El auge de bares, cantinas y antros, en los que incluso se ofrecen espectáculos de desnudos, ha trastocado la cotidianidad de los habitantes del centro histórico de Coyoacán, otrora refugio de intelectuales y artistas, así como de cientos de familias que visitaban los apacibles jardines Centenario e Hidalgo rodeados por cafeterías, librerías y restaurantes.
A decir de los vecinos, la apabullante vida nocturna que se desborda hasta la madrugada ha comenzado a despoblar esta zona, catalogada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como patrimonio histórico, y ha expulsado al comercio típico.
Durante un recorrido, vecinos de los barrios Del Carmen, Villa Coyoacán, La Conchita y Santa Catarina señalaron que desde hace más de una década comenzó la degradación en las que los viejos inmuebles históricos de uso habitacional se han convertido en sitios en los que se ofrece hasta sexoservicio.