El Congreso hipócrita

Una vez aplicado el brutal incremento a la gasolina el pasado 1 de enero las protestas no se hicieron esperar, pero hubo quienes ni pío dijeron y aplicaron la máxima de “calladitos nos vemos más bonitos”. Legisladores federales de todos los partidos, la mayoría aún en vacaciones, hicieron mutis ante la andanada de críticas que arrojó la mala decisión de incrementar los combustibles con el primer minuto del año.
Conforme avanzaron los días, el Gobierno Federal tomó acciones para intentar contrarrestar el aumento de precios, sobre todo de los productos de la canasta básica que irremediablemente se transportan con gas o gasolina.
Pero son los diputados federales y senadores, sobre todo del PRI y PAN, quienes no solo hipócritamente critican el gasolinazo que ellos mismo apoyaron, sino que son reacios a renunciar, en pro de la austeridad ante un país en crisis, a parte de sus jugosos dispendios que les corresponden como servidores públicos.
Desde hace algunos años se critica el exceso de salarios y prestaciones que reciben los legisladores federales que no concuerda con su pobre desempeño, y se ha pedido –sin éxito– que reduzcan el número de curules, o que en todo caso desaparezcan los plurinominales.
En el Senado por ejemplo buscan verse magnánimos y anunciaron la reducción de un «fabuloso» 10 por ciento de los gastos que se hacen en diversas áreas (servicios profesionales, digitalización, telefonía, comunicación social, combustible, gastos de viajes y viáticos), así como “congelar” las compras que se tenían planeadas y las que se hacían usualmente, además de un incremento cero en plazas y adquisición de nuevos vehículos.
Y en la Cámara de Diputados Federal se analizan medidas similares, pero en ninguna se quiere tocar el presupuesto asignado a comidas, seguros de gastos médicos y gastos “especiales”. Y lo peor, defienden a capa y espada sus sueldos, percepciones millonarias que hoy son un insulto a la clase trabajadora del país. Los diputados federales ganan 73 mil 817.10 pesos mensuales y un senador cobra la friolera de 117 mil 345 pesos en el mismo periodo de tiempo.
Me afecta seriamente saber que personajes como la diputada priista Carmen Salinas, que de trabajo legislativo no ha hecho nada, cobre a costa de mis impuestos esa cantidad, o que el senador panista Javier Lozano en tono de burla diga que si le reducen el sueldo se tendrá que dedicar a robar.
Esos son los representantes populares que mantenemos todos, ni representan, ni ayudan y en la mayoría de los casos ni trabajan. Alguien por ahí me mencionó que en México la política es la legalización de la corrupción… definitivamente así es.
PARA EL REGISTRO Esta información igual duele. El crecimiento económico solo está beneficiando a los que más tienen. La súper concentración de riqueza se ha agudizado en el último año, amenazando la estabilidad y el crecimiento mundial. Ocho personas concentran en sus manos el equivalente a la riqueza de otros tres mil 600 millones, la mitad más pobre de la población mundial, denuncia Oxfam en el informe “Una economía para el 99%”, publicado la víspera. En México, cuatro millonarios tienen tanta riqueza como el 50 por ciento más pobre de la población. Ni hablar *** No están ustedes para saberlo, pero aquí estoy yo para contárselo; con la novedad de que ya tengo internet y bastante veloz. Gracias al supervisor Alberto Alvarado y al técnico Christopher Zapata de Total Play, ya andamos navegando por todos los rincones de la web, así que espero sus comunicaciones. Gracias y hasta mañana.
@betata75

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