Día Internacional de la Mujer…..sin cáncer

Muchos y variados son los eventos que se desarrollaron este 8 de marzo para reconocer el papel de la mujer en sus diferentes ámbitos (social, cultural, político, económico, etcétera) en el marco del Día  Internacional de la Mujer, y está perfecto; pero más perfecto sería que TODAS las mujeres del mundo lo celebráramos con salud, y sin cáncer, lo cual por desgracia no es así.

A lo largo de los años, a cuántas y cuántas mujeres hemos visto morir a consecuencia del cáncer; ya sea porque tenían un predisposición genética, porque nunca se dieron tiempo para realizarse chequeos médicos de rutina o peor tantito; por prejuicios, desidia o soberbia. ¿Soberbia? Sí, soberbia que nos lleva a creer que a todo mundo se le puede presentar este padecimiento menos a nosotros. Nada más ajeno a la realidad, luego de que se ha podido comprobar que: el cáncer no tiene palabra de honor porque en cualquier momento se nos puede presentar y no respeta clase social, edad, sexo, ni credo.

Prejuicios, también; porque cuantas veces  no hemos escuchado a mujeres que casi con orgullo dicen: “yo no voy al médico porque mi esposo no me deja” o “porqué me tienen que revisar sino estoy embazada –en el caso del ginecólogo-“  Y perdón señoras y señoritas, pero con el respeto que se merecen, esa clase de actitudes reflejan una falta de respeto hacia nuestra persona por parte del marido con esa postura machista; al suponer que al ir al médico se va a otra situación que no sea la meramente profesional, además de que también hay ginecólogas, por si ese es el pretexto para no ir.

Como también refleja  una falta de responsabilidad de nuestra parte; por qué, porque es de nuestra salud y de nuestro cuerpo del que estamos hablando, y el acudir al médico por prevención y no cuando ya tenemos síntomas o sospechas de algún mal, representan la diferencia entre la vida y la muerte; máxime si se tienen hijos pequeños que dependen de la mamá en todos los aspectos.

Y por último desidia, porque no pocas veces, dejamos a nuestra persona en último lugar; porque primero es el trabajo, los compromisos, los hijos, el esposo y un sinfín de pendientes y a hasta el último nosotros y nuestra salud, cuando debiera de ser al revés, porque con salud podemos hacer o lograr muchas cosas, y sin salud, aunque queramos.

En la actualidad no es raro escuchar –en este caso a las mujeres- que después de una serie de  compromisos ineludibles, tanto personales como laborales, ya no les queda tiempo para “nada”; pero sí nos queda tiempo para ir a la estética a que nos pinten el cabello, nos hagan el manicure, la pedicura o cualquier otro tratamiento de belleza; procedimientos en los que cuando menos invertimos una hora de nuestro  “valioso tiempo”.

Por el contrario, la realización de un Papanicolaou, ultrasonido pélvico y/o mamario, Colposcopia (procedimiento que se realiza en el cuello uterino, paredes vaginales y entrada de la vagina para identificar lesiones precancerosas con gran precisión) Mastografía (es una radiografía de la glándula mamaria que permite detectar lesiones no palpables y diagnosticar oportunamente la enfermedad) y la autoexploración de senos, no nos lleva más allá de diez minutos; mientras que en la visita al ginecólogo cuando menos una vez al año, nos llevará de media a una hora cuando mucho.

La realización de estas dos últimas pruebas nos permitirá prevenir de manera temprana el cáncer de mama y con ello evitar las casi 1,500 muertes que diariamente ocurren en el mundo  (521 mil 907 muertes al año a nivel mundial, según datos de Globocan 2012) por esta enfermedad informó Jaime Corona Rivera, cirujano oncólogo, adscrito al Departamento de Tumores del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).

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De acuerdo al especialista, el cáncer de mama es un gran problema de salud a nivel mundial y ocupa el primer lugar de incidencia de cáncer en mujeres con un aproximado de un millón 700 mil nuevos casos al año.  Desde el año 2006 se encuentra en el primer lugar en nuestro país desplazando al cáncer cérvico-uterino. En México muere una mujer cada 90 minutos a causa del cáncer de mama.

Tan solo en América Latina, de acuerdo a las Sociedad Americana del Cáncer, más de 70 por ciento de los casos de cáncer se diagnostica en etapa avanzada cuando la enfermedad es incurable.

«Estos fallecimientos causan un gran impacto en la sociedad a todos los niveles, debido a que la mayoría de los casos se encuentran en mujeres de 40 a 60 años de edad, etapas en los que son pilar fundamental de la familia, ocasionando su pérdida un daño irreparable, además de que en la actualidad una gran cantidad de mujeres son el único sustento de sus familias, lo que aumenta el impacto social», afirmó el oncólogo.

Añadió que el impacto de las muertes de mujeres a nivel familiar es catastrófico y repercute en todos sus círculos. Cuando la enfermedad aparece a la mitad de la vida afecta a los hijos que pierden a sus madres tempranamente a causa del cáncer.

De ahí la importancia de ofrecer a las pacientes tratamientos de punta para lograr una calidad de vida y pruebas genómicas como Oncotype DX, la cual permite complementar la información clínica y de patología que tiene el médico para ayudar en la toma de decisión,  calculando el riesgo que tiene la paciente de recaer y así poder determinar si es necesaria o no la administración de quimioterapia.

Ante este panorama qué procede? Procede –sin que nadie se tome estas reflexiones al título personal- ser “congruentes” porque así como tenemos tiempo para otros asuntos, también debemos que tenerlo para lo que debiera ser primordial: nuestra salud; porque con ella podemos disfrutar de nuestra vida a plenitud.

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