepasa el límite establecido para su conservación”, se lee en el comunicado con los resultados de la exploración. En 2019 el turismo tuvo un ligero descenso y en 2020, por la contingencia del covid-19, se cortó el flujo ascendente de turistas.

De continuar con estas presiones por la actividad humana solo se estará provocando que a los Parque Nacional Arrecife Alacranes y Bajos del Norte no se les dé la oportunidad de recuperarse, a pesar de que las autoridades señalan que se encuentra “sano por estar lejos de la costa”.

  • “Esa es nuestra alerta después de estas expediciones al arrecife. Arrecife Alacranes no está a salvo solo por el hecho de estar lejos, al contrario, está teniendo presiones que son necesarias atender ahora, si no, muy probablemente dejen de estar saludables”, señala Miguel Rivas, director de Campaña de Hábitat de Oceana.

Una primera alarma ya se encendió tras la muerte de los corales llamados “cuerno de alce” (Acropora palmata). Dentro del Parque, el sitio Canal de Anegados era un campo lleno de Acropora; sin embargo, durante esta expedición se registró una mortalidad de 85 y 90 por ciento de estas colonias en la barrera arrecifal, lo que sin duda es un desafío más para su recuperación y conservación./Agencias-PUNTOporPUNTO

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