El mercado del gas LP enfrenta barreras a la competencia en diferentes zonas del país, a pesar de que está liberalizado desde enero de 2017, por lo que no siempre se cumple la premisa de que el consumidor puede elegir a quien comprar.
Denuncias de empresas distribuidoras que pidieron no ser identificadas, y señalan supuestos bloqueos, amenazas e incluso violencia física en regiones del Estado de México. En la práctica, el usuario es presa de una guerra entre los comisionistas del sector, quienes se disputan cuadras, colonias y territorios en los que buscan prevalecer como únicos suministradores.
El problema no es sólo entre proveedores: los compradores han manifestado su inconformidad y a cambio reciben amenazas por parte de los gaseros locales de no volver a surtirles, si hacen pedidos a otras compañías./ EL UNIVERSAL
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