Fenómeno Climático “LA NIÑA” provocará más HURACANES y SEQUÍAS en LATINOAMÉRICA

Aunque, ‘La Niña’ es menos perceptible a nivel global, tiene un impacto notable en México, especialmente en la formación de ciclones tropicales en el Caribe durante el verano y parte del otoño.

Las probabilidades de que este año se produzca el fenómeno meteorológico de La Niña están aumentando, lo que incrementa el riesgo de huracanes en el Atlántico y sequías en California y Sudamérica.

  • Existe un 55 por ciento de probabilidades de que se desarrolle el fenómeno de La Niña entre junio y agosto, un enfriamiento del Pacífico ecuatorial, a medida que se desvanezca un fuerte fenómeno de El Niño que actualmente está alterando el clima en todo el mundo, según señaló el jueves el Centro de Predicciones Climáticas de EU.
  • “Creo que potencialmente nos espera una transición bastante rápida”, dijo Michelle L’Heureux, meteoróloga de la agencia. La Niña amenaza con desencadenar potentes huracanes porque reduce la cizalladura, es decir, los vientos que soplan con distinta fuerza o dirección a distintas altitudes.

Sequías podrían afectar a Brasil y Argentina

También puede desviar las lluvias del oeste de Estados Unidos y de las regiones agrícolas de Argentina y Brasil, provocando sequías.

  • Si bien alrededor del 60 por ciento de fuertes fenómenos de El Niño han sido seguidos por La Niña, L’Heureux dijo que nadie debería contar todavía con que ese cambio se producirá en 2024 porque las proyecciones realizadas antes de marzo no son tan necesarias como las realizadas. en otros momentos del año.
  • Según L’Heureux, la superficie del Pacífico sigue siendo bastante cálida, lo que significa que El Niño se mantiene; sin embargo, por debajo de los 100 metros, explica, el océano se está enfriando, señal de que las cosas están cambiando.

En el caso del fenómeno de El Niño, este se caracteriza por temperaturas en la superficie del mar más cálidas que la media en el centro y el este del Océano Pacífico, cerca del ecuador, y tiene lugar cada 2 o 7 años.

L’Heureux también recordó que “el cambio climático puede exacerbar o mitigar” su impacto, dando lugar a nuevos récords de temperaturas.

Huracanes y sequías en México

Sin duda, uno de los fenómenos naturales que más ha impactado a México, fue el huracán ‘Otis’, que se convirtió en tormenta tropical de categoría 5 en cuestión de horas y que por su paso dejó en ruinas al puerto de Acapulco, Guerrero.

  • De acuerdo con investigaciones recientes, la razón por la que dicho ciclón cambio tan rápido se asocia con el calentamiento global y el fenómeno de ‘El Niño’, caracterizado por aguas cálidas en el Pacífico que experimentaron picos anormales por el efecto invernadero durante 2023.
  • Después de experimentar variaciones climáticas derivadas de la presencia de ‘El Niño’, nuestro país enfrentará una nueva etapa relacionada con el enfriamiento anormal del Océano Pacífico.

Este fenómeno es conocido como ‘La Niña’ y forma parte de la Oscilación del Sur (ENOS) un ciclo natural global que resulta atípico, ya que antes de que aparezca suele haber un periodo neutral, marcado por la salida de ‘El Niño’.

  • Aunque, ‘La Niña’ es menos perceptible a nivel global, tiene un impacto notable en México, especialmente en la formación de ciclones tropicales en el Caribe durante el verano y parte del otoño.
  • De acuerdo con el meteorólogo Abimael Salas, señaló para Milenio que la expectativa de que la próxima temporada de ciclones tropicales en el Caribe, el centro y sur de América sea más activa este 2024.

“La expectativa de que tengamos una mayor cantidad de huracanes categoría 3, 4 y 5, intensos, algunos que incluso pueden llegar a ser hasta históricos aumenta considerablemente para el verano y el otoño de 2024 en toda la cuenca del Atlántico Norte, Caribe y Golfo de México”, detalló.

“La expectativa de que tengamos una mayor cantidad de huracanes categoría 3, 4 y 5, intensos, algunos que incluso pueden llegar a ser hasta históricos aumenta considerablemente para el verano y el otoño de 2024 en toda la cuenca del Atlántico Norte, Caribe y Golfo de México”.

Ahora bien, ‘La Niña’ es un fenómeno que produce un clima extremo, con zonas que reciben lluvias y otras que sufren sequías. A lo largo de la historia, las grandes sequías en México han estado asociadas a este evento climático.

  • La presencia de ‘La Niña’ implica una alta probabilidad de sequía extrema durante gran parte del otoño, invierno y primavera al centro de la República Mexicana. Sin embargo, el verano y parte del otoño podrían experimentar lluvias más intensas de lo normal.

Por ello, este fenómeno trae consigo un aumento de las lluvias en la mitad sur de México durante los meses de julio a octubre, mientras que en el noroeste y norte del país se observa una reducción en las precipitaciones.

¿Qué es el fenómeno de La Niña?

El Niño y La Niña son cambios atmosféricos que se originan en el océano Pacífico ecuatorial. Tienen la capacidad de alterar las condiciones del clima en todo el mundo. Son fases opuestas del patrón climático ENOS ( El Niño-Oscilación del Sur), por lo que no pueden ocurrir de manera simultánea.

  • El ENOS describe las modificaciones en la temperatura superficial del océano y en la presión que el aire ejerce sobre él. Cuando los registros de calor en la temperatura del mar superan el promedio por 0.5°C o más, la formación de El Niño se ve favorecida.
  • Al descender sobre el mismo rango, La Niña tiene mayores posibilidades de desarrollarse. Si las temperaturas están dentro o cerca del promedio se presenta una fase llamada ENOS-neutral, en la que ninguno de los eventos climatológicos sucede.
  • La presión del aire se mide con lecturas realizadas en Darwin, ciudad ubicada en la costa norcentral de Australia y en Tahití, isla en el archipiélago del Pacífico Sur. La distancia entre ambos puntos es mayor a 8,000 kilómetros.

Los meteorólogos comparan la compresión atmosférica en ambos sitios y calculan la diferencia. Con registros de presión más bajos de lo normal en Darwin y más altos en Tahití, los expertos determinan que existen las condiciones adecuadas para dar paso a La Niña. Cuando ocurre lo opuesto, el cuadro favorece a El Niño.

Los efectos de La Niña

El Niño y La Niña tienen efectos en los vientos alisios, que son corrientes de aire fijas que convergen hacia el ecuador. Su inclinación puede ser hacia el nordeste o al sudeste, según el hemisferio. Son los responsables de mover las masas superficiales del océano que se calientan de forma natural con el sol.

  • En un evento de La Niña, los vientos alisios se fortalecen para llevar más agua tibia hacía el oeste, y en el Pacífico oeste las aguas profundas y frías se elevan para reemplazarla.
  • En «El Niño», las corrientes de aire fijas se debilitan. Menos agua se mueve hacia el oeste y las aguas del Pacífico central y este se calientan por encima de sus registros habituales.
  • Los cambios en la circulación atmosférica pueden provocar cambios en el clima de varias partes del mundo derivado de la resultante corriente de chorro (jet stream). En El Niño estos vientos de gran altitud corren hacia el sur.

La variación ocasiona fenómenos meteorológicos extremos como incendios forestales, ciclones tropicales de gran potencia y sequías prolongadas en regiones como Asia, Australia, el subcontinente indio, algunas partes de África y Sudamérica. En regiones como el sur de Estados Unidos se presentan mayores precipitaciones.

Las consecuencia en Latinoamérica

La Niña se manifiesta de dos formas en América Latina. En regiones de Colombia, Ecuador y el norte de Brasil, su paso deja lluvias intensas que derivan en grandes inundaciones. Para territorios como Perú, Bolivia, Argentina, Chile y el sur de Brasil, el efecto es contrario, con altas temperaturas y sequías.

  • La estación del año influye. De acuerdo con el sitio especializado en meteorología Meteored, con la presencia de La Niña, el clima en gran parte de México será más seco y caluroso durante la primavera, con posibles lluvias eventuales en el noroeste, occidente y centro.
  • En el verano, se “potencializa la inestabilidad en las ondas tropicales hacia situaciones más lluviosas, además de que éstas pueden evolucionar fácil y recurrentemente a ciclones tropicales”.
  • Las modificaciones climáticas afectarán a los procesos de cultivo de diferentes vegetales, frutas y semillas. Los analistas anticipan que la producción de trigo y maíz en Estados Unidos, y de soja y maíz en América Latina, se verá alterada, por lo que se espera un aumento de precio en dichas materias primas./Agencias-PUNTOporPUNTO

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