Se agrava problema migratorio México-EU

El problema migratorio entre México y Estados Unidos ha pasado de ser un asunto preocupante a muy grave. El tirano de la Casa Blanca firmará en las próximas horas una orden ejecutiva para acelerar el arresto y deportación de cuanto inmigrante indocumentado se le atraviese a las fuerzas del orden, acción que tensará aún más la relación bilateral.
El muro fronterizo del insensato presidente Donald Trump y su costo siguen siendo importantes irritantes en la relación, pero ha pasado a segundo plano luego de las expulsiones en masa de mexicanos que el gobierno estadunidense realiza desde los últimos días.
Mientras el canciller Luis Videgaray y el presidente Enrique Peña Nieto insisten en el tono conciliador y cooperativo hasta donde sea posible, el bravucón nos propina cachetada tras cachetada y envía a centenares de connacionales arrancándolos del seno familiar y productivo.
Cierto, este mensaje acogedor y cálido de las autoridades mexicanas puede ser un pequeño consuelo para los deportados, pero no está claro si alguna de estas acciones podría mitigar el impacto económico y social para ellos en el futuro cercano.
El gobierno de Peña Nieto más bien parece estar concentrado en evitar un choque de trenes con Trump sobre los migrantes por ahora, y está dejando los detalles para próximas negociaciones, lo que implica alimentar una bomba de tiempo que semanas adelante inevitablemente explotará.
Entiéndanlo señores del Gobierno Federal, los migrantes deportados ya no pueden ser considerados un problema de mediano plazo y unilateral, sino más bien un problema inmediato y mutuo, que merece especial atención.
En los próximos días llegarán a nuestro país en visita oficial el secretario de Estado del gobierno de Trump, Rex Tillerson, y de Seguridad Interna, John Kelly, y el gobierno mexicano, con la dignidad obligada, debe recibirlos con un extrañamiento por la dura política contra los migrantes y el tinte racista que su presidente ha impulsado.
PARA EL REGISTRO Qué desesperados están en el Gobierno Federal ante la baja popularidad del presidente Enrique Peña Nieto por el gasolinazo y la tibia respuesta a las agresiones de Trump. La víspera, el presidente y el canciller  Videgaray convocaron a la crema y nata de los medios de comunicación nacionales, con el objetivo de influir positivamente en las decisiones editoriales. Al inusual encuentro asistieron Denise Maerker, Joaquín López-Dóriga, Carlos Loret de Mola y Leopoldo López por Televisa; Ciro Gómez Leyva representando a Imagen TV; Oscar Mario Beteta por Grupo Fórmula; Carlos Puig de Milenio Televisión; Luis Cárdenas de Noticias MVS; Alberto Aguilar, colaborador de Milenio y Tv Azteca; y Federico Arreola, director del portal SDP Noticias. También fueron invitados directivos de Pictonline, Animal Político y Uno Tv. A todos ellos se le dijo una y otra vez que el incremento a las gasolinas se debe a factores externos y no internos, y que todo tiene que ver con la incertidumbre internacional, el precio del petróleo y el tipo de cambio *** Es un error periodístico dar a conocer encuestas para la elección presidencial del 2018 cuando los partidos no han definido a sus candidatos. El único ya listo y en marcha es el eterno suspirante Andrés Manuel López Obrador, a quien benefician —por supuesto— estos conteos. Los pejistas festinan una gran victoria sin pensar que luego de las definiciones su candidato se puede venir abajo, momento en el que argumentarán fraude y todas esas ficciones que les conocemos. Ni hablar. Gracias, hasta mañana.
 
 
 
@betata75

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