TEXTO ÍNTEGRO: Ser MUJER en MÉXICO, uno de los 3 elementos que más condicionan la DESIGUALDAD y MARGINACIÓN

En México y en todo el mundo existe una lucha por la equidad en los derechos, pero también de las obligaciones, empezando por la crianza, la cual histórica y socialmente se le ha delegado exclusivamente a las mujeres.

El tamaño de la desigualdad de oportunidades afecta particularmente a las mujeres, quienes de antemano enfrentan una barrera añadida por la desigualdad de género, por lo que las diferencias resultan más marcadas.

  • Esta condición se profundiza con quienes provienen de hogares en los que sus padres no contaban con acceso a la protección social, revela la Encuesta ESRU de Movilidad Social en México del El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

En particular, las mujeres con origen en la parte baja de la escalera social (posición 25 de 100) que tuvieron padres sin acceso a esquemas de protección social a lo largo de la vida, escalaron menos posiciones (llegaron a la posición 26) que aquellas con padres que sí tuvieron acceso (llegaron a la posición 38).

“Para impulsar la movilidad social en México, se requiere de igualdad de oportunidades”, comenta Roberto Vélez Grajales, director ejecutivo del CEEY.

  • Al comparar entornos que cuentan o no con servicios de cuidado infantil, se observa que entre las mujeres cuyo origen se encuentra en la parte más baja de la escalera social, solo 32 % supera su condición socioeconómica cuando su localidad no cuenta con servicios de cuidado, indicó.
  • En cambio, en los lugares en donde sí los hay, un 63 % de las mujeres en la misma condición lo logra.
  • El CEEY concluyó que la falta de un Sistema Nacional de Cuidados (SNC) limita la movilidad social, principalmente de las mujeres. Y recordó que su creación está pendiente en el Senado.

A través del análisis de la Encuesta se muestra cómo las normas sociales relativas a los cuidados provocan una ausencia institucional y de recursos para esta materia.

El organismo especializado en temas de movilidad social, resaltó la urgencia de establecer un Sistema Nacional de Cuidados que ayude a paliar el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que afecta a millones de mujeres mexicanas, quienes a falta de servicios y políticas al respecto, se ven obligadas diariamente a atender a niños menores de edad, adultos mayores o familiares con algún padecimiento que afecte su independencia, en detrimento de sus oportunidades, lo cual reduce las opciones de movilidad social en nuestro país, señaló.

  • En la presentación virtual del análisis de la Encuesta ESRU de Movilidad Social en México, elaborada por el CEEY, arroja la evidencia de la importancia de que, en nuestro país, la protección social incluya un Sistema Nacional de Cuidados.
  • Es decir, que las instituciones mexicanas atiendan en cuidados corresponsablemente a las personas con enfermedades o discapacidad, a menores de edad y personas mayores, lo que permite que familiares y cuidadores – quienes son mujeres en su gran mayoría por los roles sociales impuestos – puedan acceder a mayores oportunidades y opciones de movilidad social.

“Del total de la desigualdad en México, prácticamente la mitad se debe a factores fuera del control de las personas. El peso de la protección social en el total de la desigualdad de oportunidades alcanza el 11% a nivel nacional, mientras que para la población en la parte más baja de la escalera social (la más pobre), este porcentaje alcanza el 38%, lo cual es una diferencia muy significativa que nos indica que sin mecanismos formales de protección es casi imposible contar con oportunidades para lograr mayor movilidad social”.

En el mercado laboral y que se dedican principalmente al cuidado de familiares experimentan menor movilidad social ascendente.

La diferencia observada en la región sur del país, donde las mujeres que no han participado en el mercado laboral experimentan un retroceso con relación a su posición de origen.

“Los beneficios potenciales de un Sistema Nacional de Cuidados son muy claros, al crear oportunidades de movilidad social, tanto para las personas que requieren cuidados como para sus cuidadoras, amplía las oportunidades de elección para las mujeres cuidadoras al reducir la sobrecarga de trabajo no remunerado, al promover la autonomía, el empoderamiento y las posibilidades de las mujeres de vivir libres de violencia”, señaló Mónica Orozco, directora general de GENDERS e investigadora asociada externa del CEEY.

  • A pesar de que la iniciativa de crear un Sistema Nacional de Cuidados fue aprobada recientemente por la Cámara de Diputados mediante una reforma a la Constitución que reconoce el derecho al cuidado y al tiempo propio de las cuidadoras, su aprobación se encuentra pendiente en el Senado. Además, no está claro el funcionamiento institucional ni los recursos que se le asignarán.

“Es muy importante diseñar un Sistema Nacional de Cuidados que sea efectivo y sostenible, que haga efectivos los derechos de todas y todos, quienes necesitan y quienes brindan cuidados”, destaca Vélez Grajales.

La crianza debe ser compartida para combatir la desigualdad

En México y en todo el mundo existe una lucha por la equidad en los derechos, pero también de las obligaciones, empezando por la crianza, la cual histórica y socialmente se le ha delegado exclusivamente a las mujeres.

  • Si bien, se ha buscado que los padres gocen de permisos más amplios al nacer su hijos para compartir los cuidados, lo cierto es que los permisos parentales no serán la solución mágica a un problema estructural y arraigado.

A pesar de esto, organismos internacionales y especialistas señalan que es un primer paso para contribuir al cierre de las brechas salariales y que la distribución del trabajo en el hogar sea más equitativa.

Principalmente en México, un país en donde el cuidado y crianza de los hijos y del hogar es impuesto exclusivamente a las mujeres.

De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de los 38 países que la integran, México se encuentra en el penúltimo lugar de la lista de la ocupación laboral de las mujeres por país con tan solo el 48 por ciento de mujeres en activo

  • El país se encuentra por encima de Turquía (38 por ciento) y muy por debajo del promedio de los demás países que es del 70 por ciento. Tanto Chile (58 por ciento) como Estados Unidos (69 por ciento) también se encuentran por debajo de la media.
  • De acuerdo con el organismo internacional, esta situación ocurre debido a que a las mujeres las frena laboralmente la maternidad. Esto, a su vez, representa ingresos menores que los hombres, pocas posibilidades de acceder a puestos directivos o de mando en las empresas y también dificultad, a comparación de un hombre, para acceder a cualquier empleo.

Debido a esto, el informe “Estudios Económicos de la OCDE. México, febrero 2022” pide a las autoridades ampliar el permiso de paternidad, que es de tan solo cinco días de acuerdo con la Ley Federal de Trabajo, como primera medida para combatir la desigualdad laboral y el estereotipo de que las labores de cuidado y crianza infantil son responsabilidad principal o exclusiva de las mujeres.

“México tiene uno de los niveles de pobreza y desigualdad de ingresos más altos de la OCDE, lo que demanda esfuerzos sostenidos para afianzar la protección social, reducir las brechas de género y mejorar la educación.

“La responsabilidad de los cuidados recae de forma desproporcionada en las mujeres, y ello limita sus posibilidades de la población activa. La reducción de las desigualdades de género impulsaría el crecimiento y bienestar de forma significativa”, señala la OCDE.

  • La causa principal de que el permiso parental sea de tan solo cinco días, alerta la Organización, se debe a que es pagado íntegramente por la empresa y no por el sistema de Seguridad Social como ocurre con la incapacidad por maternidad.
  • También, juega en contra la poca utilización de los hombres del permiso parental debido al estigma social, y a que solo es un derecho para los trabajadores formales.

“Financiar la baja paternal a través del Sistema de Seguridad Social, como se hace para las madres en México y para los padres en muchos países de la OCDE, podría facilitar su utilización y acabar con los estigmas.

“México podría considerar también la posibilidad de prolongar la baja paternal, siguiendo la tendencia reciente de muchos países de la OCDE, como Francia y España”, concluye el organismo.

El primer paso para la crianza compartida

De acuerdo con la coordinadora de datos de la organización México, ¿Cómo vamos?, Katia Guzmán, tanto las licencias de paternidad como otras políticas públicas laborales pendientes podrían ayudar a que los hombres ejerzan una paternidad más responsable.

“Las licencias de paternidad, y en general las políticas laborales que permitan a los hombres involucrarse en el hogar y en los cuidados, no sólo tienen como beneficio que los hombres ejerzan una paternidad más responsable, sino que permitiría una distribución del trabajo del hogar y de cuidados no remunerado menos desigual”.- Katia Guzmán, Coordinadora de datos de la organización México ¿Cómo vamos?

Guzmán, explica que actualmente las mujeres con empleo (ocupadas) dedican en promedio en México 36 horas semanales a las labores del hogar y cuidado de los niños y ancianos.

“Esto es casi lo equivalente a una jornada laboral completa para estas tareas. En contraparte, los hombres ocupados solo dedican 16 horas a la semana”, explica.

Y aunque políticas públicas como la licencia por paternidad no resolverán el problema, la especialista opina que son de suma importancia para combatirlo.

“Si bien se requiere de un cambio cultural en los estereotipos asociados al género, este tipo de políticas son un primer paso necesario para hacerlo posible”, concluye.

El rezago de México

Por su parte, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) alerta que mientras a nivel mundial, ha habido una tendencia a establecer licencias de maternidad con periodos que empatan o exceden el estándar establecido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que es de 14 semanas, en México, la duración de la licencia de maternidad es de tan solo 12 semanas.

  • Muy por debajo de los estándares internacionales y del promedio de tiempo que otorgan los Estados miembros de la OCDE que es de 32.2 semanas.
  • Respecto a las licencias de paternidad, en México, la Ley Federal del Trabajo establece cinco días laborales con goce de sueldo por el nacimiento de los hijos.

Cifra muy por debajo del promedio de tiempo que se otorga en los países de la OCDE, que es de 4.3 semanas.

“La corta duración de la licencia de paternidad refuerza el estereotipo de que las labores de crianza y cuidado infantil son responsabilidad principal o exclusiva de las mujeres”./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro:

01-Orozco-et-al-2022_compressed

 

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario