Meta PAÍS de reducir 35% las EMISIONES CONTAMINANTES es lo deseable, pero ILUSORIO

Las consecuencias del cambio climático ya se notan: sequías agravadas en el norte de México; días extremadamente lluviosos en el sur; algunas especies locales se han extinguido o están en peligro; el nivel del mar crece y las personas enfrentan daños a la salud por los contaminantes.

El canciller Marcelo Ebrard y el enviado especial de Estados Unidos para el clima, Jonh Kerry, han vuelto a posar de nuevo juntos para una foto, pero esta vez lo han hecho desde la Cumbre del Clima de Naciones Unidas, en Egipto.

  • Una de las conferencias de prensa tenía como finalidad que México anunciara la actualización de sus compromisos climáticos, pero Kerry también estuvo parado en el estrado, junto a los funcionarios mexicanos. Ebrard anunció la nueva meta: el país reducirá en 35% –al menos– sus emisiones de gases contaminantes hacia 2030.
  • Kerry ha calificado el anuncio como “un enorme paso adelante”. El mayor socio comercial de México actuará en conjunto con el país para invertir alrededor de 48,000 millones de dólares en los siguientes años como parte del ambicioso plan.

México ha llevado esta meta a Egipto después de anunciar una más modesta en territorio nacional: hace un par de semanas, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales fijó como objetivo una reducción de 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero o de hasta de 40% de contar con financiamiento internacional. La cifra ya representaba un avance importante desde la meta que había sido fijada hace unos años, de disminuir estas emisiones en 22% en el mismo periodo. El objetivo llevado a Egipto no era el que se había acordado previamente.

La dependencia ha fijado como parte del plan nuevas áreas protegidas, el proyecto Sembrando Vida, una estrategia de captura de carbono y el aumento del parque de generación renovable.

  • México, que ha manejado su política energética desde un cerco a los nuevos proyectos privados y que recién ha anunciado desde CFE nuevos planes relacionados con energías renovables, ha planteado incrementar su parque de generación renovable en 40 gigawatts. “El anuncio es bastante transgresor, viene completamente en contravía con lo que se ha venido manejando desde la narrativa pública. En cuestión narrativa, esto cambia todo”, dice Pablo Ramírez, de Greenpeace, una de las organizaciones que ha llevado a tribunales los cambios a la política energética.

Para dimensionar, según los registros oficiales, el país tiene alrededor de 25 gigawatts de capacidad instalada entre centrales solares, eólicas e hidroeléctricas propiedad de los privados y de la estatal CFE. El gobierno mexicano se habría comprometido a más que doblar la capacidad actual y los analistas lo ven poco viable.

  • La Semarnat ha presentado en un documento que el objetivo de aumentar la generación de energía renovable incluye a siete centrales eólicas, cuatro plantas solares en Sonora y la modernización de 12 hidroeléctricas. En total, un aumento de 6.6 gigawatts. Hace unos días, en su comparecencia ante Diputados, el director de la CFE, Manuel Bartlett, dijo que la estatal aumentaría su parque de generación renovable con proyectos que serían definidos antes de terminar el sexenio, sin dar más detalles.

El anuncio desde la Secretaría de Relaciones Exteriores deja en incertidumbre de dónde provendrán los poco más de 30 gigawatts restantes, de los que no se ha especificado su proveniencia.

“Movilizaremos al sector público y privado para duplicar la capacidad de generación de energías limpias en México”, dijo Ebrard en la conferencia del sábado. Pero mientras el anuncio del canciller se daba en Egipto, el gobierno federal no ha dado señales claras sobre una próxima apertura hacia el sector privado.

El único anuncio se ha dado desde presidencia, cuando en junio pasado el presidente López Obrador dijo que el sector privado estadounidense podría implementar algunos proyectos renovables en el país. Pero semanas después, el gobierno de Estados Unidos presentó una solicitud de consultas sobre la política energética mexicana.

En Egipto se ha detallado lo que desde el gobierno federal se ha denominado como “el plan Sonora”, un proyecto industrial que busca convertir al estado fronterizo en un hub industrial que tenga como base la extracción del litio y la producción de semiconductores. El plan, del que poco a poco se van conociendo más detalles, incluiría la construcción de cuatro parques solares, que sumarían 4 gigawatts al sistema eléctrico. La estatal CFE ya construye uno en Puerto Peñasco, que añadiría 1 gigawatt a la capacidad de producción eléctrica en 2028, cuando, según los planes, se finalice su construcción.

  • Un analista explica de manera simple lo que significaría adherir al sistema eléctrico la meta presentada por el canciller Ebrard: implicaría sumar 40 parques solares como el que se ha comenzado a construir en Puerto Peñasco en los próximos ocho años. El plan de modernización de las 12 hidroeléctricas, que tanto es mencionado por el presidente, solo está planeado para añadir 300 megawatts al sistema, es decir, apenas 0.75% del objetivo anunciado.

Las alarmas se han encendido desde la Secretaría de Energía y otras dependencias, algunas fracciones califican el plan como “técnicamente inalcanzable”, dijeron dos fuentes a Expansión. El sistema interconectado nacional registra una demanda máxima de 45 gigawatts, la meta anunciada en Egipto implicaría sumar una cantidad similar a la energía que se consume a diario en el país. “No habría ni siquiera demanda para consumir la energía que se estaría produciendo con estas centrales”, dice una de las fuentes.

El gobierno federal ha basado su estrategia de no dar más permisos de generación eléctrica a la iniciativa privada en el argumento de que la capacidad de generación instalada supera por mucho la demanda. Los registros de la dependencia dicen que en el país hay alrededor de 90 gigawatts para generar electricidad. Poner en práctica el anuncio acabaría con el argumento en el que se ha sostenido los cambios a la política eléctrica.

La meta comprometida por México implicaría cambios drásticos a la política energética que se ha puesto en práctica hasta ahora: se tendrían que destrabar los permisos que hasta ahora no han sido aprobados por el regulador; poner en operación los parques eólicos privados que ya han sido construidos; terminar con la propuesta de cambiar el orden de despacho en que se usa la electricidad para privilegiar las centrales de la estatal CFE –que funcionan a bases de combustibles fósiles–; retomar el plan de retiro de algunas de las plantas más viejas y retomar las subastas eléctricas, que fueron canceladas al inicio del sexenio. Un giro de 180 grados hasta lo que ahora ha sido la estrategia desde presidencia.

“Nos parece ambiciosa y muy buena la meta de 35% de reducción y nos encanta que parte de esa meta sea incrementar las renovables porque eso es lo que hemos estado pidiendo desde hace cuatro años. Pero todo tendría que arrancar el primer trimestre del año que entra porque tampoco hay tiempo, si perdemos unos años más, si se pierden los dos años que quedan de esta administración, si también se pierden como los cuatro primeros, ya no vamos alcanzar, venga quien venga [en el siguiente sexenio]”, dice Adrián Fernández, de la Iniciativa Climática de México. “Si no se hace así, desde un inicio el mundo se va a dar cuenta que mentimos, que simplemente quisimos simular”.

El anuncio ya está hecho, pero el documento oficial que marcará el camino aún no ha sido publicado. Será hasta ahí, dicen los entrevistados, que se definirá qué tan bueno ha sido el anuncio dado en Egipto.

Científicos piden implementar medidas para combatir el cambio climático

Las consecuencias del cambio climático ya se notan: sequías agravadas en el norte de México; días extremadamente lluviosos en el sur; algunas especies locales se han extinguido o están en peligro; el nivel del mar crece y las personas enfrentan daños a la salud por los contaminantes.

  • El escenario para 2050 se vislumbra aún más gris, pero todavía hay esperanza. El compromiso que hace unos días asumió México en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27) de reducir en 35% sus emisiones de gases de efecto invernadero emocionó a expertos, aunque todavía prevalen dudas sobre la viabilidad para alcanzar las medidas y de que sean efectivas, pues algunas de ellas son contrarias a las metas propuestas.

La noticia hizo que algunos expertos del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, consideren que el gobierno, por fin, reacciona ante esta problemática.

«Qué bueno que México anunció hace poquitos días que aquello que parecía que no le hacía ‘tilín tilín’ por algún otro motivo ya le hizo ‘tilín’», dijo Carlos Gay García, investigador de la UNAM.

Para los especialistas, es viable que México cumpla ese compromiso en 2030, siempre y cuando se implementen medidas congruentes y eficientes para, en primer lugar, resarcir el atraso del país en el combate al cambio climático, y en segundo, alcanzar la reducción planteada.

  • Esto luego de que en 2020, México no actualizó sus compromisos ante el Acuerdo de París, el convenio de las Naciones Unidas que establece medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que han llevado al país a tener al menos dos años de atraso, explicó Adrián Fernández, director general de la organización Iniciativa Climática de México (ICM).

«Nosotros definimos con esta frase la situación que ha venido experimentando México, sobre todo en los últimos años: podemos hacer más. Podemos hacer más esfuerzos, podemos reducir nuestras emisiones», afirmó.

La expectativa del plan de México

Si bien varias de las acciones planteadas por el gobierno mexicano para reducir las emisiones de contaminantes son viables y urgentes, para expertos todavía hay dudas sobre algunos puntos del plan.

«Posibilidades de que se cumpla, sí hay. Y algunos (puntos) dependerán de negociaciones entre sectores. Pero, en general, con las medidas que se habían planteado se puede llegar a hacerlo; pero implica que no sean medidas cosméticas, que no sea cambio por un ratito y después se vuelva a lo mismo. Que sean cambios estructurales», indicó Amparo Martínez Arroyo, académica de la UNAM.

  • El científico Francisco Estrada, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, explicó que la meta de reducir las emisiones en 22% se podía cumplir con facilidad, pero para alcanzar la meta de 35%, es importante que el gobierno deje muy claras las medidas que seguirá.

«Es muy importante que queden claras cuáles son las medidas y que se pueda evaluar no solo la parte de se redujo tanto por ciento de emisiones, sino que se cumplieron estas medidas que se habían tomado en cuenta», apuntó.

En el plan de México hay pendientes, por ejemplo, que no ha establecido una fecha concreta en la que se comprometa a reducir a cero las emisiones, subrayó Adrián Fernández, director general de la organización Iniciativa Climática de México.

  • También falta diseñar una norma de eficiencia vehicular; eliminar en pocos años el uso del carbón y del combustóleo.
  • Para el experto, algunas medidas del gobierno de México, como las que se plantean a través de Sembrando Vida, la protección de manglares y las áreas protegidas contribuirían de manera marginal a reducir las emisiones.

«Este tipo de medidas no pueden ser respaldadas, por el momento, con datos, con números y mapas robustos. Pudieran tener un potencial, pero mientras no esté la información detallada y transparente, como se necesita», advirtió que genera dudas.

Detalló que el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) estima que la captura de dióxido de carbono a través del programa Sembrando Vida sería equivalente a 2% del total de emisiones que debe reducir México, que es alrededor de 200 millones de toneladas para cumplir las metas pasadas.

Medidas incongruentes

No obstante a las expectativas que se tienen, expertos señalaron la incongruencia de las autoridades federales, pues por un lado plantean reducir las emisiones mientras mantienen una política de uso de energías fósiles.

«En áreas como energía hay que emprender diferentes a las que se han emprendido hasta el momento. De otra manera no solamente no vamos a reducir emisiones, sino que podríamos aumentarlas» advirtió Adrián Fernández.

«Yo creo que no hay una suficiente vinculación y congruencia en algunos de los planteamientos gubernamentales», agregó al señalar que es incompatible frenar a las energías renovables y que ahora México presente ante el mundo metas más ambiciosas de reducción de emisiones.

«O es una o es otra. Por tanto, decimos que la política energética tiene que cambiar diametralmente si México aspira a avanzar hacia la descarbonización».- Adrián Fernández, director de la Iniciativa Climática de México.

IMCO ve poco creíbles compromisos de México

A pesar de que el gobierno mexicano se comprometió en la COP27 a aumentar la meta de reducción de emisiones de 22% a 35% para 2030, en la práctica no se demuestra un compromiso con la transición energética y carecen de una ruta crítica para su implementación, dijo el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

  • De acuerdo con un análisis sobre la actualización de compromisos contraídos en la reunión realizada en Egipto por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, el IMCO recordó que durante los últimos cuatro años el país ha transitado en sentido contrario de la tendencia mundial hacia la descarbonización de las actividades económicas.

“Las distintas acciones implementadas o propuestas por el gobierno, particularmente en el ámbito legislativo y regulatorio no demuestran un compromiso creíble del Estado mexicano”, resaltó.

Entre las metas expuestas por la cancillería mexicana, está un aumento de la meta de reducción de emisiones de 22% a 35% para 2030, con lo que esta nueva actualización incrementa 5 puntos porcentuales a lo anunciado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el 8 de noviembre que estipulaba un objetivo de 30%.

Así, estas metas se suman a nueve acciones que incluyen soluciones basadas en la protección de los recursos naturales, el transporte con bajas emisiones y la generación de energías con baja huella de carbono.

  • El organismo recordó que el elemento central de las medidas basadas en la protección de recursos naturales es el programa Sembrando Vida, el cual contará con un presupuesto de 37 mil 137 millones de pesos en 2023 y busca una mitigación anual de 4 millones de toneladas de dióxido de carbono a través de la siembra de 100 millones de árboles en 2023, para una meta final de mil 188 millones.

“Sin embargo, este programa aún no cuenta con sistemas de monitoreo y geo-referencia, ni con mecanismos de seguimiento, evaluación y reporte de captura de carbono, que ayuden a evaluar su cumplimiento. Además, durante el primer año del programa solo sobrevivió 7% de los árboles plantados”, detalló el IMCO.

A la par, en México, la propuesta de transporte de bajo carbono retoma el Pacto de Glasgow por la electromovilidad, el cual evitará una emisión anual de 30 millones de toneladas de dióxido de carbono. No obstante, el país todavía tiene puntos que abordar si quiere cumplir con sus metas de mitigación y acciones de cero emisiones en el sector transporte, ya que para llegar a esta meta se considera que en 2030 el 50% de los vehículos vendidos en el país sean cero emisiones.

“Para lograrlo se tendrían que vender como mínimo 600 mil vehículos eléctricos al año, un volumen difícil de alcanzar en 7 años sin políticas públicas que incentiven la inversión”, resaltó.

  • El IMCO puntualizó que en el fondo, la clave para que el país avance en la reducción de gases de efecto invernadero depende de un clima favorable para la inversión con un marco jurídico que atraiga y retenga los recursos necesarios para la transición energética y descarbonización.

“Mientras México va en contrasentido de la tendencia mundial, los países han avanzado en comprometer metas más ambiciosas para financiar el combate al cambio climático”, dijo./Agencias-PUNTOporPUNTO

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