Miente 4T: MÉXICO adolece “ESTANFLACIÓN”; un caso GRAVE de RETROCESO ECONÓMICO

México, Brasil, Indonesia e India, son los primeros mercados que han entrado en una etapa de estanflación. Esto significa que mantienen presiones inflacionarias estructurales y consistentes aún con una actividad económica lenta.

La economía mexicana no sólo está estancada, también está contraída, pues no ha recuperado –ni lo hará este año y quizá ni el próximo– el PIB de 2018.

  • Así lo establecen datos y proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), según los cuales en los primeros cuatro años de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (2019-2022) el PIB de México habrá acumulado un decrecimiento de -1.9%.
  • La inflación, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), llegará a 6.8%. Más de un punto por arriba del pronóstico de la Secretaría de Hacienda, será la más alta de los últimos 22 años.

Para Emmanuel Salas, profesor de economía de la UNAM, cuando en un país confluyen un aumento inusual de precios al consumidor y un crecimiento económico bajo, nulo o negativo, se está en “estanflación”. Y este, dice, “es el caso de México”.

Salas aclara que “estanflación” no es un término técnico, sino político, pues no surgió de la academia. Fue empleado por primera vez en 1965 en la Cámara de los Comunes del Reino Unido por el entonces ministro de Finanzas, Ian McLeod, quien así sintetizó una coyuntura compleja en la que coexistían un estancamiento económico y una elevada inflación.

Pero en todo caso, dice a Proceso el doctor en economía, es un concepto que sirve para definir lo que ocurre en México y en otros países.

Nuevos datos duros

Apenas el 27 de abril la Cepal actualizó sus pronósticos de crecimiento económico en la región para este año y México figura entre los cuatro países latinoamericanos que tendrán peor desempeño, con 1.7% –más de un punto por debajo del pronóstico de enero pasado–, junto con Chile (1.5%), Paraguay (0.7%) y Brasil (0.4%). Según los nuevos datos del organismo, México no logrará recuperar este año el PIB que tenía en 2018, último año de gobierno de Enrique Peña Nieto.

Salas señala que esto no es sólo por el impacto de la pandemia de covid-19, sino resultado “de una serie de políticas internas que no alientan el crecimiento, sino que lo desincentivan”.

Un ejemplo de que la contracción económica que ha experimentado México en los últimos cuatro años responde en gran parte a factores internos es que la mayoría de los países latinoamericanos lograron recuperar en 2021 el PIB que tenían en 2019, el año previo a la etapa más álgida de la pandemia.

  • Así lo hicieron 11 naciones latinoamericanas entre las que figuran Chile, Perú, Colombia, Brasil y Argentina. Todas ellas lograron crecer en 2021 a una tasa mayor que la recesión que experimentaron en 2020, mientras que en México ocurrió lo contrario: el crecimiento de 2020 fue 3.4 puntos menor que la caída del año previo.

De acuerdo con Salas, investigador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos de la UNAM, es probable que México no recupere el PIB previo a la pandemia sino hasta 2024, lo que “es muy grave porque tendríamos un sexenio perdido en materia económica”.

Según los datos de la Cepal, el PIB mexicano se contrajo en -0.2% en 2019, -8.2% en 2020 –el año más severo de la pandemia–, mientras que en 2021 creció 4.8% y este año lo hará en 1.7%.

Esto quiere decir que en estos cuatro años acumulará un crecimiento negativo de -1.9% y que habrá que esperar 2023 o 2024 para que la economía recupere los niveles previos a la crisis del covid-19 y a la caída marginal de 2019. Para esto tendría que mantenerse la última expectativa de crecimiento que fijó la Cepal (1.7%) y crecer al menos 1.9% en 2023.

Salas, profesor del programa de especialidad en econometría aplicada en la Facultad de Economía de la UNAM, afirma que para México se está configurando un escenario “muy parecido” al de los ochenta, en especial al del sexenio de Miguel de la Madrid, cuando se presentaron altos índices de inflación (de 78% al año, en promedio) y caídas sostenidas del PIB.

Pero de acuerdo con la base de datos de la Cepal, ni siquiera los primeros cuatro años de gobierno de De la Madrid (1983-1986) fueron tan malos en materia económica como el actual sexenio.

En ese periodo (1983-1986), que coincidió con la crisis de la deuda y con los primeros planes de choque neoliberales, la caída acumulada del PIB fue de -0.9%, un punto menos que la contracción en este gobierno.

“Nos estamos encaminando hacia otra década perdida y eso no sólo ocurre por factores externos, como la pandemia, sino por una política económica interna que no fomenta el crecimiento, porque no promueve la inversión pública y privada para detonarlo”, señala Salas.

  • Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la inversión pública y privada como porcentaje del PIB cerró 2021 en 20%, es decir 1.6 puntos porcentuales menos que la de 2018.

La inversión pública, que han utilizado históricamente Europa y Estados Unidos para superar periodos recesivos y que ha sido una herramienta fundamental para diferentes gobiernos de izquierda, terminó el año pasado en 3.3% del PIB, la mitad del porcentaje de una década antes.

  • Durante la crisis financiera mundial de 2008 la inversión pública llegó a 6.8% del PIB, mientras que, en 2020, el año más severo de la pandemia, se ubicó en sólo 3%. Esto a pesar de los megaproyectos, como el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles o la refinería de Dos Bocas, que se han hecho “a costa de sacrificar otros rubros del gasto público”, señala Salas.
  • El economista explica que los países que el año anterior recuperaron el PIB que tenían antes de la pandemia transfirieron grandes montos de inversión pública a la economía para impulsar la recuperación, lo que México no hizo.

Sobre la alta inflación, Salas indica que se debe principalmente a factores externos, como la interrupción de la cadena de suministros por la pandemia y el aumento de la demanda por las inyecciones masivas de dinero en las economías de Estados Unidos y Europa, y ante eso “es muy poco lo que se puede hacer a nivel interno”.

Los programas antiinflacionarios que prevé el gobierno, señala, “son como aspirinas para el cáncer y no tendrán un efecto importante en los precios, mucho menos a mediano y largo plazos”.

De acuerdo con Salas, lo que es una certeza en materia económica es que los resultados en el comportamiento del PIB que hasta ahora arroja el gobierno de López Obrador “son los peores de la historia moderna del país”, y esto será muy difícil revertirlo en lo que resta del sexenio.

México, estancado y con precios al alza: IIF

México encara uno de los casos más destacados de estancamiento económico con una persistente alza en los precios —situación conocida como estanflación—, de acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por su sigla en inglés).

Junto a Brasil, es de los mercados emergentes donde la producción en la economía no estaba a su máximo cuando golpeó la pandemia de covid ni se ha recuperado de ese choque, tendencia que contrasta con la espiral inflacionaria que viven ambos países.

“Varios mercados emergentes están en estanflación. En diferentes grados, países como Brasil, México, India e Indonesia muestran una combinación de inflación subyacente alta y actividad débil. En otras palabras, la demanda no es una fuente de presión sobre los precios. Es probable que los choques de oferta expliquen la alta inflación”, expuso en un reporte.

De acuerdo con el IIF, la inflación se ha disparado en todo el mundo, la presión de los precios es genuina y coexiste con una recuperación económica incompleta, pero va muchos más allá del encarecimiento de los precios y la energía, pues las comparaciones frente al periodo en que estuvo cerrada la economía no explican el avance de la inflación subyacente —la cual es menos propensa a variar.

  • El IIF recalcó que la producción en varios países está muy por debajo de la tendencia anterior al covid, tal es el caso de Brasil y México, en menor medida también es la situación de India e Indonesia; mientras en Chile y Colombia hay fuerte actividad económica sumada a la alta inflación.
  • De acuerdo con el reporte, la inflación ha aumentado «considerablemente» en los mercados emergentes, por lo general arriba del 6 por ciento en los últimos meses, pero el componente subyacente está muy por encima del objetivo en la mayoría de los países.

El IIF explicó que la actividad económica sigue demasiado débil para ser el principal impulsor de los precios y “el traspaso del tipo de cambio, una fuente clásica de presión inflacionaria en los mercados emergentes, no es el principal culpable”, así que el impulso está dado por “una serie de grandes shocks de oferta”, los cuáles, de regularizarse, debería liberar la presión en el mediano plazo.

El efecto de las alzas salariales

Economistas del Fondo Monetario Internacional detallaron, la semana pasada, que la inflación de América Latina mostraba también el impacto de factores domésticos como aumentos salariales y las prácticas de indexación, ajustes automáticos de los contratos respecto de la tendencia de los precios generales.

Subyacente, presionada desde mayo de 2020

De acuerdo con el análisis del IIF, la inflación ha aumentado considerablemente en los mercados emergentes y ha llegado por arriba de 6% en los últimos meses, nivel muy por encima de los objetivos de los bancos centrales.

  • Pero destacaron que la inflación subyacente se encuentra arriba del objetivo en la mayoría de los países. Este indicador es una referencia para la inflación futura en un lapso de seis meses, como lo ha explicado el economista del think tank Saver, Luis Pérez Lezama.
  • La inflación subyacente mide el incremento de los precios de bienes y servicios que no suelen verse impactados por la estacionalidad o volatilidad. Es también identificada como inflación estructural.

En el caso de México suma 16 quincenas al alza, tras registrar una variación de 7.2% anual al corte de las dos primeras semanas de abril y se mantiene como foco de preocupación para algunos de los miembros de la Junta de Gobierno de Banco de México, como los subgobernadores Irene Espinosa y Jonathan Heath.

  • El caso es similar en Brasil, cuya inflación subyacente se ubicó en 9.22% anual en marzo de este año, y completó 11 meses fuera del objetivo del banco central que es 3.5 por ciento.

El IIF hace mención, en su reporte, del calentamiento excesivo en los casos de Chile y Colombia, que muestran una fuerte actividad económica y altos niveles de inflación.

La guerra, presión adicional

De acuerdo con el análisis del IIF, desarrollado por los economistas del instituto Sergi Lanau y Jonathan Fortun, “es posible que los precios de la energía y los alimentos sigan siendo altos y no disminuyan aún si mejora la situación en Ucrania”.

  • La crisis de Covid-19 interrumpió las cadenas de suministro, la guerra de Rusia en Ucrania presionó los precios de alimentos y energéticos, alimentó la volatilidad cambiaria y está generando más choques de oferta, detallaron.

El ministro de Alemania advirtió que la economía de ese país corre el riesgo de contraerse 2% si el conflicto entre Rusia y Ucrania se intensifica y si las restricciones a productos rusos presionan la oferta de servicios./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro:

EV_041922

 

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