ADIÓS a la POLICÍA FEDERAL

El punto final a la Policía Federal (PF) se dará antes de que termine 2019, de acuerdo con documentos, en poder de Crónica, en los que se establece el cronograma de traslado de recursos humanos, materiales y financieros hacia la Guardia Nacional. El plazo legal es de un año y medio e inicialmente los planes de la IV-T echaban mano de ese periodo completo, pero algo cambió y en los últimos días el plan de trabajo se redujo drásticamente.

• La muerte de la PF se dio a través de un artículo transitorio de las reformas legales que dieron origen a la Guardia. En este transitorio se especifica que las atribuciones legales de la Guardia serán las mismas que las de la PF y que esta corporación policial deberá transferirle los recursos humanos, materiales y financieros necesarios (es decir, todo).
• El proceso de absorción de las áreas de mando, incluyendo la oficina del comisionado general de la PF ya se habría completado en mayo, según el cronograma, al igual que la de los grupos operativos (aquellos capaces de enfrentar a la delincuencia organizada) proveniente de la División de Fuerzas Federales y de la Gendarmería creada por Peña Nieto.
• En el caso de los elementos de Fuerzas Federales, la transferencia inició con llamados a que los elementos se concentraran en la base de Contel, en Iztapalapa, algo común cuando estos grupos van a salir a un operativo en el interior del país. Pero esta vez muchos de ellos fueron remitidos al norte del país, aunque sin el armamento completo, para comenzar su integración a la Guardia… y allí comenzaron los cambios para ellos, ya que se les avisó que esta vez no hay bonos adicionales a su sueldo por la llamada Operatividad, una suerte de viáticos para los elementos que hacen operativos lejos de casa.

Tampoco, se les dijo, habrá traslados a su entidad de residencia para ver a la familia en los días francos. Los viajes a casa deben costearlos de su bolsa.

Estos cambios en los ingresos de los federales con mayor capacitación en el manejo de armas de alto poder es lo que está detrás de las muestras de inconformidad por el tipo de campamentos a los que han sido enviados. Los federales llegaban a hoteles y no a tiendas de campaña en despoblado.

En torno a lo anterior es importante señalar que la denominada Secretaría General de la PF fue también transferida en el primer paquete a la Guardia Nacional. Este órgano es el que controla el presupuesto y realiza todos los procesos administrativos, lo que asegura que se cumpla esa nueva forma de operar «en austeridad», como le señalaron irónicamente a algunos de los federales enviados a Ciudad Juárez.

Ayer mismo, el último comisionado de la PF, Manelich Cravioto, indicó a MVS Radio que el uso de hoteles no era un lujo, sino una condición mínima necesaria para policías que se trasladan una y otra vez a diferentes puntos del país y que deben combatir a criminales diariamente. El comisionado Manelich habló constantemente durante su gestión, sobre dignificar el trabajo policial.

En el cronograma de desaparición de la PF destaca igualmente que los responsables amlistas de ejecutar esta transferencia han decidido que los últimos elementos policiales en activo sean absorbidos por la Guardia en diciembre. Y allí han quedado solos los 3 mil elementos de la División Científica. Esto significa que peritos, investigadores científicos del delito y otros especialistas del nuevo sistema de justicia penal, quedarán aislados de los policías federales que vigilan autopistas, puertos, aeropuertos, así como las unidades de la Gendarmería. Es decir, la parte de la investigación y probatoria científica en torno al delito no tendrá contacto orgánico con los uniformados que atacan directamente el delito en calle.

La división de inteligencia, también de especialistas en análisis de redes delincuenciales y monitoreo de riesgos, se quedarán fuera de la Guardia hasta noviembre. Las demás divisiones, incluyendo las de investigación policial tradicional, quedarán absorbidas antes de que termine septiembre.

Los documentos en poder de Crónica son escuetos en cuanto a la lógica que está siguiendo este traslado y no mencionan nada en torno a la necesidad y urgencia de sepultar a la Policía Federal y los 20 años de experiencia que acumuló.

LOS CAMBIOS

En el caso de los elementos de Fuerzas Federales, la transferencia inició con llamados a que tales elementos se concentraran en la base de Contel, en Iztapalapa.

• Esta vez no hay bonos adicionales a su sueldo por la llamada Operatividad, una suerte de viáticos para los elementos que hacen operativos lejos de casa.
• Estos cambios en los ingresos de los federales con mayor capacitación en el manejo de armas de alto poder es lo que está detrás de las muestras de inconformidad por el tipo de campamentos a los que han sido enviados.

La denominada Secretaría General de la PF fue también transferida en el primer paquete a la Guardia Nacional. Este órgano es el que controla el presupuesto y realiza todos los procesos administrativos, lo que asegura que se cumpla esa nueva forma de operar «en austeridad», como le señalaron irónicamente a algunos de los federales enviados a Ciudad Juárez.

Los elementos, desoncertados cumplen con su labor, pero consideran que tratan mejor a los migrantes que a ellos, que están para proteger a la comunidad./LA CRÓNICA DE HOY-PUNTOporPUNTO