ESTADOS y MUNICIPIOS reciben MENOS RECURSOS; Gasto Federalizado se CONTRAE -5%

En el 2019 el monto observado, que es el posible daño o perjuicio al erario, del gasto federalizado programable fue de 36,748.9 millones de pesos (3.1%, corresponde a recuperaciones operadas y 96.9%, al monto por aclarar).

Tras los estragos del Covid-19 del 2020, las entidades federativas y los municipios del país comenzaron este 2021 con menos recursos federales respecto al año pasado.

  • De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), durante enero de este año, el gasto federalizado ascendió a 147,407 millones de pesos, que derivó en una diferencia anual de -2,382 millones, el peor resultado en el último lustro, considerando sólo el primer mes de cada año.
  • En términos relativos, se presentó una disminución de -5.0% a tasa anual real, que también fue la caída más pronunciada en los últimos cinco años, después del descenso de -8.0% en enero del 2016.
  • Destaca que la contracción de -5.0% del gasto federalizado significó hilar tres inicios de año con desplomes (-0.5% en enero del 2019 y -1.9% en igual mes del 2020), es decir, desde que comenzó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, situación que no se observaba desde que hay registros en la SHCP (1990).

En tanto, este decrecimiento en los recursos que la Federación transfiere a las administraciones locales derivó a que todos sus ramos se ubicaron en terrenos negativos: -49.2% en convenios de descentralización, -19.7% en provisiones salariales y económicas y otros subsidios (Ramo 23), -5.0% en participaciones y -2.8% en aportaciones.

  • Mientras los rubros de protección social en salud y convenios de reasignación (transferencia a estados por las dependencias y entidades públicas para el cumplimiento de objetivos de programas federales) no ostentaron recursos; en el caso de protección social en salud, en el 2020, según la SHCP, derivado de los cambios en el servicio de salud pública, los recursos del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar no se incluyeron por el momento en el gasto federalizado.

El ramo más importante es el de participaciones federales, de libre ejercicio, con una contribución de 49.1% del total del gasto federalizado (72,326 millones de pesos); el Ramo 28 responde a variaciones en la recaudación federal participable —ingresos tributarios y petroleros— (cayó -2.3% anual real en enero), que a su vez, depende de la actividad económica.

Cabe recordar que cuando las entidades reciben menos ingresos por participaciones se activa el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, cuya función es estabilizar las finanzas públicas estatales.

  • El segundo ramo más importante es el de aportaciones federales, que pertenece al gasto programable, con una participación de 48.5% del total del gasto federalizado (71,554 millones de pesos). El Ramo 33 solventa problemáticas en educación, salud, infraestructura social, seguridad y fortalecimiento financiero.

Por estado

La importancia del gasto federalizado radica en que, en promedio, significa 84.6% de los ingresos totales de las entidades, sin incluir los recursos por financiamiento, ni a la Ciudad de México, donde representó 56.1%; por su parte, simboliza 71.7% de los ingresos totales de los municipios, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF), aunque en las demarcaciones de mayor rezago social, que son la mayoría, esa proporción es superior a 90 por ciento.

  • En este contexto, en enero del 2021, únicamente cuatro estados presentaron incrementos en el gasto federalizado: Baja California Sur (2.1% a tasa anual real), Aguascalientes (0.5%), Sonora (0.2%) y Nuevo León (0.1 por ciento).
  • Al otro polo, con las contracciones más pronunciadas, se colocaron Ciudad de México (-17.2%), Colima (-13.3%) y Nayarit (-10.1 por ciento).
  • Por monto, las entidades que recibieron más recursos federales fueron Estado de México (16,094 millones de pesos), la capital del país (11,184 millones), Veracruz (9,180 millones), Jalisco (8,150 millones), Chiapas (7,617 millones), Oaxaca (6,691 millones), Puebla (6,537 millones) y Guerrero (5,831 millones).

En la parte baja se posicionaron Campeche (1,487 millones), Baja California Sur (1,187 millones) y Colima (1,112 millones de pesos).

Desempeño de la gestión

De acuerdo con el Índice de Desempeño de la Gestión del Gasto Federalizado (IDGGF) de la ASF, en su Cuenta Pública 2019, la Ciudad de México se ubicó en último lugar con 77.5 puntos, de 100 posibles (valor máximo), es decir, a menor puntaje corresponde una gestión menos adecuada de los fondos y programas considerados.

El IDGGF, formulado por la ASF desde la Cuenta Pública 2013, busca proporcionar una apreciación integral sobre la calidad de la gestión del gasto federalizado por los gobiernos locales; “para su determinación se consideran de manera ponderada variables e indicadores relacionados con los resultados de la gestión de los fondos y programas financiados con el gasto federalizado”.

  • Para la determinación del IDGGF 2019 se consideraron el gasto federalizado programable (60%) y las participaciones federales (40%); la primera variable se integra por el indicador monto observado/muestra auditada (es el de mayor peso en el cálculo del índice); el nivel de ejercicio de gasto al 31 de marzo del 2020; entrega de los informes a la SHCP sobre el ejercicio y destino de los recursos federales transferidos, y control interno.

En participaciones federales se midió el monto observado de la distribución y ministración de estos recursos por parte de las entidades a los municipios (por errores en la aplicación de las fórmulas de distribución; participaciones no entregadas a los municipios o ministradas con retraso; deducciones a las participaciones municipales, no justificadas; deducciones a las participaciones municipales, no pagadas a los terceros correspondientes por cuenta de los municipios), la entrega y publicación de la información prevista por la ley, existencia de fórmulas o criterios aprobados por la legislatura local, así como el ejercicio de estos recursos (monto observado/muestra auditada y control interno).

  • Durante el 2019, el IDGGF tuvo un valor promedio de 92.1 puntos, el mayor puntaje registrado. Las entidades que presentaron un mayor valor en el índice fueron Querétaro con 98.7 puntos (por tercera ocasión consecutiva), Guanajuato con 98.6, Tlaxcala con 97.8 y Quintana Roo con 97.5 puntos.

Por su parte, las de menor valor fueron Ciudad de México con 77.5 puntos (por primera vez en último lugar), Jalisco con 86.1 y Nayarit con 86.7 puntos.

Explicación

La gestión menos adecuada de los fondos y programas por parte de la Ciudad de México se explica, principalmente, por su rol en la fiscalización del gasto federalizado.

En el 2019 el monto observado, que es el posible daño o perjuicio al erario, del gasto federalizado programable fue de 36,748.9 millones de pesos (3.1%, corresponde a recuperaciones operadas y 96.9%, al monto por aclarar). Esta cifra se concentra en cinco entidades (63.1% del total): Ciudad de México con 21.0%, Jalisco con 19.9%, Chiapas con 9.1%, Veracruz con 7.9%, y Oaxaca con 5.2 por ciento.

En este sentido, en el indicador monto observado/muestra auditada, la capital del país obtuvo el mayor porcentaje en todo el territorio nacional, con 47.9 por ciento.

Disparó la pandemia 31.3% el desempleo

El número de desempleados en México se disparó 31.3 por ciento a lo largo del año pasado, respecto de 2019, en una de las expresiones de la crisis derivada de la pandemia; adicionalmente se redujo la población económicamente activa (PEA), es decir, que busca emplearse, y con ello la ocupada –sobre todo en restaurantes y servicios de alojamiento–; se perdieron empleos de tiempo completo, en micronegocios y en la informalidad; además de duplicarse la subocupación y el volumen de personas que no están en el mercado laboral porque no ven oportunidades, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Entre el último trimestre de 2019 y el mismo periodo del año pasado, los desocupados –población que busca activamente un trabajo sin encontrarlo– pasaron de un millón 942 mil a 2 millones 549 mil.

  • Dicho incremento no superó lo reportado en 2009 y 2010, cuando ocurrió crisis financiera internacional. Sin embargo, sí destaca que pese a los altos grados de informalidad que ayudaban a hacer más corto el desempleo en el país, creció 332 por ciento el número de personas que llevan entres seis meses y un año en busca de una labor.
  • Entre los grupos más afectados, la población de 45 a 64 años vio un aumento de 53.4 por ciento en el desempleo, seguida de quienes tienen entre 25 a 44 años, en el que aumentó 38.8 por ciento. Por grado educativo, avanzó 51.3 por ciento entre quienes tienen primaria completa y 39.1 por ciento para los graduados de bachillerato, incluso de la universidad.

Por un lado se encuentran estas personas que abiertamente se asumen como desocupados, pero también está la población no económica activa disponible para trabajar, que aumentó 53.2 por ciento respecto al año pasado. Hay 8 millones 928 mil personas que, pese a necesitar o querer un empleo, no entran al mercado laboral por dos razones: 2.2 por ciento de ellos desistió de buscar y 97.8 por ciento no lo hace dado porque no cree tener posibilidades.

El daño que las medidas para contener el brote de Covid-19 tuvieron en el mercado laboral es más amplio que la mera desocupación, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo Nueva Edición.

  • La PEA se redujo en un millón 790 mil personas, pasó de 57 millones 625 mil a 55 mil 880 millones. Si bien se ha recuperado parte de ese volumen respecto a lo visto en abril pasado –cuando se cerró la economía– aún no se regresa a niveles previos a la pandemia y los sectores más afectados son evidentes.

Con excepción del sector gobierno y organismos internacionales, donde aumentó en 145 mil el número de trabajadores; servicios sociales que lo hicieron en 50 mil, y la construcción en 46 mil, no hay actividad económica que no haya visto reducida su fuerza de trabajo total.

La población ocupada en diciembre sumó a 53 millones 331 mil trabajadores, 2 millones 352 mil menos que en diciembre de 2019. Siete de cada 10 personas que dejaron su empleo el año pasado estaban en el sector servicios, en total un millón 668 mil. Sólo en restaurantes y servicios de alojamiento disminuyeron en 769 mil los ocupados, destaca también la pérdida de 488 mil espacios en los servicios diversos y de 282 mil en el comercio, detalla el organismo.

Además, como resultado de la pandemia, la población subocupada aumentó en 3 millones 840 mil, para alcanzar a 8 millones 103 mil trabajadores, de ellos uno de cada 10 busca un empleo adicional. Esto se acompaña de la pérdida de un millón 383 mil puestos de trabajo en jornadas completas, 9 por ciento menos que al cierre de 2019, y de un aumento de 76.6 por ciento en los trabajadores que se encuentran ausentes temporalmente, pero mantienen el vínculo laboral./Agencias-PUNTOporPUNTO

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