De acuerdo con informes obtenidos por parte de la Secretaría de Protección Civil de la Ciudad de México, para que una guardería funcione de manera correcta, aparte del uso de suelo correspondiente, debe contar con botiquines de primeros auxilios: Equipados con suministros médicos básicos, los botiquines son esenciales para responder a lesiones menores y emergencias.
Detectores de humo: Los detectores de humo brindan advertencias tempranas durante un incendio, lo que le brinda un tiempo precioso para evacuar.
Detectores de monóxido de carbono: Estos detectores le alertan sobre el dañino gas de monóxido de carbono, que es inodoro pero potencialmente mortal.
Extintores: Los extintores son necesarios para controlar incendios pequeños antes de que se intensifiquen rápidamente.
Linternas de emergencia: Las linternas son cruciales durante cortes de energía o emergencias, proporcionando luz cuando más se necesita.
Pilas: Tenga siempre baterías de repuesto para dispositivos críticos como detectores de humo, linternas y otros equipos de seguridad.
Puertas de seguridad: Las puertas de seguridad ayudan a evitar que los niños accedan a áreas inseguras, como escaleras o zonas de cocina.
Protectores de ventanas: Los protectores de ventanas ayudan a evitar que los niños se caigan o salgan por las ventanas, lo que garantiza su seguridad en el interior.
Cubiertas de salida: Las cubiertas para enchufes evitan que los niños inserten objetos en los enchufes eléctricos, lo que reduce el riesgo de descargas eléctricas.
Protectores de esquinas: Estas cubiertas suaves se pueden fijar a las esquinas afiladas de los muebles para evitar lesiones por caídas.
Cámaras de seguridad: Las cámaras de seguridad ayudan a monitorear y garantizar la seguridad de los niños, el personal y las instalaciones de la guardería en tiempo real.
Purificadores de aire: Los purificadores de aire ayudan a mantener el aire limpio al filtrar alérgenos, polvo y contaminantes, garantizando un ambiente más saludable para los niños.
La estancia “Koala Baby”, no cuenta con ninguno de estos requisitos e incluso, hay versiones de padres de familia que inscribieron ahí a sus hijos, que había diversos casos de maltrato infantil y que cuando ocurría un accidente a alguno de los pequeños, el personal docente de inmediato comenzaba a “echarse la bolita” y a “lavarse las manos” para evadir responsabilidades y por lo general, en esos casos, los padres terminaban por llevar a sus hijos a algún hospital y hacerse cargo de todo por sus propios medios.
Debido a lo anterior y por violaciones al uso de suelo –toda vez que para colmo el local no cuenta con el permiso para fungir como guardería- las autoridades de la alcaldía Tlalpan acudieron al sitio para poner los sellos de suspensión

de actividades, pero semanas después, estos fueron retirados y las actividades se reanudaron “de forma normal”.
Ante tal situación, padres de familia y vecinos del lugar, hicieron una segunda denuncia ante las autoridades de la alcaldía,

para que volvieran a cerrar el lugar, pero al momento no han tenido respuestas al parecer porque recibieron sobornos por parte de los propietarios de la guardería.
Derivado de esto, se incrementaron las acusaciones en redes sociales, pero tampoco se ha obtenido ninguna solución al problema. Por lo visto, los dueños de “Koala Baby” son expertos en el soborno y el engaño. En breve rodarán cabezas.