GOBIERNO de LÓPEZ OBRADOR y MORENA abandonan al CAMPO; reducen 40% presupuesto a este Sector

Los agricultores más productivos de México temen no poder satisfacer la creciente demanda doméstica tras los recortes de fondos estatales sufridos en el actual Gobierno

En los tres paquetes económicos que ha elaborado esta administración, el presupuesto para el campo mexicano sufrió una reducción de 40 por ciento, reclaman diputados de oposición.

  • Durante la sesión de este miércoles en la Cámara de Diputados para desahogar los mil 200 artículos reservados del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2021, la oposición subrayó que este presupuesto condena al campo a la depauperación y al abandono.
  • El legislador Cruz Juvenal Roa, del PRI, recordó que en 2018, el presupuesto para para el campo fue de 74 mil 476 millones de pesos. Para el año siguiente, abundó, se redujo a 65 mil millones, mientras que en 2020 se ubicó en 47 mil millones.

El diputado aseguró que este recorte equivale a una disminución de 40 por ciento en los recursos.

Una de las promesas del presidente Andrés Manuel López Obrador es impulsar la autosuficiencia alimentaria en el país, a través del apoyo al campo. “Tenemos que seguir así y apostar a la autosuficiencia alimentaria, a producir en México lo que consumimos, a no depender de las importaciones”, dijo el mandatario en agosto, ante campesinos de Zacatecas.

En la sesión, la diputada priista Sara Rocha mencionó que si le dieran a la Secretaría de Agricultura los recursos que le quitaron desde 2018, “hoy el presupuesto tendría 11 mil millones de pesos más, es decir, sería de 60 mil y no de 49 mil millones de pesos” proyectados para 2021.

A su vez, el diputado Juan José Pérez Canul expresó que el proyecto de presupuesto que presentó el Ejecutivo Federal, afecta principalmente a la población más pobre y vulnerable.

  • Expresó que a la reducción del presupuesto al Ramo 8, de Agricultura y Desarrollo Rural, de 74 mil millones de pesos en 2018, a poco más de 49 mil millones de pesos, se suma la desaparición de 17 programas de apoyo al campo y a los productores, como: Crédito Ganadero a la Palabra; Fomento Ganadero; Capitalización Productiva Pecuaria, entre otros.

“No podemos permitir que a los productores agropecuarios de maíz, sorgo, trigo y frijol, principalmente de Sinaloa, Sonora, Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Yucatán y Campeche se les niegue el apoyo que previamente había sido comprometido para ellos”, dijo el legislador.

En su oportunidad, el diputado priista Ricardo Aguilar Castillo pidió dotar de un presupuesto de tres mil millones al Programa de Apoyos a la Comercialización de Cosechas, el cual permite enfrentar de manera integral los riesgos del mercado de productos agropecuarios, acuícolas y pesqueros.

El legislador recordó que el Gobierno Federal tiene un adeudo por mil 500 millones de pesos correspondientes a 2018, reconocidos en Cuenta Pública y que no se han pagado a productores del sorgo, de maíz y de frijol en todo el país.

Exhortan diputados reasignar recursos al campo

El Congreso local exhortó al Congreso de la Unión para que no castiguen al campo y reasignen los recursos al presupuesto destinado a este sector primario productivo, lo anterior luego de un punto de acuerdo presentada por el Grupo Parlamentario del PRI el cual fue aprobado por mayoría.

  • Guadalupe Guerrero Moreno manifestó que en los presupuestos de egresos aprobados para 2019 y 2020 se ha castigado severamente al campo y en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación del 2021, se propone un incremento inercial de mil 715 millones de pesos para la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) lo que significa que apenas se recuperará el monto de la inflación de este año.

“En pocas palabras, no hay un incremento al presupuesto para el campo y nuevamente se deja al sector agropecuario sin apoyos importantes para mitigar los riesgos de mercado, catastróficos, sanitarios y sin un impulso decidió a la productividad”, dijo.

A favor del dictamen habló el panista Paulo Bañuelos Rosales, que demandó mayores recursos para el campo del estado, “porque somos conscientes que no hay conducta más ruin que matar de hambre a las personas”.

Dijo que el exhorto está dirigido a los diputados de Morena para que reflexionen sobre el daño que le causan al campo mexicano.

Agricultores temen por recortes

Los agricultores más productivos de México temen no poder satisfacer la creciente demanda doméstica tras los recortes de fondos estatales sufridos en el actual Gobierno y advierten sobre una creciente dependencia de las importaciones del maíz que se usa para elaborar las tradicionales tortillas.

Bajo el mandato de Andrés Manuel López Obrador, el presupuesto agrícola se ha recortado en un tercio, mientras se han eliminado casi del todo los apoyos destinados a los productores comerciales y con más hectáreas, que representan cerca de dos tercios de la producción nacional de maíz.

México es autosuficiente en maíz blanco, pero José Cacho, vicepresidente de Grupo Minsa, advierte que estos cambios podrían obligar al segundo mayor molinero nacional de harina de maíz a comprar en el mediano plazo insumos importados que hace unos cuatro años adquiere exclusivamente en el país.

«Nuestra preocupación es que cuando se eliminan (los apoyos), este tipo de programas se ven debilitados y se corre el riesgo de que no se consiga suficiente maíz y se tenga que importar más», aseguró Cacho, refiriéndose a las 800.000 toneladas que Minsa compra al año.

La Secretaría de Agricultura de México (Sader) y la oficina de la Presidencia no respondieron a las solicitudes de Reuters para ahondar en el tema.

Aunque el Gobierno dice que considera importantes a todos los productores, su secretario de Agricultura aseguró el mes pasado en Twitter que, con los limitados recursos disponibles, se debe priorizar a «los más vulnerables» que estaban en estado de abandono en las regiones rurales pobres del país.

La pobreza rural ha sido un impulsor de la migración hacia Estados Unidos y del malestar social durante décadas. López Obrador, quien se comprometió a ayudar a los más necesitados, impuso un agresivo programa de austeridad mientras ha reasignado recursos para tratar de honrar su promesa.

El Gobierno sostiene que los nuevos esquemas que apoyan a los agricultores más pequeños, como el programa bandera de precios de garantía o precio mínimo para diversos rubros, eventualmente reducirán las importaciones.

  • El mexicano Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) pronostica que la producción de maíz blanco caerá 3,4% a 23,5 millones de toneladas este año, antes de repuntar en 2021.
  • Sin embargo, la consultora prevé que la cosecha general de maíz de México solo aumentará gradualmente en cerca de un millón de toneladas para 2024, el último año del mandato de López Obrador. Ello está muy por debajo del crecimiento de la demanda de un millón de toneladas cada año, o alrededor del 2,5% anual.

Sin incentivos

El uso creciente de maíz amarillo para engordar el ganado de México ha provenido durante décadas de suministros más baratos desde Estados Unidos, y las importaciones representan actualmente más de un tercio de la demanda nacional del grano.

Si bien esto ha mantenido los precios bajos, también ha socavado a los agricultores mexicanos que enfrentan costos más altos, mientras los principales actores de la agroindustria dicen que los recortes de apoyos y subsidios exacerbarán el problema al hacerlos menos competitivos.

«Hoy el maíz no es negocio (…) porque es más barato importar», opinó Juan Pablo Rojas, quien encabeza la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz y además lo cultiva cerca de la costa pacífica de México. «Se está desincentivando la producción nacional del grano».

Importar maíz para tortillas podría potencialmente hacerlas más baratas para el consumidor final, pero una disminución en la producción nacional de un rubro medular de la identidad mexicana sería además un golpe para el sentido de independencia del país.

Más allá de ese simbolismo, México todavía está marcado por la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de una guerra arancelaria, que llevó a los importadores de maíz a reconsiderar cuán confiables eran los suministros del norte.

«Se afecta la soberanía nacional», dijo Rojas, y agregó que cuando el trabajo en las granjas deja de ser rentable, los jornaleros tienden a migrar para buscar emplearse en otras ciudades dejando la actividad, incluso al norte de la frontera.

  • Se han eliminado varios programas de apoyo, incluidos unos US$300 millones para promover las exportaciones y subsidios para ayudar a pagar coberturas de precios y el diésel, mientras que alrededor de US$700 millones en ayuda para equipos y riego tecnificado se recortaron a US$70 millones en el proyecto de presupuesto para 2021.
  • Y sin más apoyos del Gobierno, las granjas de maíz más grandes no pueden competir contra los agresivos esquemas de pago del gobierno de Estados Unidos -el primer exportador mundial del cereal- para sus propios productores, dijo Cacho, de Minsa.
  • En septiembre, el Departamento de Agricultura estadounidense dio a conocer detalles de una segunda ronda de ayuda para sus agricultores debido a la crisis del coronavirus, que incluye un estimado de US$3.500 millones solo para los que siembran maíz, dijo la Federación Estadounidense de Oficinas Agrícolas.
  • Trump y el Congreso de Estados Unidos han aprobado desde fines de 2018 un estimado de US$61.000 millones de pagos en efectivo y otros esfuerzos de apoyos para los agricultores a través de dos programas principales, uno que apunta a amortiguar las pérdidas causadas por las guerras comerciales y el otro en respuesta a la pandemia.

Con importaciones de maíz amarillo de alrededor de US$3.000 millones anuales, México es el principal destino del grano estadounidense. Las importaciones aumentarán un 5% a 16,2 millones de toneladas en la temporada 2019/20, según las proyecciones de la Sader, mientras que las importaciones de maíz blanco aumentarán 20%, pero en mucho menos volumen.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos estima que el maíz suministrado a compradores mexicanos en 2019/20 será de 18,3 millones de toneladas.

«Lo estamos vendiendo (el maíz) a precio internacional porque competimos (…) directamente con Ohio (y) Minnesota», dijo Rogelio García, quien produce en el noreste de México maíz y sorgo.

Castigo a los más grandes

De los más de 2,7 millones de productores de maíz de México, alrededor de un 90% trabaja en parcelas de menos de 20 hectáreas y López Obrador ha instituido un esquema de precios mínimos de 5,610 pesos (unos US$263) por tonelada del grano para productores que cultivan hasta cinco hectáreas.

En marzo, López Obrador autorizó precios de garantía menos generosos para los productores de maíz con parcelas de hasta 50 hectáreas y que producen como máximo 600 toneladas por año, disponibles solo en tres estados del norte durante el ciclo otoño-invierno.

  • Esto está afectando a los agricultores más grandes, los que plantan 20 hectáreas o más, que representan más del 70% de la producción nacional y dicen sentir incertidumbre respecto a la disponibilidad de recursos incluso para este programa particular en cada nuevo ciclo agrícola.

«Las nuevas políticas fueron castigando a los productores con cultivos de más de 10 hectáreas», señaló César Quezada, quien produce maíz, pollo y carne respecto al fin de las políticas que alguna vez brindaron una variedad de apoyos a los agricultores con operaciones de escala media o comercial.

«Vemos menor apetito (…) de estos productores en querer aumentar las hectáreas para producir maíz, soya o sorgo porque por un lado el mercado internacional está bajo y por el otro van a tener costos de producción más altos», agregó Quezada. «Esto pone en peligro la producción de alimentos y seguridad alimentaria».

El nuevo plan de presupuesto para la Sader señala, sin embargo, que se espera atender a 52.000 agricultores comerciales de maíz en 2021, además de a 182.000 pequeños productores del grano./Agencias-PUNTOporPUNTO

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