Sigue VIGENTE el ESPIONAJE

La PGR compró el 2018 por más de 4 millones de dólares un software espía para geolocalización de celulares

En México la privacidad más que un derecho, se ha convertido en un lujo. Sin controles y de manera arbitraria, las principales instituciones de seguridad tanto a nivel nacional como estatal, han adquirido y utilizado hardware y software para fines de espionaje.

  • La compra de estas herramientas no es ilegal, sin embargo, su uso sin cumplir con las leyes que marca la Constitución, sí lo es, pues con ellas se vulneran derechos fundamentales como la privacidad, el acceso a la información y la presunción de inocencia.
  • “Hasta donde nosotros sabemos el uso de estos programas se hace de manera legal, sin embargo, también se pueden usar de manera arbitraria por un mando, o incluso por la encargada que está ahorita, o del RT, que es el Responsable técnico; el señor conoce a gente de SEIDO y de los Ministerios Públicos a quienes sencillamente puede manejar.

Ahí no nos lo dicen, pero de que es posible pues sí lo es. Hay manera. Por ejemplo, los encargados o titulares de estos programas cuentan con consultas a su libre disposición. Y esto lo sabemos porque así se ha manejado durante años

La adquisición de geomatrix

El 2 de abril de 2018, la Dirección General de Cuerpo Técnico de Control de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, la cual dependía de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), hoy Fiscalía General de la República (FGR), adquirió por un monto total de 4 millones 564 mil 252 dólares norteamericanos, el software de espionaje Geomatrix, el cual podría ser utilizado hasta el 31 de diciembre del mismo año con posibilidades de extender su uso por hasta tres meses más, es decir, hasta marzo de 2019.

  • La adquisición de esta tecnología, la cual desarrolla la empresa israelí Rayzone Group, se realizó a través de una compañía intermediaria en México llamada “NEOLINX DE MÉXICO”, S.A. DE C.V., misma que en junio de 2014 fue reconocida por la empresa de tecnología italiana Hacking Team como su intermediaria exclusiva, la cual, a su vez, está ligada a la presunta compra por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en 2015 del Servicio de Monitoreo Remoto de Información, mejor conocido como Galileo.
  • Un programa que un año antes compró la PGR a través de Tomás Zerón, el entonces jefe de la Agencia de Investigación Criminal, y cuya función es infectar las computadoras y celulares de blancos distintos para robar toda su información.
  • De acuerdo con el Anexo Técnico del contrato —el cual se encuentra en posesión de Reporte Indigo— para la compra del programa Geomatrix, el cual menciona como administrador del mismo al Director General del Cuerpo Técnico de Control, José Sigifredo Valencia Rodríguez, el Servicio de Localización Geográfica en Tiempo Real para equipos de comunicación móvil asociados a una línea telefónica para 25 usuarios con acceso al servidor simultáneamente, dotó a esta institución con la capacidad para realizar 255 mil 500 búsquedas sin que exista un límite diario para teléfonos con tecnología 2G, 3G y 4G (LTE).
  • Llama la atención el periodo en el que se adquirió el elevado número de geolocalizaciones, pues dos días antes de que se firmara y reservara la información del contrato por 5 años, comenzaron las campañas electorales de 2018 (30 de marzo de 2018).
  • “En su momento estos programas se usaron cuando estaban las campañas para espiar a todos los candidatos”, revela una de las fuentes que pidió conservar su anonimato al interior de la SEIDO.

Entre 2016 y 2017, solamente alrededor del uno por ciento de las veces que se ejerció Localización Geográfica en Tiempo Real se hizo con una autorización judicial previa

La triada espía

La compra de software para geolocalización no es la única herramienta de espionaje que utiliza tanto la Fiscalía General de la República como las estatales de manera arbitraria.

  • De acuerdo con dos personas que laboran en la SEIDO y cuya identidad pidieron se mantenga en el anonimato, a lo largo del sexenio pasado se utilizaron otros programas y equipos de espionaje (sin contar el de geolocalización Geomatrix) que se complementan entre ellos para poder atender una amplia gama de investigaciones. Hoy en día, dos de estas plataformas siguen activas.
  • El primero se llamó Tayopa (este programa se puso en pausa el 31 de diciembre de 2018), y se desarrolló bajo el mando y con conocimiento explícito del exprocurador General de la República, Jesús Murillo Karam.
  • El programa consistió en el armado de una serie de camionetas equipadas con hardware y software de espionaje, cuya finalidad era acotar el área de una geolocalización para dar de manera precisa con el aparato rastreado.
  • “En el Centro de Control Técnico contábamos con 5 sets de 3 camionetas: una llamada pasiva, otra activa y otra inhibidora o jammer; eso componía un set.
  • El programa Tayopa, el cual fue desarrollado bajo el mando de Jesús Murillo Karam y consistió en el armado de camionetas para espionaje, costó aproximadamente 8 millones de dólares
  • “La pasiva funciona como un “sniffer”, sirve para interceptar y escuchar llamadas. La activa funge como una antena BTS y suplanta una antena de telecomunicación; ‘es un ataque hombre en el medio’: yo hablo y pienso que me conecto a una de las antenas de la compañía que me brinda el servicio de comunicación pero realmente me estoy conectando a la camioneta, pero parece ser todo normal.
  • “La Jammer funciona como un inhibidor de frecuencias de señal, las bandas en donde fluctúan las comunicaciones de las compañías que brindan servicio. Es para cuando llegas a una zona y no quieres que la persona investigada se pueda seguir comunicando, entonces bajas todas las comunicaciones con ese equipo, es decir, metes frecuencia dependiendo del equipo que sea, y ya no llegan llamadas”, explican.

El costo aproximado de las camionetas fue de 8 millones de dólares norteamericanos según las fuentes.

Escuchas, una práctica vigente

Aunado al armado de estas camionetas, la Dirección General de Cuerpo Técnico de Control, la cual se encuentra adscrita a la SEIDO, también cuenta con dos plataformas que les permiten tanto extraer información como interceptar llamadas de cualquier teléfono celular y las cuales funcionan en conjunto.

La primera de ellas, bautizada como JCI, se comenzó a utilizar desde principios del sexenio pasado y fue entregada a las autoridades mexicanas por la embajada de Estados Unidos gracias a la Iniciativa Mérida.

  • Las plataformas que se adquirieron el sexenio pasado pero se siguen utilizando para interceptar llamadas telefónicas y extraer información de los celulares son JCI para AT&T y Trinity para Telcel y Movistar
  • No obstante, en el 2015, fecha en la que José Sigifredo Valencia Rodríguez, actual Director General del Cuerpo Técnico de Control, ocupó el cargo, las actualizaciones para el correcto funcionamiento de este sistema se dejaron de pagar y buscó desarrollar su propia plataforma que les brindara el mismo servicio.
  • Un año más tarde, bajo la gestión de Arely Gómez González como Procuradora General de la República, comienzan a diseñar con un presupuesto de 10 millones de dólares norteamericanos un nuevo sistema denominado Trinity, y para 2017 ya se encontraba operando a prueba y error con el conocimiento de Alberto Elías Beltran, quien finalmente fue el que autorizó su uso.
  • Actualmente, JCI se utiliza para interceptar las llamadas que provienen de la compañía AT&T exclusivamente, mientras que Trinity lo ocupan para escuchar las conversaciones de la líneas telefónicas pertenecientes a Telcel y Movistar, aseguran las fuentes.

Trinity está conformada por 5 células y cada célula cuenta con 2 jefes de grupo, 4 subjefes y de 12 a 15 analistas. Cada célula realiza al día aproximadamente 150 intervenciones a 350 líneas distintas

En conjunto, ambas personas que laboran al interior de la SEIDO, coinciden en que diariamente se realizan de manera exitosa cerca de 3 mil intercepciones telefónicas.

  • De acuerdo con el Informe Anual de Labores 2018 del Consejo de la Judicatura Federal, las autoridades investigadoras presentaron ante los Juzgados Federales penales especializados en cateos, arraigos e intervención de comunicaciones y Juzgados de Distrito especializados en medidas cautelares y control de técnicas de investigación 34 mil 80 solicitudes, de las cuales 8 mil 611 corresponden a intervención de comunicaciones y 949 a requerimientos a concesionarios.
  • Asimismo, en el Portal de Servicios en Línea del Poder Judicial de la Federación, las Procuradurías y Fiscalías Generales de los Estados de la República solicitaron 8 mil 439 intervenciones de comunicación y 7 mil 255 autorizaciones de requerimientos a concesionarios de telecomunicaciones.
  • Con esto se concluye que al igual que en la utilización del software para geolocalización Geomatrix, la FGR incumplió con su responsabilidad de publicar información estadística sobre el ejercicio de vigilancia correspondiente a los años que van del 2015 al 2018 al no publicar información en su sitio, solamente en la Plataforma Nacional de Transparencia y al no presentar la información siguiendo el formato establecido por los lineamientos de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información, lo que pone en evidencia la falta de controles institucionales para la realización de estas prácticas.

Las principales herramientas de espionaje utilizadas durante el sexenio pasado fueron un software para geolocalizar, dos para cubrir las necesidades de intercepción de llamadas y uno más para acotar el área de una geolocalización y dar de manera precisa con el aparato rastreado/REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO

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