Si nadie lo remedia de aquí al martes, el tribunal de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) llegará de facto a su fin. Ante la negativa de EE UU a renovar las vacantes, el órgano que durante 25 años ha hecho de árbitro en las disputas comerciales entre los países dejará de funcionar ante la insuficiencia de miembros.
Es un ataque más de la Administración de Donald Trump a las organizaciones multilaterales y sus consecuencias se pueden dejar sentir de forma creciente en los próximos años. Los expertos alertan del riesgo que eso supone para el sistema de comercio global.
- “El sistema de resolución de disputas de la OMC está en crisis, poniendo con ello en peligro el futuro de la organización”. Es la conclusión de un grupo de expertos de distintas universidades en un informe de reciente publicación elaborado para la Fundación Bertelsmann. Se trata, parafraseando a Gabriel García Márquez, de una muerte anunciada porque desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos se ha negado a renovar los puestos de quienes se iban jubilando y el tribunal que inicialmente tenía siete miembros ya solo está formado por tres jueces, el mínimo establecido en la norma. Dos de ellos terminan mandato este martes.
Sin ese órgano en funcionamiento, la autoridad indiscutida de la OMC desaparece. “El 80% del trabajo que hace la OMC es evaluar las políticas comerciales de los distintos países para asegurarse de que cumplan con las reglas de la OMC”, explica Arancha González, directora ejecutiva del Centro de Comercio Internacional de Naciones Unidas, con sede en Ginebra. “Otro 15% se dedica a crear nuevas normas comerciales y el 5% a la resolución de conflictos”, aclara González, que estuvo en la OMC ocho años como jefa de gabinete del entonces director Pascal Lamy./EL PAÍS-PUNTOporPUNTO