La disputa arancelaria entre EU y China trae ventajas para la economía

¿México puede ganar?

México está en medio de un duelo de gigantes. La disputa comercial entre Estados Unidos y China es una bomba de tiempo que en cualquier momento puede estallar ocasionando daños irreversibles al comercio mundial.

  • Aun cuando la tormenta se acerca, la economía mexicana puede sacar provecho de esta guerra arancelaria aunque es posible que sufra las consecuencias en el corto plazo, sin embargo en el largo puede recuperarse.
  • José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), opina que esta pugna entre las dos economías más poderosas del mundo marca el inicio de una reingeniería en la estructura comercial internacional.
  • ¿La razón? Las reglas que en este momento están rigiendo el comercio mundial no necesariamente son de libre comercio, pues la actual coyuntura ha superado incluso al máximo órgano regulador en la materia: la Organización Mundial del Comercio (OMC).
  • “México debe estar preparado porque si quiere sacar la mayor ventaja posible de esto va a tener que aumentar su capacidad productiva y competitiva”, advierte De la Cruz.

La economía del dragón asiático depende de las exportaciones y casi el 20 por ciento de éstas tienen como destino final el mercado estadounidense. No obstante, esta situación también ubica a México en una posición compleja, sobre todo al tomar en cuenta la relación comercial que mantiene desde hace años con ambos socios y los próximos cambios en el entorno político interno.

  • De cara a un cambio de régimen político en el país, el director del IDIC considera que México debe mantener una estrecha relación con Estados Unidos, su principal socio comercial.
  • Pero no sólo eso, también sugiere que el país debe ser más propositivo en buscar una mayor integración para pasar sólo de un plano comercial a un vínculo que promueva el desarrollo de infraestructura, de capital humano, una banca de fomento común y plataformas energéticas, todo esto con el propósito de elevar la competitividad y productividad de la región de Norteamérica.
  • “Si no pasamos a esa agenda y sólo nos quedamos en la parte comercial, la presión que están ejerciendo seguirá existiendo y causando estos desequilibrios. Con ello, corremos el riesgo de quedar atrapados en esta disputa que comenzó como una necesidad del presidente Trump de cambiar el déficit comercial de Estados Unidos”, expone el especialista.

Las rencillas entre las dos superpotencias no son nuevas, pero desde la llegada del presidente Donald Trump a la Casa Blanca se intensificaron. En abril del año pasado, Washington comenzó una investigación sobre las importaciones de acero chinas con el objetivo de demostrar que la nación asiática estaba dañando la propiedad intelectual estadounidense.

Desde entonces, la guerra comercial ha escalado al grado de que ambas partes han anunciado oleadas de aranceles que, a la fecha, ascienden a 360 mil millones de dólares en bienes.

  • Al poner todas las fichas sobre el tablero, analistas coinciden en que China tiene más que perder al momento de hablar de números, pues su economía depende de las exportaciones y casi el 20 por ciento de éstas tienen como destino final el mercado estadounidense, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas del Gobierno de China.
  • Para muestra, el dragón asiático vendió aproximadamente 506 mil millones de dólares en bienes y servicios al Tío Sam durante 2017. Por el contrario, Washington le comercializó sólo 130 mil millones a los chinos. El conflicto entre China y EU ha escalado al grado de que ambas partes han anunciado oleadas de aranceles que a la fecha ascienden a 360 mil millones de dólares en bienes
  • Arlene Ramírez-Uresti, internacionalista del Tec de Monterrey, campus Toluca, explica que esta batalla no sólo es económica, también es política. Y al entrar en este terreno la fórmula se invierte, pues el mandatario republicano no tiene las armas suficientes, sin contar que durante estos meses se ha hecho público que legisladores de su propio partido han llamado al inquilino de la Casa Blanca para exhortarlo a que frene los embates.

“El presidente Trump es menos capaz de sostener este conflicto hasta 2019, especialmente por las elecciones de mitad de periodo que se realizarán en noviembre próximo. Algunos líderes republicanos temen que las acciones del mandatario les cuesten asientos”./REPORTE INDIGO -PUNTOporPUNTO

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