Mal negocio venta del Avión Presidencial, pérdida de 137 mdd

Sería por un valor de 81.6 millones de dólares

La intención del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de vender el avión presidencial y, en su lugar, utilizar vuelos comerciales, no conviene financiera ni operativamente, según expertos. El Boeing 787-8 se adquirió en 2012 por 218.7 millones de dólares, equivalentes a 2 mil 952.4 millones de pesos, con un tipo de cambio de 13.50 pesos por dólar.

  • El avión tiene nueve años de antigüedad, porque salió de fábrica en 2009 y considerando que una aeronave se deprecia entre 5% y 8% cada año, ahora puede tener un valor de 120.2 millones de dólares, de acuerdo con un vendedor de aviones privados.
  • Pero como se configuró para uso del gobierno, todo ese equipamiento se va a perder porque no tiene valor para una aerolínea comercial, por lo que se puede vender por 30% de su costo original.
  • En 2016, cuando se entregó el avión, el gobierno mexicano dio a conocer una valuación de la firma Ascend Flightglobal Consultancy sobre la conveniencia de venderlo.
  • El cálculo fue que venderlo a una aerolínea comercial en enero de 2019, sería por un valor de 81.6 millones de dólares, es decir, 37% de lo que se pagó por él o una pérdida de 137 millones.
  • Y si se le vendiera a un cliente privado, sería por 142 millones de dólares, con una pérdida de 76.2 millones.

Rob Morris, gerente de Consultoría Global de Ascend Flightglobal, comentó que desde que hicieron el análisis en 2015, el mercado de aviones corporativos ha cambiado poco, por lo que sus conclusiones no han variado demasiado.

“Estamos enterados que por lo menos dos Boeing 787 usados han salido a la venta, uno de ellos en junio de 2016, y hasta la fecha no se ha vendido. Esto demuestra la falta de demanda y el reto que significa vender un 787 usado”.

  • “Como valuadores de aeronaves y analistas de mercado seguimos el comportamiento del mercado de las aeronaves corporativas y creemos que sigue siendo un reto poner el mercado un 787 configurado para uso corporativo”, explicó Morris a EL UNIVERSAL, por escrito.

Por lo tanto, Ascend Flightglobal considera que el gobierno mexicano debe conservar la operación de la aeronave durante los 15 años del contrato de arrendamiento con Boeing.

  • El avión cuenta con un menor número de asientos que el de una aerolínea comercial, 80 contra los 274 del nuevo Boeing 787, cabinas especializadas, oficinas y salas privadas, estancias y dormitorios, pero todo eso no tiene ningún valor para una aerolínea comercial.

Y para reconvertir el avión presidencial para transporte regular de pasajeros, se tienen que invertir entre 10 y 15 millones de dólares, según Ascend. Adicionalmente, deben considerarse costos de transición o comisiones por la venta de esta aeronave, las cuales oscilan entre 0.5 y 1.5 millones de dólares.

  • “Este avión específico es de los primeros en la línea de producción (número de línea: LN-6), además de ser una ex aeronave de Boeing para vuelos de prueba.
  • Esto se traduce en que tiene un mercado más limitado, porque muchas aerolíneas con flotillas de Boeing 787 existentes no estarían interesadas en incluir este ejemplar atípico a sus flotillas”, indicó la consultoría.
  • “Hay más posibilidades de vender a un operador de una sola aeronave, pero éste sería un mercado extremadamente limitado”, agregó.

El análisis de la firma explica que entre más tiempo se tarden en vender el avión, menos dinero recibirán por él, pues se deprecia y si no está en uso y con el mantenimiento adecuado puede perder la certificación de aeronavegabilidad. Boeing no hará comentarios sobre el tema, por el momento./ CON INFORMACIÓN DE EL UNIVERSAL

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