INCENDIOS FORESTALES serán cada vez más frecuentes y violentos a efecto del CALENTAMIENTO GLOBAL

Normalmente, después del incendio, la recuperación de la vegetación reabsorbe ese dióxido de carbono liberado, y a medio-largo plazo el balance se considera neutro siempre que la vegetación se regenere totalmente.

El calentamiento global está modificando el régimen de incendios. Los grandes incendios forestales –aquellos que afectan a 500 o más hectáreas– son más probables a medida que avanza el cambio climático, ya que las altas temperaturas, los episodios de sequía y baja humedad se vuelven más frecuentes y extremos. En España, estas igniciones van a ser más frecuentes, más peligrosas y van a afectar a más poblaciones y ecosistemas.

  • «Tenemos que entender que necesitamos aprender a coexistir con el fuego. Necesitamos sociedades que estén preparadas, que sepan cómo actuar, que sepan qué hacer para minimizar los impactos de los incendios», asegura Cristina Santín Nuño.
  • La investigadora Ramón y Cajal en el Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (CSIC-Universidad de Oviedo-Principado de Asturias) y autora de un nuevo informe sobre el impacto de los incendios forestales, alerta que tendremos climas más extremos.

El 2023 está siendo un año de grandes incendios forestales a nivel global. Países como Grecia, Italia o Argelia han ardido en un mes de julio que ha sido el más caluroso desde que hay registros, y Canadá sufre desde hace meses su peor temporada de incendios.

  • España, por el momento, no vive un periodo estival tan candente como estos países, pero ha sufrido en primavera grandes incendios como los de Castellón y Teruel, en marzo, o el de Las Hurdes y Sierra de Gata, en mayo.
  • Los seis primeros meses de este año, España ya había registrado 15 grandes incendios forestales, una cifra que triplica la media en la última década, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica.

Más incendios forestales durante más meses

Hasta ahora, un 64% de los grandes incendios se producía en los meses de verano. Pero la desestacionalización de los grandes fuegos es una realidad. La temporada de incendios se ha alargado un 27% a nivel mundial desde la década de 1980, según indica un estudio en el que también ha participado Santín. Se observan aumentos significativos de los días con fuegos en la cuenca mediterránea (55%), los bosques occidentales de América del Norte (70%)y la Amazonía (94%).

  • La investigación del CSIC señala que en España se queman cada año una media de entre 100.000-120.000 hectáreas (la cifra presenta una gran variabilidad anual). El 2022 fue un año especialmente severo, con más de 310.000 hectáreas afectadas.
  • La provincia más castigada por las llamas fue Zamora donde las llamas llegaron a la Sierra de la Culebra. En España ardió el 39% del total del área afectada por incendios en la Unión Europea.

«Los incendios forestales constituyen una de las principales perturbaciones en muchos ecosistemas, especialmente en los mediterráneos», explica Cristina Santín. La mayor vulnerabilidad de la cuenca mediterránea a causa del cambio climático contrasta con un dato que su publicación destaca: el mayor impacto de las llamas se da en el noroeste peninsular, donde su incidencia aumentó a un 45% durante el año pasado.

«Estoy en Asturias, tenemos una máxima de 27 °C y es uno de los días más calurosos del año. ¿Por qué tenemos tantos incendios en Asturias y Galicia? Porque la mayoría ya no es que tengan un factor humano detrás por un accidente, es que son incendios provocados«, explica la especialista. La despoblación de algunas zonas rurales está provocando que la vegetación crezca en una tierra donde antes había cultivos.

«Hay una parte muy pequeña de la población rural que todavía tiene en su cabeza que cuando el monte entra en matorral está sucio. Pero no es así. En el primer paso de lo que se llama la sucesión ecológica, esas tierras que antes se labraban y se cultivaba o se utilizaban para pastos, pasan a ser matorrales y con el tiempo acabarán siendo bosques atlánticos preciosos porque la naturaleza las coloniza de nuevo», destaca Santín.

«Pero ellos lo ‘limpian’ metiendo cerillas de una forma totalmente ilegal, porque además no se les da otras herramientas como las quemas prescritas».

Los incendios y el cambio climático se retroalimentan

Los incendios forestales contribuyen al cambio climático liberando a la atmósfera gases de efecto invernadero, entre otros, dióxido de carbono, metano y óxidos de nitrógeno. Cada año, emiten una media de 8.000 millones de toneladas de CO2 a nivel global.

  • El estudio apunta que esto equivale al 20-25% de las emisiones generadas por la quema de combustibles fósiles. Normalmente, después del incendio, la recuperación de la vegetación reabsorbe ese dióxido de carbono liberado, y a medio-largo plazo el balance se considera neutro siempre que la vegetación se regenere totalmente.
  • «El problema es que ahora estos incendios son más grandes, más virulentos y afectan a zonas que no estaban adatados a esa recurrencia o intensidad de incendios, entonces esa vegetación muchas veces está teniendo problemas para recuperarse. Si la vegetación no se recupera, el carbono no se vuelve a secuestrar«, señala Santín.

Esta publicación del CSIC destaca la necesidad de generar comunidades resilientes a los incendios y de recurrir a la ciencia para adaptarse a los regímenes de incendios presentes y futuros, así como reducir sus impactos negativos.

Sin dejar de tener la mirada puesta en el largo plazo y entender que sin una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sin frenar la crisis climática, se condena a los bosques a arder con los que van a ser más frecuentes y dañinos.

Más sequía, más aridez, más fuego

Las previsiones climáticas para España no son alentadoras. Los ecosistemas ibéricos están adaptados a determinados regímenes de lluvia y sequía que, actualmente, no se están cumpliendo. Las sequías son cada vez más largas e intensas, y las olas de calor, cada vez más frecuentes y de mayor magnitud.

España es considerada una de las regiones de Europa más vulnerables al cambio climático, debido a la heterogeneidad geográfica, su condición peninsular y la irregularidad espacial y temporal de sus recursos hídricos.

  • Estudios recientes, como el desarrollado por la investigadora Susana C. Pereira y colaboradores, publicado en la revista Climate, predicen una pérdida grave en la disponibilidad del agua a medio plazo, producto del incremento en las necesidades hídricas de la población y la reducción en las lluvias.
  • Se estima que entre 2040 y 2070, la demanda de agua en la cuenca del Guadiana puede superar el 50 %, en el Júcar casi un 90 %, y en el Segura, un 230 % —esto es, por cada mil litros de agua disponible en la cuenca, se demandarán 2300 litros—.

Esta desertificación acelerada del territorio se asociará con incendios cada vez más frecuentes, más extensos y más devastadores, y con una pérdida de la capacidad regenerativa de los ecosistemas tras el fuego. Efectos indeseados que requieren de acciones globales, drásticas e inmediatas, para frenar el avance y, en la medida de lo posible, revertir los impactos del cambio climático antropogénico.

Los incendios forestales y su humo tóxico nos afectan con más frecuencia

Pero la crisis climática causada por el hombre favorece a la generación de incendios forestales más grandes y frecuentes a medida que aumentan las temperaturas, y ha renovado el debate sobre la regulación.

  • El Comité Asesor Científico de Aire Limpio, un grupo de médicos, funcionarios ambientales estatales y académicos que tienen la tarea de asesorar a la EPA sobre la calidad del aire, envió cartas al administrador de la EPA, Michael Regan, pidiéndole a la agencia que analice más detenidamente si el humo de los incendios forestales debe ser clasificado como un evento natural o excepcional.

“Muchos de los miembros (del comité) sintieron que es algo que la EPA debería reconsiderar y no excluir, especialmente con el cambio climático y los incendios más frecuentes”, dijo a CNN el miembro del comité, el Dr. Mark Frampton, especialista en enfermedades pulmonares del Centro Médico de la Universidad de Rochester. “Ciertamente está teniendo efectos adversos para la salud de las personas”.

La presidenta del comité, Lianne Sheppard, profesora de salud pública en la Universidad de Washington, dijo que si bien la recomendación de su comité no analiza si el humo de los incendios forestales podría o debería regularse, enfatiza que los incendios violentos son cada vez más comunes.

  • “Tratar estos como eventos excepcionales implica que son inusuales. Pero se están volviendo tan comunes que, desde un punto de vista de protección de la salud pública, no tiene sentido”, dijo Sheppard.
  • Otros expertos ambientales pidieron a la agencia que deje de clasificar los incendios forestales como eventos naturales.
  • “Estas cosas están claramente, según algunos en la comunidad científica, vinculadas al cambio climático. Está relacionado con los humanos”, dijo Jonathan Skinner-Thompson, exabogado de la EPA y profesor de derecho en la Universidad de Colorado Boulder.

Los expertos dicen que la tarea es extraordinariamente complicada, aún más difícil por el hecho de que el humo actual que asfixia a las ciudades del noreste proviene de incendios forestales en otro país.

“Hay algunas cosas que simplemente no podemos controlar”, dijo Boylan. “Infortunadamente, no hay mucho [que hacer] en términos regulatorios además de las reducciones de gases de efecto invernadero. La gente tiene que cuidar su propia salud y tomar decisiones inteligentes en días como este”.

Depende de las personas prestar atención a las advertencias sobre la calidad del aire y permanecer en el interior, no hacer ejercicio al aire libre y usar máscaras para evitar inhalar humo tóxico, indicaron Boylan y Frampton.

El incendio en Grecia es «el peor en suelo europeo en años»

Los incendios en Grecia continuaron por séptimo día consecutivo el viernes, destruyendo decenas de miles de hectáreas de terreno sólo en el noreste del país, en lo que el Servicio de Cambio Climático Copérnico, respaldado por la UE, calificó como el mayor incendio registrado en suelo europeo en años.

  • «Grecia está atravesando el año más difícil, en términos de condiciones climáticas, de la historia del registro y la recopilación de datos meteorológicos», dijo el portavoz del Gobierno, Pavlos Marinakis, en una rueda de prensa periódica.
  • Según Marinakis, los bomberos están luchando contra 517 incendios declarados en todo el país desde el pasado viernes, alimentados por las altas temperaturas y, en algunos casos, vientos huracanados.
  • Aunque los incendios de verano son habituales en Grecia, el Gobierno afirma que las condiciones, que los científicos relacionan con el cambio climático, los han hecho más intensos este año.

«Es la combinación de altas temperaturas, sequía y vientos lo que desgraciadamente crea las condiciones ideales para incendios de comportamiento extremo», dijo Marinakis.

«Es un verano muy difícil».

En una publicación en la red social X, antes conocida como Twitter, Copernicus dijo que el incendio en el noreste de Grecia que comenzó el sábado cerca de la ciudad de Alejandrópolis en el noreste de Grecia era «el mayor registrado en suelo europeo en años», quemando un total de 72.344 hectáreas hasta el momento.

  • El fuego seguía ardiendo el viernes. Cientos de personas han tenido que huir de sus casas para escapar del fuego y los pacientes de un hospital fueron evacuados brevemente en un ferri esta semana.

La policía ha detenido hasta ahora a tres personas sospechosas de provocar incendios.

  • Las autoridades anunciaron el viernes el hallazgo de un cadáver carbonizado, al parecer de un migrante, en una zona boscosa de la región nororiental de Evros, lo que eleva a 21 el número total de fallecidos en el último brote de incendios del verano.

Se presume que todos menos uno son migrantes y 18 de ellos fueron encontrados juntos, calcinados hasta quedar irreconocibles, cerca del pueblo de Avantas el martes.

El incendio que se declaró el martes en las afueras de Atenas había remitido el viernes, tras destruir viviendas y un automóvil en la zona y obligar a la gente a huir, a menudo a pie.

Los incendios en Europa cada vez más violentos

  • Cada año, los incendios forestales en Europa son más violentos y se extienden más tiempo, como en la isla griega de Rodas, donde hace unos días provocaron una evacuación turística sin precedentes.
  • En 2018, 117 mil 356 hectáreas, más de diez veces el área de París, se convirtieron en humo en la Unión Europea. En 2019 fueron 295 mil 835, en 2020 alcanzaron 339 mil 824 y en 2021 subieron a 470 mil 359.
  • El año pasado, el fuego destruyó más de 785 mil hectáreas, según cifras del sistema europeo de información sobre incendios forestales (Effis) y del programa europeo de cambio climático Copernicus.

El año 2017 sigue siendo el más devastador en la UE desde la creación de Effis (en el año 2000), con 988 mil 087 hectáreas de vegetación destruidas.

Esta semana los fuertes vientos complicaron el combate de las llamas cerca de la ciudad de Atenas, en Grecia, mientras que en la isla de La Palma, en España, así como en Italia se agravaron los focos rojos.

  • 2023, en España. A finales de mayo unas 12 mil hectáreas (más que la de Barcelona) quedaron reducida a cenizas en la región de Extremadura, en el oeste de España.

Además de la falta de lluvias, la temperatura alcanzó un récord absoluto para abril en la España peninsular (38.8 0C).

  • 2022, en Francia. Grandes incendios devoraron en un verano 30 mil hectáreas de bosques en La Teste-de-Buch y en el sector de Landiras y Hostens, en el suroeste de Francia. En total hubo casi 600 incendios y 48 mil personas fueron evacuadas.
  • 2021, en Grecia e Italia. En dos semanas, más de 46 mil hectáreas de bosques se convirtieron en humo en la isla de Evia (Grecia).

Junto a los incendios del Peloponeso y los de las afueras de la capital, más de 100 mil hectáreas ardieron durante el verano. Cientos de casas y bosques de pinos se quemaron, al igual que cientos de animales.

En paralelo, una ola de calor provocada por el anticiclón Lucifer afectó a toda Italia. En Calabria y en Sicilia hubo cientos de incendios.

  • 2017, en Portugal. El 17 de junio, en medio de una ola de calor, hubo un gigantesco incendio forestal en Pedrogao Grande, en la región de Leiria (Portugal). Las llamas arrasaron durante cinco días unas 24 mil hectáreas de colinas de pinos y eucaliptos.

Se trata del incendio más mortífero de la historia de Portugal, con 63 muertos.

Después de una nueva ola de incendios a mediados de octubre, el número de muertos por incendios forestales aumentó a un total de 117 ese año.

Incendios forestales calientan el Ártico

En los últimos 50 años, el Ártico se ha calentado a un ritmo tres veces superior que el del resto del planeta y parece que los incendios forestales están contribuyendo a impulsar esta discrepancia.

  • El equipo encabezado por científicos chinos descubrió que el carbono marrón procedente de la quema de biomasa era responsable de, al menos, el doble de calentamiento que el carbono marrón de la quema de combustibles fósiles.
  • Los incendios forestales van acompañados de grandes columnas de humo marrón, formado por partículas de carbono marrón suspendidas en el aire que suponen un peligro para la salud, y los investigadores sospechan que también podría estar contribuyendo al calentamiento global.

En 2017, el buque rompehielos chino Xue Long se dirigió al Océano Ártico para examinar qué aerosoles flotaban en el aire del Ártico e identificar sus fuentes.

  • Los científicos querían saber cómo afectaba al clima el carbono marrón liberado por los incendios forestales y cómo se comparaban sus efectos de calentamiento con los del carbono negro más denso procedente de la quema de combustibles fósiles a alta temperatura.
  • «Para nuestra sorpresa, los análisis observacionales y las simulaciones numéricas muestran que el efecto de calentamiento de los aerosoles del carbono marrón sobre el Ártico es hasta un 30% el del carbono negro», según el autor principal de la investigación, Pingqing Fu, Universidad de Tianjin (China).

Al igual que el carbono negro y el dióxido de carbono, el carbono marrón calienta el planeta al absorber la radiación solar.

  • Dado que el calentamiento de las temperaturas se ha relacionado con el aumento de los incendios forestales en los últimos años, esto conduce a un bucle de retroalimentación positiva, señala el estudio.

«El aumento de los aerosoles de carbono marrón provocará un calentamiento global o regional, lo que aumenta la probabilidad y la frecuencia de los incendios forestales», destacó Fu. Además, el aumento de los incendios forestales emitirá más aerosoles de carbono marrón, lo que calentará aún más la Tierra y “hará que los incendios forestales sean más frecuentes».

  • Para futuras investigaciones, el equipo quiere estudiar cómo los incendios forestales están cambiando la composición de los aerosoles a partir de fuentes distintas del carbono marrón.
  • En concreto, están interesados en el efecto de los incendios sobre los bioaerosoles, que se originan en plantas y animales y pueden contener organismos vivos, incluidos los patógenos.

La temporada de incendios forestales de 2021 batió récords en todo el mundo, dejando tierras carbonizadas desde California hasta Siberia y un informe publicado por la ONU el mes pasado advertía de que este tipo de fuegos van camino de aumentar un 50% en 2050./Agencias-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario