El 40% de las ESPECIES ANIMALES del planeta están en PELIGRO de su EXTINCIÓN debido a la Contaminación

El viejo de monte, la cigüeña jabirú y la rana patas rojas de California están entre las especies poco conocidas y amenazadas de México.

  • De acuerdo con la Organización Mundial de Protección Animal, actualmente cerca del 40% de todas las especies animales del planeta corren peligro de extinción, principalmente por causas humanas, y hay un millón de especies en peligro de extinción.
  • La Unión Internación para la Conservación de la Naturaleza, 41% de las especies evaluadas de anfibios, 27% de las de mamíferos, 13% de las de aves 37% de las de tiburones o rayas, 36% de las de arrecifes de coral y 21% de las reptiles, están amenazadas de extinción.
  • Ante esta situación, Beatriz Vanda Cantón, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, dijo que es importante que la sociedad deje de considerarlos como cosas.

“La cosificación ha sido para darnos permiso moral y material de usarlos, aniquilarlos, explotarlos. En tanto, los domésticos, incluso aquellos que viven con nosotros, pueden ser sujetos de explotación o maltrato, como la compraventa, estar en criaderos, sufrir abandono en las calles, azoteas o patios. Y no hay que olvidar a los cientos de miles que están en bioterios o animalarios dedicas a la investigación o enseñanza”, explicó en entrevista con medios de comunicación.

  • De acuerdo con la especialista, nuestra relación debe basarse en principios éticos como evitar dañarlos, y promover condiciones mínimas para que vivan con buenos niveles de bienestar:
  • alimentación adecuada que los nutra y sacie; agua potable a libre acceso; un espacio donde guarecerse de la intemperie (frío, calor o lluvia) que suficientemente amplio para que se desplace.

Establecer una relación positiva con otros seres vivos

En el caso de México, datos del INEGI dan cuenta que en 69.8% de los hogares vive algún tipo de mascota. En total se tienen un acumulado de 80 millones de mascotas: 43.8 millones son caninos,, 16.2 millones son felinos y 20 millones son otros tipos de animales de compañía.

  • La académica de la UNAM indicó que se deben establecer circunstancia para que estén libres de enfermedades al dotarlos de medicina preventiva, vacunas, desparasitaciones, curación de heridas; y no ponerlos en situación de riesgo físico ni emocional.

Aunado a ello, se requiere educación ética, impulsar a partir de la enseñanza preescolar y primaria una relación positiva con los otros seres vivos. “Eso también ayudará a que haya una vida más pacífica entre los humanos, si desde pequeños somos empáticos con el dolor ajeno y nos hacemos cargo de los vulnerables, como son los animales”, concluyó la médica veterinario.

Animales que están en peligro de extinción en 2023

En la actualidad, el cambio climático es la causa directa de la desaparición de la biodiversidad (que desde 1.970 ha registrado una disminución del 69% de las poblaciones de aves, mamíferos, peces, reptiles y anfibios).

  • A esto se une los cambios en el uso de la tierra y el mar; la explotación directa de organismos; la contaminación y las especies exóticas invasoras, como recoge el último informe de la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES)

La preservación de la biodiversidad emerge con fuerza y será clave en el debate sobre sostenibilidad. Así lo apunta el informe ‘La sostenibilidad a través de la lente del Big Data’ de BBVA Research.

Así se produjeron las primeras extinciones

Aunque cuando se habla de las extinciones del planeta hay que remontarse a millones de años. Los datos ponen de manifiesto que los periodos entre unas y otras son cada vez más cortos y que la desaparición de especies avanza a un ritmo incesante.

  • El Presidente de IPBES, Robert Watson, afirma que “la salud de los ecosistemas de los que dependemos nosotros y todas las demás especies se está deteriorando más rápidamente que nunca”. Y es que el planeta está sufriendo la mayor pérdida de vidas desde la época de los dinosaurios.
  • La primera gran extinción, también conocida como del ‘Ordovícico-Silúrico’, ocurrió hace 443 millones de años y duró entre 500.000 y un millón de años. Durante ese periodo, el 86% de las especies que existían en aquel momento desaparecieron.
  • Principalmente se trataba de especies marinas. El motivo de la extinción provino del período glacial o la disminución de la cantidad de oxígeno disponible para la supervivencia de las especies.

Hace 367 millones de años se produjo la segunda gran extinción

Perduró durante tres millones de años, tiempo en el que desaparecieron el 82%. La proliferación de algas a partir de la aparición de plantas terrestres que al remover la tierra liberaron nutrientes en el océano, está entre las causas de esta extinción. Las algas, al absorber el oxígeno del agua, provocaron la desaparición de gran parte de la vida animal.

Para hablar de la tercera gran extinción hay que remontarse 251 millones de años atrás. También conocida como la extinción del ‘Pérmico-Triásico», tuvo una duración de un millón de años y se saldó con la desaparición del 96% de las especies.

¿La causa? La actividad volcánica. Según apuntan los científicos, esta pudo contribuir a la desaparición del 76% de las especies del ‘Triásico-Jurásico’, la cuarta gran extinción. Un hecho que tuvo lugar hace 210 millones de años y que duró un millón de años.

  • La quinta gran extinción ocurrió hace 65 millones de años y con ella desaparecieron los dinosaurios y otros muchos organismos. Conocida también como la extinción masiva del ‘Cretácico-Paleógeno’, supuso la desaparición del 76% de las especies.
  • El impacto de un gran asteroide que en la Península de Yucatán (México) puso fin a la era de los dinosaurios.
  • El Informe de Evaluación Global sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos de IPBES apunta que más de un millón de especies animales y plantas están en peligro de extinción.

En la actualidad, la ‘Lista Roja de Especies Amenazadas’ de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, indicador crítico de la salud de la biodiversidad mundial que se compone de la evaluación de numerosos grupos de especies, -incluidos mamíferos, anfibios, aves, corales formadores de arrecifes y coníferas- recoge que de las más de 150.000 especies, más de 42.100 especies están amenazadas de extinción.

  • De esta cifra, el 41% son anfibios, el 34% coníferas, el 36% de los corales formadores de arrecifes, el 27% mamíferos, 21% reptiles y el 13% aves. Del total de las especies evaluadas e incorporadas a esta lista, 87.083 pertenecen al reino animal. En la actualidad, cerca de 6.000 animales están en peligro de extinción.
  • La acción del ser humano está detrás de la posible extinción de estos animales motivada por la caza ilegal o la destrucción de hábitats donde residen.
  • Desde 1980, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) se han duplicado, elevando las temperaturas globales promedio en al menos 0,7 grados Celsius, lo que provoca que el cambio climático afecte a la naturaleza no solo a nivel de los ecosistemas, sino también en la parte de la genética de las especies.

En este contexto, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica (COP15) aprobó la creación de un marco mundial de la diversidad ecológica que consta de cuatro objetivos: detener la extinción de las especies inducida por los seres humanos; la diversidad biológica se utiliza y gestiona de manera sostenible y las contribuciones de la naturaleza a las personas, tales como las funciones y los servicios de los ecosistemas se valoran, se mantienen y se mejoran; todo beneficio de la utilización de los recursos genéticos e información de secuencias digitales sobre los recursos genéticos se comparte en forma justa y equitativa; y los medios de implementación adecuados para aplicar plenamente el Marco son accesibles de manera equitativa a todas las partes.

El esfuerzo de conservación también se centra, paradójicamente, en reducir algunas especies invasoras por la amenaza que suponen para algunos ecosistemas. Estos son 12 de los animales más amenazados de la Tierra y que podrían desaparecer en los próximos años.

  • El Chimpancé. Los altos niveles de caza furtiva, las enfermedades infecciosas, el rápido crecimiento de las poblaciones humanas en el África subsahariana, la llegada de la agricultura industrial (que requiere la tala de bosques, y pérdida de hábitat y su calidad causada por la expansión de las actividades humanas, ha provocado una reducción significativa de la población en los últimos 20 a 30 años que se prevé continúe durante los próximos 40 años. La reducción máxima de la población desde 1975 hasta 2050 superará el 50%, de ahí a que se considere un animal en peligro de extinción.

La fruta constituye aproximadamente la mitad de la dieta de los chimpancés, generalmente complementada con vegetación herbácea terrestre, hojas, tallos, semillas, flores, corteza, médula, miel, hongos, resina, huevos y presas animales como insectos y mamíferos de tamaño mediano. Son los más carnívoros de los grandes simios.

  • El Tigre. Catalogado como en peligro de extinción, el tigre es una de las especies que ha registrado una disminución en su población a lo largo del período de un periodo de 30 años en al menos nueve de los 13 países que tenían subpoblaciones de tigres existentes al comienzo del período de evaluación.

Los cerdos salvajes y los ciervos de varias especies son los dos tipos de presas que constituyen la mayor parte de la dieta del tigre. Cuando se agotan las grandes poblaciones de presas, optan por las aves, los peces, los roedores o los insectos. Las subpoblaciones de tigres existentes se encuentran en los bosques tropicales, subtropicales y templados del sur y sureste de Asia y en los bosques templados de hoja perenne de Rusia y China. Los tigres son generalistas del hábitat y se han adaptado a diversos hábitats, incluidos los bosques lluviosos ecuatoriales y los manglares en la India y Sumatra.

  • La ballena azul. Esta especie ha registrado una reducción en los últimos años del 8% (pasando del 89% al 97%), lo que supone que esté en peligro crítico de extinción. Hay que destacar la reducción masiva de la antigua población antártica de ballenas azules.

Las ballenas azules se alimentan casi exclusivamente de pequeños crustáceos. En cuanto a los patrones migratorios de las ballenas, algunas especies pueden residir todo el año en hábitats de alta productividad, mientras que otras emprenden largas migraciones desde aguas tropicales a áreas de alimentación en latitudes altas.

  • El Lémur. En la actualidad, hay más de 80 especies de lémures en peligro crítico o en peligro de extinción, y más de 30 en una situación vulnerable. Entre ellos el lemur dorado o el de cola anillada. La principal causa de su extinción es la pérdida de hábitat como consecuencia de la agricultura de tala y la quema de bambú, que supone una importante fuente de alimento para estas especies. La caza también es otro de los motivos de la disminución de estos animales.
  • La vaquita marina. Ubicada únicamente en el norte del Golfo de California, en México, esta especie está en peligro crítico de extinción porque se estima, entre otras cosas, que la población total es de alrededor de 10. La vaquita, que vive en un ambiente marino de menos de 50 metros de profundidad, se alimenta de una variedad de peces, calamares y crustáceos.
  • El rinoceronte de Sumatra. Esta especie está catalogada como en peligro crítico de extinción debido a la disminuciones severas de más del 80% durante tres generaciones, además de una disminución continua de al menos un 30% en 10 años y tan solo 250 rinocerontes adultos de este tipo. Se estima que en 60 años la probabilidad de extinción del rinoceronte de Sumatra es del 90%.

Entre las causas de su desaparición está la caza furtiva y la pérdida de hábitat. Es una especie que habita en el bosque tropical, suelen encontrarse principalmente en áreas montañosas cercanas a las fuentes de agua y se mueven dependiendo de la estación del año.

  • El gorila occidental. A pesar de su abundancia y su amplio rango geográfico, los gorilas occidentales están en peligro crítico de extinción por una reducción de la población de más del 80% en tres generaciones. Todo como consecuencia de la caza ilegal, las enfermedades y la pérdida de hábitat.

Se prevé que la reducción en la población de gorilas occidentales supere el 80% en tres generaciones hasta 2071 por, además, aumentará la escala de conversión de hábitat a la agricultura industrial y los efectos del cambio climático. Los gorilas occidentales son diurnos y semiterrestres. Construyen nidos para dormir todas las noches, generalmente en el suelo, pero a veces en los árboles.

  • El pangolín.Existen distintos tipos de pangolín en peligro de extinción, como el de la India o el de China. Las poblaciones de esta especie pueden disminuir en un 50 % en el futuro durante un período de tres generaciones (desde 2019 a 2043) debido a la sobreexplotación.
  • Este animal está destinado al consumo local en la mayor parte de su área de distribución y cada vez más dirigido al tráfico internacional, principalmente sus escamas, a mercados extranjeros, principalmente China. Parece haber habido un cambio en la atención del tráfico hacia esta especie.

Los cambios en la aplicación de la ley al nivel necesario para evitar la sobreexplotación de la especie no ocurran dentro de tres generaciones, y actualmente los esfuerzos de reducción de la demanda en países consumidores clave de productos de pangolín asiático y los derivados están siendo efectivos, lo que teóricamente podría conducir a una reducción en la captura.

  • El mono tití. Este animal está en peligro crítico de extinción, ya que se estima que se ha producido una reducción de la población de más del 80% en los últimos 25 años. Los motivos: la deforestación masiva del hábitat preferido de esta especie como resultado del aumento de la presión demográfica humana, y la intensificación de las actividades agrícolas. Se trata de una especie monógama que vive en pequeños grupos familiares y que se alimenta, principalmente, de frutas e insectos.
  • El elefante africano.Este animal está en peligro crítico de extinción. El análisis de las estimaciones realizadas en 161 localidades en todo el rango de la especie indica una reducción de más del 80% de la población continental en las últimas tres generaciones (93 años), algo que se considera probablemente irreversible. Las principales causas de la reducción de la población de este tipo de elefantes están la pérdida de hábitat debido a la expansión de la población humana.
  • El lobo rojo. Aunque se extinguió en estado salvaje en 1980, fue reintroducido por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS) en 1987 en el este de Carolina del Norte. A principios de la década de 2000, la población total dentro del área de reintroducción incluía más de 150 animales. Para 2016, el USFWS comenzó a restringir el esfuerzo de reintroducción a tierras públicas federales en el condado continental de Dare, Carolina del Norte.

Esta área no puede soportar más de 20 a 30 lobos. Si se finaliza tal restricción, los lobos que viven fuera de esta área probablemente recibirán poca o ninguna protección federal o serán capturados y la mortalidad causada por humanos es una de las principales amenazas para la persistencia de la especie en la naturaleza.

  • El hámster común. Esta especie está catalogada como en peligro crítico de extinción por, principalmente, la disminución de un 50% anual de su tasa de reproducción. Un descenso que se prevé que continúe, pudiendo hacer que este animal desaparezca en los próximos 17 años. El rango del hámster común ha disminuido en casi todos los países europeos y también en Rusia.

Su hábitat original es la estepa y los pastizales fértiles, pero se ha extendido con éxito a una variedad de hábitats que incluyen prados, tierras de cultivo (especialmente cereales) y bordes de los campos y de los caminos, además de áreas de barbecho con matorrales en granjas. Se encuentran también con bastante frecuencia en jardines y huertos. Su dieta consiste principalmente en las partes verdes de plantas y semillas, complementada con invertebrados y, ocasionalmente, pequeños vertebrados.

El aumento de la temperatura pone en peligro de extinción de anfibios

El Índice de la Lista Roja (RLI) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) documenta las tendencias de riesgo de extinción de grupos de especies a lo largo del tiempo, generando información que es crucial para la priorización y planificación de la conservación.

  • La Evaluación Global de Anfibios (GAA1) de 2004 se publicó en la Lista Roja de la UICN, demostrando que eran la clase de vertebrados más amenazada en todo el mundo y ha sido ampliamente utilizada para guiar y motivar los esfuerzos de su conservación. Sin embargo, las ranas, salamandras, tritones y otros anfibios del mundo siguen teniendo serios problemas.

Una nueva evaluación global encontró que el 41% de las especies de anfibios que los científicos han estudiado están amenazadas de extinción, lo que significa que son vulnerables, están en peligro o en situación crítica. Esto representa un aumento del 39% de lo reportado en la última evaluación, en 2004.

  • El estudio, que fue publicado en la revista Nature, encontró que la pérdida de hábitat, debido a la expansión de la agricultura y la ganadería, es la mayor amenaza para los anfibios en todo el mundo. Pero un porcentaje cada vez mayor de especies ahora también se encuentra al borde del abismo debido a nuevas enfermedades y al cambio climático, según detalla el estudio.

Los anfibios son animales especialmente vulnerables. Tienen distintas etapas de vida y cada una de ellas, a menudo, requiere de hábitats separados, por lo que estas instancias pueden verse alteradas por cambios en el entorno acuático o terrestre.

También corren riesgo debido a su delicada piel. La mayoría de los anfibios absorbe oxígeno para respirar a través de ella, por lo que no tiene escamas, plumas ni pelaje que los proteja. La contaminación química, las bacterias y las infecciones por hongos los afectan rápidamente, al igual que los mayores cambios en los niveles de temperatura y humedad debido al cambio climático.

“Por ejemplo, las ranas suelen ser nocturnas. Si hace demasiado calor, no saldrán ni siquiera de noche porque perderían demasiada agua a través de la piel -analizó la especialista Patricia Burrowes, coautora del estudio e investigadora del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid-. Pero permanecer en lugares de descanso protegidos limita la capacidad de las ranas para comer y reproducirse”.

  • Este verano fue el más caluroso registrado en el hemisferio norte, y 2023 está en camino de ser el segundo más caluroso a nivel mundial, después de 2016. Los avances en la tecnología para rastrear animales y las variaciones climáticas permitieron que el nuevo estudio utilizara datos mucho más precisos que los de la evaluación de 2004. “De este modo, hemos logrado comprender mucho mejor algunos riesgos”, indicó Burrowes.

El estudio identificó las mayores concentraciones de especies de anfibios amenazadas en varios puntos críticos de biodiversidad, incluyendo las islas del Caribe, los Andes tropicales, Madagascar y Sri Lanka. Otros lugares con un gran número de anfibios amenazados incluyen el Bosque Atlántico de Brasil, el sur de China y el sureste de Estados Unidos.

  • “Los hallazgos de este estudio confirman que la crisis mundial de extinción de anfibios no ha disminuido. Fundamentalmente, el principal impulsor del deterioro del estatus es el paso de las enfermedades al amenazante espectro del cambio climático.
  • Esto es especialmente preocupante porque a menudo exacerba otros riesgos, como el cambio de uso de la tierra, los incendios forestales o las enfermedades.
  • Por lo tanto, los resultados resaltan la necesidad de investigar e implementar acciones de conservación que aborden los efectos del cambio climático específicos de cada especie, particularmente para aquellas identificadas como en riesgo inminente de sufrir una disminución grave en su población”, concluyó la especialista.

Especies al borde de la extinción en México

El viejo de monte, la cigüeña jabirú y la rana patas rojas de California están entre las especies poco conocidas y amenazadas de México. Algunos de los animales más conocidos de México están en peligro de extinción, como la guacamaya roja, el jaguar y la vaquita marina; sin embargo, no todos son tan populares, como las siguientes especies que pueden verse en el país, pero son casi desconocidas para el público en general.

Distinguido por una mancha amarilla en su cabeza, es un reptil de casi 10 centímetros. Algunas personas la llaman casquito de Puerto Vallarta porque se distribuye únicamente en el valle el río Ameca, que se extiende entre Nayarit y Jalisco. Ahí está presionada por el turismo y la urbanización que modifican la vegetación.

  • Rana patas rojas de California. Aún puede verse a esta rana que mide alrededor de 13 centímetros en Baja California. Las hembras son más grandes. Debe su nombre al color rojo o rosa de su abdomen y patas traseras. El calentamiento global, las especies no nativas y la destrucción de humedales para desarrollos agrícolas y urbanos la amenazan.
  • Hormiguero enano. Otros nombres con los que es conocido son angelito, osito melero y hormiguero pigmeo, porque cuando llega a la adultez pesa de 450 a 500 gramos y su tamaño es como el de una mano humana. Vive en árboles densos del sureste, así que lo amenazan los incendios y la fragmentación de su hábitat.
  • Mosquero real. Son conocidos porque los machos despliegan sus crestas rojas mientras giran la cabeza rápidamente de un lado a otro para atraer la atención de las hembras, que en respuesta liberan su cresta amarilla. Surcan los cielos del sureste, región donde corren riesgo por huracanes, cambios de uso de suelo y tala clandestina.
  • Cigüeña Jabirú. Una de las aves más grandes de América es esta: los adultos miden 1.40 metros de longitud aproximadamente. Habita en pantanos poco profundos, sabanas inundadas, ríos y pastizales del sur de México. Contaminación, deforestación y uso indiscriminado de agroquímicos son parte de sus amenazas.
  • Viejo de Monte. Gracias a su apariencia también es llamado hurón grande, hurón mayor y cabeza de viejo. Su alargado cuerpo mide cerca de 70 centímetros y pesa unos 7 kilogramos. Las selvas tropicales del noreste y el sureste de México son su hogar, así que corre peligro por la deforestación y la fragmentación de sus hábitats.
  • Cachorrito del desierto. Se trata de un pez de máximo 6 centímetros de longitud. Los machos destacan por su color azul.

Su distribución está restringida a la cuenca del río Colorado.

Peligra por la construcción de presas, la introducción de especies exóticas, el pisoteo del suelo por el ganado y la destrucción progresiva de hábitat por prácticas de manejo de agua.

México ocupa el segundo lugar en la extinción de especies de anfibios

En México, más del 50% de las especies de anfibios se encuentran en riesgo o en un estado crítico de extinción, de acuerdo un estudio internacional en el que participó Gabriela Parra Olea, investigadora del Instituto de Biología de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

  • Estas estadísticas se presentaron en la revista Nature bajo el título Ongoing declines for the world’s amphibians in the face of emerging threats (Declives continuos de los anfibios en el mundo ante las amenazas emergentes), en un estudio liderado por Jennifer A. Luedtke, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en el que participaron más de cien expertos de todo el mundo, quienes revisaron a fondo 8,011 especies de anfibios que figuran en la Lista Roja de la UICN.

“Descubrimos que los anfibios son la clase de vertebrados más amenazada (el 40.7% de las especies están en riesgo a nivel mundial)”, explica el estudio publicado en Nature. El Índice de la Lista Roja muestra que la situación de los anfibios se está deteriorando a nivel global, especialmente en el caso de las salamandras y en la región neotropical.

“Las enfermedades y la pérdida de hábitat fueron responsables del 91% de los declives en el estado de conservación entre 1980 y 2004. Los efectos continuos y previstos del cambio climático son motivo de creciente inquietud, siendo responsables del 39% de los declives en el estado de conservación desde 2004, seguidos de cerca por la pérdida de hábitat, que representó el 37%. A pesar de las señales alentadoras de la recuperación de especies, la urgente necesidad de una inversión significativa se hace cada vez más evidente para revertir las tendencias actuales”, sostiene el artículo científico.

Cuando se analizan los anfibios de México en conjunto, se destaca que la principal amenaza que enfrentan es el cambio en el uso del suelo, ya que la mayoría de las especies son microendémicas. Esto significa que su área de distribución es extremadamente limitada, y cualquier transformación del hábitat, como la conversión de bosques en pastizales, tiene un impacto devastador en la supervivencia de la especie en su totalidad.

  • Gabriela Parra Olea, miembro del departamento de Zoología de la UNAM, se unió a un equipo internacional dedicado a evaluar las poblaciones de anfibios a nivel mundial, en 1990. Además, forma parte de un grupo de expertos que investiga la presencia de un hongo parásito que afecta la piel de estos vertebrados.

«Hemos enfocado nuestra búsqueda en áreas naturales protegidas, ya que creemos que estas son las que podrían haber sido impactadas por la devastadora epidemia causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis. Este hongo ha llevado a numerosas especies al borde de la extinción o incluso a su desaparición, y su distribución se encuentra principalmente en estos lugares», señaló.

  • La investigadora destacó que desde la última evaluación en 2004, que alertó sobre el declive de los anfibios, se ha declarado la extinción de alrededor de 200 especies de anfibios a nivel mundial. Sin embargo, en el caso de México, no se ha registrado tal situación, ya que se requiere un período de 15 a 20 años para determinar su completa desaparición. Esto se debe a que algunas salamandras pueden desaparecer temporalmente, pero luego ser redescubiertas en el futuro.

“Una de las dificultades de por qué no podemos declararlas extintas fácilmente es porque se entierran, no sabemos cuánto lo hacen, pueden pasar años en la profundidad y cuando las condiciones ambientales son propicias vuelven a salir”, dijo Parra Olea.

  • En México, una proporción significativa de especies de anfibios se encuentra en categorías de riesgo, ya sea como especies amenazadas o críticamente amenazadas. Esto coloca a México como la segunda nación, después de Colombia, en cuanto a la notable pérdida de poblaciones de anfibios.
  • Entre las especies que habitan en México y figuran en la Lista Roja, la investigadora destacó ejemplos preocupantes. Por ejemplo, mencionó a Pseudoeurycea unguidentis, que solía ser abundante en las montañas de Oaxaca hasta la década de 1970, pero lamentablemente no se ha vuelto a encontrar desde entonces.
  • Otro caso es el de Isthmura naucampatepetl, una pequeña salamandra que se encuentra en una región muy limitada de Veracruz y se considera en grave peligro. También se encuentra la salamandra de bromelia de Xolocalca (Dendrotriton xolocalcae), cuya población está restringida a una única zona en Chiapas./Agencias-PUNTOporPUNTO

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