Texto Íntegro: Seguridad Alimentaria MUNDIAL en RIESGO por CLIMA; sequía redujo calidad en granos 40%

La agencia de la ONU recordó que 2.300 millones de personas sufren inseguridad alimentaria en el planeta, entre ellos 767 millones con malnutrición, según cifras de 2021, y más de la mitad de ellos se encuentran en Asia y África.

En un escenario de aumento constante de las emisiones de gases de efecto invernadero, es fundamental poner la crisis climática en el centro de la investigación mundial sobre seguridad alimentaria, advierte el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

  • Este centro de investigación científica con sede en México, clave para la seguridad alimentaria mundial, donde el 70 por ciento de las semillas de trigo y más del 50 por ciento de maíz sembradas en el orbe, derivan de sus materiales genéticos.
  • Y tiene presencia en más de 50 países y promueve prácticas y tecnologías que benefician a más de 18 millones de agricultores en todo el planeta, amplía su investigación e incorpora nuevos cultivos que les permitan adaptarse y enfrentar los efectos del cambio climático.
  • Busca crear conciencia a través de su estrategia hacia 2030 y acelerar la transformación sostenible de los sistemas agroalimentarios para contribuir a la construcción de sociedades con mayor seguridad alimentaria y nutricional.

Científicos del CIMMYT informan que el Centro amplió su investigación más allá del maíz y trigo e incorporó nuevos cultivos que permitan a los agricultores adaptarse y enfrentar los efectos del cambio climático.

  • “El enfoque se orienta hacia una investigación amplia sobre una adaptación y mitigación del cambio climático. Se trata de investigación centrada en el clima para ayudar a los pequeños agricultores a adaptarse a los choques climáticos y aumentar y mantener los rendimientos de forma rentable y sostenible”.

Y lo anterior, mediante la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con prácticas como la agricultura de conservación.

  • El CIMMYT, que custodia más de 140 mil muestras de semillas de trigo y más de 28 mil muestras de maíz y cuenta con estudios y promoción de dietas saludables y asequibles, busca producir más con menos. Es decir, dentro de la capacidad de carga de la tierra y el medio ambiente es necesario y es posible.

Destaca en este proceso el importante papel de los agricultores, técnicos y científicos mexicanos que operan con éxito diversos proyectos en territorio nacional y que hoy se replican en países de Asia, África y América Latina.

  • Conservación de la biodiversidad: De entre las diversas prácticas que esta organización sin fines de lucro promueve, destacan las orientadas a la conservación de la biodiversidad; el desarrollo local e inclusivo y la promoción de sistemas de abastecimiento responsable, así como la consolidación de sistemas de semillas que contribuyen a la soberanía alimentaria.

Como contexto del incremento de temperaturas, se recordó que hace un lustro, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPPC) por sus siglas en inglés, señaló que limitar el calentamiento global a 1.5 grados suponía un desafío a una escala sin precedentes.

  • Este 2023, en un nuevo informe, los especialistas indican que ahora el desafío es aún mayor debido al aumento constante de las emisiones de gases de efecto invernadero y a las medidas insuficientes adoptadas hasta el momento.
  • Sostienen que la solución radica en el desarrollo resiliente al clima, lo cual implica integrar las medidas de adaptación al cambio climático con acciones para reducir o evitar las emisiones de estos gases en todos los sectores.

Sí se comparten las tecnologías, los conocimientos especializados y las medidas de política adecuadas, cada comunidad puede reducir o evitar el consumo con altas emisiones de carbono.

Ante este contexto donde se prevé que la inseguridad alimentaria e hídrica asociada al clima se incrementarán por el aumento del calentamiento, los riesgos se combinan con los efectos acumulados por la pandemia y los conflictos.

Entonces, para transformar los modos de producción y consumo, es fundamental poner la crisis climática en el centro de la investigación mundial sobre seguridad alimentaria, señalan los investigadores del CIMMYT.

El calor y la sequía pone en riesgo la seguridad alimentaria y la agricultura

De entre todos los factores de los que depende la agricultura, y por tanto la capacidad de proporcionar al mundo el alimento suficiente como para cubrir sus necesidades, el calor y la sequía se sitúan como dos de los que habrá que tener mas en cuenta en un futuro próximo. Al menos eso es lo que se desprende de un estudio que bajo el título Plants adaptability to climate change and dry stress for crop growth and production se publica esta semana en la revista Cabi Reviews.

  • En él, el equipo de científicos internacionales dirigido por el doctor Aqarab Husnain Gondal, de la Universidad de Agricultura Faisalabad, en Pakistán, sugiere que cada vez resulta más imprescindible comprender las respuestas bioquímicas, ecológicas y fisiológicas de las plantas al estrés del calor y la sequía para lograr soluciones y una gestión más práctica.
  • Entre 1980 y 2015, la sequía ha reducido los rendimientos del trigo y maíz hasta en un 40 % en todo el mundo. «Debido a los daños físicos, las alteraciones biológicas y las anomalías bioquímicas, los suministros de agua por debajo del nivel óptimo y las temperaturas inusuales tienen un impacto negativo en el desarrollo y el rendimiento de los cultivos», explica Husnain.
  • De este modo, refiriéndose a una revisión que analizó los rendimientos del cultivo del maíz durante más de 3 décadas, los investigadores han podido comprobar que entre 1980 y 2015, la sequía ha reducido los rendimientos del trigo y el maíz hasta en un 40 % en todo el mundo. De hecho, el aumento de cada grado centígrado se traduce en una pérdida del 6 % en la producción mundial de trigo.

El aumento de cada grado centígrado se traduce en una pérdida del 6 % en la producción mundial de trigo.

“El estrés abiótico está reduciendo el rendimiento de los cultivos en todo el mundo», explica Husnain. «Y concretamente el estrés por calor y la sequía están haciendo que las plantas respondan de diversas maneras, la más notable de las cuales es alterando su desarrollo y morfología», continúa.

“Si bien la capacidad de las plantas para resistir estas presiones difiere significativamente entre especies, vale la pena señalar que recientemente se han logrado avances para limitar estas consecuencias adversas, ya sea mediante el uso de métodos genéticos o mediante la inducción de tolerancia al estrés”, añade.

  • Sin embargo, los científicos sostienen que a pesar de que el estrés por calor y sequía puede tener un impacto negativo en el crecimiento y desarrollo de la planta, el crecimiento reproductivo, es decir, el proceso en que los azucares formados por la planta son transferidos a la flor para la posterior formación del fruto, es el más afectado, siendo este uno de los más importantes para la producción de alimentos de origen agrícola.

El cambio climático en Asia afectó a la inseguridad alimentaria en 2022

El cambio climático, que en Asia causó en 2022 olas de calor sin precedentes en China o graves inundaciones en India y Pakistán, tuvo una importante influencia en la inseguridad alimentaria global, que afecta a una cuarta parte de la población mundial, advirtió este viernes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

En su nuevo informe anual sobre el estado del clima, presentado en la víspera del Día de la Tierra, la OMM concluyó que las olas de calor en la estación previa al monzón causaron una reducción en las cosechas de India y Pakistán, lo que unido a la guerra de Ucrania agravó la crisis de suministro alimentario en numerosos países.

“Combinado con la prohibición o limitación de las exportaciones de trigo y arroz en la India tras el inicio de la guerra en Ucrania, amenazó la disponibilidad de cereales en los mercados internacionales, con graves riesgos para países ya afectados por escasez de estos alimentos básicos“, analizó la OMM.

  • La agencia de la ONU recordó que 2.300 millones de personas sufren inseguridad alimentaria en el planeta, entre ellos 767 millones con malnutrición, según cifras de 2021, y más de la mitad de ellos se encuentran en Asia y África.
  • En el continente asiático, 2022 estuvo marcado por lluvias récord que provocaron unas inundaciones in precedentes en Pakistán, con 1.700 muertos, 33 millones de afectados y 8 millones de desplazados.

La inseguridad alimentaria se agrava

China sufrió al mismo tiempo su ola de calor más intensa y duradera desde que se tiene registro, entre mediados de junio y finales de agosto de 2022, dando lugar al verano más cálido y el segundo más seco en el gigante asiático, recordó el informe de la OMM.

Hasta 336 localizaciones en ese país registraron temperaturas récord el asado año, con niveles de calor especialmente altos en la cuenca del Yangtsé, la zona más poblada del país.

  • La OMM también recordó que en el Cuerno de África la sequía se prolonga desde 2020, lo que ha arruinado cinco estaciones de cosechas consecutivas y ha abocado a graves niveles de inseguridad alimentaria a unos 23 millones de personas en Etiopía, Kenia y Somalia.
  • Sólo en Somalia, el hambre y la sequía han producido 1.2 millones de desplazados internos y 60,000 refugiados en las vecinas Etiopía y Kenia, mientras que en el país etíope los desplazados internos por las mismas razones ascendieron a 512,000, recordó la OMM.
  • En el Sahel, en cambio, las inundaciones causaron el pasado año al menos 603 muertes en Nigeria (donde las pérdidas económicas asociadas a estas catástrofes se cifraron en 4,200 millones de dólares), 159 en Níger, y 250.000 desplazados en la capital chadiana de Yamena.

Cambio climático pone en riesgo seguridad alimentaria de AL

El cambio climático debe ser atendido en América Latina y el Caribe, ante el riesgo que representa para la seguridad alimentaria de los países de esta región, indicó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

  • Al inaugurar la 63 Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores del BID, el presidente del organismo, Ilan Goldfajn, reconoció que “todavía tenemos enormes disparidades dentro de nuestros países, especialmente las zonas rurales”.

Consideró que la región si bien se enfrenta a problemas propios, también a otros de escala mundial como el cambio climático.

  • “Varios de nuestros países miembros en desarrollo, especialmente en América central y el Caribe, se encuentran entre los países más vulnerables del mundo a los impactos del cambio climático”, señaló.
  • “Si bien nuestra región ya es un importante productor de alimentos y tiene el potencial de convertirse en un exportador aún mayor, nuestras áreas agrícolas están bajo la amenaza constante del cambio climático”, destacó.
  • Comentó que la crisis geopolítica que causó la invasión rusa a Ucrania, interrumpió los mercados y suministros mundiales de granos y combustibles, por lo que la inflación se disparó a niveles que el mundo no había visto en décadas.
  • Goldfajn comentó que también se debe crear y construir infraestructura resistente al clima, especialmente en países expuestos a tormentas tropicales, terremotos y desastres naturales en general.

Subrayó que la pobreza y la desigualdad siguen siendo dos de los problemas regionales de desarrollo más persistentes.

“Las mujeres y los grupos históricamente desfavorecidos todavía están lamentablemente subrepresentados en la fuerza laboral de nuestra región, en consecuencia tienden a ganar menos ingresos y tienen menos oportunidades para prosperar, este es un círculo vicioso que se refuerza asimismo y necesitamos romperlo”, destacó.

  • Anotó que la región ha sido bendecida con su biodiversidad, la cual llamó capital natural. «Éste capital natural puede y debe ser gestionado de manera sostenible para obtener beneficios sociales económicos y ambientales óptimos”, dijo.
  • Abundó que es necesario que América Latina y el Caribe deben contar con infraestructura sostenible, tanto digital como física, enfocada en la integración regional dado el un atraso histórico que existe.

“Necesitamos centrarnos en la integración, tenemos deficiencias de integración entre nuestros países”, resaltó.

  • “Cómo sabemos, desde hace décadas para reducir la brecha con otras regiones, tanto en términos de cantidad como de calidad, deberíamos al menos duplicar nuestro nivel actual de inversión en infraestructura”, dijo.

“Debemos ampliar y mejorar nuestra infraestructura física y digital, lo digital es muy importante para reducir los costos inflados en costos de comercio, de transporte, pero también para poder proporcionar a nuestros ciudadanos servicios de mejor calidad”, dijo.

Comentó que América Latina y el Caribe ha logrado grandes avances en los últimos años al impulsar la capacidad de generación de energía renovable, pero es necesario hacer más dado que se prevé que la demanda de electricidad crezca casi un 50 por ciento para fines de esta década./PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro:

cabireviews.2023.0004_

 

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