Encuesta EL PAÍS: México POLARIZADO, entre liberales y conservadores, por AMLO

El experimentado político Porfirio Muñóz Ledo señala que ha buscado entablar comunicación con el presidente López Obrador, para expresarle su descontento sobre lo que considera como iniciativas y proyectos que violentan la Carta Magna; pero no lo ha escuchado, desde hace más de dos años.

Andrés Manuel López Obrador aún no ha llegado al ecuador de su sexenio y, más allá del programa de reformas, ya ha conseguido uno de los propósitos estructurales de su proyecto. Esto es, ser el eje polarizador de la vida política aun a riesgo de dividir a la sociedad. Su afán por marcar la agenda y su omnipresencia en cada debate, desde la tribuna privilegiada de las conferencias de prensa matutinas, se traducen en una visión dual de México.

El presidente lo repite prácticamente cada día. Todos sus adversarios pertenecen al “partido conservador”, una formación que no existe en el tablero político actual y que López Obrador usa como contenedor genérico para encasillar las posiciones críticas.

  • La campaña electoral del 6 de junio se juega en buena medida en ese terreno discursivo. En definitiva, a favor o en contra del mandatario. Enfrente tendría a otra formación que, en su opinión, encarnaría los valores de la llamada Cuarta Transformación: un hipotético partido liberal con valores pretendidamente progresistas.

Una encuesta de SIMO Consulting para EL PAIS refleja que los mexicanos están, en efecto, partidos en bloques. Un 49% de los encuestados declara que votaría por los liberales, mientras que aproximadamente la mitad, un 25%, apoyaría a un bloque conservador.

  • Esta fotografía recoge a grandes rasgos el clima electoral ante los partidos reales. La intención efectiva de voto a Morena para la Cámara de Diputados es del 44%. Sin embargo, ni el comportamiento de López Obrador puede calificarse de progresista a tenor, por poner ejemplo, de su actitud ante el movimiento feminista y sus ataques a las organizaciones civiles ni en la oposición, hoy desarticulada y sin liderazgo claro, puede encasillarse en un mismo bloque ideológico.
  • Cabe reseñar aquí, además, que la no declaración de posición de un cuarto de la población mexicana es tan diciente como el otro cuarto que se declara conservador. En ese 26% se aúnan tanto aquellos que no se identifican con la dicotomía promovida por López Obrador, como quienes quizás lo harían de no plantearse dicho encasillamiento como una manera de dividir al pueblo entre un lado proclive al cambio (implícitamente, hacia mejor) y otro que desea mantener el (implícitamente también, peor) statu quo.
  • De los conservadores el presidente decía, en su primera entrevista en el puesto, en enero de 2019: “Considero que quieren que se mantenga el mismo régimen, parece una contradicción, mantener el mismo régimen de opresión y cambiar la realidad, hay mucha gente que vive de administrar la tragedia”.

La presidencia, figura polarizadora

En cualquier república presidencial, la jefatura del Ejecutivo tiende a concentrar pasiones. México no es una excepción, al contrario: incluso mirando hacia atrás, emerge un patrón claro de “mitades”. La mitad contra el expresidente Enrique Peña Nieto, que llegó al poder con un aura de cambio y juventud institucionalista pero abandonó el cargo con uno de los niveles más bajos de aprobación que recordaba la oficina presidencial. Y también la mitad a favor de López Obrador. Si al primero un 52% le considera el peor de los últimos tres mandatarios, al segundo un 56% le ve como el mejor.

Es probable que muchos mexicanos estén en ambas categorías, configurando una suerte de mitad polarizada en la contraposición Peña Nieto-López Obrador. Eso también forma parte del discurso público del mandatario, cuyo programa busca romper con las pasadas Administraciones del PRI y del PAN, empezando por el Gobierno que le precedió.

Sin embargo, ausencia de una oposición nítida en el presente al actual jefe del Estado correlaciona así con la falta de un referente en el pasado: el “no sabe, no responde” es la segunda opción más popular. El fenómeno, habitual en otras repúblicas presidenciales, de endulzamiento de mandatos anteriores, no se da en la sociedad mexicana. Ello contribuye a que la polarización se articule en realidad en torno a un solo polo: López Obrador.

  • El presidente, de hecho, aprovecha esa circunstancia y la alimenta. Y no solo en la disputa estrictamente política, su hábitat natural desde hace décadas, sino también en el cuerpo con otras instituciones del Estado, que en su opinión representan a un pasado supuestamente conservador y que, por tanto, deben ser combatidas.
  • Del Instituto Nacional Electoral (INE) al Tribunal Electoral y la judicatura en general. Desde la tribuna de las mañaneras, además, López Obrador se ha empleado en múltiples ocasiones en demostrar una supuesta equivalencia entre el conservadurismo y la corrupción que golpea a México.

Aun así. en ningún caso es tan clara esta división como cuando las preguntas se centran exclusivamente en su posible continuidad, bien sea por reelección o por extensión de mandato. Hasta ahora, el presidente ha negado su intención de mantenerse en el cargo y en 2019 hasta firmó una carta comprometiéndose a ello.

Con todo, se ha prestado a alimentar las especulaciones al respecto, llegando a afirmar el pasado 20 de abril: “Escuché que si se amplía el periodo de la Suprema Corte es porque yo quiero reelegirme […]. No, yo no soy como ellos, como los que han acariciado siempre este propósito de reelegirse”. Con ello mantiene su línea de separación de la vieja política, constante en todo su discurso.

La semana pasada insistió: “Voy a decir otra cosa que les va a molestar mucho a los conservadores, a mis adversarios. ‘Reelíjase, reelíjase.’ Les decía: No, ¿que no ven que ya estoy chocheando y que además soy partidario de la no reelección, soy maderista?. Ya hasta el 24 y me jubilo”, afirmó.

Pero, al ser interpelada por ambas posibilidades (una reelección para un segundo sexenio o una extensión de dos años, como con el presidente del Supremo), la ciudadanía mexicana se parte en dos mitades prácticamente idénticas. Una de ellas al menos sí estaría a favor de modificar el actual límite constitucional de seis años.

“Preocupante, polarización y alza de ataques de AMLO a medios”

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) advirtió de la preocupante escalada de ataques a medios y periodistas por parte del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en un ambiente polarizado de frente a las elecciones intermedias del 6 de junio y con una pandemia que no se ha podido controlar.

El organismo mencionó que desde el espacio público más importante del país, la conferencia de prensa matutina que se realiza a diario, el mandatario “ataca permanentemente, con un discurso lleno de descalificativos”, a profesionales de la información.

  • En su informe ante la reunión de medio año, que se celebra esta semana en Miami, indicaron que “el presidente hasta muestra en grandes pantallas portadas de diarios y corrige la línea editorial, mientras aplaude a otros medios que apoyan sus dichos y acciones”, añadieron en el comunicado sobre la parte del informe dedicado a México.

En este sentido, concretaron que la tesis central de López Obrador es que los medios son parte del “neoliberalismo” y que hace un periodismo “colonizante”, por lo que para el presidente no existen críticas “de buena fe”, sino opiniones con mala intención enfocadas en manchar su nombre y el de su proyecto de gobierno, denunció la SIP.

Recordó que la violencia sigue siendo la mayor amenaza contra la libertad de prensa en México, luego que desde octubre pasado fueran asesinados cuatro periodistas: Arturo Alba Medina, Jesús Piñuelas, Israel Vázquez y Jaime Castaño, además de la desaparición de Pablo Romero Chávez.

  • En su discurso retomó el informe “Distorsión: el discurso contra la realidad”, publicado en marzo pasado por la organización Artículo 19, en el que se puso en evidencia que “a dos años del Gobierno del presidente López Obrador persisten dinámicas de estigmatización de la prensa, censura, violación de los derechos humanos y el debilitamiento o abandono de las instituciones creadas para hacer contrapeso al poder”.

El reporte de Artículo 19, además, contemplaba que en 2020 se mantuvo la desinformación desde el Gobierno, además de intentos de control y censura de internet, donde se registraron 692 ataques contra periodistas.

  • El Departamento de Estado de Estados Unidos citó en su informe anual de derechos humanos a Artículo 19, que se refiere a Sanjuana Martínez, directora de la agencia de noticias del Estado, Notimex, como la causante de querer acallar periodistas.

Por su parte, López Obrador consideró que Estados Unidos no debería opinar sobre la situación de México y acusó a la organización de pertenecer a un movimiento conservador. En materia de publicidad oficial, “prevalece la opacidad y falta de criterios transparentes para distribuir el gasto”, denunció la SIP.

Debe AMLO adaptarse a gobernar “sin mayorías”

Al reiterar su preocupación por el rumbo que toma el actual gobierno, Porfirio Muñoz Ledo, el morenista que se autodenomina disidente, se ha planteado firmemente el objetivo de liderar un movimiento en defensa de la Constitución y los organismos autónomos, el cual denominó como Movimiento por la República y que, afirmó, agrupa a más de 500 personajes importantes para el país cuyos nombres se revelarán una vez que pasen las elecciones del 6 de junio.

  • El experimentado político relató que ha buscado entablar comunicación con el presidente Andrés Manuel López Obrador, para expresarle su descontento sobre lo que considera como iniciativas y proyectos que violentan la Carta Magna, sin embargo, éste no lo ha escuchado desde que fue investido hace poco más de dos años.

Así, también, criticó a Morena por ser un partido que dice combatir la corrupción, no obstante, permite que persista este flagelo entre sus filas.

—¿En qué momento y por qué decidió lanzar este movimiento?

“Por mi congruencia de toda la vida. Yo me opuse en la Cámara, —en una intervención que duró casi hora y media—, a ciertas pretensiones del Ejecutivo contrarias a la Constitución. Por ejemplo… (que) el presidente de la Corte puede prolongar su mandato.

“Lo que provoca un desprestigio al poder Judicial porque hace pensar que el ministro Arturo Zaldívar es un ministro nódulo”.

—¿Este movimiento está abierto también a personajes políticos?

“¡Claro! Del partido que sea, pero irán como ciudadanos. Esto no es un ente para políticos, si quieren ir altos mandos de los partidos que lo hagan por su cuenta, como ciudadanos, estoy de acuerdo.

  • “Este es un llamado a la sociedad civil a que se expresen para que no acepten que los critiquen por ser libres, para que respeten las opiniones dicientes…, por lo que yo propongo hacer algo muy importante en la historia del país”.

El político de 87 años reconoció que la ampliación de mandato del presidente de la SCJN fue la gota que derramó el vaso en las tensiones con la administración del presidente López Obrador y sus aliados; roces que iniciaron con la aprobación de la reforma eléctrica, la cual pretende limitar la participación de compañías privadas para dar un mayor peso a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la generación de energía, al tiempo que se disminuye la utilización de energías limpias, lo que “violenta mucho la Constitución”./Agencias-PUNTOporPUNTO

 

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