INSEGURIDAD ALIMENTARIA empeorará ante la CRISIS SANITARIA y ECONÓMICA

Municipios "de la esperanza" no quieren regresar, al menos 12 ayuntamientos están entre los más marginados y con mayor rezago social de Guerrero y del país

En medio de la emergencia sanitaria por el Covid-19, otra amenaza asoma sobre nuestro país: la inseguridad alimentaria que puede empeorar conforme se prolongue la crisis sanitaria y económica en México donde ya de por sí 24.6 millones de mexicanos se encontraban en esa precaria situación, pero cuya cifra puede aumentar en los próximos meses aún más.

Ello además se traducirá en más pobreza, desnutrición además de enfermedades como obesidad y diabetes en un país donde poco más de la mitad de la población (60.6 millones de personas) tiene ingresos inferiores a la línea de bienestar que representa el valor de una canasta de bienes y 56 servicios básicos pero además se estima que otros 10 millones de mexicanos se sumen a la pobreza tras esta emergencia sanitaria por el Covid-19.

“De manera preocupante, en la República Mexicana existen condiciones elevadas de inseguridad alimentaria, lo cual implica severos efectos para la salud de las personas, particularmente las niñas y los niños, quienes enfrentan un fenómeno doble: la anemia y la desnutrición, por un lado, y por el otro la obesidad y el sobrepeso”, de acuerdo a la investigación “Agricultura y su Relación con la Pobreza en México”, elaborada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CDRSS) de la Cámara de Diputados.

  • En 2018 —agrega—, el 44.5% de los hogares en México se identificaron con inseguridad alimentaria. De ese universo, el 22.6% presenta inseguridad alimentaria moderada y severa y el 32.9% restante inseguridad leve.
  • Los estados con mayor porcentaje de menores de edad con inseguridad alimentaria severa y moderada son: Tabasco (42.5%); Oaxaca (31.8%); Guerrero (28.4%); Colima (25.1%); Estado de México (26.6%), y Michoacán (25.3%), de acuerdo al INEGI.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) , las crisis prolongadas como la que se vive en la actualidad con la pandemia del Covid-19, empeoran de inmediato la inseguridad alimentaria y en países en desarrollo los indicadores clave que se relacionan con la Insuficiencia alimentaria son: la proporción de personas subnutridas, la proporción de niños con retraso en crecimiento, la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años y el índice global del hambre.

  • De acuerdo con el CONEVAL, en México, 24.6 millones de personas padecen inseguridad alimentaria, lo que representa que 20.1% de los mexicanos tienen problemas para adquirir la canasta básica, pero la problemática aumenta entre los indígenas, donde el porcentaje aumenta a 30.5%.

Un impacto inmediato de la insuficiencia alimentaria es el abasto y la accesibilidad o disponibilidad de alimentos saludables y nutritivos, donde en zonas urbanas se resuelve de alguna manera por la amplia disponibilidad de puntos de venta.

Sin embargo son las zonas rurales las que en realidad resienten el impacto del desabasto pues solo en 4.5% de las localidades con menos de 5 mil habitantes cuentan con abasto completo de alimentos esenciales, de acuerdo a la investigación.

  • El estudio agrega que un aspecto que afecta negativamente la disponibilidad de alimentos, es el alto número de éstos que se desperdician: en México, el desperdicio de comida alcanza los 20.4 millones de toneladas, equivalentes a 34% de la producción nacional. Esta cifra conlleva a una pérdida económica de más de 400 mil millones de pesos al año.
  • Advierte que la mala alimentación también es un factor importante, pues ello predispone a casi el 75 % de los adultos en México a enfermedades como la diabetes u obesidad. En general—agrega–, 7 de cada 10 adultos en el país sufren alguna de estas condiciones.

Entre el grupo de preescolares, 21.2% de los niños y 24.2% de las niñas prese ntaban sobrepeso u obesidad.

En lo que respecta a la desnutrición, las mujeres se encuentran en mayor vulnerabilidad por ciertas condiciones. Las mexicanas embarazadas presentan una prevalencia de anemia (19.6 %) mayor que países como Estados Unidos (16.2 %) y Canadá (17.4 %).

¿INSEGURIDAD ALIMENTARIA?

De acuerdo al estudio de la Cámara de Diputados, la inseguridad alimentaria es “la disponibilidad limitada o incierta de adquirir alimentos nutricionalmente adecuados e inocuos en formas socialmente aceptables”.

No obstante la crisis económica que ya impacta a nivel mundial ya aumentó el precio de los alimentos en los mercados locales e internacionales, lo que ha afectado la capacidad de los hogares para adquirir alimentos o demeritado su calidad nutricional.

Según el CONEVAL los menores, las familias pobres y las mujeres son quienes tienen más limitado el acceso a una alimentación nutritiva y de calidad en México.

  • Los más pobres gastan la mitad de sus ingresos en alimentos básicos, mientras las familias con mayor poder adquisitivo invierten solo una cuarta parte de su dinero en carne, leche, frutas y bebidas alcohólicas.

Esto significa que, al utilizar una gran parte de sus recursos en alimentación, las familias más pobres arriesgan la satisfacción de otras necesidades como la atención de la salud, educación, vestido, entre otras.

  • De hecho, las familias de menores ingresos gastan más dinero para comprar cereales (tortillas de maíz); huevo (proteína más barata que las carnes); aceites y grasas; tubérculos (como las papas); verduras; leguminosas y semillas, y azúcar.
  • En tanto los hogares de ingresos mayores invirtieron más en carnes, leche, frutas, bebidas no alcohólicas y bebidas alcohólicas.

Pero como siempre, los hogares rurales son los que más sufren en las crisis y las perspectivasno son halagadoras para este sector de la población: Entre 72 y 82% de los hogares maiceros rurales destinan su producción al autoconsumo humano; es decir, no la comercializan.

Según estudios recientes, el valor del maíz que estos hogares cosechan para su subsistencia es diez veces mayor que su precio en el mercado. Por lo mismo, los subsidios al precio del maíz no benefician a esta mayoría; por el contrario, esta situación.

El estudio advierte que la seguridad alimentaria es una de las herramientas más importantes para el combate a la pobreza que se busca garantizar mediante la implementación de programas fragmentados que no resuelven el verdadero problema.

MUNICIPIOS «DE LA ESPERANZA» NO QUIEREN REGRESAR

  • Los 12 municipios de la esperanza ubicados en Guerrero no reanudarán hoy actividades y continuarán atrincherados para evitar que el Covid-19 entre a sus territorios.
  • Estos municipios están entre los más marginados y con mayor rezago social de Guerrero y del país. Ahí la pobreza campea, la falta de servicios públicos y de médicos y hospitales los convierte en los más vulnerables en esta pandemia.

Están ubicados en La Montaña y Costa Chica del estado. Se trata de Cochoapa el Grande, Metlatonoc, Malinaltepec, Iliatenco, Tlacoapa y Zapotitlán Tablas, en La Montaña

En la Costa Chica: Xochistlahuaca, Tlacochistlahuaca, Ometepec, Juchitlán, Cuajinicuilapa e Igualapa.

LOS MÁS POBRES

Cochoapa el Grande es el segundo municipio más pobre de México. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 82.60% de su población vive en extrema pobreza y 90.53% de sus habitantes no tiene acceso a servicios de salud.

En estos pueblos hace falta casi todo: los caminos son inaccesibles, hay muy pocas escuelas y profesores, además escasean los médicos y hospitales o centros de salud.

En el municipio de Malinaltepec, en La Montaña, para mitigar la pandemia sólo tienen cubrebocas, guantes y gel antibacterial.

  • En esta alcaldía hay 20 médicos para atender a 29 mil 599 habitantes; es decir, uno por cada mil 500, promedio muy lejos de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es un médico por cada 333 personas.

“Ante la llegada de la pandemia de Covid-19, la población indígena de La Montaña será de las más vulnerables, no se cuenta con un sistema de salud integral, la preocupación que tenemos como autoridad municipal es qué vamos a hacer si hay un contagio comunitario”, expone el edil de Malinaltepec, Abel Bruno Arriaga.

Malinaltepec tiene un alto grado de marginación: más de la mitad de los pobladores, 14 mil 809 habitantes, viven en pobreza extrema.

Es una población que no puede cumplir con sus necesidades básicas como la alimentación, educación y servicios médicos, y menos podrá con la pandemia.

  • Según los indicadores del Inegi, 75% de las viviendas no cuentan con agua potable; en 67.19% de las casas sus habitantes están hacinados, y 51% no tiene servicio sanitario.
  • El alcalde de Malinaltepec dice que los cubrebocas, guantes y gel antibacterial los deben distribuir en 58 comunidades, pero no alcanzan. Sobra decir que no cuentan con algún un respirador mecánico.
  • Malinaltepec, hasta hoy, sigue sin contagios del virus. Es uno de los municipios de la esperanza que ha nombrado el gobierno federal, pero ante los precarios servicios públicos y médicos, optaron por el encierro.

Desde hace más de un mes cerraron todos sus accesos, ningún foráneo puede entrar y sus pobladores sólo salen los miércoles y sábados para conseguir alimentos. En los accesos instalaron ltros y cuando salen o entran los pobladores los sanitizan para evitar que entre el virus.

Hasta ahora les ha funcionado, Malinaltepec es la puerta que une a La Montaña con la Costa Chica, donde están los 12 municipios de la esperanza de Guerrero.

El gobernador, Héctor Astudillo Flores, dijo que acordó con los 12 alcaldes no reanudar actividades, porque dos de municipios tienen vecindad con unos de Oaxaca que sí tienen casos de coronavirus.

  • Macedonio Mendoza es de Metlatonoc, donde 77% de sus habitantes viven en pobreza extrema. Dice que las comunidades indígenas son vulnerables desde antes: “Los niños acá siguen muriendo por desnutrición o una diarrea que no es atendida por falta de medicamentos o doctores. Aquí sigue habiendo muertes maternas por la falta de atención, porque las autoridades han negado un servicio de salud digno”, dice.

Si un habitante de La Montaña se contagia de Covid-19 debería viajar a Chilpancingo, a ocho horas de camino. Mejor no se arriesgan./Agencias-PUNTOporPUNTO

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