EXPERTO de PEMEX ahora trabaja PARA BAILLÈRES

Carlos Morales Gil consiguió para PetroBal primera licitación con el gobierno

Foto: Alberto Baillères González y Carlos Morales Gil

Carlos Morales Gil fue funcionario de Petróleos Mexicanos (Pemex) durante más de 40 años. En febrero de 2014 renunció a la titularidad de Pemex Exploración y Producción (PEP). Un año después, en febrero de 2015, fue nombrado director general de la empresa PetroBal (de Alberto Baillères González). Y siete meses más tarde, en septiembre, la compañía que nació en 2015 ganó su primera licitación gubernamental.

  • La puerta giratoria que convierte a ex funcionarios públicos en directivos de compañías privadas, y viceversa, ha derivado en contratos “leoninos”, conflictos de interés, e inclusive, tráfico de influencias que afectan el desempeño de las Empresas Productivas del Estado, como Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de acuerdo con el Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
  • Carlos Morales Gil “todavía cuenta con información privilegiada”, en particular, “porque tiene el mapa petrolero de México tatuado en la cabeza”, explicó a SinEmbargo la doctora Miriam Grunstein Dickter, especialista en temas energéticos.
  • Al igual que ella, el ex consejero de Petróleos Mexicanos, Fluvio Ruiz Alarcón, mencionó que es normal –aquí y en el mundo– que funcionarios públicos especializados pasen a formar parte de la iniciativa privada; o que los directivos de las compañías pasen a formar parte de los cuadros técnicos del Gobierno (por su nivel de preparación).
  • El problema del planteamiento de AMLO –dijo Ruiz Alarcón– no sólo es que restrinja “sin querer” el derecho de los ex funcionarios a optar por oportunidades de trabajo, sino la cuestión de volver un “imperativo ético en una obligación legal porque tienes un derecho constitucional al trabajo”, y una normatividad que establece que, al año de haber concluido funciones de servidor público, éstos pueden incorporarse a trabajos en compañías privadas.
  • Pese a que no hay pruebas para señalar la existencia de un conflicto de interés en la mayor parte de los casos de ex funcionarios públicos que hoy en día laboran en alguna empresa privada, el Presidente ha insistido en la falta de moral que supone este tipo de prácticas.
  • En el caso de Carlos Morales Gil, más allá de las investigaciones (que no prosperaron) en su contra por el presunto fraude con la empresa Oceanografía por más de 8 mil millones de pesos en contratos, no existe prueba de que haya cometido actos de conflicto de interés o de tráfico de influencias.

En 2004, Morales Gil ya era el titular de Pemex Exploración y Producción. Ese mismo año, la subsidiaria de Pemex registró nuevos yacimientos de crudo en las aguas someras del Golfo de México. Dentro de esos yacimientos figuraban los de Ichalkil y Pokoch que, en 2015, fueron otorgados (por concurso de la Comisión Nacional de Hidrocarburos) a la compañía de Baillères.

Con el contrato (número CNH-R01-L02-A4/2015) en mano, Petrobal –en alianza con la compañía estadounidense Fieldwood Energy– se convirtió en una de las primeras empresas privadas en beneficiarse con la Reforma Energética de 2013-2014 (misma que permitió a la iniciativa privada incursionar en el mercado energético mexicano).

Para los analistas consultados el meollo del asunto no está en los ex funcionarios públicos que pasan del sector público al privado, sino en el sistema petrolero que, por su historia, ha limitado la competencia económica y centrado sus apuestas en un manojo de especialistas que se nutrieron de estructuras como la de Pemex.

  • “Si hubiera una multiplicidad de empresas, habría mayor competencia entre ex trabajadores de Pemex. Pero como todo lo ha hecho Pemex desde el inicio de los tiempos, pues claro que si vienes de un cargo importante en Pemex, pues tienes una ventaja competitiva muy fuerte frente a tus compañeros”.
  • En ese sentido, urgió la necesidad de cambiar de enfoque y centrar los esfuerzos en “multiplicar los actores” del sector energético en México, “para evitar que uno –como Pemex– tenga poder absoluto”, con funcionarios que, por su ventaja competitiva, puedan incidir al margen de la Ley.
  • Por su parte, Ruiz Alarcón señaló que “sería importante quitar, sobre todo en el sector de hidrocarburos, una serie de restricciones que pusieron ex funcionarios de Pemex, en una idea completamente absurda de que alguien que trabajó en una entidad del Estado puede darle ventajas a una entidad –como por ejemplo– en un órgano regulatorio” como la CNH.
  • Como paradigma, el especialista recordó que en países como Brasil, a partir de 1995, en la Agencia Nacional del Petróleo, que es como la CNH, fueron incorporados funcionarios de Petrobras, que es como Pemex, sin restricciones por posibles conflictos de interés/SIN EMBARGO-PUNTOporPUNTO

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