S&P también le mueve el tapete a EMPRESAS

Fija de estable a negativa la perspectiva de calificación

FILE - This Oct. 9, 2011 file photo shows 55 Water Street, home of Standard & Poor's, in New York. Standard & Poor's Ratings Services upgraded its outlook Monday, June 10, 2013, for the U.S. government's long-term debt. S&P cited the government's strengthened finances, a recovering U.S. economy and some easing of Washington's political gridlock. (AP Photo/Henny Ray Abrams, File)

Standard and Poor’s (S&P) decidió ayer mover de estable a negativa la perspectiva de calificación de la deuda emitida por varias de las principales empresas y entidades financieras del país, para adecuarla al cambio que, en el mismo sentido, hizo el viernes pasado respecto de los pasivos del gobierno mexicano.

• Las empresas afectadas por el cambio fueron: Comisión Federal de Electricidad, América Móvil, operadora de Teléfonos de México y Telcel, así como una de las principales empleadoras del país; Coca-Cola Femsa, la mayor embotelladora en México, y la cadena de tiendas Liverpool.

• La calificadora también modificó a negativa la perspectiva de la deuda emitida por 77 entidades bancarias y siete aseguradoras, entre ellas todos los bancos de desarrollo (Nacional Financiera, Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, Banco del Ejército y Fuerza Aérea y Bansefi, entre otros), así como de instituciones privadas, como BBVA Bancomer, Banorte, Citibanamex, HSBC, Inbursa y Scotiabank.

• Un cambio de perspectiva de la deuda significa que, en una próxima revisión, existe una alta probabilidad de que ocurra una baja en la calificación, lo que, de ocurrir, encarece el costo que pagan el gobierno o las empresas para financiar la deuda ya contratada y de las nuevas emisiones. El mayor costo reduce los recursos disponibles para inversión o, en algunos casos, se traslada a los consumidores.

• La decisión de S&P respecto de las empresas y bancos es resultado de que, el viernes pasado, pasó a negativa la perspectiva de calificación de la deuda emitida por el gobierno mexicano, al identificar riesgos de desequilibrio fiscal y menor crecimiento por el incremento de la deuda en Petróleos Mexicanos y la caída en la inversión por parte de esa empresa, cuyos pasivos están avalados por el Estado.

Existe un riesgo de que persista un crecimiento económico débil, lo que afectaría la resiliencia económica del país y complicaría las condiciones operativas para las instituciones financieras locales, afirmó ayer la calificadora.

Las acciones de calificación sobre las 77 instituciones financieras mexicanas reflejan el potencial deterioro de la calidad crediticia del país y el posible contagio a la industria bancaria local en forma de un mayor riesgo económico, aseguró.

Las calificadoras y el origen del negocio

Las principales agencias calificadoras de nuestros tiempos son S&P (Standard & Poors), Moody’s y Fitch —todas con sede en Nueva York—. Fueron fundadas en ese orden entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX.

• Todo comenzó en junio de 1870 con la abrupta quiebra de la entonces considerada empresa más importante del sector de transportes a nivel mundial, Pen Central Transportation Co. Su repentino desplome ocasionó pérdidas millonarias que hicieron notoria la necesidad de corregir el sistema de calificación para las empresas.

• El reconocimiento de las emisoras ya no bastaba para dar certeza a los inversores.

• Henry Poor fundó en 1860 el antecedente de la compañía Standard & Poors, para vender información acerca de la solidez de las firmas ferroviarias en Estados Unidos. Posteriormente, John Moody creó Moody’s Investors Services, en 1909. Pero fue en 1913 cuando el negocio tomó su forma actual, gracias a John Fitch, quien planteó la escala de calificación estándar para la industria.

¿Qué es lo que califican?

• La función de las tres empresas, como muchas otras de su sector, es evaluar la capacidad de pago en tiempo y forma de un instrumento financiero determinado, o la de un país para cumplir con sus compromisos financieros. Si bien cada calificadora define su propia escala, criterios y estructura de informes, no existen grandes diferencias entre ellas.

• El riesgo soberano es la escala con la que las agencias evalúan la deuda de los países y empresas. Se trata de una herramienta útil para las entidades que buscan las mayores garantías en cuanto a retorno de inversión. La calificación es acompañada por una perspectiva que puede ser estable, negativa o positiva, y que es influenciada por diferentes factores, entre ellos los cambios políticos.

El temor a las calificadoras

• El 28 de octubre de 2018, ante el resultado en favor de Santa Lucía en la consulta popular sobre el NAIM en México, la agencia Fitch cambió la perspectiva para la calificación de México de estable a negativa. La noticia fue en línea con la tomada por la calificadora HR Ratings de México el día previo al periodo de votación de la consulta.

• Como consecuencia, no sólo el peso cayó a su nivel más bajo en cuatro meses, el índice S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores perdió más de 1,500 puntos en una sola jornada.

• En abril de 2010, Christine Lagarde, actual directora gerente del Fondo Monetario Internacional, quien entonces fungía como ministra de Economía de Francia, advirtió sobre la necesidad de control sobre las calificadoras. Lo anterior fue en respuesta a que, durante el cierre de operaciones en Europa, Standard & Poor’s bajó la calificación a Grecia, Portugal y España, lo que provocó desplomes en el mercado accionario y el euro.

Regulación

Señaladas a nivel internacional como provocadoras de crisis y protagonistas de diversos escándalos de corrupción, actores internacionales y nacionales han llamado a la regulación de estas empresas a través de una legislación sólida.

• En México, en 2010 inició una discusión al respecto que terminó en 2012, cuando la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) emitió el dictamen final del proyecto de disposiciones aplicables a calificadoras, a fin de fortalecer el sistema financiero en favor de los inversionistas.

• Entre los cambios destacaron medidas de transparencia para vigilar el comportamiento y los procesos de las agencias, se actualizaron los requisitos para constituirse como institución calificadora, así como la documentación para realizar la solicitud de autorización. /LA JORNADA-EL FINANCIERO-PUNTOporPUNTO

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