MÉXICO de nuevo FALLA en la actualización de nuevas METAS de mitigación y adaptación al CAMBIO CLIMÁTICO

Debido a la crisis climática, en los últimos 120 años la temperatura de México se incrementó 1.7 grados centígrados anual, en promedio.

Imagen de Gobierno de México

México llegará “en falta” a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP-27), a celebrarse en Egipto del 16 al 18 de noviembre próximo, pues no ha actualizado nuevas metas de mitigación y adaptación al cambio climático, alertó Adrián Fernández, director ejecutivo de la Iniciativa Climática de México (ICM).

  • En entrevista, el experto hizo votos para que la reunión que sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador con John Kerry, enviado especial presidencial para el clima de Estados Unidos, en el Palacio de Gobierno de Sonora, sea el “empuje” que necesita nuestro país para poder “corregir el rumbo”.
  • Detalló que México ratificó, en 2020, las mismas metas de reducción de emisiones que presentó en 2015 con el Acuerdo de París, para reducir 22% de sus emisiones de gases de efecto invernadero y 51% sus emisiones de carbono negro para 2030.

“Desafortunadamente, México está en falta hoy en día, porque entregó en 2020 compromisos más ambiciones, ofreció la misma meta que cinco años antes. Esto fue sorprendente para la comunidad internacional porque todo mundo sabe que tienen que ofrecer mayor reducción de emisiones”, dijo a Expansión.

Esas metas, planteó Fernández, no necesariamente se tienen que cumplir con los recursos con que cuenta un país, pero sí se tiene que hacer un mayor esfuerzo, para lo cual puede requerir de mayores apoyos tecnológicos y financieros, algo que se ha impulsado por el representante estadounidense John Kerry.

¿Qué es el Acuerdo de París?

El Acuerdo de París es un tratado internacional adoptado por 196 naciones en la COP-21, celebrada en Francia el 12 de diciembre de 2015. Entró en vigor el 4 de noviembre de 2016.

  • Con dicho tratado se vincula a las naciones a reducir el calentamiento mundial a 1.5 grados centígrados, muy por debajo de 2 grados en comparación con los niveles preindustriales.

La organización internacional Greenpeace interpuso en 2021 el primer amparo contra el Estado mexicano por incumplir con los compromisos que marcan las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés), como lo establece el referido Acuerdo.

México incumple metas

“México firmó en el 2015, una serie de metas concretas más ambiciosas que identificó, decidió voluntariamente y puso sobre la mesa. México dijo: ‘voy a reducir 22% mis emisiones de gases de efecto invernadero’, para lo cual ofreció hacer buenas políticas públicas”, situación que al día de hoy, ha incumplido, refirió el especialista en cambio climático y política ambiental en México.

De cara a la COP-27, se mostró optimista de que aún se pueden entregar metas más ambiciosas.

“México puede hacer más para contribuir a reducir las emisiones a nivel global, haciendo muchas cosas que le convienen al país, que le van a permitir ahorros, como es contar con energías renovables, en lugar de las fósiles. Sin embargo, estamos rechazando esa opción”, apuntó.

“El mundo se pregunta: ‘¿qué pasa en México?, ¿por qué México no se está ayudando a sí mismo?, ¿por qué México quiere extender el uso de combustibles fósiles para generar electricidad y está de hecho haciéndole la vida muy difícil a quienes han invertido en energía renovable?’”.

Medio ambiente, ¿una prioridad para México?

Actualmente, México ocupa el lugar 10 en el mundo por su volumen de emisión de gases de efecto invernadero, por arriba de España, Francia, Gran Bretaña y Brasil.

  • Para el exdirector general de Gestión e Información Ambiental (1995-2000) y de Contaminación Local, Regional y Global (2001-2004) en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Adrián Fernández, el país no tiene que esperar al 2023 para cumplir las metas que se propuso.

“Hay que regresar a la meta y ofrecer mayores reducciones, porque si continuamos con las políticas energéticas que esta administración ha implementado de favorecer los combustibles fósiles en vez de las energías renovables, muy pronto, en uno o dos años más, ya no va haber forma que corrijamos el rumbo a tiempo para que bajen nuestras emisiones como resultado de haber potenciado y acelerado la inversión en energías renovables”, dijo.

“Estamos en un momento crítico de decisiones. No se debe invertir más dinero en energías fósiles. Tenemos que recapacitar, corregir las políticas públicas en energía, para que logremos todavía meternos en la carretera correcta que es la tendencia que necesitamos para bajar emisiones y llegar al 2030, cumpliendo las metas que ofrecimos en 2015 y las nuevas metas, que sí espero que lleve a la COP-27”, apuntó.

“Hay una gran oportunidad que debe aprovechar México, corregir los errores del pasado y mostrarle a la comunidad mundial en la COP-27 que enmienda el camino y va entregar compromisos más fuertes y, sobre todo, lo más importante, que va empezar a avanzar en la implementación de todas esas medidas necesarias, no nada más, todas esas promesas de papel”, anotó.

El expresidente del Instituto Nacional de Ecología (2005-2011) expuso que el ahora Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), presentó un informe en donde evalúa cuáles serían los costos y beneficios de implementar todas aquellas medidas de reducción de emisiones que le permitieran a México cumplir con sus metas ahora y entre el 2030. Se llegó a dos grandes conclusiones:

  • Uno, se establece que si México implementa va a tener ese beneficio económico, el cual quiere decir que los beneficios sociales y económicos son mayores que el tamaño de los costos y las intervenciones.
  • Dos, si México implementa todos los portafolios de medidas que ha identificado el INECC, no solo cumpliría con la meta actual del Acuerdo de París, sino que le alcanzaría para reducir un poco más de emisiones.

“Ese reporte le demostraría al mundo que México puede reducir más y por tanto, estaría cumpliendo, sin entrega una meta más ambiciosa, con ese pendiente que tiene”, indicó Fernández.

El experto resaltó la importancia de que, por quinta ocasión John Kerry hya visitado México para entrevistarse con el Ejecutivo Federal, porque el diálogo bilateral de Alto nivel, permite a Andrés Manuel López Obrador “tener una visión real de lo que pasa en materia de cambio climático”.

“Yo tengo la impresión de que el presidente no está bien informado y que no lo están asesorando bien y cada ocasión que ha venido Kerry con su equipo, terminando (el encuentro) hay ligeros cambios no solo en el discurso del presidente, sino que paso a pasito va ofreciendo ciertas cosas, aunque el grueso de sus políticas, sobre todo en energía siguen siendo las equivocadas”, expuso.

“¿Qué pasa con la parte política? Justamente es donde ha estado el problema, porque la formulación de políticas públicas en materia de energía y probablemente en otros temas, no ha estado basada en una cuestión técnica ni de racionalidad económica y social. Ha estado, aparentemente fundamentado solo en un modelo ideológico-político de que quieren que el Estado de manera monopólica, maneje todos los asuntos que tienen que ver con energía, aunque no sea necesariamente un ente más eficiente para llevar a cabo estas tareas”, opina Adrián Fernández durante la entrevista con Expansión.

Sin embargo, llevar este modelo significa renunciar a utilizar energías renovables que son mucho más baratas que las opciones que está manejando todavía el gobierno.

“Entonces, nos está costando muy caro estos modelos ideológicos que quieren plantear”, dijo.

La actual administración entregaría mejores cuentas a la ciudadanía en la materia, si tomara el liderazgo para avanzar en las energías renovables, señaló el experto.

Fernández dijo que en el mundo los países que más avanzan en esta transición para eliminar el carbono, para bajar las emisiones a las que se conoce como rutas de descarbonización, son aquellos donde el Jefe de Estado o presidente, directa y personalmente, conoce y entiende el problema del cambio climático.

“En México, parece que todavía no entendemos esto, ojalá que pronto el presidente se diera cuenta que así es la situación y que estamos a tiempo de corregir el rumbo”, apuntó.

De acuerdo con el entrevistado, lo que se trata es de implementar políticas públicas correctas que se basen el algo elemental, como es la optimización para los beneficios para el país.

Dos Bocas aparta a México de metas ambientales

El exdirector ejecutivo del Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global (IAI) consideró que México se aparta de las tendencias mundiales con la construcción de la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco.

“El gran problema es que el haberse tomado esta decisión hoy en día, no hace 20 años, significa que en el mejor de los casos, va a operar a toda su capacidad, cuando mucho, unos 20 años, no los 50 o 60 años que se esperaría”, comentó.

  • Para el especialista, la política de México debió encaminarse a priorizar la reconfiguración o mantenimiento de las actuales refinerías y no construir una nueva, “que se va a quedar como un activo, varado, como dicen los expertos, porque son esas grande sin inversiones en infraestructura que no nos va a servir durante mucho tiempos”.

Es así que las necesidades de inversión no responden a un análisis elemental técnico-económico-financiero, sino a motivaciones de tipo ideológico y político, sin ninguna base, dijo.

México se calienta más que el planeta

Debido a la crisis climática, en los últimos 120 años la temperatura de México se incrementó 1.7 grados centígrados anual, en promedio.

  • En contraste, alerta un reporte liderado por científicos de la UNAM, la temperatura global aumentó 1.2 grados centígrados con respecto al periodo preindustrial.

El informe Estado y perspectivas del cambio climático en México, cuyo resumen será presentado en dos semanas y que fue adelantado a Excélsior, indica que esta situación se debe a la localización geográfica del país.

Es decir, México no tiene las mismas tasas de calentamiento y son mucho mayores en el norte, explicó Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM. Además, aumentaron los días de calor extremo por año, así como los días consecutivos secos, con mayores afectaciones en el noroeste. De no actuar contra el cambio climático, el impacto para México sería similar a perder entre medio Producto Interno Bruto y hasta cinco veces el PIB.

  • El aumento de la temperatura de México llama la atención de la ciencia, ya que en contraste, la temperatura global ha aumentado 1.2 grados centígrados con respecto al periodo preindustrial. En nuestro país, sin embargo, el calentamiento no es parejo.

México no enfrenta las mismas tasas de calentamiento y son mucho mayores en el norte, ya que en algunos lugares se alcanzan los 6 grados por siglo, “eso es una tasa de calentamiento muy elevada e importante; mientras que en algunas partes del sur, la tasa de calentamiento es de 5 grados por siglo y el resto del territorio está entre 2 y 3 grados”, explica Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PICC) de la UNAM.

  • Otros hallazgos del reporte Estado y perspectivas del cambio climático en México, del cual será presentado el resumen en un par de semanas y que Estrada Porrúa adelanta a Excélsior, son el aumento de días de calor extremo por año, así como el incremento del número de días consecutivos secos (Consecutive Dry Days, CDD) con afectaciones en mayor medida en el noroeste del país.

En el periodo observado 1975-2018, las tendencias de CDD indican incremento de seis y hasta ocho días adicionales por década en el noroeste; de entre dos y cuatro días adicionales por década en el centro, y el resto del territorio muestra tendencias de entre 0 y 2 días consecutivos secos adicionales por década.

También presenta información respecto a las precipitaciones. Se observa que son altamente heterogéneas, esto es que han disminuido en las regiones del norte del país, mientras que han aumentado en el centro y en el sur. Además, las precipitaciones están llegando como eventos extremos, indicó.

Sobre dicho reporte, Estrada dice que se trata de una iniciativa que lidera la UNAM y cuenta, además, con la participación de científicos de otros institutos de investigación y universidades del país.

Hicimos la tarea de recopilar información sobre qué significa en términos de impactos en salud, biodiversidad, agricultura y en otros sectores; cómo van las emisiones de México, cómo ha cambiado el clima, qué lugares del país y qué poblaciones son las más expuestas, entre otros puntos, para darnos una idea de la magnitud y gravedad del problema que significa el cambio climático, y esto es algo que el gobierno ya debería tener preparado para llegar a una Conferencia de las Partes, pero no lo tiene”.

Para conocer los impactos del cambio climático en México, Estrada destaca que primero debe saberse cuánto tiempo nos tardaríamos en pasar de un clima al que se le consideraría normal a otro clima al que hoy se le catalogaría como un evento extremo, “esto ayuda a calcular cuántos años nos quedan para que la sociedad enfrente un clima que desconoce, y en este momento nos quedan sólo 20 años para llegar a ese clima extremo, con el que no estamos familiarizados en lo absoluto”.

  • El reporte observa distintos escenarios para la economía de México en este siglo, por ejemplo, si no se logran las negociaciones internacionales en materia de cambio climático con planes ambiciosos y que se implementen, como lo estipula el Acuerdo de París, “lo que vamos a tener es un cambio del clima muy pronunciado y esto para México representaría algo similar a que hoy perdiéramos entre medio producto interno bruto y hasta cinco veces el PIB, de ese tamaño es el costo del cambio climático para nuestro país”.

En agricultura, señala que una investigación reciente analiza qué pasa con seis cultivos importantes para el país, ligados a qué tanto se importa y qué tanto se consume, que son: maíz, arroz, sorgo, trigo, soya y caña de azúcar (por su importancia industrial y comercial).

Considerando sólo los seis cultivos, el impacto que va a causar el cambio climático en este siglo será “el equivalente a que hoy el país perdiera 38 mil millones de dólares, a esto llamamos valor presente, a cuánto equivalen las pérdidas en este siglo a algo que podemos situar en la actualidad”, detalla.

Para maíz, hacia finales de siglo, en promedio, el país perdería entre 31% y 42% de sus rendimientos; en lo local, indica, hay estados que podrían perder hasta 80% de sus rendimientos de maíz de temporal que está directamente asociado con autoconsumo y seguridad alimentaria, “en la actualidad hay 23 estados que producen, en promedio, al menos una tonelada de maíz por hectárea de temporal, con 20 millones de personas que dependen de esa producción”.

  • Con el tipo de trayectoria de calentamiento en el que se está, continúa el científico mexicano, de no lograrse metas ambiciosas en las negociaciones internacionales sobre el Acuerdo de París, de 23 estados que pueden producir con el rendimiento de al menos una tonelada por hectárea, se pasaría a que sólo 11 estados podrían mantener esa producción.
  • En el caso del trigo, para finales de siglo, el país perdería en promedio entre 20% y 23% de los rendimientos; para arroz, entre 40% y 50%; en sorgo, entre 36% y 41%; en soya, entre 45% y 59%, y la caña de azúcar podría tener ganancias, pero dependería de los supuestos que se hagan, “es una parte técnica, si el cultivo va a absorber el CO2 que hay en la atmósfera podría haber beneficios, pero quitando ese supuesto, se perdería 12% promedio del rendimiento a nivel nacional”.

Sobre los impactos por inundaciones fluviales y costeras, Estrada resalta que en la actualidad los costos anuales, en el primer caso, son de alrededor de siete mil millones de dólares y para finales de siglo pasaría a una merma de 116 mil millones de dólares por año. En el segundo, cada año se espera una pérdida de alrededor de 130 millones de dólares, pero para finales de siglo sería de 10 mil millones de dólares cada año, “una cantidad enorme en pérdidas”.

Otro punto que destaca el coordinador del PICC-UNAM es que las grandes metrópolis son muy vulnerables al cambio climático. Explica que cuando se urbaniza una superficie natural (con vegetación, agua, etcétera) y se convierte en una superficie artificial, ésta tiene mayor capacidad de absorber energía y la emite en forma de calor, “entonces, se forma un cambio climático local por el fenómeno de urbanización, al que se le conoce como isla de calor”, y el cambio de temperatura puede ser similar al que esperamos por cambio climático global, es decir, para finales de siglo puede rondar entre 3 y 4 grados centígrados a nivel local, mientras que a nivel global serían los mismos grados.

  • En la Ciudad de México, apunta, en promedio la temperatura ha aumentado cuatro grados centígrados durante los últimos 100 años, 3 grados por cambio climático local y 1 grado por cambio climático global.
  • Si nos vamos hacia el futuro, imaginemos que la temperatura aumenta por cambio climático global 3 grados centígrados más, entonces, estaríamos hablando de un calentamiento de entre 7 u 8 grados centígrados para finales de siglo en las ciudades del mundo”.

Es muy difícil pensar cómo funcionaría una ciudad que no hace estudios sobre islas de calor, sobre estrategias de adaptación, que desconoce los riesgos, “cómo estaría el sistema Metro con una temperatura 8 grados centígrados más alta, cómo sería el día más caliente del año en esas condiciones generales, ¡es brutal!”.

Sobre los costos en ciudades asociados al cambio climático global, explica que deben multiplicarse por tres, “esto es muy sensible, porque si hay impactos tan altos se va a reflejar en la ciudad, en el país y en el planeta, porque resulta que a nivel global, 80% del PIB proviene de las ciudades”.

Ciudad de México, entre las más afectadas por el cambio climático

Entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 más de 7,600 millones de personas, el 96% de la población mundial, soportaron temperaturas medias diarias claramente influenciadas por el cambio climático.

Es la conclusión de un estudio que aplicó el CSI (Índice de Cambio Climático), utilizando métodos de atribución revisados por pares desarrollados a través de una colaboración dirigida por Climate Central.

El informe detalla patrones y clasificaciones globales basados en evaluaciones diarias durante los últimos 12 meses, y una nueva herramienta basada en mapas visualiza los puntajes del Índice de Cambio Climático para 1,021 ciudades en todo el mundo cada día.

  • Las personas que viven cerca del ecuador y en islas pequeñas se vieron especialmente afectadas: México, Brasil, África occidental y oriental, la península arábiga y el archipiélago malayo experimentaron la mayor influencia del cambio climático causado por el ser humano en las temperaturas durante los 365 días analizados.

Todos los días durante el período de 12 meses, al menos 200 millones de personas experimentaron temperaturas con un nivel CSI de 3 o superior, explica Climate Central en un comunicado.

  • El Índice de Cambio Climático aplica una escala de cinco puntos para indicar cuán más probables o frecuentes se han vuelto las temperaturas diarias como resultado del cambio climático. Por ejemplo, un índice de cambio climático (CSI) de 3 significa que la temperatura del día se hizo al menos 3 veces más probable de lo que hubiera sido sin la influencia del cambio climático causado por el hombre.

Durante 75 días, más de 1,000 millones de personas experimentaron temperaturas con un nivel CSI de 3 o superior, con un pico de 1700 millones de personas el 21 de octubre de 2021.

Las ciudades con las poblaciones más grandes expuestas a la mayor cantidad de días con niveles de CSI de 3 o más incluyen Ciudad de México, Singapur y Lagos, Nigeria.

“Ser capaz de detectar de manera confiable las huellas dactilares del cambio climático en el clima cotidiano, en cualquier parte del mundo, representa un avance vital en la ciencia de atribución climática”, dijo el doctor Andrew Pershing, director de ciencia climática en Climate Central.

“El Índice de cambio climático trae metodologías científicas establecidas al dominio público de una manera clara y accesible. Esta herramienta puede ayudar a las personas a comprender y hablar sobre cómo el clima cambiante está dando forma al clima local a medida que sucede”./Agencias-PUNTOporPUNTO

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