Migrantes AGRICOLAS se encuentran entre los más Vulnerables y Maltratados de CANADÁ

Se requiere una serie de reformas urgentes al Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales (PTET) y a las leyes para no seguir violando los derechos humanos de los trabajadores y las trabajadoras agrícola migrantes, dice el sindicato.

La agroindustria en Canadá “opera en un entorno empresarial que promueve el uso de mano de obra barata” de personas migrantes, sostiene en un reporte el Sindicato de Trabajadores de Alimentos y Comercio (UFCW, por sus siglas en inglés). Jornaleros y jornaleras migrantes sufren abusos, viven en alojamientos insalubres, trabajan demasiado y no siempre ganan lo que les corresponde.

“Los trabajadores agrícolas migrantes se encuentran entre los trabajadores más vulnerables y maltratados de Canadá”, señala el UFCW. Su falta de movilidad laboral, estatus migratorio, barreras lingüísticas y la ausencia de representación sindical les expone a robo de salarios y al aislamiento social, entre otros problemas, agrega.

  • De acuerdo con el informe La situación de los trabajadores agrícolas migrantes en Canadá 2022, cada año dicho país recibe a más de 50,000 personas que viajan para trabajar de manera temporal en sus campos. El 48% va de México; el resto, de otros 11 países.

“La pandemia agravó aún más los graves riesgos para los trabajadores migrantes que cultivan y recolectan nuestras frutas y verduras, y que son esenciales para mantener la seguridad alimentaria en Canadá”, dice el documento.

  • Sin embargo, los dos programas temporales de trabajo agrícola le conceden muy pocas facultades a las jornaleras y jornaleros del extranjero. En cambio, los empleadores son quienes tienen la mayor potestad sobre el trabajo y, muchas veces, el destino de esas personas. Algo similar ocurre en el programa de trabajo temporal H-2A del gobierno de Estados Unidos.

Para el UFCW —el sindicato más grande del sector privado en Canadá, con más de 250,000 miembros en ese país y 1.3 millones a nivel internacional— “la única manera de abordar el desequilibrio de poder y obtener protecciones y beneficios es contar con un contrato colectivo”. Pero para ello, las leyes canadienses deben permitir la sindicalización de los trabajadores migrantes temporales.

  • La agricultura aporta el 7.4 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Canadá, lo que representa más de 143,000 millones de dólares, según el informe.

“Traer trabajadores del extranjero debía ser una solución temporal a la escasez de mano de obra” en la década de 1960, “pero esta práctica ha continuado durante más de 55 años” porque se volvieron fundamentales para la industria agrícola y, por tanto, para la economía y el suministro de alimentos de ese país.

Hay dos esquemas para la migración laboral regulada. Uno de ellos es el Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales (PTET), que debía ser utilizado como “último recurso” para cubrir los puestos de trabajo “para los que no hay canadienses calificados”.

  • El otro es el Programa de Movilidad Internacional (PMI), que debía “promover el amplio interés nacional económico y cultural de Canadá”. México, Guatemala y Jamaica son los tres países que más aportan fuerza de trabajo agrícola a Canadá.
  • En general, todos y todas las migrantes ganan menos del salario mínimo, según el reporte del UFCW. Lo que sucede es que “están obligados a alcanzar cuotas establecidas”, entonces, lo que deberían realizar en dos horas lo hacen sólo en una, pero “no ganan más si consiguen alcanzar o superar la cuota establecida”.

En la pandemia “miles de trabajadores agrícolas migrantes contrajeron covid-19”. Una de las principales causas de los brotes fue el hacinamiento en el que pernoctan en las granjas agrícolas. “En Ontario, unos 20,000 trabajadores viven en viviendas proporcionadas por el empleador, compartiendo alojamiento con hasta 20 trabajadores por casa”.

Las personas que viajan para trabajar en los campos canadienses mediante uno de estos dos programas no tienen opción de elegir la empresa ni la actividad que realizarán. “Los trabajadores locales, en cambio, pueden elegir dónde trabajar. Tienen otras opciones menos peligrosas que trabajar en la agricultura por menos del salario mínimo”.

Peticiones puntuales del sindicato

Se requiere una serie de reformas urgentes al Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales (PTET) y a las leyes para no seguir violando los derechos humanos de los trabajadores y las trabajadoras agrícola migrantes, dice el sindicato.

La primera que enlista es “hacer de la representación sindical una condición necesaria” del PTET. Otro cambio que piden de manera urgente es eliminar los permisos de trabajo específicos para un empleador y sustituirlos por permisos abiertos o sectoriales. O sea, trabajar sólo en la agricultura, pero si la empresa incumple sus obligaciones, tener la opción de cambiarse a otra que ofrezca condiciones dignas.

  • También solicitan “obligar inmediatamente a los empleadores que utilicen el programa para dar prioridad a la contratación de trabajadores migrantes con permisos de trabajo abiertos para trabajadores vulnerables”.
  • Piden además inspeccionar las viviendas de manera presencial antes y durante la ocupación. El sindicato ha podido documentar casos en los que las personas jornaleras migrantes viven en habitaciones con calefactores dañados y con plagas, lo cual pone en peligro su salud.

Por último, recomiendan dar de baja inmediatamente del PTAT y el PTET a cualquier empleador que retenga los documentos personales de los trabajadores migrantes. Especialmente los pasaportes y las tarjetas de atención médica.

Canadá registró mayor número de inmigrantes

Con el arribo de 431.645 residentes permanentes en 2022, Canadá rompió un nuevo récord en materia de recepción de inmigrantes, superando la cifra de 2021, cuando 405.000 personas se radicaron en esta parte del mundo. Los recién llegados explicaron el total del crecimiento de la fuerza laboral y 75% del aumento total de la población registrado el año pasado.

  • Los cálculos hechos por el gobierno federal estiman que para 2036 los inmigrantes representarán hasta 30% de los habitantes. Una cifra cinco puntos porcentuales por encima de la registrada en el censo de 2021, cuando una de cada cuatro personas encuestadas aseguró haber nacido por fuera del país, marcando la proporción más alta en toda la historia de la nación y entre los países del G7.

Una cuarta parte los inmigrantes recibidos el año pasado provinieron de India, mientras que China y Filipinas aportaron cerca de 11% de los recién llegados, mientras que 25% de los nuevos residentes se establecieron en Toronto y sus alrededores. Montreal y Vancouver fueron las otras dos grandes ciudades que más extranjeros atrajeron.

“Los nuevos residentes juegan un papel esencial de cara a llenar la escasez de mano de obra, traer nuevas perspectivas, talentos a nuestras comunidades y enriquecer nuestra sociedad en su conjunto. Espero que 2023 sea otro año histórico a medida que continuamos dando la bienvenida a más personas”, explicó Sean Fraser, ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía de Canadá.

El peso de los no nativos en la economía y la productividad del país cada vez es mayor. Los inmigrantes representan 33% de los empresarios y 41% de los ingenieros. La llegada de más personas de afuera luce como la única forma de aumentar la tasa de reposición en el mercado laboral, pues mientras hace cincuenta años había siete trabajadores por cada jubilado, se prevé que para 2035 esta proporción será de tan solo dos a uno, por lo que, tanto la fuerza laboral como la contribución a los sistemas de salud y pensión dependerán, en gran medida, de quienes lleguen desde el exterior.

  • Ese mayor flujo de profesionales hacia Canadá también será clave para resolver uno de los mayores retos que tiene el país y que tiene que ver con garantizar el acceso universal a la salud. Tan solo en Ontario y Quebec, principales provincias, se estima que 2,6 millones de personas no tienen acceso a un doctor de familia, mientras que 1,7 millones más son atendidas por médicos que se acercan a la edad de retiro. Actualmente, 36% de quienes ejercen la medicina en Canadá son inmigrantes.

Pero si bien la migración tiene efectos positivos, hay cierto temor sobre su impacto en el costo de vida, especialmente en el sector hipotecario. Para evitar la llegada de inversionistas golondrina, es decir de quienes no tienen planes de radicarse en el país, desde el primero de enero se prohibió la compra de viviendas a quienes no sean canadienses o residentes permanentes. Hoy, cerca de 6% de este tipo de propiedades en Ontario y British Columbia pertenecen a personas sin estatus permanente en Canadá.

“Las casas no son commodities. Continuaremos haciendo todo lo posible para garantizar que todos los residentes de este país tengan una vivienda asequible y que satisfaga sus necesidades”, señaló el ministro de Vivienda, Ahmed Hussen.

  • La última vez que Canadá recibió a un número tan grande de recién llegados fue en 1913, justo antes de la Primera Guerra Mundial. La nueva meta del gobierno es atraer 465.000 nuevos residentes permanentes este año, 485.000 en 2024 y 500.000 en 2025.

Para alcanzar dichos objetivos, el ejecutivo comprometió USD$38 millones adicionales para abordar los retrasos en las solicitudes en curso, acelerar el procesamiento y permitir que los migrantes calificados llenen las brechas laborales. En 2022 se procesaron más de 5,2 millones de solicitudes de residencia permanente, residencia temporal y ciudadanía. El doble del volumen evaluado en el 2021./Agencias-PUNTOporPUNTO

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