FUERZAS ARMADAS deben TRABAJAR en CONJUNTO por la SEGURIDAD

Los militares tienen ahora más poder, advierten defensores en Derechos

Foto: Francisco Cañedo

A partir del próximo 1 de diciembre, la relación entre las Fuerzas Armadas y la Policía Federal en el combate al crimen organizado será estrecha y coordinada, afirmó ayer Alejandro Encinas, perfilado como subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación.

  • La nueva Administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador, dijo, fortalecerá a todas las corporaciones policiacas del país, para abatir los índices de inseguridad y violencia.
  • «Se van a fortalecer todas las instituciones policiales para garantizar la seguridad de las personas y recuperar la tranquilidad y la paz en el país», sostuvo.
  • Al salir de una reunión del próximo gabinete de seguridad con el Presidente electo, el ex Jefe de Gobierno capitalino destacó la asistencia de los futuros titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional, General Luis Cresencio Sandoval, y de la Armada de México, Almirante José Rafael Ojeda.
  • «Muy bien, muy buena reunión, además con muy buena disposición y actitud de los próximos titulares de las Fuerzas Armadas. Vamos a trabajar en una relación muy estrecha y con mucha coordinación», anticipó.

El ex perredista comentó en entrevista que todas las instituciones del Gobierno federal, incluidas las Fuerzas Armadas, actuarán regidas por el respeto a los derechos humanos.

«A todos, (la instrucción) es que trabajemos de manera coordinada, con una visión integral y que sumemos esfuerzos, yo creo que va en ese sentido y todos vamos a cumplir.

  • «(El respeto a derechos humanos) es el eje rector. Todas las políticas de gobierno serán a favor de la defensa de la dignidad humana y la protección de sus derechos», subrayó.
  • Encinas confió en que la próxima semana será votada en el Congreso de la Unión la iniciativa de nueva Ley de la Administración Pública Federal, que permitirá la creación a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
  • También asistieron a la reunión privada la senadora Olga Sánchez Cordero, perfilada como titular de la Secretaría de Gobernación, y Alfonso Durazo, quien encabezará la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

A las oficinas del equipo de transición, en la Colonia Roma, igualmente fue convocado el ex Procurador Alejandro Gertz Manero, quien se desempeña como asesor del Presidente electo Andrés Manuel López Obrador y del propio Alejandro Encinas.

AMLO, acotado por las Fuerzas Armadas

Como sus antecesores, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador estará acotado frente a los militares. Incluso más. La dependencia creciente en las Fuerzas Armadas para tareas de seguridad ha ampliado los espacios castrenses ante los presidentes, pese a los casos de violaciones a los derechos humanos.

Aunque él mismo ha referido que en su gobierno habrá “un Ejército de paz”, los militares seguirán como actores centrales en el combate a la delincuencia organizada. Al menos en el mediano plazo.

  • La manera en que el Ejército y la Marina actuarán no está siquiera en manos del que será su nuevo comandante en jefe, sino de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues los ministros del máximo tribunal van a definir los alcances de la Ley de Seguridad Interior.
  • Ese instrumento legal, peleado por los militares desde la década pasada para su confrontación con la delincuencia organizada, ha sido defendido por los próximos secretarios de la Defensa Nacional (Sedena), el general de división Luis Cresencio Sandoval González; y de Marina, el almirante José Rafael Ojeda Durán, designados el lunes 22 por el presidente electo.
  • “Como presidente, López Obrador tendrá una situación más complicada con las Fuerzas Armadas que sus antecesores. En años recientes los militares han ganado espacios e influencia y al mismo tiempo hay grandes exigencias de justicia en casos de graves violaciones a los derechos humanos”, dice Mónica Serrano, investigadora de El Colegio de México, especialista en seguridad y derechos humanos.

Las relaciones entre civiles y militares en México pasan además por la política antinarcóticos de Estados Unidos y eso significa que la rendición de cuentas de las Fuerzas Armadas puede ser en los términos que le interesen a ese país, como ha ocurrido en Colombia, observa Serrano. “Los militares tienen ahora más poder político. La relación entre civiles y militares se ha alterado”. /PROCESO- REFORMA- PUNTOporPUNTO

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