En los últimos dos sexenios, Petróleos Mexicanos (Pemex) recibió del gobierno federal apoyos fiscales y financieros por 2 billones 863 mil 511 millones de pesos, reportó el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
- En la administración de Enrique Peña Nieto, las transferencias directas y reducción de impuestos alcanzaron 603 mil 558 millones de pesos, pero se centraron en ser una medida de control presupuestario y pagar pensiones y jubilaciones a sus subsidiarias.
- De acuerdo con la asociación civil, el sexenio pasado los apoyos a Pemex sumaron 2 billones 259 mil 954 millones de pesos, el 62.9 por ciento de esos recursos fue utilizado para el pago de deuda y 37.1 por ciento para la construcción de infraestructura.
De estos últimos, se aportaron 320 mil millones de pesos para la construcción de la Refinería Olmeca e infraestructura en Dos Bocas; 17 mil millones para la rehabilitación del Sistema Nacional de Refinación, 4 mil millones para la de plantas de fertilizantes y 27 mil millones para otros proyectos.
- En un análisis enmarcado por el tránsito de Pemex de empresa productiva a pública, el CIEP recomienda reformar los mecanismos mediante los cuales el gobierno federal otorga los apoyos directos a la compañía, así como absorber explícitamente una parte de la deuda de la petrolera para ayudar a reducir su presión financiera.
La pasada administración se planteó la recuperación de la llamada “petrolera más endeudada del mundo” y en ese tenor reforzó los apoyos a la compañía, entre los que se encuentra un aumento de 130 por ciento en las aportaciones patrimoniales que se le entregaron, además de recursos adicionales vía pagarés recibidos de manera anticipada y de intereses generados por bonos gubernamentales.
Dado que las finanzas públicas están cargando en parte con el saneamiento de la empresa y los pasivos de Pemex se contabilizan como parte del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) –la medida más amplia de la deuda pública–, el CIEP recomienda que éstos se absorban de manera explícita por el gobierno federal para aliviar la presión financiera de la empresa y aprovecha las mejores condiciones crediticias que puede obtener el soberano.
- “Esta medida no tendría un impacto fiscal adicional, ya que los 3 billones 874 mil 626 millones de pesos de los pasivos de Pemex (equivalentes al 11.4 por ciento del PIB en 2024) ya están contabilizados como deuda pública”, aunque, por otro lado, puede implicar una reducción en la calificación de la deuda soberana, debido al deterioro en la valuación de los bonos de la petrolera.
Pemex podría comprometer el perfil crediticio del país
Aunque México logró conservar su calificación crediticia en BBB- con perspectiva estable, Fitch Ratings advierte que el panorama está lejos de ser tranquilizador. La agencia considera que Pemex podría comprometer el perfil crediticio del país. A esto se suma la proyección de la caída de la economía y la presión fiscal.
- Durante su intervención en el podcast “Norte Económico”, del Grupo Financiero Banorte, el codirector de la División de Soberanos de las Américas en Fitch, Todd Martínez, expuso la situación que enfrenta el país: «Hay mucho por preocuparse ahora en México”. Los riesgos para la economía nacional no sólo provienen del exterior.
- Internamente, hay señales preocupantes. Uno de los puntos más delicados que Fitch sigue de cerca es el deterioro progresivo de Pemex, cuya situación financiera se describe como un “ciclo vicioso”.
- La paraestatal enfrenta una combinación letal, desde operaciones frágiles, pérdidas abultadas, endeudamiento con bancos y proveedores, caída en la producción y una insistente apuesta por la refinación, un segmento que, según la propia agencia, «es donde más pierde dinero».
«Eso hace muy dependiente a Pemex del apoyo del gobierno, a través de reducción en su carga de impuestos y también por transferencias directas a otros mecanismos (…). Y eso significa que el problema de Pemex poco a poco está migrando a la hoja de balance del gobierno», dijo.
- A esto se suma a que Fitch prevé una caída de 0.4% en el PIB, que no sólo refleja la debilidad interna, sino también los riesgos asociados a un recrudecimiento del proteccionismo comercial en Estados Unidos, como el regreso de aranceles.
- Para México, que exporta cerca del 27% de su PIB al país vecino, cualquier medida de ese tipo sería devastadora para las cadenas de suministro.
- «Ese dato del cuarto trimestre nos hizo bastante pesimistas para México este año, porque antes de los aranceles, el impacto de incertidumbre tal vez ya estaba teniendo un impacto», comentó el directivo.
Además, Fitch contextualiza esta presión bajo una advertencia estructural; la calificación BBB- es el último peldaño dentro del grado de inversión. México ha venido descendiendo en esta escala durante los últimos años.
- “Cabe recordar que hemos rebajado México dos veces en la última década, más que todo por bajo crecimiento”, subrayó.
El umbral hacia el grado especulativo, conocido como “bono basura”, está más cerca de lo que se cree. Y aunque Fitch no prevé un recorte inmediato, advierte que un shock económico severo, combinado con un retroceso en la consolidación fiscal presionado todo por Pemex, podría activar la degradación.
«Los riesgos de una rebaja aumentarían si ese contexto económico adverso complicara el proceso de consolidación fiscal. En choques anteriores, México entró y salió de esos choques con una posición fiscal muy sólida, pero no es el caso esta vez», alertó.
- En términos generales, México está entrando en un “año muy difícil”, con un déficit fiscal récord en 2024, y con el desafío de cumplir metas fiscales sin espacio para errores.
«Así que tiene la difícil tarea de reducir ese déficit en un contexto muy difícil para lograr eso. Pero para mantener su calificación, es importante para nosotros que el gobierno mantenga sus metas fiscales en línea», puntualizó Martínez.
El Plan México y la presión de mantener las metas fiscales
- Fitch también se refirió al Plan México, propuesto por la presidenta Claudia Sheinbaum, como una oportunidad para revertir las tendencias negativas.
- El proyecto apuesta por dinamizar la economía a través de inversiones públicas estratégicas, digitalización y asociaciones con el sector privado.
- No obstante, para que este plan tenga éxito, se necesita certidumbre regulatoria, disciplina fiscal y capacidad institucional de ejecución.
Se ha contaminado el balance general de la deuda soberana
México podría tener una calificación más alta de la actual si no tuviera a Petróleos Mexicanos (Pemex) como parte de sus pasivos contingentes, advirtió la directora de análisis soberano para América Latina en Fitch, Shelly Shetty.
- La debilidad crediticia de la petrolera y su alta dependencia financiera del gobierno son factores que pesan en el perfil crediticio del gobierno federal, señaló. Elementos que junto con el debilitamiento institucional están captados en su calificación soberana que es “BBB-” con perspectiva Estable, subrayó.
- Explicó que la paraestatal ha contaminado ya el balance general de la deuda soberana, pues se mantiene como un pasivo contingente permanente del gobierno federal.
- La analista agregó que en la agencia reconocen el compromiso del gobierno actual con la consolidación fiscal, pues entienden que “heredaron una posición fiscal complicada” de la administración anterior. “Estamos hablando de un nivel de endeudamiento de casi 6% del PIB, un nivel muy alto respecto de sus pares de calificación”, señaló.
Explicó que la reciente ratificación de la nota soberana asume el compromiso con la consolidación fiscal, así como “la exitosa estrategia recaudatoria” de los últimos años.
Advirtió que en el contexto de incertidumbre que prevalece por eventos externos e internos está generando un debilitamiento en la economía que no es el más propicio para mantener el modelo recaudatorio que ha prevalecido.
- Shetty destacó como factores de sensibilidad negativa sobre la calificación soberana, las presiones de gasto que tiene el gobierno federal en la deuda contingente de Pemex.
Un choque más severo y prolongado de los aranceles que siga debilitando a la economía y un mayor deterioro de las cuentas fiscales ante la ausencia de una estrategia de largo plazo de generación de ingresos.
Gobierno federal destina el 98% de los ingresos petroleros a PeMex
De los ingresos petroleros que ha obtenido el gobierno federal, 98% se han ido en transferencias a Petróleos Mexicanos (Pemex) para apoyar su situación financiera, con lo que en el primer año del sexenio de Claudia Sheinbaum la renta petrolera apenas y está aportando a las finanzas públicas del país.
- En enero-abril del 2025, los ingresos petroleros totales del gobierno federal ascendieron a 90,600 millones de pesos, lo que representa una recuperación de 44% en términos reales respecto al mismo periodo del año pasado, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
- Pero durante ese mismo periodo el gobierno federal, desde la Secretaría de Energía, hizo transferencias a Pemex por 88,400 millones de pesos, de acuerdo con México Evalúa.
- De esta manera, los ingresos petroleros netos del gobierno federal totalizaron 2,200 millones de pesos, lo que si bien representa una mejora respecto al año pasado (cuando al cierre de abril el gobierno tenía una pérdida neta de 33,000 millones de pesos), es el segundo peor registro desde que se tienen datos.
Más renta petrolera
Por otro lado, Pemex se quedó con 224,662 millones de pesos de los ingresos petroleros en el primer cuatrimestre del año, esto es 71% de toda la renta petrolera que obtuvo México en ese periodo.
- Jorge Cano, investigador de México Evalúa, ha explicado que como Pemex es una empresa del Estado, la renta petrolera que obtiene se divide en dos: una parte se la entrega al gobierno federal para el financiamiento de políticas públicas, programas, obras de infraestructura, etc., mientras que la otra parte se queda en la petrolera.
- La parte que se entrega al gobierno es transferida por Pemex mediante el pago de derechos que tiene que hacer por la explotación que realiza del petróleo, un bien que es propiedad de toda la nación desde 1938 gracias a la expropiación petrolera.
- El investigador dijo que desde el sexenio pasado la proporción de la renta petrolera que se entrega al gobierno ha ido a la baja, particularmente en los últimos dos años. Conforme han pasado los gobiernos de uno u otro partido político, Pemex se ha ido quedando cada vez con una mayor proporción de la renta petrolera.
Por ejemplo, en el sexenio de Felipe Calderón, la empresa estatal se quedó en promedio con 33% de la renta petrolera, con Enrique Peña Nieto retuvo 42%, y con López Obrador 66 por ciento. /PUNTOporPUNTO
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