Prohibido quedarnos con los brazos cruzados: Martín Moreno

Nora Nancy Gaspar Reséndiz

Martín Moreno dice que hay diversos caminos para que la ciudadanía se oponga al autoritarismo del actual gobierno federal y a la degradación de la clase política de nuestro país. Dice que está prohibido quedarnos con los brazos cruzados

En entrevista para Puntoporpunto, Martin Moreno habló de Días de Ira su primera novela, publicada en días pasados por la editorial Océano.

Martín Moreno es periodista y escritor mexicano, ha trabajado y ha colaborado en distintos medios, entre ellos la revista Nexos y para el diario digital SinEmbargoMX. Actualmente conduce un noticiero en la estación radiofónica Reporte 98.5. Además de Días de Ira, ha publicado los libros Abuso del poder en México, El caso Wallace, Paulette, lo que no se dijo y Los demonios del sindicalismo mexicano.

 

  • ¿Con esta novela intentas enviar algún mensaje a la sociedad mexicana?

Sí, que la situación, aún dentro de una novela, refleja mucho de la realidad mexicana, es un realismo novelado lo que van a encontrar en Días de Ira. Van a encontrar al poder político, con sus excesos, con sus decisiones, yo tomo de la mano al lector para meterlo a la casa del poder presidencial y que vea el lector, que escuche, que sea testigo de cómo se toman las decisiones, como habla el presidente, como habla el gabinete, como habla el poder político, porque a veces ni siquiera los periodistas tenemos ese privilegio. Entonces, quienes hemos conocido de cerca el poder político por nuestro trabajo como periodista, pues llevo al lector a estos escenarios, que regularmente no se conocen para toda la población. Un mensaje de que si terminando este día, mañana nos desayunamos con que hay una guerrilla en México, que ha resurgido, como ocurrió hace 22 años en los primeros minutos de 1994 en Chiapas, tampoco me extrañaría, un mensaje al gobierno, al lector de lo que está ocurriendo en México, de lo que puede ocurrir en México, y si te retrata una actualidad Días de Ira, pero también te bosqueja un futuro que no es tan descabellado.

  • Llama la atención que en los días de ira que recreas en la novela, prácticamente no aparece la delincuencia organizada. ¿A qué se debe?

Porque quise conservar, en el caso de la rebelión de la guerrilla en el campo, quise conservar la pureza de sus ideales, no por supuesto, negar la existencia del crimen organizado, del narcotráfico, pero no quise cruzar caminos, porque quise conservar esa pureza, esa legitimidad de las demanda campesina, por eso los campesinos en Días de Ira no usan fusiles, no usan pistolas, no usan metralleta, porque como dice el líder guerrillero, El Libre: “no vamos a utilizar las mismas armas que han matado a nuestros abuelos, a nuestros padres, a nuestras raíces, sería una contradicción histórica para nosotros mismo”.

Puede ser una metáfora de que siempre hay un camino, puede ser una metáfora de que prohibido quedarnos con los brazos cruzados, y que se entienda muy bien, no por esto tomar las armas mañana nosotros para hacer algo, El Libre tiene razón, a veces no te dejan otro camino.

  • Por cierto, en la novela hablas de dos rebeliones: la de los guerrilleros apoyados por los ciudadanos y la de los militares, los cuales logran su objetivo sin hacer un solo disparo. ¿Qué tan posible es esto en la vida real?

Lo de los guerrilleros en el campo es posible, porque hay guerrilla ahorita en el campo, que estén guardados, que estén escondidos, es otra cosa pero hay movimientos guerrilleros en el campo mexicano, eso no hay ninguna duda. Lo otro, te voy a poner un ejemplo: Esta novela salió el 15 de marzo, tiene apenas 22 días, pero justo en la semana en la que salió, hubo un reclamo, ya nos salimos de Días de Ira y nos vamos a la vida real, hubo un reclamo del secretario de la Defensa, Cienfuegos, donde dijo que él estaba en contra que se utilizara al Ejército y que los sacaran de los cuarteles para luchar en contra del crimen organizado, que él estaba en contra de luchar, que los soldados lucharan en contra de sicarios y de criminales, eso ocurrió en vida real.

  • ¿Cuentas con información acerca de que en la vida real exista inconformidad de las fuerzas armadas con algunas decisiones del presidente de la República?

Contar con datos duros, no, que me he enterado por platicas con generales, que no les ha gustado como los han utilizado en los últimos años, sí. No veo cercano una rebelión militar, los tienen muy controlados, la lealtad militar al presidente, que es el jefe de las Fuerzas Armadas, el comandante supremos de las Fuerzas Armadas, es absoluta, y no lo veo al corto o mediano plazo, pero sí hay algunas muestras de inconformidad, como la que te digo del secretario Cienfuegos, de cómo se ha utilizado al Ejército, que se sigue utilizando, se utilizó sobre todo el sexenio pasado, y se sigue utilizando en este momento.

  • Cuando describes al presidente de la República no queda duda de que hablas de Enrique Peña Nieto.  ¿Por qué no mencionarlo a él y a otros personajes por sus nombres reales?

Porque desde que empecé a escribir Días de Ira me prometí poner lugares reales: Oaxaca, Chiapas, Puebla, Hidalgo, pero no mezclarlos con personajes reales. Esa fue una máxima que yo me puse, porque yo he visto novelas donde se intenta eso, no voy a decir nombre, por supuesto, y no funciona, al menos la que yo he leído, no han funcionado, y no quise caer en ese mismo error, llamémoslo así, valga el término. El presidente no tiene nombre porque puede ser cualquier presidente, tienes razón, el perfil que le doy parece ser que está hablando del actual presidente, pero también tiene mucho de otros presidentes.

  • Es claro que Días de Ira recrea diversos escenarios de ficción. Pero, ¿Qué tan lejos estamos de que esos escenarios se conviertan en una realidad?

Si acabando esta entrevista nos enteramos que ha brotado, que ha surgido un movimiento guerrillero en México, a mí no me sorprendería, me preocuparía pero no me sorprendería, porque me parece que hay un caldo de cultivo que está presente, un caldo de cultivo que no podemos soslayar, aquí puede haber un chispazo en cualquier momento.

  • El colgado en el asta bandera, el gobernador de Guerrero, se apellida Figueroa. ¿Le pusiste así para hacer alusión al cacicazgo real de los Figueroa en ese estado o es mera coincidencia?

Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia, yo te pregunto de reportero a reportero, cuando oyes el apellido Figueroa, ¿Qué te imaginas? Cacicazgo político, represión, pues por eso, ahí está la respuesta, ahí está, por eso era el apellido Ríos Figueroa.

Días de Ira

  • La novela refleja un hartazgo de la sociedad con un gobierno ineficiente que está encabezado por un presidente autoritario, iracundo, que no entiende razones. ¿Es ese el ambiente real que percibes en nuestro país en estos momentos?

Sí, en muchos aspectos, lo percibo en muchos aspectos, hace unos días se ha aprobado una ley que limita la libertad de manifestación en este país, lo percibo cuando hay, evidentemente, actos de corrupción al más alto nivel, las pruebas ahí están, no las ve quien no las quiere ver, y hay un cinismo, acompañado con ello, de que aquí no pasa nada. Percibo este México autoritario cuando periodistas que han exhibido públicamente al presidente con actos de corrupción se quedaron sin trabajo, eso no es casualidad, no nos hagamos tontos.

  • El personaje El Libre encarna los sueños y aspiraciones de millones de mexicanos en la vida real. ¿Qué se puede hacer en la vida real para encauzar esas inquietudes sin que se desborde la violencia como en la novela?

Cualquiera puede ser El Libre, desde el punto de vista de que cualquiera puede levantar la voz y lanzar un hasta aquí, en Días de Ira te cuento las circunstancias de Libre, una vida marcada por la violencia, por la desesperanza, por el abuso del poder, el asesinato de sus padres, que simple y sencillamente lo llevan a tomar los machetes y decir: “¡Ya basta!”.

  • Tú, además de escritor, eres periodista y tienes espacios públicos. ¿No temes alguna represalia del gobierno o de los directivos de los medios en los que trabajas por el contenido de esta que es tu primera novela?

Ya he recibido dos amenazas fuertes en mi carrera, una de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México, en aquel entonces del Distrito Federal, que me llevó a una demanda en contra mía por parte de la procuraduría, pero con amenazas, y otra físicamente en la presentación de uno de mis libros, que se llama Abuso del poder en México, dentro de la librería Gandhi, en Miguel Ángel de Quevedo. Entró gente armada, escoltada, y fueron a amedrentarme, a amenazarme. Entonces no sería nuevo para mí, porque he enfrentado ya amenazas públicas e identificadas, yo esperaría que no, que el poder político se retrate en Días de Ira, y lo tome como una advertencia, como lo vemos muchos ojos, y como seguramente muchos pares de ojos de lectores lo verán.

  • ¿Tuviste problemas para publicar tu novela? Es decir ¿Hubo alguna petición o recomendación de la editorial para que le quitaras o modificaras algunos textos?

Absolutamente ninguno, fueron muy respetuosos, no le quitaron ni una coma. Sí hubo una corrección de estilo, que se hace en todas las editoriales, donde se me propusieron algunos ajustes, pero nada más. Por lo demás, ni siquiera una coma le quitaron al texto original que yo entregue.

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