La mitad del TERRITORIO NACIONAL representa un “RIESGO alto de SEGURIDAD” para las INVERSIONES

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), hasta noviembre de 2021, ocho de las 16 entidades clasificadas por Control Risks como de “riesgo alto de seguridad”, están en el top ten de las más violentas del país.

La mitad de las entidades del país representan un “riesgo alto de seguridad” para las inversiones, de acuerdo con la consultora internacional Control Risks. En su proyección 2022 señaló que Baja California, Chihuahua, Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Tabasco, Veracruz y Zacatecas tienen una “fragilidad endémica” que alerta a las empresas globales para invertir en ellos.

  • Entre los indicadores clave de esta debilidad están: la pobreza extrema, inseguridad alimentaria, violencia, conflictos armados, inestabilidad política, el desplazamiento de la población y el desempleo juvenil.

Esta misma situación se presenta en países con conflictos bélicos y sociales como Myanmar, Pakistán, Tayikistán, Kirguistán, Yemen, Irak, Etiopía, Tanzania, Sudán, Egipto, Congo, entre otros, que comparten la categoría “riesgo alto de seguridad”. De América Latina se tiene un nivel similar que Venezuela, Honduras, Haití, El Salvador y regiones de Guatemala, Colombia, Ecuador y Perú.

México está apenas por debajo del “riesgo de seguridad extrema” que representan Somalia, Siria, Yemen, Libia, Mali, Ruanda, la República Centroafricana y Afganistán. Esta última ciudad del Medio Oriente estuvo gran parte de 2021 con la clasificación “riesgo alto de seguridad”, pero la toma de Kabul por parte de los grupos talibanes, en agosto, elevó su rango.

  • Control Risks evalúa las amenazas a los activos financieros, físicos y humanos de una empresa, así como la voluntad y capacidad de las fuerzas de seguridad pública para proteger los activos y el personal de la empresa.
  • Los factores incluyen conflictos militares, insurgencias, ataques terroristas, huelgas y disturbios, vandalismo, secuestro y delitos violentos y adquisitivos. El riesgo de seguridad puede variar para las empresas y los proyectos de inversión debido a factores como el sector industrial, la nacionalidad del inversor y la ubicación geográfica.

Además, establece que las empresas que operan en jurisdicciones de alto riesgo “deben planificar tiempos de respuesta significativamente más largos a las crisis humanitarias, económicas y de seguridad. Los vacíos de seguridad se multiplicarán y rápidamente”.

Crisis en Quintana Roo

Para Alejandra Soto, directora de Control Risks México, es “sorprendente” que gran parte del país represente un riesgo alto de seguridad. Indicó que el problema que se enfrenta derivado de la violencia del crimen organizado se arrastra desde hace varios sexenios y tiene que ver no sólo con el gobierno federal, también incluye a los ejecutivos estatales y municipales.

“El nivel alto de riesgo significa que en esos estados el entorno de seguridad, o el contexto social representan grandes desafíos que son serios y persistentes para las empresas y que las actividades comerciales de rutina requieren mayores cadenas de seguridad. “Es muy complicado hacer una generalización del por qué en estos estados están en ese color, México es muy complejo, pero las actividades del crimen están presentes en cada entidad”, dijo.

En ese sentido, puso el ejemplo de Sinaloa al que calificó de “relativa paz”, pero que en cualquier momento “el crimen organizado puede organizar eventos como el Culiacanazo”.

  • Otro caso, dijo, es el de la creciente escalada de violencia en Zacatecas, donde diferentes cárteles de la droga se disputan las rutas del Bajío. Aunque reconoció que hay casos de éxito como Baja California Sur, el cual, apenas en un año, pasó de riesgo “alto” a “medio”, hay alarmas como las crecientes ejecuciones en Quintana Roo.

“Quintana Roo, por ser un centro turístico importante causa mucha alerta para el extranjero y el país. Que haya elecciones en 2022 lo hace más complicado, porque previo a los comicios los grupos criminales buscan extender su control territorial o de reclamar nuevos territorios y eso es una preocupación”, detalló.

Soto comentó que los estudios de la firma que representa también sirven para medir la efectividad de los programas sociales y su atención a las causas de la violencia.

“Hay un tema que arrastramos en México de inseguridad, hay condiciones muy complejas y de repente no es tan claro tener la solución”, dijo. Añadió que “sin embargo algo que se ha mantenido en el país es la posibilidad de hacer negocios, sí hay retos, pero eso permanece. Las actividades empresariales son parte de la solución que genera círculos virtuosos que ayudan a largo plazo a cambiar esta situación”.

Otros datos

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), hasta noviembre de 2021, ocho de las 16 entidades clasificadas por Control Risks como de “riesgo alto de seguridad”, están en el top ten de las más violentas del país.

  • Se trata del Estado de México que registra 2 mil 138 homicidios dolosos, seguido por Guanajuato con 2 mil 064, Baja California con 2 mil 472, Michoacán con 2 mil 016 y Jalisco con mil 668. Le siguen Chihuahua con mil 885, Veracruz con mil 016 y Sonora con mil 465; a los datos oficiales se suman Oaxaca con 668 y Nuevo León con 906 que son considerados por la agencia como de “riesgo medio de seguridad”.

En tanto, 10 de las 16 listadas por Control Risks tienen altos niveles de ejecuciones: Guanajuato (289), Michoacán (241), Estado de México (227), Baja California (219), Chihuahua (182), Sonora (168), Zacatecas (148), Jalisco (142), Guerrero (130) y Morelos (109).

La guerra entre cárteles acabó con Acapulco

La historia se repite. Hace 10 años la fama internacional que gozaba Acapulco, el destino turístico por excelencia a nivel mundial, quedó manchada de sangre por la violencia desatada en medio del enfrentamiento de sanguinarios cárteles de la droga, una década después, el mismo fenómeno parece reproducirse ahora en el paradisiaco Cancún.

  • La perla del Caribe Mexicano, heredera del título de joya turística de México, ahora carga con la misma condena que puso en jaque a Acapulco: tasas de homicidios y feminicidios de tres dígitos, las más altas a escala nacional e índices de percepción de inseguridad mayores al 80 por ciento, según sondeos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
  • La ciudad de los arenales azul turquesa, hoy vigilada por un Batallón de Seguridad Turística del Gobierno Federal, se enfrenta a la incapacidad de sus autoridades de garantizar la vida de sus residentes y también de sus visitantes.

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), este 2021 Cancún se posicionó como una de las ciudades con más problemas de seguridad en distritos con más de 500 mil habitantes, una situación que ya encendió algunas alarmas en los gobiernos extranjeros.

El estudio señala que Benito Juárez, donde está Cancún, ocupa el lugar 21 de 29 municipios evaluados en el rango de seguridad, una calificación que contraviene a la imagen que suele proyectar al mundo.

  • Este diagnóstico parece un déjà vu. En 2015, Acapulco, la ciudad más poblada de Guerrero, reportó 721 muertes ligadas al narcotráfico. La cifra, ya alta, se disparó en los próximos años, En 2016 llegó a los 844 asesinatos y en 2017 alcanzó mil 868, el punto más crudo de la violencia en ese balneario del Pacífico mexicano, según datos del Atlas de Homicidios, realizado por México Unido Contra la Delincuencia (MUCD).

La misma ONG alertó en 2019 del aumento de la violencia en Cancún Quintana Roo. En ese año registró 245 muertos ligados a enfrentamientos entre cárteles, para 2020 esta cifra bajó a 189 por el confinamiento que llegó con la pandemia del COVID-19; para este 2021 la organización registró 279.

Un espejo en el tiempo

Para la investigadora del IMCO, Azucena Gutiérrez, en Cancún ocurre “exactamente lo mismo” que en Acapulco hace seis años, cuando las autoridades locales no pudieron contener los ataques y las disputas entre los grupos armados y, además de la pérdida de vidas humanas, el turismo no volvió a reportar los mismos picos, ante la carencia de una estrategia de seguridad pública que garantizara la salvaguarda de sus visitantes.

“En Acapulco, los grupos armados sobrepasaron las estrategias de seguridad planteadas en ese momento. Empezaron a balacear todo lo que tenían a su alcance y sabían que los antros y bares eran el punto flaco para cometer sus objetivos, el cobro por derecho de piso fue más evidente”, dijo en entrevista para Por Esto!.

Para 2016, los comerciantes de la ciudad guerrerense alertaron de cómo la violencia afectaba también a los negocios. Cifras de la Asociación de Comerciantes establecidos en La Costera revelaron que, ese año, cerca de 200 locales cerraron por la inseguridad.

  • En 2020, el Inegi presentó la segunda edición del ECOVID-IE, un estudio sobre la demografía de los negocios, en el que puso a Quintana Roo como el primer Estado con más negocios “muertos”: 31.88 por ciento de éstos cerró sus puertas de manera definitiva, de ese porcentaje, el 12.5 pertenecen a a Cancún.
  • En 2015, Acapulco se colocó como el municipio más violento de México, según el estudio periódico sobre la violencia en los municipios de más 100 mil habitantes, realizado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia, con 72.70 puntos en el índice de violencia, fue ahí cuando inició el declive de actividad turística mermado por la inseguridad.

Este 2021, Cancún ya se ubica en la posición nueve de los municipios más violentos de más de 100 mil habitantes, con 57.2 puntos en el índice de violencia, de acuerdo con el mismo estudio, por lo que los expertos alertan que la ciudad quintanarroense sigue la misma ruta que Acapulco.

“Si vemos las estadísticas, en 2015 la ciudad guerrerense empezó con su declive, algo que estamos visualizando en Cancún, que está siguiendo la misma ruta. Hace 10 años, Benito Juárez no aparecía en el radar de la inseguridad, ahora ya está en el top ten”, explicó.

  • David Abarca Rodríguez, secretario de Turismo de Acapulco, consideró que enfrentar la violencia fue un reto en ese entonces, pues los grupos armados no dieron tregua y la fama de la ciudad se desplomó, por lo que hasta la fecha las autoridades de ese destino siguen trabajando en temas de seguridad para mantener la tranquilidad de los turistas y recuperar terreno frente a otros paraísos con playa.

“Durante estos años hemos aprendido mucho, nos costó trabajo volver a arrancar como destino turístico y que los demás países y propios habitantes confiaran en nosotros, es un proceso muy largo y difícil de construir, pero poco a poco vamos avanzando”, dijo a Por Esto!./Agencias-PUNTOporPUNTO

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