Human Rights Watch exige investigación por matanza del ejército

AGENCIAS

La organización promotora de derechos humanos Human Rights Watch reclamó al gobierno de México una amplia investigación en torno a un supuesto tiroteo en el que soldados mataron a 22 presuntos delincuentes.

Hasta ahora no ha quedado claro si se ha realizado una investigación federal en torno a los hechos, en los cuales sólo resultó herido un soldado.

«Todavía hay más interrogantes que respuestas con respecto a qué sucedió verdaderamente ese día», señaló José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, citado en un comunicado.

«Es necesario – y requerido por ley – que se lleve a cabo una investigación exhaustiva, objetiva e independiente que analice si los soldados actuaron lícitamente, y que valore las evidencias que sugieren que las autoridades habrían actuado indebidamente», añadió.

El grupo señaló que la Procuraduría General de la República había dicho que investigaba el caso. Pero ante una solicitud de The Associated Press para conocer los resultados de las autopsias de las 22 víctimas, la dependencia respondió que no tenía información.

Un vocero de la Procuraduría General no pudo explicar cómo era posible que la dependencia investigara el caso sin tener la información de la autopsia.

Las autoridades estatales que realizaron las autopsias se han negado a dar a conocer los resultados, bajo el argumento de que la ley les prohíbe dar a conocer información por tratarse de una investigación abierta.

Algunas preguntas surgieron luego de que el 30 de junio el Ejército informara que tras un tiroteo en el Estado de México, que rodea la capital, murieron 22 sospechosos, pero ningún soldado falleció pese a que los presuntos criminales fueron señalados de abrir fuego primero.

La Procuraduría del Estado de México señaló el 15 de junio en un comunicado que pruebas químicas indicaban que los 22 habían disparado armas de fuego.

Sin embargo, la prueba química utilizada sólo muestra la presencia de plomo y llega a ser utilizada por la policía en otros países sólo para examinar los orificios en la ropa de sospechosos y no en manos, como ocurre en México.

Departamentos de policía de otros países suelen hacer otras pruebas para identificar signos de otros elementos además de plomo, como bario y antimonio.

La Secretaría de la Defensa Nacional señaló que soldados patrullaban una zona en el sur del Estado de México cuando fueron atacados desde una bodega, donde 21 hombres y una mujer murieron. Un militar quedó herido.

Testigos describieron que hubo disparos por al menos dos horas, aunque en la bodega donde fueron encontrados varios de los cuerpos no había evidencia de un tiroteo prolongado, según vieron periodistas de la AP que visitaron el lugar.

Alrededor de cinco puntos en las paredes de la bodega mostraban el mismo patrón: una o dos marcas de balas rodeadas por manchas de sangre, lo que da la apariencia de que algunos de esos muertos estaban parados contra la pared cuando recibieron uno o dos tiros precisos a la altura del pecho.

Se trató del incidente más dramático en una serie de batallas en las cuales el ejército mexicano dice que criminales dispararon primero a soldados, que luego mataron a todos sin que sufrieran ninguna o muy pocas pérdidas. Ha habido tantos incidentes que grupos de derechos humanos y expertos han comenzado a dudar de las descripciones de los eventos.

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