“PLAN CLIMÁTICO” se DESPLOMA bajo el gobierno de AMLO; México sin tiempo para descarbonización

México estará entre los 10 mayores emisores del mundo a partir de mediados de esta década.

Con las negociaciones en Egipto, la cumbre está mostrando la mucha —o poca— importancia que tiene la emergencia ambiental para países, como el nuestro. Recientemente, algunos críticos están poniendo en duda la veracidad de las promesas nacionales, ya que dicen que México busca engañar en la COP27.

Se espera que la nación, una de las mayores emisoras de Gases de Efecto Invernadero (GEI) del mundo, anuncie una mezcolanza de intenciones climáticas antiguas, inadecuadas e imposibles de cumplir que dejarán sus compromisos en París rotos, advirtieron los expertos.

Como muchos observadores argumentan, la acción climática se ha desplomado bajo el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Incluso la Corte Suprema tuvo que impedir que el mandatario hiciera retroceder los modestos objetivos de GEI, alineados con el Acuerdo de París, situación que de concretarse hubiera empeorado la contribución climática del país, pues las emisiones están aumentando.

Aunque John Kerry, enviado climático de EE. UU., afirmó que el presidente mexicano haría un anuncio importante sobre los compromisos climáticos durante la COP27, no se espera que AMLO asista a la cumbre de la ONU. De acuerdo con algunos informes México podría asumir las siguientes metas:

  • Una reducción en las emisiones de metano de la empresa petrolera estatal, Pemex —un objetivo importante pero existente, por el cual la compañía ha sido multada por incumplimiento—.
  • Una planta solar de 1,000 MW inaugurada por el Estado. Si bien, ya está en marcha la construcción de un proyecto de 180 MW, el gobierno ha descartado más inversiones para expandir el potencial energético.
  • Un compromiso de litio. México tiene el noveno depósito identificado más grande de litio, un mineral crucial para los vehículos eléctricos y otras tecnologías ecológicas, pero hasta ahora no existe ninguna inversión gubernamental para avanzar en la extracción.

Se cree que el país está a años de producir su primer gramo de litio. Ante ello, Carlos Flores, especialista en energía renovable, considerado el padre y motor de este tipo de fuentes en México, asegura que:

  • “Es muy probable que el gobierno mexicano intente engañar al mundo entero en la COP27 con acciones falsas y proyectos que nunca se construirán. No vamos a cumplir con nuestras promesas actuales, sin importar nada más ambicioso”.

Asimismo, según Carbon Action Tracker, un grupo científico sin fines de lucro que rastrea la acción climática de los gobiernos, las políticas climáticas de México bajo la administración actual “siguen retrocediendo”, ya que se prioriza el uso de combustibles fósiles y se desmantelan las políticas e instituciones relacionadas con el clima.

  • “Para que el país logre, incluso sus obsoletos compromisos climáticos para 2030, debe revertir sus políticas, alejarse de los combustibles fósiles, fomentar las energías renovables y abordar el sector del transporte”.

México busca engañar en la COP27

El plan de acción climática de 10 puntos de López Obrador —presentando en el foro de las principales economías sobre energía y clima, organizado por Joe Biden en junio de este año— contemplaba la adquisición y construcción de nuevas refinerías de petróleo.

Su gobierno también ha desmantelado el Instituto Nacional para el Cambio Climático y el fondo federal, lo que coloca entre los peores mandatos climáticos.

  • Y pese a que la nación tiene un enorme potencial para las energías renovables, AMLO se ha retractado de numerosos proyectos, al tiempo que ha sido criticado por imponer otros (de tipo eólico e hidroeléctrico) en tierras indígenas sin las debidas consultas.

“No hay forma de mirar positivamente la acción climática de una administración que se ha centrado en socavar las energías renovables. Para que México cumpla con sus objetivos de París, necesitaremos un nuevo presidente en 2024 que pueda recuperar la confianza de los inversionistas y tenga un compromiso real con el medio ambiente”, señaló Carlos Flores, especialista en energía renovable.

  • Cabe señalar que en un comunicado reciente, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) expresó que elevaría su objetivo de reducir las emisiones GEI a un 30% para 2030, frente al objetivo de París del 22%.

Pero dada la postura pro-combustibles fósiles y anti-renovable de no está claro cómo México lograría la vieja promesa, y mucho menos la nueva más ambiciosa.

En México “ya no hay tiempo” para avanzar en la descarbonización

Adrián Fernández, director ejecutivo de Iniciativa Climática de México (ICM) alertó que en México “ya no hay tiempo” para avanzar en la descarbonización.

  • “Si no corregimos políticas inmediatamente, a principios de 2023, no podemos esperar a que termine esta administración y llegue una nueva administración, del partido que sea, para que se cambien las políticas”.

De esperar dos años, con las “repercusiones negativas en las emisiones de México”, a la próxima administración “ya no le habría dejado espacio de maniobra para cumplir con la meta 2030 (del Acuerdo de París de 2015), a menos que se tomen medidas inmediatamente”, añadió durante una conferencia virtual desde la Cumbre del Cambio Climático (COP-27), en Egipto, donde presentó su propuesta de Contribución Determinada a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) desde la sociedad civil.

  • El documento, con 88 medidas concretas, basadas en análisis científico y técnico, busca contribuir a que México (desde el gobierno y todos los sectores) logre reducir 30% de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030, de manera no condicionada (el país con sus propios medios) y, hasta 47%, de manera condicionada (con financiamiento internacional), para cumplir con el citado Acuerdo de París.
  • A pesar de considerar una “noticia extraordinaria” que México vaya a presentar metas más ambiciosas que las de 2015, consideró que es “totalmente incompatible” frenar las energías renovables y seguir promoviendo las energías fósiles y que “ahora México presente ante el mundo metas más ambiciosas de reducción de emisiones”.

“O es una o es la otra, por eso decimos categóricamente en nuestro documento que la política energética tiene que cambiar diametralmente si México aspira avanzar a la descarbonización”.

  • En su opinión, “no hay suficiente vinculación y congruencia de algunos planteamientos gubernamentales del último año y lo que en los hechos pasa”, es decir, que se deben “cambiar radicalmente algunas de sus políticas, las más incompatibles con la reducción de emisiones, y algunas que incluso generan más emisiones. Recapacitar en cambiar esas para lo que le conviene a México”.

En este sentido, consideró que pronto podremos observar “si México va a ser serio ante el mundo, entonces deberíamos observar inmediatamente los cambios muy claros respecto de políticas que se venían aplicando”.

Sería desincentivar que no hubiera un cambio de rumbo, dijo, para darle la importancia que merece el tema del cambio climático en todos los sectores para que pueda avanzar esa agenda.

  • Hasta el momento, dijo, México tiene todavía un atraso de dos años en cuanto a la entrega ante el Acuerdo de París de sus contribuciones revisadas. De acuerdo a las estimaciones de la Fundación ICM en el documento presentado, México estará entre los 10 mayores emisores del mundo a partir de mediados de esta década.
  • Hasta el día de hoy, es el único integrante del G20 que no ha planteado una fecha para llegar a cero emisiones netas, como ya lo han hecho Estados Unidos, Canadá o países de la Unión Europea, que se comprometieron para 2050.

Considera que es urgente reducir las vulnerabilidades e incrementar la resiliencia en México, porque el 68% de su población (85 millones de personas) “se encuentran en alta o muy alta vulnerabilidad”. Aproximadamente 50% de sus municipios presentan muy alta o alta vulnerabilidad al cambio climático, y se prevé que se exacerbe en el futuro.

  • “México se encuentra en el lugar 95 de los 181 países más vulnerables al cambio climático, por su localización entre dos océanos, su latitud y su relieve lo hacen estar particularmente expuesto a diferentes fenómenos hidrometeorológicos”, señala el documento.
  • La inversión estimada necesaria para la implementación del compromiso no condicionado asciende a 105.604 millones de dólares para 2030, y a 255.997 millones de dólares para el cumplimiento del compromiso condicionado.
  • Sólo en el sector eléctrico, la medida con el principal potencial de mitigación, sugiere, es el establecimiento de acciones e incentivos para el incremento de la capacidad de generación de energía solar y eólica.

Este esfuerzo podría reducir 30 millones de toneladas de CO2 durante la presente década. A su vez, la energía solar fotovoltáica a gran escala, podría alcanzar 26.9GW para 2030 y reducir 17.2 millones de toneladas de CO2.

En el sector transporte, uno de los más contaminantes, proponen actualizar la norma de eficiencia energética para vehículos ligeros, que ayudaría a reducir emisiones de hasta 19.5 toneladas de CO2, una de las medidas de mayor potencial de mitigación, con lo cual tendría que haber un cambio como la salida acelerada del mercado de las camionetas SUV de 6 y 8 cilindros, y un incremento notable en la venta de vehículos híbridos.

Proponen en el sector de petróleo y gas la reducción del venteo y la quema de gas natural, como una de las medidas que tienen mayor potencial de mitigación, seguida de la implementación de proyectos de cogeneración en Pemex y la reducción de emisiones de metano.

  • Plantean el aprovechamiento de biogás, tanto en plantas de tratamiento de aguas residuales como en rellenos sanitarios, una medida que permitiría reducir casi 10 millones de toneladas de CO2 para 2030 en el sector residuos, entre otros.
  • Luisa Sierra, directora de Energía de ICM señaló que en el rubro de electricidad y energéticas se puede reducir un 39%de emisiones, pero para lograr se requiere un despliegue acelerado de energías renovables; es fundamental la salida total, justa y progresiva del uso del carbón y de combustóleo.

También consideró importante el fomento de proyectos como ejido solar y hogar solar, que pueden generar condiciones de justicia, equidad y bienestar para todos.

Jorge Villarreal, director de Política Climática del think thank, señaló que la elaboración de su propuesta está pensada desde la justicia climática, la transición y la perspectiva de género, con la finalidad de responder al Acuerdo de París, que ha puesto en el centro la justicia climática.

  • “El cambio climático no puede disasociarse del cumplimiento de estos acuerdos, porque para el ICM justicia climática supone reconocer las injusticias históricas y las desigualdades estructurales”.

¿Qué es el Acuerdo de París?

El Acuerdo de París es un tratado internacional adoptado por 196 naciones en la COP-21, celebrada en Francia el 12 de diciembre de 2015. Entró en vigor el 4 de noviembre de 2016.

  • Con dicho tratado se vincula a las naciones a reducir el calentamiento mundial a 1.5 grados centígrados, muy por debajo de 2 grados en comparación con los niveles preindustriales.

La organización internacional Greenpeace interpuso en 2021 el primer amparo contra el Estado mexicano por incumplir con los compromisos que marcan las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés), como lo establece el referido Acuerdo.

México incumple metas

“México firmó en el 2015, una serie de metas concretas más ambiciosas que identificó, decidió voluntariamente y puso sobre la mesa. México dijo: ‘voy a reducir 22% mis emisiones de gases de efecto invernadero’, para lo cual ofreció hacer buenas políticas públicas”, situación que al día de hoy, ha incumplido, refirió el especialista en cambio climático y política ambiental en México.

  • De cara a la COP-27, se mostró optimista de que aún se pueden entregar metas más ambiciosas. “México puede hacer más para contribuir a reducir las emisiones a nivel global, haciendo muchas cosas que le convienen al país, que le van a permitir ahorros, como es contar con energías renovables, en lugar de las fósiles. Sin embargo, estamos rechazando esa opción”, apuntó.
  • “El mundo se pregunta: ‘¿qué pasa en México?, ¿por qué México no se está ayudando a sí mismo?, ¿por qué México quiere extender el uso de combustibles fósiles para generar electricidad y está de hecho haciéndole la vida muy difícil a quienes han invertido en energía renovable?’”.

Medio ambiente, ¿una prioridad para México?

Actualmente, México ocupa el lugar 10 en el mundo por su volumen de emisión de gases de efecto invernadero, por arriba de España, Francia, Gran Bretaña y Brasil.

Para el exdirector general de Gestión e Información Ambiental (1995-2000) y de Contaminación Local, Regional y Global (2001-2004) en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Adrián Fernández, el país no tiene que esperar al 2023 para cumplir las metas que se propuso.

“Hay que regresar a la meta y ofrecer mayores reducciones, porque si continuamos con las políticas energéticas que esta administración ha implementado de favorecer los combustibles fósiles en vez de las energías renovables, muy pronto, en uno o dos años más, ya no va haber forma que corrijamos el rumbo a tiempo para que bajen nuestras emisiones como resultado de haber potenciado y acelerado la inversión en energías renovables”, dijo.

“Estamos en un momento crítico de decisiones. No se debe invertir más dinero en energías fósiles. Tenemos que recapacitar, corregir las políticas públicas en energía, para que logremos todavía meternos en la carretera correcta que es la tendencia que necesitamos para bajar emisiones y llegar al 2030, cumpliendo las metas que ofrecimos en 2015 y las nuevas metas, que sí espero que lleve a la COP-27”, apuntó.

“Hay una gran oportunidad que debe aprovechar México, corregir los errores del pasado y mostrarle a la comunidad mundial en la COP-27 que enmienda el camino y va entregar compromisos más fuertes y, sobre todo, lo más importante, que va empezar a avanzar en la implementación de todas esas medidas necesarias, no nada más, todas esas promesas de papel”, anotó.

El expresidente del Instituto Nacional de Ecología (2005-2011) expuso que el ahora Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), presentó un informe en donde evalúa cuáles serían los costos y beneficios de implementar todas aquellas medidas de reducción de emisiones que le permitieran a México cumplir con sus metas ahora y entre el 2030. Se llegó a dos grandes conclusiones:

  • Uno, se establece que si México implementa va a tener ese beneficio económico, el cual quiere decir que los beneficios sociales y económicos son mayores que el tamaño de los costos y las intervenciones.
  • Dos, si México implementa todos los portafolios de medidas que ha identificado el INECC, no solo cumpliría con la meta actual del Acuerdo de París, sino que le alcanzaría para reducir un poco más de emisiones.

“Ese reporte le demostraría al mundo que México puede reducir más y por tanto, estaría cumpliendo, sin entrega una meta más ambiciosa, con ese pendiente que tiene”, indicó Fernández.

  • El experto resaltó la importancia de que, por quinta ocasión John Kerry hya visitado México para entrevistarse con el Ejecutivo Federal, porque el diálogo bilateral de Alto nivel, permite a Andrés Manuel López Obrador “tener una visión real de lo que pasa en materia de cambio climático”.

“Yo tengo la impresión de que el presidente no está bien informado y que no lo están asesorando bien y cada ocasión que ha venido Kerry con su equipo, terminando (el encuentro) hay ligeros cambios no solo en el discurso del presidente, sino que paso a pasito va ofreciendo ciertas cosas, aunque el grueso de sus políticas, sobre todo en energía siguen siendo las equivocadas”, expuso.

Voluntad política

“¿Qué pasa con la parte política? Justamente es donde ha estado el problema, porque la formulación de políticas públicas en materia de energía y probablemente en otros temas, no ha estado basada en una cuestión técnica ni de racionalidad económica y social. Ha estado, aparentemente fundamentado solo en un modelo ideológico-político de que quieren que el Estado de manera monopólica, maneje todos los asuntos que tienen que ver con energía, aunque no sea necesariamente un ente más eficiente para llevar a cabo estas tareas”, opina Adrián Fernández durante la entrevista con Expansión.

Sin embargo, llevar este modelo significa renunciar a utilizar energías renovables que son mucho más baratas que las opciones que está manejando todavía el gobierno. “Entonces, nos está costando muy caro estos modelos ideológicos que quieren plantear”, dijo.

La actual administración entregaría mejores cuentas a la ciudadanía en la materia, si tomara el liderazgo para avanzar en las energías renovables, señaló el experto.

  • Fernández dijo que en el mundo los países que más avanzan en esta transición para eliminar el carbono, para bajar las emisiones a las que se conoce como rutas de descarbonización, son aquellos donde el Jefe de Estado o presidente, directa y personalmente, conoce y entiende el problema del cambio climático.

“En México, parece que todavía no entendemos esto, ojalá que pronto el presidente se diera cuenta que así es la situación y que estamos a tiempo de corregir el rumbo”, apuntó.

De acuerdo con el entrevistado, lo que se trata es de implementar políticas públicas correctas que se basen el algo elemental, como es la optimización para los beneficios para el país.

Obras emblemáticas aparta a México de metas ambientales

El exdirector ejecutivo del Instituto Interamericano para la Investigación del Cambio Global (IAI) consideró que México se aparta de las tendencias mundiales con la construcción de la Refinería de Dos Bocas, en Tabasco.

“El gran problema es que el haberse tomado esta decisión hoy en día, no hace 20 años, significa que en el mejor de los casos, va a operar a toda su capacidad, cuando mucho, unos 20 años, no los 50 o 60 años que se esperaría”, comentó.

  • Para el especialista, la política de México debió encaminarse a priorizar la reconfiguración o mantenimiento de las actuales refinerías y no construir una nueva, “que se va a quedar como un activo, varado, como dicen los expertos, porque son esas grande sin inversiones en infraestructura que no nos va a servir durante mucho tiempos”.

Es así que las necesidades de inversión no responden a un análisis elemental técnico-económico-financiero, sino a motivaciones de tipo ideológico y político, sin ninguna base, dijo./Agencias-PUNTOporPUNTO

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