La APUESTA para ALCANZAR LA 4T

El Plan Nacional de Desarrollo para muchos es un proyecto de esperanza que marca el rumbo del país, para otros sólo buenas intenciones

El futuro sigue marcado por la incertidumbre. A pesar de que la Cuarta Transformación ha hecho varios esfuerzos por demostrar que las estrategias de su gobierno funcionarán, aún existen factores que impiden que el sector privado y otros organismos apuesten todas las fichas a su favor.

  • Tras una espera de varios meses, finalmente el presidente Andrés Manuel López Obrador puso sobre la mesa el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, documento que establece, con una esencia antineoliberal, la ruta a seguir en materia económica, política y social durante su sexenio.
  • Aun con todos los pronósticos en contra, el gobierno mantiene el optimismo de que se logrará una tasa de crecimiento promedio anual de 4 por ciento, es decir que para el cierre del sexenio el Producto Interno Bruto (PIB) debería crecer 6 por ciento.
  • También se prevé una recuperación del poder adquisitivo de los mexicanos en un 20 por ciento, así como la generación suficiente de empleos para los jóvenes, la erradicación del hambre y la pobreza extrema en el país
  • Sin embargo, esta apuesta no termina de convencer, sobre todo, a los más escépticos, ya que en los primeros meses del gobierno las cosas no han salido como se esperaba y el proyecto del PND, presenta algunas inconsistencias.
  • Para empezar no se dieron a conocer los resultados de las consultas para la elaboración del mismo en las que participaron ciudadanos y diversos especialistas de todo el país. También destaca que es la primera vez en que los legisladores podrán hacer adecuaciones.
  • Raymundo Tenorio, director de proyectos del Centro de Estudios Interdisciplinarios y Prospectiva (CEIP), opina que, al menos en el papel, este plan cumple con las expectativas, pero el problema está en que muchos de los objetivos que se establecen solo se quedan en una carta de buenas intenciones, pues no se profundiza. En otras palabras, el documento solo contiene los qués, pero no los cómos.
  • “El Plan Nacional cumple con las expectativas que tiene el mismo gobierno, pero no termina de convencer a los inversionistas. Lo que más llama la atención es que pareciera que se busca imponer un modelo económico con tintes nacionalistas y centralistas basado en el mercado y desarrollo interno dejando de lado a los extranjeros”, comenta el también integrante del Comité Nacional de Productividad.

Entre las propuestas del PND se establece un fomento a la creación de empleos mediante programas sectoriales, proyectos regionales y diversas obras de infraestructura.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes), que generan aproximadamente 90 por ciento de los empleos en el país, también destacan en la fórmula del plan, ya que se retoma una idea impulsada durante la administración pasada: simplificar los requisitos para la creación de nuevos negocios.

Aunque el deseo de impulsar modalidades de comercio justo y economía solidaria en el campo llama la atención, los esquemas que se pretenden desarrollar pueden llegar a ser insuficientes para impulsar el crecimiento de las zonas más marginadas en el país donde el nivel de pobreza supera al 50 por ciento de la población.

Los principales organismos empresariales del país, Coparmex y el CCE, se han manifestado a favor de la necesidad de crear las condiciones necesarias para lograr un crecimiento económico sostenido, pero reconocen que esto no se logrará en tanto no se implemente un gran número de políticas públicas bien planeadas y que se pongan en práctica de forma eficiente.

En este momento, el desafío más importante para el inquilino de Palacio Nacional y el equipo hacendario a cargo del secretario Carlos Urzúa es sacar a la economía del bache en el que se encuentra

  • Durante el primer trimestre del año, el PIB se contrajo 0.2 por ciento respecto al cuarto trimestre de 2018, de acuerdo con la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
  • Esta cifra es la más baja que se reporta durante el primer semestre de un sexenio desde el gobierno del expresidente Ernesto Zedillo, cuando la economía se contrajo 5.7 por ciento de enero a marzo de 1995, tras el ‘error de diciembre’/REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario